Travesuras.
Había pasado una semana desde aquello y Arlette tenía a Severus y Remus pendientes de ella todo el tiempo.
Si bien por Halloween no pudieron hacer travesuras ya que al Remus enterarse de lo de Arlette salió corriendo directo a la enfermería.
Así que por lo mismo ahora ella y Black se encargaban de hacerles unas jugarretas a otros alumnos y sobre todo a Malfoy, si eran enemigos jurados tenían que conservar el título bastante tiempo.
—Ya casi es hora… tenemos que irnos— hablo Sirius mirando hacia los invernaderos.
—De acuerdo… recuerda que tenemos que llegar antes al comedor— Sirius asintió.
Gracias a las sugerencias de Dumbledore les era más fácil evitar castigos. Ella conocía un perfecto encantamiento de tiempo que atrasaba cualquier hechizo por un tiempo máximo de 10 minutos. Tiempo que aprovechaban los Merodeadores para conseguir una coartada.
A paso rápido caminaron al Comedor, en la puerta conversaron con otros alumnos para hacerlo más creíble y cuando vieron a sus amigos entraron.
Se sentaron y comieron cuando el Profesor Slughorn y la Profesora Sprout entraron dirigiéndose a la mesa del Director, el primero molesto y la segunda pintada y con restos de plantas en su ropa.
Oh… no.
—¡¿Qué?!— grito la Jefa de casa de Gry.
Sirius y Arlette querían cavar un agujero y esconderse pero ella siendo conocida en su tiempo por hacer las mismas cosas sabia como tratar a la profesora. En un futuro era más estricta que ahora.
—USTEDES— señalo a los cinco.
—¿Si?— pregunto en medio de un bostezo.
—¿Qué ocurre?— pregunto Remus que no sabía nada.
—Destruyeron mis amadas plantas— hablo Sprout. Arlette internamente se sintió mal por aquello, esa no era la idea.
—No es verdad… hemos estado esperando a— señalo a los otros tres —y nada mas—
—MENTIRA— grito Malfoy al entrar, parecía una extraña mutación de hombre planta.
Arlette no pudo aguantar la risa… con lo de “mutación” ya se imaginaba a un supervillano lanzando polen.
—Lo siento… lo siento… pero es gracioso— se escondió detrás de la espalda de James para terminar de reír.
—Es ella— señalo Malfoy —con esto es más que obvio— se le notaba colérico, si pudiera llamar a su Padre, probablemente lo haría. Para Arlette algunas cosas de Lucius eran muy infantiles.
Un carraspeo evito la próxima pelea de miradas.
—Debo señalar que los he visto a ambos en la puerta por casi 20 minutos…— dijo Severus claramente molesto de apoyar a Black —a menos que consiguieran lanzar hechizos a distancia es muy improbable que fuese Arl…. ellos— miro a Lucius —lo siento—
—No lo sientas… deberías apoyarme— le recrimino.
Arlette no quería causarle problemas a Severus por lo que tuvo el impulso de echarse la culpa pero Sirius la retuvo en la mesa.
—Bien…— interrumpió Albus —creo que esto requerirá de una investigación— dijo claramente contrariado de tener que hacer aquello —y los responsables serán severamente castigados—
—A menos que sean Gryffindor… viejo loco— mascullo Lucius.
Y no es que fuera mentira, Albus siempre favorecía a los Merodeadores sobre lo que dijeran o las pruebas que tuvieran Malfoy y Snape.
Pasaron unos 3 días en donde los Profesores estaban pendiente de lo sucedido, los Prefectos pendiente de cualquier situación sospechosa y Filch castigaba como si no existiese un mañana, lo cual era en cierta manera irónico.
Arlette revolvía en su baúl. Podía ser que “padeciera de amnesia” pero si traía algunas cosas de su tiempo.
—¿Qué es esto?— escucho decir a sus espaldas.
Al voltearse vio a los Merodeadores en su habitación.
—¿Qué hacen aquí?
—Vinimos a buscarte— hablo Remus. Sirius y Peter miraban un extraño lápiz y James estaba perdido deduciendo cual sería la cama de Evans.
—¿En el dormitorio de chicas?
Los otros la vieron incrédulos.
—Mala forma de expresarme, lo sé— suspiro —Peter deja eso— advirtió.
El pequeño lo quería devolver pero Sirius lo tomo y terminaron rayando una pared.
—Guau…— dijeron todos los presentes.
En la pared se veía una clara línea.
—¿De dónde lo sacaste?— pregunto James una vez que lo inspeccionaba.
Arlette sudaba helado, no sabía cómo decir algo sin que pareciera loca o descubrieran la verdad rápidamente.
—¿Recuerdan Halloween?— hablo de lo que primero que se le vino a la cabeza, los otros asintieron —mientras me dolía la cabeza empecé a decir algunos hechizos y de alguno tuvo que salir eso— señalo él para ella crayón.
—¿Cómo funciona?— pregunto Pet.
—Es fácil— se lo pidió a James —tienes que escribir algo en la pared y aparecerá— hizo una demostración escribiendo Wol… pero se detuvo… no era lo mejor escribir Lobo con ellos presentes allí.
—Podremos rayar toda la escuela— dijo un extasiado Potter, siendo secundado por Black.
—Y meteremos en problemas a Dumbledore— hablo la voz de la razón en ese grupo.
—Lo siento chicos… pero Remus tiene razón.
Al parecer tendrían que ocupar ese maravilloso crayón en un futuro.
—Me recuerda a unas cosas… Muggles…— comento Remus a Arlette.
—Si… los Muggles le llaman graffitis— Remus asintió, ya empezaba a recordar —después te explicó mejor— le guiño un ojo y se adelanto a los otros mientras sentía las escaleras en sus pies convertirse en resbaladilla.
Ya más tarde le comento que había recordado unos hechizos para que la misma varita reconociera donde se encontraba un escrito o dibujo, ya que permanecería oculto para la vista de otros.
Remus quedo sorprendido, a su parecer, los Padres de Arlette debían inventar cada cosa para que estuviera entretenida, sabiendo que podría ser incomodo recordar o hablar de sus Padres, decidió callar y apoyarla.
Arlette agradeció aquello de Remus, definitivamente era el mejor.
Continuara...