Con un corcho, la muerte tapaba el frasco brillante que sostenía en la mano, confundida observaba a todos los que los rodeaban; entre ellos murmuraban, otros mas solo parecían asustados y solo uno marcaba nervioso el número de emergencia. Nadie lo podia creer, ¿Por qué un hombre tan joven haría algo así? ¿Qué lo orillo a eso? Algunos todavía tenían la imagen de él callendo desde la azotea de ese alto edificio.
La mujer de negro se alejó, nadie la notó, nadie la sintió, nadie sabía que existía, guardó la alma, entre su túnica, y llena de dudas se sentó en una de las bancas del parque, aquellas que no estaban iluminadas, si alguien por una extraña razón la escuchara, podría justificarse con la obscuridad de la noche y lo peligroso que es ese lugar.
Miro al cielo, como siempre contemplo la luna y suspiro profundo.
-¿Estas bien? ¿Te sucede algo?- preguntó un niño, con ropa desgastada, delgado, tanto que se comenzaban a notar los huesos.
-No lo entiendo- susurra la mujer, sonríe con ironía y mira al niño con ternura -¿Qué haces aquí?
-Me preocupe por ti, estas distraída- sonrió el pequeño sentándose a un lado de ella
-¿Preocupado? Mira quien lo dice, tu no deberías estar aquí- se miran y los dos ríen
-No tengo a dónde mas ir- controlando su risa el pequeño contesta, pero el rugir de su estómago los sorprende
-Toma, seguro que con esto calmara- la muerte le entrega un objeto envuelto en un pañuelo gris -si te preguntan, les dices que lo encontraste en Arabasta, si les dices que yo te lo di... No te creerán
-Si,muchas gracias amiga- sonríe alegre para la dama, el grito de muchas niños llama su atención, el pequeño les hace señas y los demás, igual de susios y delgados, llaman a una jovencita quien lo mira molesta -Deja de vestirte así, por eso no te ve
-Dile que aquí lo tenias escondido... para que no se enoje contigo- le guña el ojo, el niño corre asía ellos y les muestra el jade que la muerte le dio todos se sorprenden y la dama se aleja de ellos.
-¿De dónde lo sacaste?- La voz de un hombre se escucha serca de ella
-Eso ya lo sabes- sonríe sarcástica, y un poco molesta que dios pregunte si ya conose la respuesta.
-¿No crees que lo puedes meter en problemas?- esta vez dios se escucho molesto, la muerte suspira, él tiene razón, pero algo no le permite dejar de hacerlo.
-Ellos si me escuchan- con una voz entristecida contesta -Y no me ven con miedo y desesperación, como lo hacen los hombres... - suspira nuevamente
-Hablas conmigo- le contesta mas tranquilo, ya lo había pensado, ya había visto ese rostro lleno de soledad, también él sentía tristeza por ella
-Si... Eso me recuerda, ¿Tu sabes por qué pude tocar a Smoker?- sorprendida miró al cielo, siempre sentía la presencia de dios ahí, aunque en algunas ocaciones la sintió en varios lugares de la tierra
-Porque existes... Por lo menos para él-la muerte mostró un rostro de curiosidad ¿Por que cada respuesta de dios la hacia sentir saber mas? -los niños pueden verte, porque no te temen, los hombres a pesar de saber que existen, le tiene miedo a encontrarte, los vivos no quieren saber de su fin, y su fin eres tú, por eso pueden verte cuando están agonizando... Al dejar que Smoker te recordará, te hizo real para él, existes y porque existes, te ve, te escucha y te toca, como tu a él.
-Entiendio- sonrió, de una manera que jamas lo había hecho, sus ojos se iluminaron, su rostro dejo de tensarse, parecía viva
-Eso me agrada- dijo dios, con la voz que tanto le gusta oír a la muerte, ella desconcertada regreso la atención al cielo
-¿Qué?
