Malfoy debe caer.
La tensión entre Gryffindor y Slytherin era palpable. Arlette se encargo de castigar a ese par y sus respectivas parejas, al enterarse, hicieron lo mismo. Pese a todo Lily aun guardaba cierto cariño por Severus y no toleraba el abuso hacia los otros -el punto más importante- cabe señalar. Remus aun tenía en mente lo de quinto y como Severus le ayudo en la Casa de los Gritos por lo que no soporto la actitud de Sirius pese a que no hiciera nada, andaba divulgando cosas y eso acarreo problemas a Severus.
Siendo eso casi a mediados de mes y ahora estando a finales. Los Slytherin se aprovecharon de la situación para atacar a los Merodeadores -dos específicamente- y como estos no responderían ya que tendrían problemas con Lily y… Remus -algunos aun no estaban enterados- se las devolvieron casi todas.
Eso no fue tan importante como ver llegar a Lucius con una orden contra Remus Lupin.
—¿Qué?— salto Arlette de su lugar al ver como dos personas del Ministerio se acercaba a Remus.
Mala hora justo hacerlo en el almuerzo y peor con Sirius en la enfermería.
—Peter… ve por Black— susurro Arlette.
—Tiene que levantarse y alejarse de los alumnos— dijo un auror.
Remus suspiro y resignado hizo lo que le pidieron. El otro auror empezó a lanzar diferentes hechizos en Remus.
—Lucius no— dijo la voz de Snape. Con esto basto -y fue claramente suficiente- para Dumbledore. Si Snape decía no era porque algo podría llegar a ocurrir.
—¿Qué hace?— pregunto Arlette al auror con la varita.
—Lanzarse diferentes hechizos y así evitar problemas— la mirada que le dirigió Arlette era similar a la de McGonagall, el auror trago —solo nos aseguramos de no llevarnos ninguna sorpresa—
—¿Motivo de todo eso?— pregunto al otro.
—Atacar a un alumno hasta dejarlo en estado grave— después de esto muchas voces se escucharon, nadie creía esto, no si hablaban de Remus. Remus Prefecto perfecto, buen amigo, excelente “profesor” Lupin
—Caballeros— dijo la voz de Albus cuando entro por la puerta —no creo que sea necesario, si no me equivoco hubo un mal entendido—
—Si no me equivoco Lucius está haciendo una estupidez— comento Arlette a lo que los aurores le vieron mal. Galeones y Sangre, importante para ellos más que la verdad.
—¿Tiene pruebas para decir tales palabras?— pregunto uno.
—Claro. Es todo un mal entendido— y sin más se interpuso entre la varita y Remus. Los ojos de Severus le dijeron que estaban cerca de saber lo de la licantropía.
—¿A si?— dijo burlón el otro.
—Si— escucharon la voz de Black. Sirius Black.
—¿Qué haces aquí?— salto inmediatamente Remus —estas herido, no deberías dejar a enfermería— la actitud sí que descolo a muchos y sobre todo a dos de los tres visitantes.
—Malfoy te mete en problemas por mi culpa— dijo a lo que los aurores se pusieron alertas, sabían que aun con apellido, la familia renegaba del primogénito.
—En realidad si lo vemos así, sería mía— dijo Arlette —yo hable con Sirius y James de algunas cosas, las que escucho Narcissa quien ataco a Severus… ¿no es él quien es la victima?— pregunto a lo que el auror -probablemente con mas rango- asintió.
—Si es en ese caso, deberá acompañarnos… ¿Señorita…?— pregunto el mismo auror.
—Pine. Arlette Pine— todos quedaron extrañados.
—¿Pero no es…?— empezó Peter regresando acompañado de Poppy.
—El verdadero nombre de ella, ya que Dumbledore es el…— empezó Albus para luego callarse.
—Hay varias cosas que no saben de mí… y espero que sigan así, Albus— sin más empezó a caminar escoltada de los aurores.
—Aléjate de mi familia, Malfoy— dijeron Remus y Sirius a la vez.
