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Sois mi vida por CWC

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Notas del capitulo:

Holaaaa ^^

Al final he vuelto a tardar en actualizar :3 lo siento mucho, espero tener pronto el siguiente capítulo y no tardar tanto

Quiero agradeceros sinceramente por los reviews, me encanta leerlos, me ponéis muy contenta con vuestras palabras. Muchas gracias todos ^^

Espero que os guste el capítulo <3

Aquella mañana me desperté por culpa del repentino frío que sentía. Abrí ligeramente los ojos percatándome de que las sábanas, que al dormirnos por la noche cubrían a ambos, en ese momento únicamente estaban sobre Chanyeol. Tiré delicadamente de la suave tela, acercándola cada vez más a mi hasta que consiguió taparme por completo. Desgraciadamente, no conseguí recuperar el sueño, por lo que tuve que resignarme y darme por levantado a las cinco y media de la mañana.

 

Al principio, me dediqué a dar vueltas por mi lado de la cama, pero conforme pasaban los minutos me di cuenta de que estaba perdiendo el tiempo. Salí silenciosamente del cuarto una vez que me aseguré de que Chanyeol seguía profundamente dormido.

 

Mi intención inicial era tumbarme en el sofá para leer una revista de decoración infantil, que me había regalado Chanyeol con la intención de encontrar alguna idea con los muebles que queríamos para Haeyoung. Sin embargo, una vez que cerré cuidadosamente la puerta del dormitorio, se me ocurrió transportar el sillón del salón al cuarto de nuestra pequeña. Intenté cogerlo a peso, pero pesaba tanto que no pude evitar arrastrarlo por el suelo del piso.

 

Una vez dentro de la habitación, y con el sillón perfectamente colocado junto al armario, caí en la cuenta de que hubiera sido mucho más fácil haber traído directamente una silla de la cocina.

 

-Papi está torpe- susurré mientras me acariciaba la barriga, acomodándome tranquilamente con la mirada fija en aquellas preciosas paredes.

 

Unos días atrás, los chicos volvieron a presentarse por sorpresa para seguir con la pintura. Ya estaba todo terminado, excepto por un par de detalles que aun faltaban por acabar.

 

Me levanté torpemente con la intención de cerrar la ventana. No habían pasado ni dos minutos desde que la había abierto, buscando que el ambiente se ventilara y desapareciera el fuerte olor a pintura, pero tenía tanto frío que notaba una extraña sensación de resfriado.

 

Tomé asiento de nuevo prestándole atención a las blancas nubes del lado azul. Dejé que mis pensamientos fluyeran en tanto que mis ojos se iban cerrando poco a poco, cayendo agotados por el cansancio.

 

-Baek- escuché como me llamaban dulcemente- Baek, cariño- me froté la zona cercana a los ojos percatándome de la feliz presencia Chanyeol y del sol que empezaba a salir.

 

-Channie … - me incorporé tirando al suelo la manta que anteriormente cubría mi cuerpo- ¿y esto?- pregunté sorprendido, no recordaba haberme tapado con nada.

 

-Te la he puesto cuando me he despertado. No sabes el susto que me has dado, no sabía dónde te habías metido.

 

-Me he quedado dormido- contesté estirando los brazos.

 

-¿Qué hace aquí el sofá?- me cuestionó dudoso con sus preciosos ojos clavados en los míos.

 

-Bueno … es una larga historia- sonreí abrazándole, buscando que dejara el tema de lado.

 

No recuerdo cómo lo conseguí, pero entre beso y beso acabamos llegando a la cocina. Ignoramos que el desayuno ya estaba listo, que me había levantado más tarde y que teníamos que ir al trabajo para subirme a la encimera mientras que me aferraba cada vez con más fuerza a su cuello y su pelo.

 

-Si que te has levantado cariñoso hoy- bromeó en uno de los pequeños instantes que tuvimos para coger aire.

 

Volvimos a juntar nuestros labios saboreando con curiosidad la boca del otro. Su mano izquierda se agarró con seguridad a un lado de mi cintura, mientras que, con la mano derecha, recorría cada centímetro de mi espalda.

 

Conforme iban pasando los segundos el momento se fue intensificando cada vez más, llenándose de placer y de un incontrolable deseo. Justo en el instante en el que toqué su bóxer, con la clara intención de quitárselos, sentí una patada en mi barriga causada por la inquieta Haeyoung. Me separé ligeramente de Chanyeol para poder centrarme en la zona, intentando que no volviera a repetir el golpe con un delicado y cariñoso masaje.

 

-¿Ha pasado algo? ¿Te duele?- me preguntó muy sorprendido a la vez que preocupado.

