NO ME GUSTAS.
Tonks tardo dos días en recuperarse, estaba muy consciente de su traición al Lord por lo que se involucro más en la orden. Sin contar que Remus le prestaba mucha atención y al no ver a su tío, aprovecho el tiempo.
Sirius por otro lado tenia las cosas más complicadas. Severus pasó constantemente encerrado, cuando el tiempo se lo permitía, con el chucho para cuidarle.
Black no se había dado cuenta de sus heridas. No era necesaria la presencia de alguien o que le lanzasen directamente un hechizo. La celda cumplía esa función. Snape -pese a todo- reconocía que el chucho era un gran mago. ¿Por qué llego en estas condiciones?
La única explicación que se dio fue el ver como Black aferraba una tela mugrienta y sangrienta. Quizás el peor daño fue mental y aun más al dejarlo en una habitación que recordaba a Azkaban.
Conocía como eran y según lo que relato Charlie, eso parecía.
Pero el también tenía un deber con el Lord. Dejaba a Sirius a cargo de Lupin mientras salía ya sea a ver a Voldemort o a Hogwarts. Los chicos habían regresado al colegio por lo que no podían ayudar. Los Weasley ayudaban al hijo mayor. Tonks era una traidora. Kingsley estaba aún convaleciente y tenía que rendir como auror. Moody tenía… sus problemas.
Solo quedaba Arlette quien estaba detrás de todo esta telaraña por lo que solo pasaba a preguntar por el estado y volvía a su habitación.
Severus sospechaba que se estaba sobre exigiendo y que en muy poco tiempo, todo le pasaría factura.
Una semana desde el “rescate” -huida le decían los Mortífagos- pasó para que Sirius recobrara la conciencia.
—¿Remus?
—Después hablaremos, debes recuperarte y confiar ciegamente en Arlette. Ella después te explicara todo— fue lo único que dijo y a continuación el silencio.
No dijo nada más, pese a que Sirius le preguntara cosas.
Ya cuando estuvo suficientemente bien para levantarse. Se topó con Tonks que le miraba con desconfianza.
No sabía que dolía más. Su cuerpo o su corazón al ver como Remus y Tonks se acercaban cada día.
Resignado decidió alejarse de todos y encerrarse.
Estaba sentado en la sala. Se consiguió gracias a Mundungus una bebida muggle lo suficientemente fuerte para ahogar sus penas cuando escucha como su “queridísima madre” grita a una persona.
Después de escuchar el “asquerosa traicionera amante de sangre sucias. Eres igual a la maldita de tu madre. Escoria mestiza” supo que su “sobrina” había tropezado con el retrato.
—Deberían sacar a esta vieja— escuchó como mascullaba.
Sirius odio que justamente entrara a esa habitación.
Tonks siguió caminando cuando se detuvo al verle.
—Lo siento— dijo molesta —pensé que no había nadie—
Sirius se encogió de hombros y llevo la botella a su boca. Dio un buen trago, miro como que no quiere la cosa, su sobrina seguía allí.
—¿Necesitas algo?
Pero ella solo sonrió.
—Simplemente observo cómo te destruyes.
—No será la primera ni la ultima. Llevo cuanto… ¿treinta y cuatro, treinta y cinco años?— dio otro sorbo —viviré eternamente—
A estas alturas no estaba muy consciente de su conversación pero no podía dejar pasar la conversación con Tonks, probablemente sabría qué ocurre.
—Estas… ebrio— dijo molesta. Sirius sonrió para sus adentros, se lo estaba creyendo.
Años de escaparse en Hogwarts y después vivir solo o con Remus e ir a bares muggles y cosas así, le habían hecho resistente a grandes cantidades de alcohol en la sangre.
—¿Yoooo?— arrastro la “o” —¿Cómo se te ocurre?— le miró.
—Aun no entiendo como…— suspiro y se dio la vuelta.
—Estúpida— mascullo.
—¿Disculpa?
—¿Dijiste algo?
—¡Tu dijiste algo!
Sirius negó.
Tonks quería gritarle, pero Remus apareció en la habitación. Los miro y negó. Tomó de la mano a Tonks y la arrastro fuera de la habitación. Lo último que vio Sirius fue la sonrisa triúnfate de ella mientras se acercaba mas a Lupin.
Quizás no sacaría nada de los gritos porque llego Remus, pero un acto vale más que mil palabras.
Ahora sabía…
Los de la orden estaban preocupados por Sirius. Después de ser secuestrado debería cuidarse, pero solo se dedicaba a beber y lanzar las botellas contra la pared, logrando que así se rompieran. Todos creían que era una forma de descargarse o desahogarse, la cual no era la mejor, pero no le querían molestar; pasó por algo igual fuerte hace no tanto.
Arlette se dirigía a la sala, pero debía pasar con la cocina. Lo último que vio fue algo frente a sus ojos y luego un dolor en su mejilla derecha.
—¡BLACK!— gritó Remus.
Se acercó a Pine y le tomo de la mejilla para verla, pero ella con un manotazo le obligo a retirar su mano.
—No me toques— luego entro a la cocina y cerró la puerta.
Todos quedaron en silencio al ver la escena. Tonks quería ir con Remus, pero este salió rápidamente de la casa.
A medida que los días pasaban la actitud de Sirius frente al alcohol fue bajando, ya no tomaba como antes y no arrojaba botellas contra la pared.
Albus se sorprendió al verlo más o menos sobrio en la reunión.
Esta reunión media urgente duro hasta bien entrada la noche. Todos sabían que Voldemort quería el Ministerio y lo estaba consiguiendo, sospechaban que bajo la maldición imperio igual que con Bill.
