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La familia Kuroko por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola aqui de nuevo con el capitulo que sigue...

 

Lean y disfruten!!

 

¡Era afrodita! ¡Venus! ¡Una reina sexy! Caminando por la tierra de los mortales...La piel de aquella mujer era tan palida como la de Kuroko sus largos y estilizados cabellos celeste del mismo tono que los de Kuroko caian hasta su cintura en ondas, su rostro delicado y sin rastro alguno de imperfeccion, ostentando los zafiros azules mas envidiables hasta para el mismo cielo enmarcados las por tupidas y largas pestañas de sus ojos gatunos sumados a aquellos carnosos y delineados labios rojos complementandose con el exquisito vestido rojo que llebaba sobre su perfecto y escultural cuerpo.

Era como si aquella mujer destilara feromonas con cada movimiento y las miradas perdidas del equipo de seirin, el sonrojo en cada uno de ellos y sus mandibulas desencajadas eran la prueba mas contundente de eso. Riko fue la unica que sintio que aquello no era normal, rachazando al completo la existencia en si misma de algo tan perfecto como esa mujer ¡Tenia que ser un crimen usar un vestido como aquel y lucir tan bien como ella! Pero ¿Seria posible que este despanpanante pedazo de mujer fuese la misteriosa Tokiko-san? De entre todas las mujeres Kuroko esta era la mas parecida a su joven sixman.

La miro aprecitivamente calculando sus numeros con sus expertos ojos bronce analizando todas las estadisticas que rebotan hasta el cielo en el cuerpo de aquella mujer. Sus rasgos fisicos eran lo mas cercano a Kuroko, y sobre todo usaba falda, bueno un vestido pero daba igual enseñaba sus piernas contorneadas y libres de cualquier imperfeccion. Aunque tambien estaba la posibilidad de que fuese la menor...

Sin embargo sus ojos denotaban un brillo que solo la experiencia y madurez suficiente podian dar a una mujer. Esa mujer por muy joven que fuera no podia ser una veinteañera que era lo que supuestamente esperaban de Tokiko-san, o una adolecente que era lo que debia ser la menor de los Kuroko ¿Entonces? ¿Quien podria ser ella? Se pregunto especulante siendo interrumpida en sus cavilaciones por el sonido mas erotico que en su vida habia escuchado.

-¡Oh~!- articulo sorprendida la mujer frente a ellos al ver la habitacion concurrida, llevandose la punta de sus dedos a sus labios en el mas puro y fino arte de la seduccion.

Todos los varones presentes se erizaron por tan solo ese monosilabo hipnotizados por el movimiento de los dedos de la despanpanante mujer sobre sus labios captandolo como si fuese una caricia para si mismos. Se sintieron en las nubes por un segundo, presas de aquella seductora voz rompiendose el hechizo cuando la venus frente a ellos poso sus ojos en Kuroko, y corrio hasta el en un movimiento sinuoso y felino mientras sus atributos rebotaban con cada paso que ella daba.

- ¡Tetsu querido! ¡No me dijiste que tenias visitas!- dijo la encarnacion de afrodita sin perder aquel tono sinuoso y sensual que parecia ser natural en ella pasandole los brazos por el cuello al menor. El pensamiento general fue ¡Que envidia!

Apostaban que incluso la ex manager de Teiko Momoi parecia una niña en pleno desarrollo aun en comparacion, y si ella lucia tan mediocre ¿Como se supone que su entrenadora luciria si la compararan? Todos la miraron en sincronia como si por arte de magia pudiesen comunicarse y pensar exactamente lo mismo. Componiendo un gesto de pena cada vez que se fijaban en las partes destacables de una mujer, osea, cintura, pechos y caderas y todas eran tan pobres como las estadisticas de Kuroko en el basquet.

Riko volvio su mirada hacia Hyuga y Kiyoshi que eran los mas cercanos a ella, para desgracia de los aludidos leyendo a la perfeccion sus pensamiento y enfureciendose al intante, los pellisco sin piedad para quitarles del rostro aquella mirada compasiva que le dedicaban, frustrandose cuando se dio cuenta de que no funciono.

-Chicos...- les llamo dulcemente alertando las pocas neuronas en todos los aludidos del peligro- si no se comportan... Tendre que castigarlos...- termino con una sonrisa un poco escalofriante para todos, y voz tierna, aquella que pretendia disimular y hacer saber lo que les aguardaria si no obedecian lo que ella dijera.

-¡Entendido!- respondieron al instante con panico.Ajenos a todo eso, Kuroko y la recien llegada seguian en lo suyo. Kuroko habia puesto sus manos al rededor de la esbelta cintura de aquella diosa bajo la arisca mirada de un celoso Kagami.