—No era mi plan… pero igual les perjudica— sonrió triunfante y se dirigió a la puerta. Lucius cruzo miradas con Severus. El menor negó para luego ignorarle, gesto que causo molestia en el estomago de Malfoy.
Dos días después llego Arlette.
—¿Qué ocurrió?— pregunto James a penas la vio.
—Tengo que hablar contigo… algo importante y en privado. Luego— dijo a lo que Potter asintió. Obviamente “luego” era “URGENTE”.
—¿Y?— dijo un preocupado y deprimido Remus, la Luna en Cuarto Decreciente era este día.
—Hablamos y con Malfoy nos demandamos por decir falsas calumnias del otro. Gane la demanda, tengo un poco de dinero y ahora tengo que hacerlo sufrir, fácil— se encogió de hombros y con la mirada dijo a James que era la hora.
Ambos estaban en un aula vacía.
—¿Qué necesitas?
—No es muy poco dinero, son varios galeones…— una mueca molesta apareció en el rostro de ella —783.346 galeones… creo que es mucho, no sé… lo que necesito es que los dejes en tu cuenta en Gringotts a nombre de Remus para un futuro—
—¿Futuro?
Arlette asintió.
—Soy buena en adivinación y algo me dice que lo necesitara…— dijo cada vez más triste.
—Pero Sirius…— se calló —¿Sirius?— Arlette se encogió de hombros.
—Espero equivocarme… pero quisiera, mejor tener un respaldo— James asintió.
—¿Qué pasara con Lucius?
—Hablaremos de algo que no le agradara… debe estar por llegar a Hogwarts— dijo decidida.
—Mejor me voy… les diré a todos que estarás ocupada… y creo que le servirá si es que no varía el valor con los años para mal— decía James yendo a la puerta. Con eso salió de la habitación.
—Gracias.
Lucius apareció en Hogsmeade para tomar un carruaje que lo llevaría hasta el Colegio. Todo el camino estaba pensando en la carta de Arlette.
<<“Esto terminara ahora Lucius, por el bien de ellos… será lo ultimo y asumirás las consecuencias. Ultima charla. Cuanto todo termine te espero en el Aula del tercer piso, sabes de cual te hablo…”>>
Siendo Malfoy una persona que no se preocupara por los amenazas, algo le decía que lo que escucharía no le gustaría para nada.
Cuando Filch le abrió las puertas le obligo a ir primero al despacho del Director.
—Joven Malfoy— dijo cuando lo vio entrar.
—Director— respondió más por compromiso que porque quisiera cruzarse palabras con el vejete.
—¿A que ha venido?— el tono de voz dejo de ser amable y paso a uno más preocupado.
—Arlette Dum… Pine— saboreo el ver la expresión molesta del adulto —me mando a llamar para aclarar las cosas definitivamente—
—Eso espero— Malfoy parpadeo sorprendido.
—Si me disculpa— con un movimiento de cabeza desapareció por la puerta.
Albus vio como Lucius se marchaba. Lo que hacía Pine no le estaba agradando, tendría que hacer algo para arreglar todo esto.
—Hasta que llegas— reclamo Arlette cuando vio a Lucius entrar.
Malfoy quería decirle que su… Albus lo mando a llamar pero prefirió callar.
—¿Qué quieres decirme?— se sentó, esto tenia para rato.
—Preferiría dejar a Remus, Sirius y Severus fuera de nuestros problemas— con su mano evito que Malfoy la interrumpiera —Si bien ambos tenemos a nuestros talones de Aquiles— por la mirada de Lucius, aclaro —debilidades. No quiero que ninguno ataque al o a los otros. ¿Por qué? Si bien tú puedes atacar físicamente al par, ellos se tienen mutuamente. Severus no, está solo y no es necesario un ataque físico para dejarlo mal… con algo más… sentimental puedo hacer que su corazón se destroce para siempre y tú mismo me ayudas en eso—
Arlette tenía razón y por supuesto que Lucius lo sabía. Él hace tiempo que reconocía el sentir algo por Severus pero esto no le beneficiaba en nada por lo que cuando su Padre menciono lo del compromiso con una Black, supo que tenía que seguir con las reglas de los Sangre Pura. Que fuera Narcissa, eterna enamorada de él, le ayudo para así poder controlarla y el seguir con los planes que su Padre tenía para con él, unirse a los Mortífagos y ser fiel a Voldemort -ahora dio a conocer el nombre- y restaurar el equilibro natural. Las antiguas familias al poder y los sangre sucias o mestizos alejados de este mundo, junto con los squibs.