Los hijos de Arthur y Molly regresaron a la madriguera a penas Sirius se recupero y empezó a beber. Todos creían que era debido a “la situación” (la que algunos no tenían clara) pero no, esto tenía algo oculto.
Se estaba terminando la reunión cuando Arlette aparece en la cocina.
—Sigo sin entender porque la cocina— comentó y se acerco donde Sirius —es hora de dormir— le dijo y le golpeo el hombro para que se levantara.
Sirius gruño un momento y luego de estirarse se levanto. Arlette iba adelante y Sirius le abraza dejándose llevar.
Ninguno esperaba esto.
—¿Están en una relación?— preguntó Severus rompiendo el silencio que se instalo —era de esperarse— comento eso en vez de lo que pensaba.
Todos salieron de su estupefacción y se retiraron sin saber si quedaba algo o no en el tintero. Era mejor salir vivos de aquella casa.
Los días posteriores podían ver a Sirius y Arlette muy cercanos, demasiado para alguien que no sabía que ocurría.
—Llego Severus— dijo Remus a los dos que estaban en la cama de Black.
Arlette asintió, beso en la mejilla a Sirius y salió de la habitación.
Remus apretó los puños al ver esto. Su lobo estaba inquieto, iba a salir de la habitación cuando Sirius le llama.
—¿Qué quieres?— le preguntó el Lupino.
—Solo quiero saber… ¿estamos bien?— le preguntó mientras se sentaba a los pies de la cama, invitando a Remus.
—¿Por qué preguntas?— preguntó una vez sentado.
—Nos alejamos… tu estas con Tonks y yo… bueno, necesitaba a alguien y ella… ¿estamos bien?— volvió a preguntar.
Remus le negó, no sabía nada, si bien o mal, no sabía.
—¿Por qué?— preguntó en cambio.
Sirius le miro.
—¿Por qué ella?— le aclaró.
—Tu estas con Tonks y yo… creí que te podría olvidar— una media sonrisa se asomo, pero no era de felicidad, si no que resignación.
—Bien… me parece bien.
Remus estaba inquieto, no entendía porque decía esas palabras.
—¿Sin resentimientos?
Remus asintió.
—Entonces…— dijo Sirius —lo siento—
Remus no entendió y cuando reacciono tenía a Sirius sobre él. Ambos estaban en la cama de Black.
Sirius le besaba de forma demándate, como si fuera la última vez. Sus manos recorrían el pecho de Lupin, sin saberlo trazaba las cicatrices que su amigo tenía en el cuerpo. Remus pasando su sorpresa inicial, le devolvió el beso mientras lo atraía mas a él, levanto la arrodilla rozando el miembro de Black, quien gimió en su boca.
Sirius parpadeó. Recién estaba sobre Remus y ahora este estaba sobre él. Tenía el abrigo abierto y a Remus dejando besos por todas partes cuando se detiene en su tetilla. Odiaba ser tan sensible allí. Su cuerpo se volvió gelatina en las manos y boca de Lupin, instintivamente su cadera se levantaba pidiendo más, pero Remus lo sujeto de las muñecas y las llevo por sobre su cabeza para después atacar el cuello de Black.
Estuvo bastante tiempo disfrutando de las clavículas de Sirius, eran una obsesión desconocida que tenía Remus.
Empezó a descender nuevamente. Estaba justo en la cremallera de Sirius. Con su mano izquierda sujeto las dos muñecas de Black mientras que con la derecha bajaba el zip, pero se detuvo.
Se detuvo y se alejo de Black. Solo allí se dio cuenta que estaba medio desnudo.
—No soy como tu…— susurro.
—¿Qué?— preguntó Sirius con la voz ronca.
—¡NO SOY COMO TU!
Sirius quedo congelado en la cama, estaba extrañado de las palabras de Remus.
—¡NO ME GUSTAS! y… y…
Sirius se paró de la cama y lo jalo del lado izquierdo de la chaqueta, quedando así sus rostros muy cerca.
—¿Estás seguro?— le preguntó de forma retadora —recién estabas disfrutando de mi cuerpo—
Pero Lupin lo empujo.
—Me casare con Tonks— sentenció.
—¿Con Tonks?— preguntó mientras observaba el piso —¿con Tonks?— ahora empezó a reírse —¿Con la misma que me llevo a la mansión de Riddle?— le gritó.
—¡NO!— se acerco amenazante a Black —ella estaba en una misión—
—Mentira. Ella me llevo… me dejo con Fenrir. ¡CON FENRIR! … no sabes lo que ese loco me hizo— se señalo completamente.
—NO ES VERDAD— ambos vieron en la puerta a la mencionada.
—¿Tonks?— pregunto Remus.
—El no te hizo nada… no le creas Remus— se acerco a él —está mintiendo porque no quiere que estemos juntos. Quiere separarnos— empezó a llorar en el pecho de Remus —yo no quería, pero cuando los vi… no pude y… me encontré con Bella en el sótano…— ambos se asustaron y pensaron en lo mismo.
<<Los horrocruxs>>
—Por eso hice todo…— siguió diciendo ajena a las reacciones de los otros —yo pensé que quizás… pero jamás dejaría que le hicieron daño y tampoco que fueran por Harry. El Lord solo quería poner a prueba a Arlette, pero no creí que en verdad fuera—
—¿Qué?— saltaron al escuchar mencionar a Pine.
—Ella será su nuevo horrocrux. Se llevara a Harry para que nadie destruya su alma— dijo con lágrimas en los ojos y nuevamente se abrazo a Remus.
—Gracias— escucharon la voz de Arlette y con eso desapareció.
Continuara...