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Cuando te conocí por Sugar-ASL

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Notas del capitulo:

Primer capítulo. Espero que lo disfruten!

 

 

 

Los personajes de One Piece no me pertenecen.

 

 

Capítulo I

 

Fue un pequeño movimiento dónde su cuerpo se movió suavemente, aunque no hubo ninguna reacción, la persona que estaba queriendo despertarlo volvió a moverlo con más intensidad.

— ¡Maldita sea Ace! ¡Despierta de una buena vez!

La muchacha ya cansada de no tener reacción alguna de su amigo decidió sentarse frente a él y esperar a que el pelinegro terminara de despertar después de su ataque de narcolepsia, parecía que las clases de Sociología eran sus preferidas para quedarse dormido.

No supo cuando tiempo había pasado con exactitud pero había leído bastante y Ace no daba indicios de querer despertarse.

 —Este mocoso… Llegará tarde. —Pensó en voz alta, aunque sobresaltó cuando su amigo de repente alzo la cabeza mirándola con ojos entrecerrados.

—Bonney…—Murmuró. — ¿Te han dicho qué te ves horrible con el ceño fruncido?

El pecoso se lamentó haber hablado apenas despertó, el golpe en medio de su frente con aquella goma de borrar fue tan doloroso que no inventaba si decía que vio hasta las estrellas.

— ¿Cuánto llevo dormido? —Preguntó sobándose aquella parte adolorida.

—Poco más de una hora…

— ¡¿TANTO?! —Gritó poniéndose de pie y guardando rápidamente las cosas en su mochila. —Por qué no me despertaste antes, hoy tengo reunión con mi padre.

—Lo intente…—La pelirosa de encogió de hombros y vio como el muchacho al que había estado esperando salía corriendo.

 

_________________________________

 

Si bien en el orfanato estaban acostumbrados a las tardanzas de Ace, ya llevaban media hora esperando. Edward se encontraba leyendo los papeles que Marco le había pasado, analizando el presupuesto que ocuparían el mes entrante, sentado frente a él estaban algunos de los encargados de los niños, cabía decir que tenían con ellos a demasiados chicos y por lo tanto había diferentes encargados, ahora mismo simplemente estaban Izo (encargado de la 16ª división) , Haruta (encargado de la 12ª división), Curiel (encargado de la 10ª división), Thatch (encargado de la 4ª división) y como siempre allí presente Marco (encargado de la 1º división). Este último se apoyaba contra la pared cerca de la ventana, con la mirada perdida mientras que el silencio reinaba dentro de la oficina, ni siquiera giró su rostro cuando la puerta se abrió de golpe dejando ver a un agitado Ace que trataba de llenar de aire sus pulmones.

—Perdón padre, me ha pasado otra vez…—Se justificó mientras sacaba una carpeta de entre sus cosas.

— ¿Te has quedado dormido? —Se burló Thatch.

—No puedo controlar cuando me va a pasar…—Se defendió entregando aquella carpeta transparente en las manos de Edward.

—Deberían dejar de discutir como niños pequeños, tú Thatch sé un poco más profesional y deja al novato en paz. —Marco había cambiado de posición para hablar, estaba cruzado de brazos dirigiendo su mirada oscura hacia sus compañeros.

— ¡Ay, Marquito, ponte de mi lado una vez! —Se quejó el encargado de la 4ª  división.

—Eres siempre tan molesto.

 

La reunión termino con aires devastadores, tendrían que empezar a hacer algo para conseguir más dinero sino no podrían tener a los niños en condiciones y aquello era algo amenazador para el orfanato. Nadie quería perder a los niños. “Quiero ideas” había sentenciado Edward antes de salir de su oficina para ir hasta su dormitorio, los diferentes encargados también fueron desapareciendo tras la puerta, solo quedaban Marco y Ace.

 

—Espero que esto llegue a solucionarse rápido… —El pecoso simplemente trataba de sacar algún tema de conversación, algo que pudiera usar para mantener una charla de más de cinco minutos con aquel amor platónico que sentía. Sintió su cuerpo aflojarse cuando la mano del rubio paso por sus cabellos cariñosamente, tal y como hacía con los niños. “No te preocupes, se solucionará” Oh, por favor, quería grabar ese tacto y esas palabras por siempre, congelar el segundo y vivir allí todo lo que le quedaba de vida. Aunque no es como si sus sueños se hicieran realidad, el tacto se rompió y Marco salió por la puerta dirigiéndose a las escaleras, Ace se levantó de su asiento como si su vida dependiera de ello y trato de alcanzar al mayor que giró el rostro al sentir los pasos fuertes que daba el pelinegro.