-Que contigo, al ser una diosa como yo, no puedo leer tu futuro, porque no lo tienes y por eso no sé que es lo que va a pasar...
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Spiders Coffee, estaba escrito en la parte superior de ese lujoso local, una cafetería cituada en la zona adinerada de la cuidad. Adentro las mesas de madera, estaban iluminadas de veladoras eléctricas, camuflajeadas con un bello adorno, los sillones de piel perfectamente cuidados y la musica suave lo hacia un lugar acogedor.
Una dama de mediana estatura, joven, de curvas muy pronunciadas, de cabello largo y risado de color azul obscuro y unos obscuros ojos verdes, que los ocultaba con unos lentes; atendía a los adinerados clientes que llegaban ahí para hablar de negocios, romance o el fin de este
Crocodile entró sin llamar la atención, se sentó en la mesa que estaba en la esquina de la cafetería, la mujer se acerco con la carta en la mano, mientras caminaba exageraba los giros de cadera, algo que llamaba mucho la atención de los caballeros.
-Buenos días caballero, sea usted bienvenido mi nombre es Paula, estoy para servirle, lo dejare unos segundos para que elija su orden, con permiso- le dejo la carta en la mesa y se retiro, el moreno sonrió irónico, observo a los pocos clientes que estaban en ese lugar.
Después de unos minutos, fingiendo ver el menú, llamo a la dama con una señal de la mano, la mujer se acerco lentente, después de despedir a unos clientes.
-Esta listo para ordenar señor- con una pequeña libreta en mano, se coloco serca de él.
-Si, un café americano y un pay de manzana- la mujer escribió la orden, observó el lugar, unos clientes salían, dejándolos solos, sonrió
-Claro, un segundo- se dirigió a su pequeña barra, preparo el café, corto el pedazo de pay, coloco el letrero de cerrado, y llevo la orden a la mesa del hombre -toma tu café- se sentó enfrente de el y comió del pay, mientras que Crocodile le dio un sorbo a la bebida.
-Necesito que publiques esto mañana- le aventó un sobre amarillo, este no parecía pesado, la mujer lo observó curiosa.
-Directo al grano ¿No?, mínimo podrías contestarle el saludo- tomo el sobre y lo abrió, al ver las fotografías se sorprendió, miró al hombre confundida, este se encontraba encendiendo su puro -Esto paso ayer, pudiste traermelo antes, hubiera salido hoy, esto es...
-Lo quiero para mañana, me importa muy poco tu opinión... Si no quieres o no puedes, solo dilo y le pediré ayuda a otro periódico.
-Estas loco, esta primisia me dejara muchas ganancias, mañana estará en primera plana
-Perfecto
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En la estación de policía en un cubículo, dos damas estudiaba cada imagen de la selda, donde una mujer se ahorco.
-Kaya descansemos un poco, estoy exhausta- Tashigi dejo caer su peso en la silla giratoria
-Pensé que Smoker-sama nos ayudaría- dijo la rubia, haciendo lo mismo, en la silla que estaba atrás de ella.
-Eso pensé tambien- apenas susurro recordando la discusión que tuvo con su hermano la noche anterior.
Flash Back
-Akaino nos pidió que hiciéramos la investigación de esto- decía Kurohige mientras se sentaba en al sillón
-¿Investigación? Por favor ¿Qué vamos a investigar? Es un suicidio- Smoker lo siguió un poco molesto al escuchar la orden de su jefe
-Yo que sé, solo les traigo las noticias y ordenes del jefe
-¿Empezamos ahora o mañana?- preguntó la dama, que parecía un poco anciosa
-Pueden empezar mañana si quieren, hoy estoy cansado y mañana es mi día libre- el peliblanco se levanto y se dirigió a las escaleras
-¿Hablas en cerio?- confundido Kurohige lo siguió
-Si
-Espera hermano, estamos hablando de...- Tashigi lo detuvo, sentía molestia, ¿Qué le ha estado pasando a su hermano? Esta actuando extraño, quizás...
