Algo ocurrió en verano con los Merodeadores.
—¡CHICOS!— grito mientras abría la puerta de la habitación.
Adentro se encontró con una tensión que podía cortarse con un cuchillo. Peter estaba alejado del resto y ordenaba sus cosas. Remus no fingía ya que no quería ver ni hablar con ellos y Sirius con James no entendían nada.
—¿Les fue bien en el viaje?— pregunto lo que primero que se le vino a la mente.
—Viajar por red flu es hermoso— ironizo Peter.
—Agotador pero bien… como siempre siendo Prefecto— comento a su vez Remus.
—HOLA— dijo ella a lo que todos la miraron extrañados —primero debo disculparme por no responder cartas y quedar prácticamente sin comunicación con el resto— creía que podría aligerar el ambiente pero al ver como Remus y Peter bufaron supo que dio con el problema.
<<ESPERA… ¿no se comunicaron James y Sirius con Peter y Remus?>>
Quería decir algo pero las palabras no le salían.
—¿Qué paso?— pregunto en cambio y solo luego de poner sus ideas en orden.
—NADA— gritaron dos y comentaron los otros dos.
—Remus por favor ve con Lily— pidió —James y Sirius quiero que desaparezcan de la habitación y no vuelvan hasta que los llame—
Remus conociendo las buenas intenciones -a veces- de su amiga salió de la habitación. No así con los otros que fueron hechizados para que se fueran.
—¿Peter?— pregunto una vez que estuvieron solos.
—No tengo casa— dijo molesto.
—¿Los Mortífagos?— el pequeño asintió —¿entiendes que con eso es probable que las cartas no llegaran y…?— pero Peter la interrumpió.
—SALIO EN EL PROFETA— grito —mis mejores amigos se olvidaron de mi existencia pero… oh… ellos estaban bien compartiendo en casa de James—
¡Un momento! ¿Cómo Peter…? ¡REMUS!
—¿Caigo yo en ese saco?— Peter asintió —Lo siento pero quiero decir solo una cosa en mi favor— el pequeño se sentó en su cama y la miro —prácticamente viví… literalmente, en una cueva por unos problemas, los muggles me descubrieron y… las cosas no estaban bien con Albus en ese tiempo, no es justificativo pero sabía que si me comunicaba con ustedes no soportaría el verano y…— observo el piso —no quería incomodar en ninguna casa— no era tonta y omitió el saber de James y Sirius.
—Lo siento…— dijo Peter luego de un momento.
—Tranquilo… pero… no te enojes conmigo.
Peter asintió —Remus también hablo conmigo mientras me acompañaba hacia el cuarto— Arlette entendió.
—Quiero hablar con Remus… ¿puedes buscarle?— Peter asintió, salto de la cama y salió de la habitación.
Arlette se palmeo la cara… ¿Quizás así fue como Peter se alejo? Esperaba arreglar eso… aunque… ¿Si se marchaba, se conservaría su presencia en este tiempo?
Remus subió después de un momento cuando Peter hablo con él, no sabía que… en realidad no quería saber que tenía que decirle para disculpar a sus amigos pero Peter dijo que solo explico sus razones.
Igual estaba sentido porque ella no se comunicara con él.
Cuando entro la vio golpeándose la cara y negando varias veces. Hubiera sonreído de lado si no fuera por la cama en donde estaba apoyada, era de Black.
—¿Me querías?— pregunto mientras golpeaba con sus nudillos la puerta abierta.
—Aun te quiero— reacciono —¿Qué?—
Remus sonrió, hace días que no lo hacía. Arlette quería hablar pero Remus negó y se fue a sentar a su cama, con un golpecito palmeo el lugar al lado suyo paraqué su amiga se sentara.
—Me entere de lo de Peter… salió en el Profeta, quise hablar con él y trate varias veces pero no había respuesta, no sabía en donde estaba asique le envié una carta a James, tampoco hubo respuesta, le envié una a Sirius pese a que la incineraran en su casa pero lo extraño es que me llego algo en respuesta— Arlette lo miraba confundida —“Aquí no vive ningún traidor a la sangre”—
Quería golpearse la frente, no hay peor cosa que enterarse por terceros los problemas de tu… amigo.
—Por circunstancias de la vida me llego tiempo después, una carta— su ceño se frunció —no era de nadie solo de un tal Smith diciendo que James no se encontraba en casa y que Sirius no quería aceptar cartas— Arlette se mordía la mano a medida que Remus hablaba, algo le decía que no querría saber el final —le volví a escribir porque no me quedo claro y dijo algo de la casa de Sirius, ya, está bien…— suspiro para calmarse, la Luna Llena podía haber sido el domingo pero aun estaba presente en Remus y con razón…
—El problema fue sentir el… aroma de la carta— Arlette sentía como se le iba el alma de su cuerpo material —al tal Smith… a Sirius… y a…— apretó sus puños —sexo—
Arlette se paro, pateo la cama de Black -que se encontraba JUSTAMENTE al frente- para luego dirigirse a la pared y darle de puñetazos.
Todo se iba a la puta mierda.
Justo en ese momento volvían Sirius y James para quedarse en la puerta viendo la escena y preguntándose ¿Por qué Remus no hacía nada por detenerla?
Pero Arlette si reaccionaba y bien a lo Black, algunas veces.
Se acerco donde Sirius y sin decir “agua va, agua viene”, le dio en la mandíbula con un excelente gancho de izquierda para después rematar con un K.O con un derechazo.
—VETE A LA MIERDA— dijo y con eso salió.
—¿Qué… paso?— pregunto un adolorido Sirius en la enfermería.
—Dumbledore te noqueo— le informo James a su hermano.
—¿Por qué?— el otro se encogió de hombros.
—Creo que fue mi culpa— dijo Remus cuando apareció en la enfermería —estaba hablando con ella y bueno… creo que reacciona igual de impulsiva que el lobo con… algunas noticias— eso le preocupaba ¿Por qué actuar así?
—¡¿Y SE PUEDE SABER CUAL?!— un cabreado Sirius Black quería saber el motivo de la paliza que le dio… una chica.
—NO— con eso Remus se giro y se fue.
—¿Qué pasa con todos?— Sirius quedo mas cabreado después de esto. James se encogió de hombros, algo no le gustaba en todo esto.
Esa fue la semana más incómoda para los cinco amigos, todo el mundo supo que algo paso, no hacían bromas, se sentaban en lugares alejados en clases, prácticamente comían en puntas de la mesa y a diferentes momentos para ni siquiera toparse.
Hasta los Profesores estaban extrañados y más al ver como Arlette estaba igual que ellos… ¡SE SENTABA EN LA MESA DE SLYTHERIN! ¡Merlín nos salve!
Continuara...