Siente las manos ajenas, recorrer su pecho, se detienen en sus pezones y juegan con ellos, su lengua lucha con la intrusa que invade su boca; abre sus ojos, observa a su alrededor, el pasillo parece estar solo.
Necesitan respirar, se separan, Zoro respira en su cuello, haciendo que su piel se erise.
-Me encanta tu aroma- le susurra, suelta sus manos y toca su rubia cabellera -Todo tu me encanta
-No, no lo entiendo... Luffy- intenta hablar, la boca del peliverde en sus pezones, lo están excitando.
-No lo hagas- dice sin dejar su trabajo,
-¿Qué?- parece que no es real, Zoro lo acaricia, lo besa, lo excita, y sus leves jemidos lo confirman
-No nombres a nadie más, solo a mi- lo ve a los ojos, y lo toma de la nuca, para besarlo nuevamente, su mano desocupada baja para desabrochar su pantalón.
-Espera- lo interrumpe asustado, están a la vista de cualquier persona que se ocurra pasar por ahí.
-¿Por qué?- sonríe malicioso
-Pueden vernos idiota- dice molesto, mientras se acomoda su ropa
-¿Eso quiere decir, que lo podemos hacer en otro lugar?
-NO DIJE ESO- con un sonrojó muy marcado, le grita lanzando una patada pero Zoro la detuvo sonriendo.
-¿Es todo lo que tienes?- soltó el pie de Sanji y mostró un rostro triunfal
-Te daré todo lo que tengo- sonrió, y se preparó para pelear
-otra vez están peleando, ¿No pueden calmarse? -Los interrumpió Nami, golpeándolos en la cabeza -Luffy por fin se durmió, si se despierta de malas, ustedes serán los que lo tranquilicen- suspira -seguro estará molesto por culpa de ese policía
- ¿Policía?... ¡Smoker!- piensa, Zoro se había olvidado de él, tiene que salir a avisarle, pero ¿Qué pretexto puede decir?
-Si no fuera por Hancock, no lo hubiéramos sabido- menciona Sanji, molesto, al recordar al peliblanco.
-Odio decirlo, pero tienes razón- Nami, parece que se tranquilizo, aunque sigue sintiendo ese mal presentimiento.
-Genial, ahora esa mujer es una heroína, dence cuenta que no lo hizo por nosotros, sino por que quería a todo mundo lejos de Luffy- molesto les da la espalda, sin que ellos supieran, le acaban de dar el pretexto que buscaba -caminaré por los jardines- y sin esperar respuesta, se alejó.
-Encerio que odia a esa mujer- Nami, lo mira con ironía -Cualquiera diría que esta enamorado de Luffy
Sanji abre los ojos de sorpresa, si eso parece, todos lo sospechan, pero si es así, entonces ¿Por qué lo beso? ¿Por qué lo acarició de esa forma? no puede quedarse con esas dudas así que decide seguirlo, pero no ahora, no quiere testigos de su desdicha.
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En un pequeño departamento, una joven y un anciano cenan, mientras ven la televisión, escuchan la puerta abrirse, ven la hora, no pasan de las 8 de la noche y curiosos esperan al recién llegado.
-Pensé que llegarías mas tarde- dice la joven de cabello corto y ondulado.
-Koala tiene razón, ¿No se supone que seria una fiesta de jóvenes?- pregunta confundido el hombre, sin dejar su plato
-Luffy tenía razón... No debí haber mencionado mi profesión- se sienta junto a ellos, con pesades
-¿Por qué?- interesada la joven se acerca a él
-Por alguna extraña razón, todos ellos odian a los policías, o algo que los representen- soba su nariz, y cierra los ojos, necesita calmarse, tiene que encontrar la manera de seguir en contacto con Luffy
-Eso es extraño, ¿Quieres que los investigue?- la curiosidad le invade más, no es común que odies a alguien solo por dedicarse a algo
-Sabes que no estamos aquí por cosas así- dice molesto, no quiere tener razones para que el pelinegro lo odie.
-Bien, no te enojes- se aleja y sigue con su comida -Parece que a Sabo no le fue bien- le susurra al hombre que esta a lado de ella.
-Eso parece- se burla, a los dos les empieza a ganar la risa, y cubren su boca para que el rubio no los oiga.