 

-Haeyoung me ha dado una patada- dije con un tono animado sintiendo su mano sobre la mía para relajar a nuestra princesa- creo que Haeyoung no tiene ningunas ganas de que sus papis tengan un momento romántico- bromeé sonriendo.

 

-Eso parece- me cogió de la cintura ayudándome a bajar de la encimera.

 

Me senté donde siempre observando detenidamente el frío desayuno. Cogí una de las galletas de chocolate, que había junto a mi infusión, en tanto que me cuestionaba mentalmente si debería coger más galletas o si era mejor variar, empezando la nueva caja de cereales que habíamos comprado.

 

-Chanyeol- le llamé curioso al verle de pie dándome la espalda-¿qué estás haciendo?- se giró rápidamente mirándome fijamente.

 

-Necesito ir un momento al baño- bajé ligeramente la mirada, encontrándome con su feliz miembro haciendo acto de presencia por debajo de su bóxer.

 

-¿Es enserio?- pregunté sin poder creerme que ya estuviera así- si solo han sido unos besos.

 

-Lo sé, pero es que me pones mucho- me sonrió dedicándome un veloz beso en la frente antes de salir corriendo con dirección al cuarto de baño.

 

-¿Quieres que te ayude?- grité con intención de que me oyera desde el otro lado de la casa.

 

-No hace falta. Tu ve desayunando, que vamos un poco tarde- me reí imaginándomelo.

 

Volvió poco tiempo después con el rostro bastante ruborizado, acompañado con un ligero calor que le hizo sudar ligeramente. Me sonrió con naturalidad tomando asiento donde siempre. Le dio un sorbo a su templado café antes de soltar, con su característico tono de broma, que esa situación le estaba recordando a cuando éramos más jóvenes, al poco de empezar nuestra relación.

 

-¿Quieres que te de una sorpresa luego?- preguntó con curiosidad ,una vez que terminamos el desayuno, mientras que nos encaminábamos al dormitorio.

 

-¿Una sorpresa?- mis ojos se abrieron expectantes.

 

-Esta tarde, cuando te recoja de trabajar- me informó, haciendo que inmediatamente tuviera unas ganas tremendas de haber terminado ya el trabajo- ¿al final vas a querer que te recoja para ir a comer?- se interesó en tanto que estiraba las sábanas que cubrían el colchón.

 

-Solo tenemos cuarenta y cinco minutos, no nos va a dar tiempo a nada. Seguramente nos vayamos los tres a algún restaurante de por allí y después, Kyungsoo y yo nos volveremos para empezar el turno de tarde.

 

-¿A qué hora saldréis?

 

-Sobre las seis y media, puede que un poco más tarde, depende de la prisa que nos demos con los informes. Yo te llamo cuando estemos acabando- abrí el armario para preparar la ropa que nos pondríamos.

 

Extrañamente llevábamos unos días en los que el tiempo era maravilloso, el sol brillaba con intensidad y el intenso frío del invierno parecía ir desapareciendo poco a poco.

 

-Baek voy a ducharme- me avisó apoyado en el marco de la puerta del baño con la toalla enganchada en la cintura.

 

-Genial. En cuanto terminé iré a lavarme los dientes- le vi asentir, escuchándose, a los pocos segundos, el ruido del agua cayendo sobre su cuerpo.

 

Una vez todo estuvo listo, dejé la ropa en el lado derecho de la cama. Me dirigí al cuarto de baño tarareando una pegadiza canción que Chen me había pegado. Nada más entrar en el interior de esas cuatro paredes, le vi cubierto por una esponjosa capa blanca de espuma. Sus brillantes ojos se encontraron con los míos y, aunque intenté con todo mi esfuerzo centrarme en lavarme los dientes, no hubo forma de dejar de pensar en su precioso cuerpo.

 

No sé cómo llegué a percatarme de que, en el lado izquierdo del espejo, se veía reflejado su rostro junto con la mayor parte de su torso. Pasamos los minutos así, observándonos detenidamente a través del espejo. Nunca antes había tardado tanto en una acción tan rutinaria como extenderme el dentífrico en los dientes.

 

Al rato, Chanyeol pareció darse cuenta del desperdicio de agua que estaba haciendo, por lo que cerró el grifo y se dispuso a salir de la bañera. Sin embargo, estaba tan distraído mirándome el trasero, que movía aposta con la intención de molestarle, que no calculó del todo bien y terminó dándose en una de las piernas con el duro borde de porcelana. Chanyeol se puso a saltar desesperadamente mientras que se quejaba del dolor. La escena era tan graciosa que no pude evitar reírme a carcajadas, escuchándole quejándose por mi actitud infantil.