-Lo siento, no sabia que estaba en casa...- dijo educado el peliazul fijandose en que la mirada de la recien llegada estaba sobre el pelirojo a su lado, al parecer Kagami la estaba ignorado aproposito y ella lo habia notado. Kuroko no vio esto y opto por presentarle al pelirrojo - Kagami-kun es un compañero de equipo en el club de basquet y mi amigo.

-Oh~, Tetsu querido es un joven muy... Interesante...- dijo ella acercando una mano al rostro de Kagami y levantandole la barbilla, paralizandole con el inesperado toque. Con las yemas de sus dedos acaricio la piel de su rostro y lo examino detenidamente. Cuando al fin estuvo satisfecha sonrio y dijo -Un placer conocerte Kagami-kun...- el menor aparto su mirada de ella y la fijo en Kuroko que nuevamente estaba rodeado por los brazos de esa mujer.

-El placer es mio...- respondio arisco sin poder evitarlo. Ella esbozo una sonrisa que a los ojos de Kagami lucio descarada, sorprendiendose cuando ella dijo.

-Misaki~- su voz sonaba coqueta.- Puedes decirme Misa si prefieres...- Kagami supo que no podria mantener su resistencia mucho tiempo mas, la voz de esa mujer aunque seductora en sus oidos sonaba condesendiente, como si disfrutara de verle molesto o algo, y de alguna manera sabia que ella se pegaba a su sombra a proposito.

¡Si seguia asi terminaria por explotar ahi mismo! De un momento a otro Misaki se acerco a el colgandose del mismo modo que habia hecho con Kuroko, el quiso apartarla pero no se atrevio a poner sus manos sobre la diminuta cintura de la pelo celeste. Ella se acerco a su oido lentamente y le susurro algo que solo el pudo escuchar, haciendole sonrojarse y ponerse nerviso. La miro con sorpresa y ella sonrio de buena gana sin intencion de molestarle mas. Kuroko no supo que le habia dicho pero conociendo a Kagami supo que debio ser algo que realmente le avergonzara.-

P-pero que-e di-ce Mi-mi-misa-san...- intento el as de Seirin llamarla por primera vez. Consiguiendo sacar una risita coqueta de la mujer frente a el. -Yo no...

-¡Lo que digas~! Mi Tetsu querido es encantador - le interrumpio la mujer tapandole la boca con su dedo indice mientras le regalaba un guiño complice abochornandole mas. ¿Tan obvio era?

Riko decidio intervenir aclarandose la garganta para llamar la atencion, no le gustaba que esa mujer jugara de ese modo con los pobres inocentes como Kagami-kun.

-Mucho gusto Misaki-san, soy Aida Riko la entrenadora del equipo de basquet de la preparatoria Seirin.- se presento la castaña.

La peliazul la miro apreciativamente por unos segundos, se separo de Kagami y rodeo a Kuroko con sus brazos quedando la cabeza del chico sombra a la altura de los pechos de la mujer que sin pudor lo apretaba contra ella, ganandose el repudio colectivo de los chicos del equipo que pensaban unanimes.

"¡Porque mejor no te mueres Kuroko!"

-¡Tetsu~ querido! ¿Porque no me dijiste que tu entrenadora era una linda doncella?

-¿Eh?- fue lo unico que pudo decir Riko estupefacta al no esperarse aquello.

-¡No se de quien habla pero yo no veo a ninguna doncella!- dijo Kiyoshi sin pensar, agregando -¡Y mucho menos linda!

Al escuchar aquel ultimo comentario, la castaña fue cubierta por un aura negativa y furica, lo que provoco que todos los chicos se alejaran del Siete de Seirin. Mas por precaucion que por otra cosa.Riko estaba mas que furiosa, ¡¿Cual doncella dijo?! ¡¿Menos linda dijo?! ¡Ja! Tomo a Kiyoshi de cuelo de la camisa y con una espectacular maniobra logro ponerlo boca abajo y flexionarle las piernas en su famosa llave de cangrejo. Kiyoshi manoteaba frenetico por ayuda pero todos los demas ni locos pensaban acercarse. Y menos cuando el solito se lo habia ganado a pulso.

- ¡Oh~ y es una señorita muy fuerte tambien!- comento impresionada la hasta ahora desconocida pariente de Kuroko. Al escucharla Riko solto a Kiyoshi deteniendo su tortura y deprimiendose levemente seguro ahora esa mujer la creeria marimacho como lo habia dicho Kiyoshi.Kuroko se dio cuenta del repentino bajon de animo de su entrenadora y decidio intervenir.

-Abuela, por favor no seas cruel con la entrenadora, ella es una muy confiable sempai...- la defendio Kuroko a sabiendas de que si no hacia algo el regimen de entrenamiento del dia siguiente para el seria un infierno.

-¡Eh~! ¡Pero Tetsu querido! - dijo la mujer melosamente separandose un poco del menor.- ¡Yo nunca quize ofenderla!