-Se perfectamente que quieres decir Tashigi y esto no lo quiero discutir contigo, hoy ni otro día, murió punto no hay nada que hacer- Smoker, enojado retiro la mano de su hermana y siguió su camino
-Esto fue extraño, ¿Qué es tan importante para dejar esto en segundo plano? ¿Ya tiene novia?- divertido y satisfecho el pelinegro preguntaba, observando a los dos hermanos.
-No, pero eso parece ¿Verdad?- contesto molesta, recordando a un joven con sombrero de paja
Fin Flash Back
-Kaya, ¿Por qué no vas a comer? continuemos mas tarde, hay que despejarnos- aun con Luffy en la cabeza, se levanto de la silla y estaba por retirarse.
-Esta bien Tashigi-sama, pero usted ¿A dónde va?- pregunto preocupada, el rostro de la peliazul parecía trastornada
-Necesito hacer algo
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Smoker estaciono su motocicleta, en una tienda de supermercado, no podía llegar con las manos vacías a la fiesta, aunque era invitado, su educación no le permitía hacer eso, además de que no iría a la casa de Luffy, sino a la de un amigo suyo.
Busco entre los pasillos, pensando que seria lo mejor que llevar; llego a la área de carnes, sonrió definitivente compraría eso.
Después de comprar varios kilos, salio en la dirección que el pelinegro le había indicado. Llego a una casa muy lujosa, cruzo un enorme jardin antes de llegar a la entrada de la misma, toco el timbre dos veces, al abrirse se encontró con una gemelas muy peculiares
-Buenas tardes sea bienvenido, ¿A quien busca?- preguntaron al unisono
-Mugi... Luffy, Portgas D Luffy ¿Es aquí? Soy Smoker
- Oh, es el nuevo amigo de Luffy-sama, pase por favor- lo guiaron por un pasillo, después de pasar la sala, llegaron a la piscina, donde estaba la fiesta
Smoker al ver la enorme alberca, sudo frío, abrió los ojos de sorpresa y la imagen de él y su hermana siendo rescatados del mar, se presento en sus recuerdos.
La mirada de todos, lo regreso a la realidad, pudo reconocer a muchos jóvenes, por las anécdotas de Luffy, el pelirrojo seguro era Kid, ya que era el único con un cabello de ese color, estaba a un lado de Zoro, quienes tenían una botella en las manos, seguramente el que estaba en la parrilla era Sanji, es el único rubio y cocinero, la pelinaranja era Nami esta saliendo de la piscina con un hermosos bikini, seguido de Franky, pues era el único con enormes brazos.
Robin, se encontraba asoleándose en una banca con una mesa a un lado, con una refrescante bebida y un libro en las manos, el niño debe ser... Chopper, sí, ese era el nombre que le había dicho, ese del afro debe ser Brook y ese amargado seguro era Tarao, Law o algo así. Pero al dueño de la casa y a su"amigo" no los veía por no ningún lado y ¿Quién era ese otro chico rubio que estaba solo en una de las bancas?.
-HUMITOS LLEGASTE, OH SABO TAMBIÉN- escucho el grito del pelinegro, quien salia corriendo con un traje de baño de color azul, Smoker al verlo se sorprendió
-Mugiwara, no sabia que nadabas- bajo la vista no sabia porque, pero se sentía extraño.
-No, no se nadar- contesto con simpleza sorprendiendo al peliblanco -CHICOS OI VENGAN... SABO- todos acudieron a su llamado, Robin al verlo se sorprendió, pero se calmo rápidamente, que nadie lo notó.
