Poco tiempo, revelando verdades.
Todos los de la Orden esperaban a que Pine despertara. Ninguno entendía cómo es que capturó a Bellatrix, pero si sabían que algo tramaba.
La mujer gritó e increpó al elfo que apareció con la diadema de Rowena y la espada de Godric Gryffindor.
Dobby asustado, dejo las cosas y se marchó antes de que alguien pudiera preguntar porque las trajo.
Hasta que Remus vio los objetos y les dijo que se alejaran. Necesitaban a Dumbledore y esconder esto de los chicos. Aún permanecían allí.
En la tarde apareció Mundungus, arrojo algo al piso y desapareció.
Tonks recogió un guardapelo y se lo paso a Remus para que lo guardara junto con las otras cosas.
—¿Qué son?— pregunto Sirius a Remus. No se había alejado de Arlette por nada del mundo.
—Horrocrux. Contienen parte del alma de Voldemort— explicó con un tono sombrío —tenemos tres—
Sirius hizo memoria y considero que no parecían cosas muy de… un Lord que quiere una guerra y matar muggles.
—Remus…— llamo Kinglsey.
—Adelante.
—Tu Padre está aquí…— dijo para luego marcharse. Remus ya estaba en las escaleras.
—Kinglsey— le llamo Sirius —¿puedes quedarte con ella?— el Jamaiquino asintió.
—¿Cómo esta?— preguntó apenas vio a su hijo.
—Muy mal.
—Eso creí… me… me dejo unas— sacó unos frascos del bolso que traía —cosas… dijo que si empeoraba y no…—
—Señor Lupin— hablo Black con un tono desesperado cuando llego a la entrada.
—Si empeoraba, podrías ver sus memorias.
Con eso se dio media vuelta.
—Papa— le detuvo Remus —¿Qué sabes?— pero el mayor negó.
—No saquen a Harry de la casa— Remus lo miro extrañado —presentimientos de tu Madre— sin más desapareció.
Molly se alteró cuando vio a un hombre marcharse, no habían defensas en la casa.
Severus vino después para intentar ayudarla.
—¿Qué le harás?— preguntó un preocupado Arthur.
—Ver los daños y de allí, intentar ayudarla o por lo menos mantenerla con vida— Molly ahogo un llanto y salió de la habitación. Percy la siguió.
Cuando entró la apunto y susurro —Finite Incantatem—
Pudo ver un cambio en Arlette, tenía el pelo castaño. Estaba muy débil y demacrada. Las manos tenían marcadas runas muy antiguas. Estaba delgada y le costaba respirar. Agradecía que ninguno la hechizara, no solo por su aspecto, así podría arreglárselas de mejor forma.
Sin hacerse más preguntas empezó a sacar sus cosas… pócimas, calderos, ingredientes y cualquier objeto que creyó necesario.
Todos tenían muchas dudas y solo ella podía aclararlas.
La reviso completamente, hasta de forma muggle, sus ojos azules estaban inyectados de sangre, su piel estaba pálida y según el último hechizo, su nivel de sangre era peligrosamente bajo.
Por lo que veía, tuvo una batalla antes de aparecerse aquí, tenía algunas articulaciones inflamadas y algunos moretones de tonos que jamás presencio, ni si quiera cuando él se presentaba ante Voldemort.
Remus intentaba ver las memorias pero estas no cedían. Al parecer solo ocurriría si su estado se volvía aún más crítico.
Llevaban cinco días allí, todos encerrados, y Albus aún no hacia acto de presencia. Harry quería regresar pero los adultos decidieron que no.
Los chicos recorrían la casa, podían ahora que todos estaban pendientes de la salud de Arlette.
—¿Qué pasara con ella?
—Solo sabemos que está mal— dijo Hermione.
—Ni… Snape ha logrado que mejore— dijo Harry. Había escuchado una conversación entre los padres de Ron.
—Quizás… quizás…— empezó Neville. Luna le agarro del brazo negando.
—Despertara…— y todos querían creer en las palabras de la chica.