-Me iré a dormir- molesto se levanta y los deja solos; entra a su habitación, sonriendo al recordar aquel beso robado, que le dio a Luffy
Se recuesta boca arriba, analizando cada detalle de la fiesta, sobretodo a las personas que estuvieron demasiado cerca de Luffy. Esa mujer llamada Hancock parece estar enamorada de él, mas que enamorada, esta obsesionada; Shirahoshi tampoco se separaba de él, pero no por amor, sino ¿Timidez quizás? Pero ese peliverde a pesar de no estar a su lado, lo conose mejor que cualquiera, lo consciente mas y lo protege mas que los demás, y Luffy lo aprieza mas que al resto de sus amigos; ese chico es su principal rival... Aunque ese peliblanco no se queda atrás, y no porque estuviera de tras de Luffy, sino porque el pelinegro, no dejaba de verlo.
Reacciona, se pone de pie, con frustración pasea su mano en su cabellera; se supone que no esta en esa ciudad, para encontrarse con el amor, sino para buscar su origen.
Desde que sus padres, o los que creyó que lo eran, murieron se entero de su verdadero origen, ya encontró a su padre, es alguien muy poderoso, y ser su hijo es peligroso, entiende porque lo dio en adopción quería protegerlo, no por nada ahora esta solo, pero quiere saber de su madre.
Según la información que ha recopilado, ella murió cuando él nació, pero en el cementerio ninguna mujer, que haya dado a luz a un niño, murió en la misma fecha que él nacio, tal vez también su padre manipulo esa información, tal vez también quería protegerla, ¿De qué? Solo dios y su padre lo saben.
Camina por su habitación, hilvanando cada idea, "También mi madre murió" escucha la voz de Luffy; rayos ¿Por qué no puede tenerlo fuera de su mente por mas de un minuto?, jamas en su vida había tenido que decidir entre dos cosas. La vida que le dieron sus adinerados padres, nunca lo pusieron en esa situacio; ¿Por que ahora? ¿Por que con algo así?
Cae de nuevo a la cama, cubriendo sus ojos con su brazo, "Eres muy fuerte, me gustas" otra vez su voz, ese día, después de uno de sus encuentros; sabe que no lo dijo por ese tipo de "gusto" pero escucharlo de Luffy y con esa respiración agitada, tuvo su efecto, desde entonces ha tenido sueños con él; besándolo o quitándole toda la ropa para hacerlo suyo.
Nunca había sentido nada igual, ¿Por qué tenia que renunciar a él? ¡No! Definitivamente no lo hará, tendrá a Luffy y también encontrara a su madre, no renunciara a nada, no tiene porque hacerlo; sabe que para tener al pelinegro su primer impedimento son sus amigos ¿Por que no volverse su amigo primero? Después todo será mas fácil.
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Zoro camina por los jardines, susurrando el nombre del peliblanco, sabia que no lo encontraría en donde lo dejó, cualquier ruido que él escuchara lo alteraría. También sabe que no se ira sin ver a Luffy, así que debe estar serca pero ¿Dónde?
Cierra los ojos un momento, suspira profundo, Smoker no puede ser tan impaciente o ¿Si?, si lo es, espera que no se le halla ocurrido intentar entrar a la habitación donde esta Luffy, cubre su rostro con su mano, sin dejar de caminar. Se detiene, mira a su alrededor y... ¿Cómo rayos llego ahí? el jardin lleno de rosales, las flores que solo a Sanji le gustan, sonríe moviendo su cabeza, ¿Asi de mal lo tiene ese cocinero pervertido?
-¡NO!- escucha el grito de Luffy, ¿No se supone que estaba dormido?, corre por donde cree que está, pero...
-¿Por qué no?- Smoker parece confundido, Zoro prefiere esperar, si es lo que él esta pensando, por supuesto que intervendrá, pero solo cuando sea indicado
-Ellos jamás lo entenderán- dice entristecido
-El que no entiende, soy yo- un poco molesto Smoker se acerca al menor -Ta vez si me dijeras el porque odian a los policías, lo entenderé.
-No soy quien, para decir el pasado de alguien- le contesta molesto, mirandolo fijamente
-ok, entiendo eso...- lo toma de los hombros y lo besa en la frente, Luffy se sonroja y Zoro se sorprende. -Pero, no quieres que sepan que somos novios- le sonríe, esta feliz, extrañamente feliz.
-No... ¿Novios?- tartamudea, en color rojo sobre sale de su rostro y sus ojos se abre de sorpresa.
-¿No quieres?- al peliblanco se le borra la sonrisa y siente cada latido se su corazón.
Luffy lo toma del cuello, para colgarse antes de besarlo y casi gritar su si, Zoro se retira del lugar, parece que todo esta bien con ellos, se detiene al notar a Sanji, parece que busca algo.
Demonios tal vez ya se dieron cuenta de que Luffy no esta en la habitación, tiene que ayudar a ese par de tórtolos.