-Luffy y...- un pequeño golpe en su costado, interrumpió a Usopp, quien solo observo a Luffy confundido
-Ellos son...- tomo del brazo al rubio y al peliblanco- Sabo- señalo al rubio, Kid lo miro con desconfianza, apareció de la nada y ahora estaba con ellos y por lo que se veía tenia la confianza de Luffy, algo que no era tan fácil de conseguir, aunque parecía lo contrarió -y él es Humitos- río divertido
-Smoker, of...- se detuvo al recordar la petición del pelinegro"no vallas a decir que eres policia por favor" -mucho gusto
-ellos son, Kid, Zoro, Nami, Law, Franky, Chopper, Robin, Sanji, Brook y Usopp- señalo a cada uno de ellos -genial ahora a COMER... espera falta ella
Smoker se sorprendió, ¿Dijo ella? ¿Ella quien? Sintió una molestia en el estómago -Yo traje esto- interrumpió mostrando el enorme bulto que llevaba de carne
- Se nota que lo conoses bien- dijo Sanji tomando la carne- Con solo pescado no calmariamos el apetito de nuestro capitán
-Oh esperen, yo tambien traje algo- Sabo corrió por otro bulto del doble de tamaño que el que llevo Smoker, quien lo miro molesto -Seguro también servirá de algo- con una enorme sonrisa le entrego la carne a Sanji
-Definitivamente lo conosen muy bien- divertido se sacerco Usopp para ayudar al rubio
-¿Puedo ayudar en algo?- Smoker, aunque incomodo quiso sentirse parte de todos ellos, solo por complaser a cierto pelinegro
-Disfruta la fiesta amigo, tu no te preocupes Sanji es el mejor- Franky lo abrazo por el cuello, con un brazo llevándolo asía una de las mesas, entregándole una cerveza -además falta la novia de Luffy
-¿Novia?- sorprendido lo miro y regreso su atención a Franky -No sabia que tenia novia
-Nadie lo sabia, hoy la presentara
-No sabemos si es su novia, pero si le debe interesar, todo la fiesta la pensó en ella- esta vez fue nami la que interrumpió
-SABO- lo llamo Luffy, el rubio lo busco, ellos de la nada comenzaron a pelear, nadie le tomo importancia conocían los gustos extraños de Luffy para divertirse, Smoker no era el único molesto con eso, en uno de los sillones Zoro y Kid también miraban sospechoso al rubio.
Escucharon el timbre, Luffy dejo de pelear al instante, recibiendo un golpe directo a su rostro. No le importo, se puso serca de la puerta para esperar esa persona
Al ver el interés de su amigo, todos se acercaron también, los pasos se escucharon, al entrar algunos lo esperaban y otros molestos, miraron a las dos damas entrar
-oh, que recibimiento- comento Hancock al ver a todos serca
-Ah, solo es Hancock y Violet- desilusionado Luffy se alejo de ellas, provocando la sonrisa de muchos y la molestia de la pelinegra provocativa
-Luffy-san, Luffy- san- apenas se escucho un susurro atras de las damas, Luffy al reconocerla, corrió asia ella, y todos interesados también se acercaron.
Hancock, Smoker y Sabo parecían molestos y mas interesados que los demás, todos se sorprendieron al ver a la mujer de enormes pechos, cabello color salmón entrar con Luffy.
-Miren ella es Shirahoshi, es mi nueva amiga- la mujer sonrojada, bajo la vista, jugo con sus dedos.
-Hola mucho gusto- apenas susurro, Hancock, Sabo y el peliblanco no lo podían creer a quién había invitado Luffy
-¿Tu...? ¿Tu eres la hija de Neptuno?- pregunto Nami muy sorprendida
-Si- contesta nerviosa
-Luffy- se acerca muy sorprendido Sanji al pelinegro -¿Cómo conociste a la hija del gobernador?
-¿QUÉ? ¿TU ERES LA HIJA DEL GOBERNADOR?- grito sorprendido Luffy observando a la dama
-Si, por eso estaba en el hospital- contesto sonrojada
-¿NO LO SABIAS?- gritaron sus amigos mas sorprendidos que él
En el techo de la casa la muerte sonreía, no quería perderse ningún detalle de esa fiesta, por fin su estudio llegaba a lo interesante...