Días más tarde el estado de Pine mejoro un poco para alegría de todos. Snape estaba más enojado que de costumbre, ya que no podía ayudarla -siendo el amo de las pociones- como él quisiera, por lo que nadie quería encontrarse con él en la casa.
Pero solo fue eso, una leve mejoría.
Snape tuvo que dejar de ver a Arlette ya que la Luna para Remus fue terrible, hasta el chucho estaba herido.
En una de esas veces que el Profesor de pociones dejo la habitación, los chicos entraron.
—Guau…— exclamo Ron el verla. Parecía otra persona y se le veía muy mal físicamente.
—No tiene mucho nivel de magia— comentó Luna.
Los presentes se miraron y luego a Hermione.
—Podríamos… pero sería arriesgado— Harry se adelantó —de acuerdo—
Hermione les explicó uno de los hechizos que Poppy ocupaba con los menores. Generalmente los hijos de muggle al practicar algún hechizo o encantamiento ocupaban mas magia de la necesaria, logrando que ocurriera una explosión y su nivel bajara. Podía regresar a la normalidad con descanso y si no, con un hechizo en donde la enfermera entregaba un poco de su magia en compensación de la que se perdió.
Arlette sentía algo que la recorría completamente, quería gritar y tenía el impulso para ello, pero algo la detenía… algo la retenía.
Finalmente abrió los ojos e intento jalar aire a sus pulmones pero nada ocurría. Una desesperación se apoderó de ella.
Neville que estaba más cerca, puso su varita en el cuello de ella y murmuró un hechizo. Con eso Arlette pudo volver a respirar.
—¿Cómo?— le pregunto Ginny.
—Tengo alergias… una vez estaba en el invernadero y caí… sobre una planta. Si no es porque me encontró Sprout no se qué hubiera pasado— les explicó.
Hermione asintió. Similar a esas alergias muggles que impedían respirar al hinchar la garganta.
—¿Cómo estás?— le preguntó Harry.
—Mal— respondió de forma ronca.
—¿Qué te ocurrió?— preguntó Ron por todos.
Arlette se intento incorporar en la cama, amablemente Luna le ayudo. Por el esfuerzo le vino un ataque de tos que se empezó a volver grave a tal grado de escupir algo.
—¿Sangre?— pregunto Ginny.
Harry que la sostenía negó.
—Es algo… negro y… parece viscoso.
—Esta envenenada— escucharon la voz de Snape que entraba en ese momento a la habitación.
—¿Ya estas mejor?— pregunto Tonks. Sirius asintió —¿cómo está Remus?—
—Mejor… debo reconocer que Snape se maneja con las pócimas— puso una cara de molestia que no era enserio.
Tonks le golpeó suavemente el hombro y salió de la habitación de su tío. Llego a la habitación de Remus y abrió pero no lo encontró.
—¿Remus?— le llamo preocupada. Al no haber respuesta salió llamando a los demás.
Sirius al escuchar a Tonks, inmediatamente salió caminando lentamente, tenía la pierna vendada y resentida por la mordida y los golpes. Observó la habitación, claramente Remus no estaba pero tampoco los frascos con las memorias.
Se dirigió a las escaleras. Una habitación de la casa tenía un pensadero, probablemente estaba allí.
—Al fin llegas— escucho la voz de Remus mientras abría la puerta.
—¿Qué ocurre?
—Tienes que revisar esto— le señalo los frascos y el pensadero. Sirius asintió.
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—Repíteteme que es lo que tengo que buscar— dijo Arlette con un lápiz en la mano y papel.
—Los Horrocrux. Son siete— respondió Joshua, se sentó frente a ella y empezó a hablar —el anillo de los Gaunt que tiene una maldición, debes romperla evitando que te ocurra lo que a Albus. La copa de Helga Hufflepuff estaba en la bóveda de Lestrange. El diario de Tom ya fue destruido para esa fecha. La diadema de Rowena en la sala de los Menesteres, no sé donde esta, seguro lo averiguaste con los Merodeadores— Arlette asintió —el guardapelo que está aquí en la Mansión Black, deberías agradecerle a Regulus. Nagini y Harry, estos costaran. Sabes que Voldemort debe “matar a Harry”— enfatizo lo ultimo y Arlette le resto importancia.