 

-¿Estás bien?- me interesé dejando la risa a un lado.

 

-Creo que si- contestó tomando asiento en el suelo, apoyando su espalda contra la pared en tanto que se acariciaba la zona roja.

 

-Seguro que después te sale un hematoma. Te has dado bien fuerte- me senté junto a él revisando el golpe más de cerca- creo que tenemos una crema para esto. Me parece que Kris se la dejó aquí aquella vez que se dio en el brazo.

 

-A lo mejor la hemos tirado- me levanté buscando por cada rincón de la habitación- da igual cariño, ya casi ni me duele- ignoré por completo su comentario poniendo toda mi atención en encontrar aquel medicamento.

 

-Aquí está- dije al fin enseñándole victorioso el tubo de crema.

 

Intenté echarle el contenido del producto con un ligero masaje, sin embargo, Chanyeol acabó haciéndolo él porque insistía en que tenía que cuidarme y no hacer esfuerzos. Le protesté quejándome porque eso era una tontería de excusa, pero entonces, me enseñó el reloj que llevaba en la muñeca, apenas quedaban siete minutos para salir si no queríamos llegar tarde al trabajo.

 

Me duché con velocidad, me vestí con la ropa ancha que había dejado preparada y me pinté a la perfección con el delineador. Chanyeol cogió su carpeta con los papeles que necesitaba, en tanto que yo me ocupaba de coger las llaves, el dinero para la comida y la revista de moda de Chen que ahora le tocaba ver a Luhan.

 

-Channie vamos a coger el autobús- dije con aegyo al ver el vehículo al principio de la calle.

 

-¿El bus? ¿Estás bien? ¿Te duele algo ¿Estás cansado?- me preguntó con preocupación una y otra vez.

 

-Estoy bien- le dediqué una de mis mejores sonrisas- es solo que me apetece cogerlo- le abracé mintiendo ligeramente.

 

En realidad era para que a Chanyeol no le molestara el golpe que se había dado, pero si le hubiera dicho que era por eso no me habría hecho ni caso, así que aproveché mi situación para que aceptara de inmediato.

 

Una vez dentro del abarrotado autobús nos dimos cuenta de que todos los asientos estaban ocupados. Algunas personas me miraban la barriga cuestionándose si deberían o no dejarme su asiento. Al final, nadie pareció levantarse, por lo que Chanyeol y yo tuvimos que agarrarnos con fuerza y esperar de pie hasta que la gente fuera saliendo del vehículo.

 

Después de un rato ambos nos bajamos en una parada cercana al edificio de mi empresa. Chanyeol todavía tenía que coger otro autobús que le llevara hasta su trabajo, así que tuvimos que despedirnos con un fuerte abrazo y un cariñoso beso en los labios.

 

En tanto que caminaba por una calle paralela acabé recordando por qué habíamos dejado de coger aquel transporte público. Me dolía la espalda de chocarme con todo el mundo y sentía los pies hinchados por culpa de pasar tanto tiempo de pie.

 

Llegué a la empresa diez minutos tarde, con la respiración acelerada acompañada con unas tremendas ganas de sentarme. Saludé a los chicos con cariño ganándome un abrazo por parte de los dos.

 

-¿Qué os pasa ya?- pregunté con curiosidad dejando la revista de Chen en la mesa de Luhan.

 

-Nada- contestó rápidamente Luhan antes de que D.O tuviera tiempo de decir algo.

 

-Cuenta, cuenta- pedí con intriga, no tenía ni idea de lo que podría ser.

 

-Ayer pasó una cosa muy graciosa- no tardó mucho en ceder- no se lo vayas a decir, que como se enteren de que lo he contado me matan- asentí sin entender mucho, escuchando de fondo la risa de Kyungsoo- anoche Suho y Lay se lo montaron en un parque, se escondieron en una zona con muchos árboles pero alguien debió de verles, porque avisaron a la policía- se me escapó una carcajada imaginándolo- les llevaron a comisaria. Lay me llamó a las tres de la mañana, tuve que ir a un cajero para sacar, con dos tarjetas diferentes, el dinero que necesitaban para pagar la multa y salir de allí.

 

-Eso les pasa por hacer esas cosas en la calle. Seguro que algún niño les vio, pobrecillo- comentó D.O cambiando su expresión por una sonrisa- aunque debo decir que es muy gracioso.

 

-Tendríais que haberles visto- los tres nos echamos a reír.

 

Una vez que nos tranquilizamos decidimos empezar con el trabajo, aunque como siempre, sin dejar de lado nuestras entretenidas conversaciones.

