Cumpleaños, pelea.
Después de ese día de revelación para Remus, le toco controlar a Moony. Sí, ambas partes sabían que gustaban de una persona, Sirius Black y Moony quería marcarlo como suyo.
Prácticamente este fue un periodo de abstinencia para Lupin, si no, le saltaría encima a Black en cualquier parte.
Nadie entendió esa noche del 24 de marzo.
Moony aulló antes de que entraran en la habitación. Camino desafiante hasta llegar frente a Padfoot. Prongs y Wormtail se preocuparon, no querían tener que separarlos si es que se llegaban a pelear.
Moony lamio a Padfoot y eso era algo que nadie se esperaba. Lo lamio en el hocico y luego se dedico a morderle las orejas. Con un movimiento lo invito a seguirlo fuera de la casa.
Pareciera como si Moony no fuera él sino… fuera más Remus.
Sea como sea.
Los cuatro salieron y se dirigieron al bosque prohibido. Moony iba al frente con Padfoot a su lado izquierdo y Prongs con Wormtail al final y un poco alejados ya que Moony no quería que se acercaran tanto a “ellos”.
La noche fue sumamente tranquila. Moony se recostó y ocupo a Padfoot como almohada, solo gruñía cuando alguno de los otros pareciera que se acercara al perro. El lobo lo quería para él, solo para él.
Y es que si Moony no salto sobre Padfoot esta noche fue netamente por Remus que controlaba los impulsos, salvajes, bestiales, naturales que tenia Moony para marcar como suyo a Padfoot.
Remus sabia, era la advertencia de Moony, si él no marcaba a Sirius… Moony lo haría y eso no sería lo mejor que pudiese ocurrir.
Tampoco para Sirius fue netamente extraño. Con algunos movimientos de Moony quedo más que claro lo que ocurría. Agradecía el haberse leído esos libros de la Sección Prohibida de la Biblioteca.
Moony quería reclamarle y Remus se lo estaba impidiendo. Sabía que su amigo amanecería sumamente cansado, mentalmente hablando, pero no le molestaba el hecho de saber que ya era definitivo. Ambos querían estar juntos.
Padfoot siempre se guardaría el secreto que cuando se reconciliaron en quinto, él engaño a Moony para que le hiciese algo similar a marcar. Esa noche de Luna Llena Moony mordió en el cuello a Padfoot, donde inconscientemente ambos impregnaron al otro con su olor en su forma animal, dejando en claro para los otros caninos que nadie tenía derechos, por sobre el otro, para acercarse de manera amorosa.
Definitivamente agradecía leerse lo libros, ahora se daba cuenta de que tan importante es ese hecho, no fue mera casualidad, bueno si… pero se entiende.
Algunos dirán que era innecesario pero siendo dos celosos, caninos y posesivos, mejor era asegurarse.
Ya para el cumpleaños de James, Remus aun estaba un poco débil. Era el ultimo lunes, bueno no lunes pero si cumpleaños de Prongs en Hogwarts.
Fue la fiesta en donde se invito a todos, con sus obvias excepciones, a la sala común a celebrar.
Y como siempre las cosas no pueden salir perfectas. Una Prefecta de Hufflepuff se acerco donde Sirius, quien en un principio quiso apartarla pero cuando vio a Remus hablando con un Ravenclaw, se alarmo y no lo pensó. Simplemente actuó. Tomo a… como se llame, por la cintura y la beso de tal manera que podría hasta sacarle el alma y ni se quejaría la Puff.
¿Por qué? ¡PARA DARLE CELOS!
Remus por otra parte al ver esto se molesto, de tal manera que cuando un alumno de Gryffindor se le insinuó porque, estaba más que clara la escena, Remus no lo dudo y se fue de la sala común. Sirius solo vio como su Moony era guiado por un Gry hacia el retrato. Después de eso se golpeo mentalmente y recibió uno que era físico por parte de Arlette.
Dumbledore llego al retrato y se asomo para luego gritar.
—REMUS TRAEME CHOCOLATE DE LAS COCINAS QUE TU HIJO ANDA CON ANTOJOS— sin más volvió a entrar pero todos estaban congelados en sus lugares. Ni el gramófono se movía.
No falto mucho para que llegara un Remus con la ropa descolocada, al parecer el Gry no quería perder mucho tiempo.
Ella sonrió, una sonrisa que causo escalofríos en Lupin. Metió la mano en el bolsillo de Remus y extrajo un chocolate que se lo arrojo a Sirius.
—No quiero más estupideces y pobre de la persona que se les acerque. No tenemos un trió romántico por nada— con eso se fue.
Dos pájaros de un tiro, dejaría en clara la “relación” y con una advertencia dicha ya podría atacar a quien osase acercarse a su abuelo y su tío.
Pero como siempre eso no es suficiente. Para Remus fue Sirius el idiota y él no hace algo estúpido gracias a Dumbledore. Y para Black fue culpa de Remus porque… bueno no, pero si. ¡VIO A REMUS CON UN RAV, POR MERLIN! ¿Qué esperaban? Se asusto pensando que era Nolan.
Al menos las cosas feas, feas no quedaron.
—¿Qué hago?— decía una deprimido Sirius a sus amigos, pelirroja incluida.
—Ya dijimos la otra vez…— empezó Peter —cántale algo—
—¿CANTAR?
—Si Black, cántale a Remus frente a todos para demostrarle que vas enserio— dijo Lily con sarcasmo que el chucho no reconoció.
—¿Creen que funcione?— pregunto pero no espero respuesta para asentir y salir de la sala común.
Estaban a 31 y Sirius se volvió completamente loco.
Cuando a la noche llego con una pócima, nadie sospecharía lo que se avecinaba y es que en verdad tomo en serio el comentario de Evans. Se consiguió con Mundungus una pócima para la afinación. Legal no era, solo pruebas que salían bien. Sirius tenía una de estas.
Después tomo la capa de invisibilidad para ir al cuarto de Arlette y conseguir alguna canción para cantarle a Remus mañana, porque hoy no dormiría mucho, prepararía todo.
Un James Potter se quejaba en la habitación, quería ir a ver a Lily pero necesitaba la capa.
Peter se mordió la lengua, cuando vio a Sirius este le amenazo con un Avada si decía algo.
Remus por su parte, tenía un mal presentimiento, lo cual era irónico porque le hacía sentir cosas extrañas en el estomago.
Arlette tuvo que haberse dado cuenta, llego y vio todas sus cosas desordenadas.
Y es que Sirius se había robado varias cosas de ella.
Continuara...