- Pero mirala - le respondio señalandole a la bolita depresiva en la que se habia convertido Riko.- ¿Podrias disculparte por favor?- la mujer hizo un puchero poco propio de ella y acepto.

-Esta bien~ señorita fui un poco ruda al expresarme~ de verdad pienso que eres muy encantadora~ - dijo y añadio un poco pensativa -Mucho mas que esa niña ensimosa de... ¿Como se llamaba?- pregunto a su nieto.

-Momoi-san...

-¡Sí esa! - con cada palabra Riko parecia recobrar un poco de espiritu perdido.- ¡Todo en esa niña tiene que ser artificial! Tu eres apenas una copa B, pero tu piel el linda y tu rostro muy agradable...

¡¿Que dijo?! ¡¿Queria confortarla o rematarla?! ¡¿Que le pasaba?! Solo porque ella fuese afrodita, y la abuela de Kuroko se creia con derecho para juzgarla, y justo cuando empezaba a creer que ella se habia equivocado al prejusgarla ¡Maldicion!....¿Eh?..... ¡Esperen un momento! Habia dicho ¡¿Abuela?!

-¡No puede ser verdad!- grito asustada.- ¡¿De verdad es la abuela de Kuroko?!- cuestiono exaltada permitiendo que la idea al fin entrara en las cabezas del resto, que hasta se pusieron de pie al comprender lo que significaba.

-¡¿La reina de Ropongi?!- dijo un impresionado Kiyoshi.

-¡¿Enserio?! ¡¿Es la abuela de Kuroko?!- pregunto un exaltado Kagami. La mayor lo miro parpadeando un par de veces

-¿No es obvio?- respondio confusa. Mientras que los presentes solo pudieron pensar alterados.

¡Claro que no!

¿Que era ella? ¿Imortal igual que el abuelo de Kuroko? ¿Es que acaso algun experimento habia creado al fin la formula de la eterna juventud? La histeria estaba apunto de apoderarse del grupo entero ¡De nuevo!. Pero esta vez Kuroko ya se habia dado cuenta, por lo que intento evitar el caos.

-¡Abuela! Ahora estamos en medio de una reunion del club ¿Te importaria si hablamos mas tarde?- dijo el chico aparentemente tranquilo la mujer se lo quedo viendo como niña regañada y se lo hizo saber tambien.

-¡Pero ya me disculpe con esta señorita!- dijo con disgusto.

-Lo se, pero ahora estamos ocupados. Entiende por favor...- finalizo Kuroko componiendo un gesto de cachorro bajo la lluvia que provoco que la mujer chillara de emosion le diera un beso en la mejilla y saliera de la habitacion en un torbellino de euforia. Kuroko intento evitar las preguntas que seguramente vendrian ahora que su abuela no estaba.

- Entrenadora, le pido disculpas en nombre de mi abuela, ella esta acostumbrada a juzgar a las mujeres por sus tallas incluso Momoi-san no es buena tratandola. Despues de todo ella tuvo que acostumbrarse a estar siempre a la defenciva y no puede evitarlo.- dijo realmente apenado por la actitud de su abuela.- Realmente ella no pretendia insultarle o algo...

Riko se quedo muda por un momento recordando la historia que el sixman les habia contado antes sobre sus abuelos y de como su abuela fue tratada en el pasado por su familia politica. Y decidio que por esa vez perdonaria a aquella afrodita, ademas parecia que tampoco le simpatizaba Momoi asi que eso era algo que tenian en comun.

-No pasa nada Kuroko-kun, creo que puedo entenderla un poco.- respondio Riko un poco mas calmada.- Pero que haya sido una reina en algun club de host, no le justifica...- empezo a decir pero Kuroko la interrumpio.

-Ella sigue siendo una reina de un club, de hecho tiene su propio club y mi padre trabaja en el tambien- comento con naturalidad como diciendo que su abuela tejia sueteres cada navidad y su padre trabajaba en una jugueteria.

Un leve tic se apodero del ojo de la castaña no auguriaba nada bueno y como si sus manos se hubiesen convertido en tenasas lo obligo a encarla sosteniendolo por los hombros fijamente.

-Entrenadora esta lastimandome...- anuncio aun con cara impavida pero su voz delataba su miedo.

-¡En este momento me vas a decir claramente como es posible que tu abuela siga siendo una reina en Ropongi!- impero la chica histerica.

Continuara...

 

Notas finales:

bueno aqui esta el noveno capitulo! ¿Que les parecio la abuelita de Kuroko-kun? Se la habian imaginado asi? Tengo curiosidad de saber porque yo me la imagine de tres formas, odiosa, inocente, fatali no presisamente en ese orden y al final pues la convine y ese fue el resultado les gusto?

Ojala que si! Nos vemos mañana! n.n/


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