 

—Vas a despertar a los niños…—El encargo de la 1º división señalo hacia las habitaciones.

— ¡Lo siento! —Se disculpó haciendo una leve reverencia. —So-solo que…—Llevó una mano hacia sus cabellos mientras los revolvía tratando de parecer casual aunque no tenía ni idea de que hablar.

Tras varios minutos de espera, el cansancio empezó a afectarle al mayor en cuestión. —Si no te molesta, estoy demasiado cansado, iré a dormir…

—Cla-claro…¡Lo siento! —Volvió a disculparse haciendo una leve reverencia, Marco rio y volvió a retomar su camino mientras se despedía de Ace con un movimiento de mano.

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El camino a casa fue bastante largo, su mochila cayó directamente al piso y su cuerpo hizo lo mismo en el sillón, un ruido en la cocina lo alertó de que no estaba completamente solo.

 

— ¿Llegaste, Ace-ya?

 

—No, es mi alma penosa que busca descanso eterno. ´

 

—Vete al demonio, Ace-ya. —Dijo el ojeroso desde la cocina que había escuchado perfectamente el balbuceo de su amigo. Se encamino al sillón y al ver el rostro lamentable de Portgas alzó una ceja.

 

—Law, me paso algo terrible. —Se lamentaba el de cabello ondulado mientras fingía lágrimas.

 

— ¿Me afecta en algo? —Se atajó el futuro médico antes de que su amigo empezará a hablar y nadie pudiera pararlo.

 

—…No.

 

—Entonces sufre en silencio tengo que estudiar.

 

—Hoy vi a Marco, ¿y sabes qué le dije? —Había ignorado completamente las palabras de Trafalgar, ahora se dignaba a seguirlo por todo el departamento. —“Lo siento, claro, lo siento” —Uso un tono de voz para burlarse de sí mismo y después llevar ambas manos para cubrir su rostro. —Quede como un idiota, ¡debe pensar que soy un idiota!

 

—No estaría demasiado lejos de la realidad…—Susurró Law mientras se sentaba en su escritorio con aquel libro que parecía enciclopedia.

 

— ¿Qué hago? —La preocupación de Ace era realmente molesta, no era como si aquel sujeto prestará atención a esos detalles.

 

— ¿Hacer silencio? Tengo que estudiar.

 

 

— ¡Law necesito un consejo!

 

—Vé a pedírselo a alguien más, ¿no?

 

— ¿A quién se lo voy a pedir? —El pecoso se tiró sobre la cama de su amigo y comenzó a rodar de aquí para allá como colegiala enamorada, de repente paró, su mirada clavada en el techo, sus mejillas se enrojecieron y recordó aquel tacto, el tacto de la mano de Marco despeinando sus cabellos de manera tan…

 

—…¿Ace-ya?

 

—¿A-ah? ¿Qué?

 

—Vete a tu habitación, tengo examen mañana.

 

—Eres un cerebrito Law, necesitas un buen polvo para desestresarte un rato —Entonces aquel vaso que voló hacia su cabeza si no se lo espero. — ¿Estás loco?! ¡Casi me matas!

 

—Ups, se me resbaló…

 

 

—Si sigues así nos quedaremos sin vasos…—Advirtió al de ojos grises antes de salir corriendo hacia la cocina.

 

 

Ya en la soledad de la cocina sacó un plato y lo uso para servir la pasta que había preparado su compañero de piso. Se sentó a comer, bueno podría decirse “comer” a la forma que Ace tenía de devorar la comida. Su móvil sonó llamando su atención, la mochila estaba demasiado lejos de dónde estaba como para ir por el aparato. Aunque por su mente pasaron sus hermanos, podrían ser Sabo o Luffy, tenía que responder. De mala manera se dirigió hacia la entrada y se quejó cuando en busca del maldito móvil dejo de sonar, ya cuando logró tenerlo en sus manos habían dejado de llamar. Revisó a ver quién era, suspiró al darse cuenta que se trataba de Bonney pero al instante le devolvió la llamada.