—De acuerdo…— dijo mirando el papel —¿Cómo los destruyo?—
—Fuego demoniaco. La espada de Godric…— hizo memoria —lo del basilisco y ya sabes cómo se mata a una persona— Joshua la miro seriamente —si no destruyes sus almas jamás vencerán a Voldemort. Debes recordarlo, no te quedaras aquí para no hacer nada y complicar las cosas—
Arlette negó.
—Vamos a comer… es suficientemente raro estar todo el tiempo en la habitación de Sirius o en la de Regulus— suspiro —ese maldito guardapelo no está… ¿alguien se lo llevo?—
Joshua se encogió de hombros y llegaron a la cocina donde Molly estaba cocinando. Se sentaron junto a Shacklebolt que les sonrió cuando los vio.
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—¿Percy no trabaja para el Ministerio?— pregunto Joshua, no lo creía. Arlette negó.
—Albus hizo algo, aun debo encontrar el hechizo… si no… no me creerán y no sé lo que nos depare el futuro— Joshua la miro seriamente —¡No sé…!—
—Bien… pero debes averiguarlo… y ver en qué momento lo rompes.
—¿De qué hablas?
—¿Te imaginas romperlo mientras Voldemort aun vive?— Arlette se modio el labio pensativa —Ahora piénsalo estando muerto, de todas formas alteraras y…—
—¿Y…?— le insistió a continuar.
—¿Qué pasa si de un día para otro, alguien aparece y te dice… ¡Hey… aquí están las memorias de dos años de tu vida!... seria aun más extraño.
—¿Qué hago?
—Creo que deberías considerarlo en el momento, igual busca el hechizo… por cualquier cosa.
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—Sigo sin saber porque un anillo— James detuvo a Dumbledore —¿Por qué?—
—Por confianza… ya escuchaste a Sirius— respondió y siguió caminando.
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Arlette estaba en su cama, observaba el techo.
~Remus es gay… no bisexual y menos heterosexual… ¿Cómo es posible? Supuestamente en el futuro se casara con ella… y tendrá a Teddy… ¿por qué? ¿Por qué aquí Sirius y el…? No creo que siempre existiera una tensión sexual entre ellos… pero según el recuerdo de Harry. Ese abrazo no era normal…~
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—Severus…— el mencionado la miró —¿me ayudas con pociones?—
Snape lo pensó un momento y luego se paró de la mesa de Slytherin.
—Me deberás una Dumbledore—
—Muchas Severus… muchas—
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—“¿Barty hizo una pancarta para así llamar la atención de Regulus?”—
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Arlette observaba la habitación y sus cosas. Estaba todo muy desordeno, el baúl prácticamente dado vuelta. La cama ni si quiera tenía el colchón bien puesto. Sus pertenencias estaban esparcidas por el suelo y no veía el gramófono por ninguna parte, además los discos estaban revueltos.
—No creo… no, Sirius no es tan estúpido… pero…— bufó.
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Arlette estaba en una habitación de un motel, se acercó a la cama para sentarse y sacarse los zapatos cuando escucho a Sirius.
—¿Cómo puedes…?— pero lo hizo callar.
—No es tiempo y no quiero— dicho esto se apoyo en el pecho de Black. Estaba muy cansada y aún había tiempo para conversar.
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—Creo que es momento de huir… como siempre— dijo Arlette mirando de soslayo hacia los aurores.
—Toda la razón… debemos irnos— Tom apuntó hacia el cielo y la Marca Tenebrosa apareció nuevamente.
Arlette apunto al brazo izquierdo de Tom para decir
—CRUCIO— un grito desgarrador se dejo oír, pero solo por un momento.
Tom intento serenarse y murmuro unas palabras luego otros gritos se escucharon, la mayoría eran los encapuchados y algunas personas que estaban heridas despertaron debido al dolor.
—Arlette…— escucho a Albus.
—Mátalo…— le miro.