 

-Por cierto Baek, Jongin me ha contado que Chanyeol ha rechazado un viaje de negocios a Japón. Los dos estuvimos hablando y entendemos su decisión de no dejarte solo, pero es un mes, te puedes quedar con nosotros si quieres- aparté la vista de la pantalla del ordenador para mirarle fijamente, no tenía ni idea de lo que estaba hablando.

 

-¿Qué?- acabé diciendo totalmente perdido.

 

-¿No te ha dicho nada?- moví la cabeza negando.

 

-Creo que la has cagado- dijo esta vez Luhan- no le des más vueltas Baek. Es normal que no quiera dejarte solo y seguro que no te lo ha contado para que no le hagas cambiar de idea- intentó convencerme buscando la manera de que no me enfadara con Chanyeol.

 

-Ya, pero … -me quedé pensativo sin saber muy bien que hacer o decir.

 

No es que aquello me hubiera sentado mal, ni que me sintiera triste por ello, pero se me hacia raro que Chanyeol me ocultara las cosas. Además, tenía la extraña sensación de no dejar que Chanyeol trabajara más de lo normal o que participara en algunas cosas relacionadas con su trabajo.

 

-No le des importancia. La he liado sin querer, a lo mejor tenía pensado contártelo en estos días.

 

-Es posible … -acabé resignándome, lo mejor era preguntarle a él directamente.

 

-¿Habéis pensado ya a dónde queréis ir a comer?- nos cuestionó Luhan centrándose de nuevo en el trabajo, haciendo, de una forma muy disimulada, como si nunca hubiéramos tenido la conversación anterior.

 

-Yo quiero pollo frito.

 

-Y yo- contesté con una pequeña sonrisa.

 

-A mi me apetecía pizza o comida china- intentó convencernos con su sutil y efectivo aegyo.

 

-Lo siento, somos tres contra uno- argumentó D.O con seguridad.

 

-¿Tres?- Luhan miró a todos lados con mucha sorpresa, buscando a esa tercera persona por algún lugar de la oficina.

 

-Haeyoung también cuenta- soltó Kyungsoo molestando a Luhan- ¿a que sí, pequeña?- me preguntó acariciando suavemente mi barriga.

 

-Mi sobrina seguro que prefiere otra cosa.

 

-Ella querrá lo que diga Baek- empezaron a contestarse con chulería, molestándose el uno al otro.

 

-Dejadlo ya, por favor- decidí terminar allí antes de que se enfadaran. Aunque me había encantado que metieran a Haeyoung en la conversación, sin duda sabían cómo sacarme una sonrisa.

 

El resto de la mañana pasó normal, nos quedamos trabajando con los informes hasta las tres. Luhan ya había terminado con todo, así que aprovechamos nuestros cuarenta y cinco minutos de descanso para salir a comer con él a un restaurante próximo al lugar en el que nos encontrábamos. Pedimos un plato enorme de pollo frito, acompañado con patatas, un par de salsas y unos refrescos.

 

Nos despedimos de Luhan en la parada del autobús, todavía tenía que recoger a Sehun antes de ir al médico para que hiciera la rehabilitación. Según nos había contado, el doctor les había dicho que Sehun estaba mejorando mucho, por lo que seguramente en unas semanas podría ir andando sin las muletas.

 

Aunque a nosotros también nos hubiera gustado irnos, tuvimos que resignarnos y volver al trabajo. Durante dos horas y poco fuimos disminuyendo la montaña de folios y carpetas que se habían acumulado en nuestras mesas. En ese tiempo, D.O se tomó dos cafés para evitar que se quedara dormido, se le veía cansado y, de vez en cuando, se le escapaba un notorio bostezo.

 

-Ya queda poco- intenté animarle de alguna manera.

 

Para cuando únicamente nos quedaban cinco informes, decidí enviarle un mensaje a Chanyeol avisándole de que ya estaba terminando. Kyungsoo hizo lo mismo, alegrando su rostro con una sonrisa al recibir la respuesta de Jongin.

 

Una vez que terminamos, y recogimos todo, nos bajamos juntos por el ascensor. Nada más salir del edificio nos encontramos con nuestros novios hablando tranquilamente mientras se ayudaban, el uno al otro, a ponerse bien los pelos del flequillo.

 

-Guapos ¿estáis solos?- llamé su atención con mi característico humor.

 

-Estamos esperando a nuestros queridísimos novios- Chanyeol me siguió la corriente acercándose cada vez más a mi- pero por vosotros podemos dejarles aquí- Kai y Kyungsoo nos miraban confusos en tanto que nosotros seguíamos.