 

— ¿Qué paso, preciosa? —Sí, Ace trataba así a sus amigas, era demasiado común en él, bueno ellas sabían que era gay y que sus “halagos” no iban con otras intenciones, además de que no era como si tuviera muchas amigas.

 

 

— ¿Qué tal te fue en la reunión? ¿Te retaron? —Se escuchó del otro lado de la línea, el moreno sonrió ante la preocupación de la pelirosa.

 

 

—No, fue bastante bien.

 

 

—Já, idiota. Pensé que al menos te retarían, mañana te daré los apuntes de Sociología, te quedaste dormido más de la mitad de la clase.

 

—Gracias! —Respondió mientras volvía a la cocina, ¡tenía que seguir comiendo! Lleno de pasta su boca mientras escuchaba lo que Bonney le iba a comentar.

 

—No sabes lo que vi cuando salí de la Universidad…

 

— ¿AKSQUÉ? —Con la boca llena no lograba comprenderle nada.

 

— ¿Estas comiendo?! Al menos podrías esperar a terminar nuestra llamada

 

—Es que tengo hambre…—Se quejó.

 

—Vale, da igual. En fin, te estaba por comentar, vi a tu hermano menor al salir de la Universidad…

 

Ace no le dio importancia y siguió comiendo.

 

—Estaba de la mano con un chico de pelo verde… ¿Sabes quién es?

 

Escupió todo lo que tenía en la boca haciendo un enchastre en la mesa.

 

— ¿QUÉ? ¿DE LA MANO? ¿CÓMO QUÉ DE LA MANO?

 

Del otro lado se escuchó una gran carcajada.

 

— ¡H-hey! No te rías, es mi hermano pequeño NO PUEDE… —Hizo un mohín, que a ojos de cualquiera se vería totalmente tierno. — ¿Estás seguro qué era Luffy? Tal vez te confundiste y era alguien parecido…

 

 

—Cree lo que quieras, tengo que cortarte. Nos vemos mañana.

 

¿Qué era esa llamada?! ¿Cómo podía soltarle algo así y simplemente cortar? No lograría descansar con esa duda en la cabeza. Volviendo a llenar su boca de comida marco el número del menor de sus hermanos, la línea sonó, sonó, sonó y nadie respondió.

 

 

—Maldito mocoso…—Refunfuñó. Mañana mismo iría a buscar a Luffy a la escuela y si veía a alguien de cabello verde con él. Já, se iba a lamentar haber acercado a su pequeño hermanito. Además también le daría parte de la culpa a Sabo, ¿qué demonios hacía su otro hermano?! ¿EH? Se supone que tenía que cuidar a… AGH. Terminó de comer de mala manera y fue a ducharse para luego acostarse a dormir. Sería un día demasiado largo el que le esperaba.

 

 _______________________________

 

¿Si había podido dormir? Algo ¿Si había desayunado? No, tuvo que salir corriendo del departamento para llegar a tiempo al colegio de su hermanito. Y sí, ahí estaba. No, él no era una persona celosa, bueno, no del todo. Solo cuidaba demasiado bien a las personas que más importantes de su vida por eso mismo estaba allí con lentes oscuros y capucha para que no lo reconocieran, primero debía asegurarse que las palabras de Bonney sean ciertas.

Pasaron diez minutos y empezaron a salir varios chicos, a los lejos pudo divisar a Luffy pero estaba completamente solo, sonrió sin embargo la sonrisa no le duró, se borró completamente al ver un chico de cabello verde siguiendo los pasos de su pequeño hermano, además de que tenía un comportamiento completamente raro, sus mejillas rojas y cada vez que Luffy giraba hacia él se volteaba al parecer “emocionado”, Ace solo alzó una ceja al ver tan extraña situación, ¿acaso era él el chico que estaba de la mano ayer con Luffy?

 

—Oye, tú. —Llamó el pecoso al extraño muchacho mientras se sacaba los lentes. El de cresta verde volteó, lo que llamó la atención del pecoso fue aquellos raros colmillos.

 

—Tú… Tú… —Ace miró con cierta sorpresa a aquel sujeto que parecía demasiado emocionado ahora ante su presencia. — ¿Tú eres el hermano mayor de Luffy-senpai, verdad?!

 

 

 

 

 

Continuará...

Notas finales:

¡Muchas gracias por leer!

¿Alguién más cree que Ace se confundió de peliverde?

 

Nos leemos pronto.

Sugar.


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