Separación de los Padres.
Ya estaba por terminar quinto año y entrar a sexto, hubiera sido unos meses para final de año formidables si ya las peleas familiares por su causa no fueran pan de cada día.
Muchas eran las veces que les llegaban cartas de sus padres avisándoles donde pasaría el verano, como, cuánto tiempo y demás.
La Directora McGonagall ya estaba más que molesta por eso y por tal razón la enviaba a casa los fines de semana para que ambos padres se organizaran, pensando que arreglarían el tema de una vez por todas. Lamentablemente esto generaba mas peleas, otra cosa que se debe agregar era el apoyo dividido de los familiares. Harry apoyaría a su ahijado por ende algunos en la familia apoyarían a Teddy y el resto a Victoire.
Arlette odiaba esta situación ¿Nadie la tomaba en cuenta acaso?, se pasaban por donde no entra el sol su persona.
Si ellos lo hacían ella igual lo haría, por muy infantil que sonase.
A tres semanas del final de semestre ambos padres le comentaron a su hija que estaban en planes de divorcio y por extraño que parezca ya que el propio… TEDDY, pidió los papeles. Victoire jamás pensó que su -aun- esposo llegaría a tal extremo y siendo competitiva como era, también siguió adelante.
Ninguno pensó en su hija, como lo tomaría. Arlette no quería a sus Padres por ende no tenían que justificarse con ella, esa era la lógica de Victoire y Teddy simplemente no quería mas guerra.
Para Arlette este fue el motivo suficiente, lo que rebalso el vaso.
Se iría en un viaje y le importaría una mierda lo que ocurriría. Lo que había descubierto del hechizo era que la desaparición en el tiempo actual era de forma real. Si te ibas por tres días a pasado, desaparecerías tres días en el presente. Eso era el punto en contra pero a Arlette le sudaba aquello, quería irse y alejarse de todos los problemas.
Quería relajarse, estudiar y entender mejor algunas decisiones tomadas por los mayores.
Pensando en todo esto y más, se dio cuenta que debía cambiarse el nombre legalmente. No era para nadie desconocido que pasado el quinto año de los Merodeadores, estos tenían un mapa.
Espero unos días para confirmar su decisión, tampoco era tan cruel como para tomarla pese a que sus padres recapacitaran. Había dejando una semana de prueba y quedaban solo dos días para que se cumpliera el plazo.
Al finalizar la semana quedó todo más claro de lo que estaba. No era necesario que ella permaneciera con ellos si la ignoraban, en realidad no era necesario que ella naciera, no por un tema de depresión si no que en verdad, se notaba que ambos Padres estarían más felices y tranquilos si ella no estuviera o que su hija fuera de otra forma.
Lamentablemente no se puede cambiar el tiempo, solo ser un espectador de él.
No podía llegar y hacer esto sola, necesitaba un cómplice y su único amigo era Joshua.
—¿Harás una estupidez?— más que pregunta fue una afirmación.
—Claro…
—¿Es tiempo?— Arlette negó —pues entonces ven a mi cuando ocurra, no quiero cargar con más cosas en mi conciencia—
Arlette no pudo evitar reír, el modo de preocupación de su primo era bastante singular.
—Dame hasta final del año escolar y una semana, Joshua— el mencionado asintió.
Ya todo estaba dicho.
Continuara...