 

-No creo que les siente muy bien- contesté juntando nuestros cuerpos, acariciando su cuello.

 

-Seguramente- dijo entre risas antes de besarnos apasionadamente.

 

-Estáis fatal- le escuché decir a la pareja, se habían cogido de la mano y se miraban con una ternura adorable.

 

-Nosotros nos vamos a ir yendo- dijo Chanyeol sin apartar su mano de mi cintura.

 

-Pasarlo bien- soltaron con una sonrisa alejándose poco a poco.

 

Pese a que, por un instante, se me había olvidado completamente. En el momento en el que Chanyeol se tiró por una calle distinta recordé lo que me había dicho aquella mañana sobre una sorpresa. Pasamos unos diez minutos andando hasta que paramos en la entrada de un famoso, y muy conocido, parque del centro de la ciudad. Me senté en un banco cercano, apenas retirado un par de pasos de la puerta principal por la que no dejaba de entrar y salir gente. Me dio un rápido beso en los labios y, con un tranquilo susurro, me pidió que esperara un poco.

 

Me quedé allí observando los altos árboles, la gente que hacía deporte, los niños que pasaban jugando de un lado a otro, las parejas enamoradas que caminaban cogidos de las manos, las flores de colores que daban color dentro de todo lo verde …

 

-Baek- apareció de repente Chanyeol dándome un buen susto- ven- me tendió su mano derecha, ayudándome a levantarme.

 

Nos adentramos un poco más en aquel parque, pasando por unos columpios infantiles junto a una gigantesca fuente. Fuimos alejándonos de la gente, por allí apenas pasaban dos o tres personas, la mayoría haciendo deporte. Al final, Chanyeol acabó deteniéndose en un amplio césped con unas buenas vistas, desde allí podíamos ver la zona más concurrida del parque, en donde estaban la mayor parte de los niños. En el suelo se encontraba un tela extendida, una merienda cargada de chocolate y una preciosa y tierna carta que me hizo llorar de emoción.

 

-¿Cuándo se te ha ocurrido todo esto?- pregunté intrigado apoyado en su hombro.

 

-Se me ocurrió anoche antes de dormir. Esta mañana me he acordado de que salías tarde y he aprovechado- me sonrió cariñosamente para después posar sus labios sobre mi frente.

 

-Me ha encantado, es maravilloso- me pegué aun más a él sintiendo su mano en mi barriga- Channie … - hice una pequeña pausa antes de seguir- me he enterado del viaje de negocios a Japón- confesé algo sensible- sé que lo haces por nosotros, pero no quiero que por mi culpa dejes de hacer lo que te gusta- agaché un poco la cabeza.

 

-No seas tonto- me cogió tiernamente subiendo mi rostro, poniendo nuestro ojos a la misma altura- a mi lo que más me gusta es estar con vosotros- una lágrima salió salvaje descendiendo por mi mejilla.

 

-Te quiero mucho Channie- le abracé con fuerza llenándole la camisa de lágrimas.

 

Nos quedamos así un buen rato disfrutando del feliz momento. Acabamos recogiendo todo una vez que el sol desapareció y un ligero viento frío se hacía presente. Volvimos a casa en taxi para no hacer esfuerzos. Según Chanyeol el golpe no le dolía pero tenía tan mala pinta, que preferí ahorrarnos andar.

 

Todo el trayecto en taxi me lo pasé agradeciéndole una y otra vez por el detalle, me había encantado la sorpresa, aquel momento me había llegado con una intensidad increíble.

 

Después de la cena, que preparamos juntos entre risas y besos, nos sentamos en el sofá tocando la guitarra mientras que cantábamos juntos algunas de nuestras canciones favoritas.

 

A eso de las una de la madrugada decidimos trasladarnos al dormitorio. Me tumbé en la cama esperando a que Chanyeol terminara de poner los móviles en silencio, cerrara la puerta con llave y preparara los papeles que tenía que llevarse al trabajo al día siguiente. Sin embargo, mi cuerpo acabó relajándose tanto que terminé quedándome dormido antes de que Chanyeol llegara a tumbarse conmigo.

Notas finales:

¿Qué tal? ¿Qué os ha parecido?

Baek está un poco sensible :3

Espero que os haya gustado ^^

Dentro de unas horas, como muy tarde mañana, subiré una pequeña sorpresa a la página de facebook https://www.facebook.com/pages/Fanfic-CWC/1390195777889007

Dejen reviews con sus comentarios, por fiiiiiii

Un súper abrazoooooooooooooo <3

Os quiero ^^

 


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