Pero Albus se detuvo.
—Mátalo o la guerra que empieza no terminara nunca— apunto de nueva cuenta al brazo y volvió a decir la maldición.
Los Mortífagos presentes se retorcían en sus lugares.
—Para que veas… siempre será lo mismo con el vejete— le dijo Tom —nos volveremos a ver— la miro.
—Lo dudo— respondió.
Con esto Tom y todos sus Mortífagos desaparecieron de Hogsmeade.
Arlette se quedo en su lugar, sus puños llegaba a tiritar de la ira que sentía.
—Tenias que matarlo…— dijo para luego desaparecer.
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Una serie de imágenes borrosas empezaron a mostrarse, de forma muy lenta se observa la figura pero la voz se escuchaba claramente.
—~“~La sangre del enemigo…~”~— dijo para luego rasgarle la manga —~“~tomada por la fuerza…~”~— le corto y se volvió hacia el caldero —~“~resucitaran al Señor Tenebroso~”~— con eso arrojo las gotas.
—~“~La varita de sauco no puede servirme bien porque, no soy su verdadero amo~”~— sin darse dejó de observar al trió para ver a Severus y Voldemort —~“~la varita de sauco le pertenece al mago que mato a su dueño anterior~”~— Voldemort se acerco a Severus —~“~Tu asesinaste a Dumbledore, Severus. Si tú estás vivo, la varita de sauco no puede ser del todo mía. Fuiste un sirviente fiel y útil, pero solo yo viviré para siempre~”~—
—~“~Mi Señor…~”~
Severus cayó al suelo.
—~“~Nagini, mátalo.~”~
Después de destrozarle la garganta, Voldemort y Nagini desaparecieron.
—¿Profesor?— hablo Remus.
—Me atrevería decir que estamos en algo similar al limbo— informo el adulto.
—¿Limbo?— pregunto Sirius al no saber a qué se referían.
—“¿Tengo que aprender todo eso? No me servirá de nada… ¿o sí?”—
Los tres pudieron reconocer la voz de Arlette.
—“Pine… no es un mal apellido y Dumbledore me resulta beneficioso… creo que aún no abandono las mañas de ser una Slytherin”—
—“Nada mejor como la Sección Prohibida de la Biblioteca… ahora… ¿Gellert? ¿Gellert…? ¡AJA! Aquí esta…”—
—“¡JAMES Y LILY! Jamás pensé ver este día… Harry estará contento”—
—“Siempre que miro la mesa de Slytherin creo que veré el rostro de Joshua…”—
—“Quiero matar al idiota de Nolan y destripar al imbécil de Smith…”—
—“Merlín… Sirius hizo un show en el comedor y nadie dice nada…”—
—“Tengo hambre… quiero bollitos… ¿Dónde está Sirius?... siempre tiene unos”—
—“Si Lucius no entiende cuanto mal está haciendo perjudicara la vida no solo de él, también de ella…”—
—“¡Bien! También soy animaga…”—
—“¿Para qué Sirius mira tanto el escaparate?… que compre lo que sea, Remus lo adorara solo por venir de Black”—
—“Un imbécil matando muggles y mestizos… solo un idiota no reconocería el aroma a podrido y vería como los estudiantes son envenenados mentalmente por los “Sangre Pura” ”—
—“Si Remus y Sirius fueran más como Barty y Regulus… nos evitaríamos tantos problemas”—
—“Joder, Sirius es un idiota si no se da cuenta que Moony ya lo escogió y más aun Remus al seguir con Aaron”—
—“¿Me pregunto si ya Andrómeda tendrá descendencia?… personalmente espero que no… pero ¿sigo aquí, no? esto es un asco…”—
Arlette estaba en una habitación de tonos negros y azules. Una Luna cambiaba de faces en el centro de la habitación -tanto en el piso como en el techo-, muchas constelaciones adornaban las paredes, la más notoria era Canis Maior junto con Lupus. Rodeada de imágenes, similares a una película muggle. Vio al otro extremo a Remus, Sirius y Albus.
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Continuara...