¡¿Pasaste las vacaciones con Black?!
Los Señores Potter, Lupin y Pettigrew junto con todos los padres del colegio, les preguntaron a sus hijos si sabían algo de lo ocurrido, “un pequeño incidente” decía la carta sin mayores detalles.
Los Merodeadores se preocuparon, si el Director mandaba a preguntar era porque en verdad fue algo serio.
Ya cuando les preguntaron sobre una Arlette, salieron inmediatamente para comunicarse, ya se vía lechuza, red flu o espejo.
Lo único que supieron de Arlette era que les había enviado unos presentes, días después de navidad. Lo mismo supo el Director cuando le llego una linda esfera de nieve de Hawaii, inmediatamente el hombre se dirigió al Ministerio para poder conseguir un traslador hasta allá.
—Creo que hará una locura— comento una persona.
—Yo creo que hará una estupidez como siempre— le respondió la otra persona presente en la habitación de un motel.
—¿Cómo puedes…?— una mano en su boca le hizo callar.
—No es tiempo y no quiero— dijo para acurrucarse en su pecho y dormir.
Ya hablarían más adelante.
Por otro lado esos últimos días de vacaciones James, Peter y Remus la pasaron preocupados por sus dos amigos. Sirius y su familia además de que Arlette no estaba por ninguna parte, tendrían que volver el 3 de enero pero ánimos no tenían realmente.
Estaban a 31, la mayoría celebraría el nuevo año.
Arlette estaba viendo el Big Ben para cuando fueran las 12 de la noche. Sería un excelente recibimiento de año nuevo.
Sirius estaba visitando a su tío para cuando amanecía del día 1 de enero del 1977.
Arlette ese ultimo día domingo lo dedico en vagar por las calles de Londres, si algo extrañaba de su tiempo era la tecnología. Tampoco podía llegar y cantar o tararear canciones que aun no se escuchaban, ir a tiendas que todavía ni si quiera se pensaban en abrir. Comer algunas cosas… uff… era buena en algunos temas de a magia pero en otros como permitir que la magia no interfiriera con objetos Muggles no podía, era necesario aun mas conocimiento y obviamente… magia.
Si bien era… lo que los Muggles llamaban niños superdotados. Nadie lo sabía, solo era buena nada más.
Finalmente llego el 3 de enero.
—We’re all living in Amerika— decía Arlette mientras caminaba por los vagones.
Algunos alumnos enterados de que el Director le buscaba la vieron extrañados de que se presentara allí y tan calmada.
Finalmente llego al vagón en donde sabía que estaban los Merodeadores y abrió el compartimiento de ellos.
—Amerika ist wunderbar— con eso sonrió, entro y se sentó al lado de Peter —Hola a todos— les saludo.
Pero ninguno le respondió el saludo a excepción de Sirius, que la saludo con la mano y con una cara de culpable que la hizo sentir incomoda.
Definitivamente tendría que enterarse de que hizo Albus esta vez.
—¿Buenas vacaciones?— pregunto más bien para saber si seria todo el camino así o no.
—Bueno…— empezó Sirius pero todos le miraron para que se callara.
Arlette suspiro, se cruzo de brazos y se dejo caer en el asiento pero bien apegada a la pared.
Sirius llamo su atención y le entrego una carta, ella la leyó y luego sonrió con un asentimiento.
—Me alegro— le comento —te dije que no te tenias que preocupar—
—¿¡TE DIJO!?— saltaron todos del asiento.
—¿Sabias donde estaba?— le pregunto un cabreado James.
—Pudiste avisar, Sirius— le reprocho Peter.
—Tranquilo chicos…— empezó Lupin con un tono que a todos les causo escalofríos —no es como si estuvieran juntos— intento sonreír pero solo se le veía una mueca de psicópata.
Sirius y Arlette se miraron para luego observar el piso de forma culpable, lo que ocasiono que Remus confirmara el simple comentario como algo que en verdad paso.
—¿¡Pasaste las vacaciones con Black!?— grito.
—¿Qué?...no Remus…— empezó James mientras trataba de calmarlo —¿verdad?— miro a los culpables.
—Bueno…— empezó Sirius pero eso basto para James lo confirmara, conocía muy bien a su hermano de otra ¿Madre?
—Idiota— le dijo y luego apunto a la puerta —fuera… ¡AMBOS!—
—Pero…— intento Dumbledore.
Peter evitando que se desatara una guerra los corrió aparentando estar enojado.
Fueron los tres a otro vagón.
—Tratare de calmarlos… solo… denme tiempo… y no hagan nada estúpido— advirtió con valentía lo último. Arlette dudo un momento de que él les traicionara. Si le tenía estima en tan poco tiempo compartiendo con ella, algo no le cuadraba en la escena.
Y ellos no fueron los únicos que pusieron el grito en el cielo. Todo el alumnado vio como Albus Dumbledore castigaba a su sobrina por escaparse sin avisarle.
—Estaba ahogada aquí… no podía… sentía— intento excusarse pero Albus la interrumpió.
—Nada de ahogarse… estuviste en las afueras y todo el tiempo en una casa con un hermoso jardín y un gran campo…— comento mordaz. Arlette se mordió la lengua, la idea de eso era completamente suya no podía negar las pruebas que ella misma facilito.
—Tendrás que explicarte jovencita— advirtió McGonagall.
Bufo y siguió a los dos adultos. Sirius la miro preocupado pero ella negó, no lo delataría. Igual no podría ya que no quería tener más problemas…
Continuara...