¿Salven a Mione de Weasley?.
Finalmente llego navidad y con eso los gemelos lograron sacar a Harry del colegio ya que Umbridge tomo el cargo máximo juntos con sus decretos y estaba al pendiente de todos los alumnos.
¿Qué hicieron los gemelos? Era algo que se preguntaba Arlette pero tampoco quería saber, probablemente fuera de una forma diferente. Definitivamente no lo iba a averiguar.
Estaban todos para navidad.
Harry llegó y se acercó a su padrino para abrazarlo. Se había enterado que paso un pequeño incidente, nada más, se aseguraron de eso. Remus estaba detrás de Sirius y Harry. Daba la impresión de que fueran el papa, la mama y el hijo reencontrándose después de un tiempo.
—Aww…— no pudo evitar exclamar. Últimamente lloraba por todo, lo que arruino su imagen de chica ruda.
—Arlette— saludo Harry después de abrazar a Remus.
Luego del saludo suspiró y se perdió en sus recuerdos. Remus la miro preocupado, contaba con ella para averiguar si Black estaba interesado románticamente en él.
<<Como se dan vuelta los papeles…>>
—¿Harry te gusta alguien?— pregunto en medio de la sala —¿hombre, mujer?— tenía que asegurarse. Pese a que la línea de tiempo estuviera “rota” en su propia línea las cosas seguían igual y en su tiempo Charlie y Percy no tenían una relación amorosa, menos un Bill que quería matar a su hermano, Umbridge tenía menos poder en el colegio y Fudge no era TAN ciego y estúpido. Sin contar que estaban todos los presentes y ella intentaba juntar a dos.
Harry la miro con los ojos bien abiertos. Punto para Pine. Ron hizo una cara de asco.
—¿Hombres?— se refregó el cuerpo —eso… eso… es horrible— vaya que no sabía el pelirrojo lo que causaba en otros sus palabras.
—¿Por qué?— le miro —mi mejor amigo es gay— se encogió de hombros.
—Ronald es… no hay palabras para tu homofobia. Todos somos libres de escuchar al corazón, no lo que dice la gente— Arlette, Remus, Charlie y Percy asintieron a las palabras dichas por Hermione.
—Bueno… pensé que me gustaban pero… estoy confundido… respecto si me gusta o no.
Todos miraron a Harry que quería esconderse bajo alguna roca en ese momento.
—¿Quieres hablar?— se le acerco pero negó —¿Hombre o mujer?— si era mujer podía ayudar, si era hombre tendría que decirle que hablara con otras personas.
—¡Y dale con los hombres!— grito el menor de los pelirrojos.
—¿Algún problema?— pregunto Sirius que estaba entrando a la sala.
—Dicen que a Harry le pueden gustar los hombres… y eso es de desviados, antinatural, asqueroso…— un nuevo estremecimiento.
—Me recuerdas a mi madre— dijo Sirius y muchos sintieron un cambio en el aire —además… yo soy gay… ¿te parezco todo eso?—
—¿Tu?— le apuntaron Harry y Ron. No así Hermione por lo que los chicos la miraron.
—Cuando se abrazo con el Profesor Lupin sospeche, luego pudimos hablar y se aclararon las cosas— con esas palabras miraron a Remus, quien se encogió de hombros restándole importancia.
—Espera…— interrumpió Arlette —la otra vez con Snape y Remus… dijiste que eso sería de desviados y yo te detuve— dijo mirando a Sirius —¿Por qué dirías eso si tu eres gay?—
—Estaba sobre Remus— explicó. Para los demás no tuvo lógica exceptuando para quienes lo conocían realmente.
Remus miro para otra parte y sonrió. Vaya que estaba contento.
—Entonces… estabas celoso— le miro pícaramente y con eso las alarmas se activaron —creías que te robarían a tu amigo— negó con falsa aflicción —pobre chucho— dijo mordiéndose el labio y aguantando las ganas de reír.
—Como sea… ¿Qué decías Ronald?— pregunto Hermione y este solo salió enojado de la habitación —eso creía—
Arlette vio como Harry miro a Hermione para luego tener media sonrisa en el rostro.
—¿Mujer?— le preguntó de forma cómplice. Harry se sonrojo y asintió —¿Mione?— Harry la miró y luego de un momento asintió —¡Suerte tigre!— con eso lo dejo.
No es por ser… pero si Harry se casaba con Ginny lo más bien que se podría casar con Hermione y las cosas resultarían mucho mejor.
Claro que no era solo para asegurarse el nacimiento de Joshua.
Celebraron navidad al otro día. Todos recibieron regalos muggles de parte de la familia chocoadicta. Sirius no paraba de servirse chocolate caliente ese día.
Los pelirrojos y más Arthur, estaban muy emocionados.
En la tarde llego Mundungus con un paquete para Arlette.
—¿Qué es?— preguntaron Remus y Sirius con un tono que alarmó a todos.