Si bien todo esto en un principio le pareció correcto, con el correr de finales de su último año en Hogwarts dudo. Dudó porque el sentimiento por Severus se hizo más importante y la fascinación de un principio por Narcissa, quedo en eso, un mero capricho.
Ahora sabiendo que Severus si sentía algo por él y que con todo esto le dañaba, no lograba mejorar sus ánimos, lejos del colegio y sin poder protegerlo de esos cuatro. Era una constante preocupación que evitaba dar el 100% en los trabajos que dejaba su Padre Abraxas a su cargo.
—¿Y crees que eso será suficiente?— pregunto con sorna. Arlette sonrió, una sonrisa que causo escalofríos en Lucius.
—No… pero solo te puedo decir que si sigues por este camino consumirás el poco amor que Severus ha sentido, lo orillaras a idolatrar a Evans luego de que esta se case con Potter— era algo obvio el hecho —tu vida será un desastre y probablemente con el tiempo, olvides todo lo de estos años pero no así Severus que crecerá en su propio rencor, odio, dolor, venganza, asco… ¿Qué pasara? Probablemente en unos años Narcissa tenga una hija y… adivina ¿Quién será su padrino?—
—Severus— Dumbledore medio sonrió al ver la cara de Malfoy.
—Exacto… y eso es solo una parte… sabes que, sabemos— rectifico —lo que se escucha por los pueblerinos, algo se acerca si es que ya no está aquí— Lucius abrió los ojos preocupado —Voldemort es una clara amenaza contra cualquiera que no sea un sangre pura… odia a los sangre sucias y utilizara a los mestizos para que sus planes se lleven a cabo…—
—¿Qué tiene que ver eso con Severus?— exclamo una vez se levanto del asiento sin darse cuenta.
—¿Cómo sería saber que Severus es el amante de cama de Voldemort? Personas como él, cegados por el poder… tiene fetiches… que deben ser cumplidos y siendo un mago tan poderoso como declara… es mejor no llevarle la contra— si bien estaba exagerando, era mejor preocupar a quien tenía en frente.
Lucius quedo pensativo, ahora le parecía un acto aborrecible, no podría soportarlo pero como bien dijo Dumbledore, eso era ahora… ¿quizás como seria en un futuro?
—Podemos dejar las cosas por la paz y evitar que el amor que tiene Severus por ti se envenene o podemos seguir con esto y te aseguro… ambos sufrirán pero mas Snape. Sera un simple peón para Voldemort, lo utilizara a su antojo y tu… serás el hombre en las sombras, solo por el poder que lleva tu apellido… deberías agradecerle a tu padre por eso— se cruzo de piernas y le miro.
Lucius observo una sonrisa cínica en el rostro de ella. La aborreció por todo… pero por sobretodo porque tenía razón.
—Dejaremos esto por la paz… pero ya nos veremos las caras— advirtió.
—Estaré esperando… pero te advierto. Si Severus se une a Voldemort, te matare y no con magia… de forma muggle— la mirada de Arlette era de pura determinación, nada le haría cambiar de opinión.
—¿Por qué crees…?
—Está en Slytherin... apostaría que Bellatrix y su esposo ya se unieron a las filas de él, junto como lo harán los Slytherin que comparten sus ideales o se verán arrastrados por diferente razones—
Lucius suspiro.
—No hare en nada en contra de ellos… pero— dijo antes de que Arlette se creyera triunfante —deberás evitar que ellos le hagan algo—
—Mientras esté viva, protegeré a los míos— declaro.
—Ya lo veremos— dijo Lucius con la mirada triste.
El mejor que nadie sabía que las promesas no se cumplían… al menos no para siempre.
Continuara...