Sirius está enamorado.
Gracias a las conversaciones que Sirius tenía con Remus para que perdonara a Arlette -lo que molestaba mas a Lupin- termino cediendo y empezaron a tolerarse, tampoco es que fueran amigos de un día para otro.
Por Dumbledore no había problemas, el asunto era Lupin.
Para ojos de Remus, Sirius estaba enamorado de Arlette y no es que estuviera equivocado, Sirius estaba enamorado.
—¿Qué?
—Eso…— susurro.
—¿Cómo que crees?— pregunto Dumbledore al borde de un colapso.
—Bueno… seguro, seguro no estoy… además no es como decir salgamos y ya— Arlette lo miro estupefacta. <<Este no es el Sirius del que leí>> se decía pero su conciencia respondía <<INTERVINISTE ESTUPIDA… ¿QUÉ ESPERABAS?>>
—Mira… no quiero saber quién es… porque metiche no soy pero si en algún momento quieres declararte… te pido por favor que estés seguro y no la eches a perder por inseguridades— Sirius asintió serio, por supuesto que no quería arruinar las cosas.
No paso mucho cuando un rumor se extendió por el colegio. El mayor de los Black estaba enamorado.
Cuando Regulus se entero de aquello se preocupo y no era para menos. Podía estar en cuarto año pero no era tan estúpido para hacer lo de su hermano, tenía suficientes problemas en casa como para que sus Padres se entrometieran o adelantaran el compromiso que tenían planeado para Sirius.
Y es que si, todos sabían de lo bueno que era Black, razón por la cual la primera “prometida” cancelo el compromiso, excusándose que ya estaba más usado que chaleco de mono.
El único problema es que no era así y eso el mismo Regulus lo sabía, porque fue testigo de ver cómo le pagaban a Sirius para mentir y decir que estaba saliendo con alguien.
El asunto en eso era que la chiquilla que le pagaba por el favor, hacia eso, PEDIR UN FAVOR, porque era obvio que lo hacía para no comprometerse y el apellido Black valía, ya cuando las cosas estuvieran tranquilas saldrían con quienes quisieran y para que eso funcionara no tendría que haberse acostado con Black.
No… si todo era una farsa por beneficios propios. Regulus siempre se pregunto ¿en que gastaba todo ese dinero?
Jamás se enteraría que eran los kilos de chocolate que le regalaba a Remus o las cosas de Zonko con James.
Ahora era ver que hacia Sirius para que el problema no fuera más allá, quedaban pocos meses de clases y debían volver a casa. Regulus lo sabía por eso no hacía nada estúpido pero su hermano era otro cantar.
Remus cuando se entero estuvo al pendiente de la relación cercana que tenían Sirius y Arlette, su lobo le decía algo pero él no le entendía, veía todo igual que antes lo que le era frustrante.
—¿Remus… estas bien?— le pregunto Lily.
—¿Qué?... si… si.
—Remus…— el mencionado suspiro, no podía mentirle a Lily.
—¿Tú crees que en verdad Sirius este enamorado?— pregunto luego de unos minutos de silencio en donde reunió la confianza suficiente para hablar con su mejor amiga.
Ella solo alzo una ceja y siguió como si nada.
—Amor así como la palabra lo indica no… creo que puede interesarle alguien pero aun no sabe de eso…
—¿No sabe?— Lily logro captar la atención de su amigo sin proponérselo.
—¿Le has visto enamorarse?— Remus negó y Lily asintió conforme —solo sabemos de sus citas esporádicas quizás con que chica y eso…—
Remus entendió y siguió mirando su libro, pese a lo que dijera Lily aun tenía el presentimiento pero sus palabras le ayudaron a darse cuenta que estaba armando una tormenta en un vaso con agua, no valía la pena, si resultaba o no Sirius tenía que ser feliz, era hora que ocurriera.
Continuara...