—Y yo que creía que me trataría a mí así— comento Harry a sus amigos.
Parecían padres preocupados por el regalo que una mala junta le daba a su hija.
—Calma… solo es nutella. Se la encargue hace unos días.
Gracias a Merlín. Joshua le paso dinero para que tuviera que hacer todos sus planes.
—¿Les gustaría una cena navideña muggle?— preguntó.
—Creo que no es posible— dijo Molly.
—Sí lo es… si conocemos de una familia muggle que nos acepte en su casa— explicó.
—¿Quiénes?— pregunto Arthur prácticamente haciendo las maletas.
—No es la familia pero nos prestara la casa… claro que si a Remus no le molesta— Sirius miro al mencionado. Remus tenía un semblante serio y miraba fijamente a Arlette —puedo cancelar— agregó.
—Creo… creo que sería bueno verlo— dijo para luego pararse. Sirius no espero y lo siguió.
—¿A dónde iremos?— pregunto Hermione.
—A la casa de Lyall Lupin.
—¿De verdad?— escucho la voz de ella. ¡Oh, maldición!
Lyall recibió a las visitas. Nadie sabía cómo pero Arlette logro convencerlo.
—Tu regalo te lo daré cuando nos vayamos… solo lo tendrás esta noche— Lyall asintió.
—Papa— saludo Remus, se le veía incomodo.
Años que no aparecía por la casa de sus Padres, desde que su Madre murió hace casi quince años. Decidió no causarle problemas a su padre y se alejo, sobreviviendo gracias a James, aun no entiende porque le dejo dinero.
Lyall lo miro y luego sonrió. Le paso un brazo por los hombros y lo acerco a sí.
—Mírate… creciste mucho pero estás feo— Remus suspiro conociendo a su padre, aun no perdía la costumbre.
Luego tendría que aparecer su madre y recriminarle a su padre que trate así a su hijo para que luego Lyall la bese y así se olvide de todo.
—No está feo— comento Sirius como niño chiquito.
Arlette no aguantó y empezó a reír. Lyall la miro atentamente.
—Buenas— saludo sumamente emocionado Arthur. Esperaba una familia muggle pero estaba contento de todas maneras.
—Pasen… tendrán que ayudarme con las modificaciones— dijo señalando el interior —hace tiempo que no ocupo la varita—
Sirius y Arlette se mordieron el interior de las mejillas, no pudieron evitar escuchar eso con doble sentido y era malo. Hope estaba muerta.
Remus les golpeo la cabeza. Conocía a ese par pero no por eso se enojaría, no hoy.
—Buenas tardes— saludo Nymphadora, quien venía atrás de Bill.
Lyall la miro y asintió.
Ya estando todos acomodados, Arlette se acerco a Lyall.
—¿Qué piensas?
—Que me debes una explicación, mi regalo y que si, tienes razón— dijo mirando como su hijo reñía a Sirius por enseñarle algunas cosas a Harry para que practicara en la mesa. Lo más probable es que fueran bromas.
Arlette asintió.
—Más tarde.
—¿Cómo trajeron al chucho?— pregunto cuando Arlette se alejaba, ella volteo y vio a Lyall señalando a Black.
—Eso… como chucho. Mucha gente nos miro raro, éramos muchos en el auto.
—¿Qué auto…?
Todo fue perfecto exceptuando por una pelea entre Ronald y Hermione. Harry apoyo a Mione y Ron se enojo a lo que ambos le reclamaron el juzgar antes de conocer, recordándole lo de Sirius. Ron se enojo aun más y furibundo salió al patio. Bill le siguió para intentar calmarlo.
Lyall no entendía y Percy amablemente le resumió todo.
—Pero si se le nota… lo que me parece raro es que no tenga un piercing— opino por opinar.
Arlette miro a Sirius quien se agacho más en la mesa. Ella abrió los ojos y Sirius le advirtió con una mirada.
~¿Por qué?~ pregunto moviendo la boca.
Sirius la ignoro. Vaya que le faltaban cosas por enterarse.
—Remus— llamo la atención —¿a ti que te parecen?— el mencionado hizo memoria.
—Depende.
—En Harry.
—Depende del lugar— respondió como todo padre.
—¿Alguna pareja?
—No te responderé eso— tomo algunas cosas y las llevo a la cocina.
—Arlette— advirtió Lyall.
—¿Qué? Si no fuera yo tú le preguntarías— Lyall tomo un vaso de agua.
—Me gusto venir hoy— comento Harry y Sirius le abrazo como si fuera un niño pequeño.
Ron entro justo en ese momento.
—Bill no te levantes— dijo y con eso salió.
<<Nos podrá gustar la cena pero no la tendremos para el recuerdo…>>
Arlette no sabía que pese a que fuera simple y extraña. Se gano un lugar en los corazones de algunos presentes.
Continuara...