-¿A QUIEN BUSCAS CEJILLAS?- grita desde donde esta, alterando a los otros dos, que detuvieron su beso al escucharlo -será a mi ¿Tal vez?- sonríe, mientras se acerca
Sanji siente que su corazón late más fuerte, se supone que todos odian los rosales, sobre todo a Zoro ¿Por qué esta aquí?
-¿cejillas?- confundido, Smoker se acerca por donde viene la voz del peliverde, pero Luffy lo detiene del brazo
-Sanji y Zoro son fuertes- lo mira preocupado -Son mis amigos, no quiero pelear con ellos así- baja la vista, su voz se oye triste, el peliblanco sonríe, Luffy lo quiere defender, rayos es tan adorable
Lo toma de la barbilla y lo besa -Nunca te podría en contra de ellos- lo vuelve a besar, esta vez mas profundo -me iré por el momento... Pero le diré a todo el mundo que te amo, incluidos a tus amigos.
Se retira del lugar, evitando encontrarse con alguien, dejando a Luffy en Shock... ¿Escucho bien? ¿El dijo que lo ama?, su corazón late muy fuerte, nunca imaginó que Smoker se fijara en él, mucho menos que le dijera eso... La próxima vez también se lo dirá.
-SANJI- se escucha la voz de Nami, Luffy piensa en irse a casa o regresar a la habitación, por lo que se oye, aun no se han dado cuenta que él ya no está, lo analiza, si notan que no está, tal vez culpen a Smoker, por lo que ágilmente, regresa a la habitación, cuidando no hacer ruido ni ser visto.
-Nami-chan ¿Que desea?- se acerca a ella como siempre, sin notar la molestia del peliverde.
-¿Podrías acompañarme a mi casa?- le habla dulcemente, sabe que así el rubio accederá a lo que le pide
-Claro cuando te conviene, le hablas asi- Zoro prefiere irse, le molesta que Sanji actúe como idiota cuando se trata de una mujer
-No te metas Zoro- lo fulmina con la mirada -Sanji por favor... Kid ya se fue al bar, Law acompaño a la señorita Shirahoshi y Robin se quedara aquí, para estar al pendiente de Luffy, no te gustaría que me acompañara Brook o ¿Si?
-No, definitivamente no, ese pervertido nunca debe estar a solas contigo, vamos te acompaño- dice un poco alterado, ese flaco de afro se le pasa pidiendo a las damas, que le muestren su ropa interior, jamas permitiría que hiciera eso con Nami.
-Parece que nada cambio- logra escuchar a Zoro, cuando pasan serca de él, llenándolo de una duda más
Llegan a la casa de Nami, aquella donde tuvieron la parrillada, cuando se enteraron del accidente de Luffy, Nami le agradese y entra, sabe que algo le pasa a Sanji, pero si él no dice nada no tiene porque obligarlo
Pensativo llega a su viejo edificio, de mala gana sube las escaleras, jugando con su encendedor metálico, entra a su departamento y cuelga sus llaves en ese clavo. Ve su cama, luego su sillón y por ultimo el diminuto balcón.
Patea la pared con frustración, Zoro lo beso, lo acarició ¿Que significo eso para él? ahora debe de estar cuidando de Luffy.
Escucha que tocan la puerta, camina y mira por la mirilla, no ve a nadie, tal vez fue en otro departamento, quiere regresar pero otra vez escucha la puerta, esta vez es mas fuerte.
Esta molesto, sea quien sea le dará una lección, abre la puerta pero lo empujan, cae al suelo, escucha que cierran la puerta, se reincorpora y se encuentra con la cara molesta de Zoro.
-¿Qué diablos te pasa marimo?- su voz se oye furiosa.
-No puedo- se le acerca, con un temple amenazador -Después de probar tus labios, no puedo- de un jalón, lo acerca a él y lo besa, un beso lleno de pasión y lujuria
Sanji intenta zafarse, no quiere ser un simple error o una fuga, lo patea en el estomago y lo aleja.
-¿Que te sucede? ¿Por qué no dejas de molestarme?- no lo ve a la cara, de hacerlo seguro correría a besarlo.
-Esa maldita osurera- el peliverde también baja la vista, esta empezando a odiarla
-NO HABLES ASI DE NAMI-SAN- le grita señalándolo con su dedo.
-ELLA SOLO TE ESTA MANIPULANDO Y YO TE...- lo toma de los hombros le grita desesperado, pero se detiene... Esto no va para ningún lado -Olvidalo... perdón por molestarte.
Dejando mas.confundido al rubio sale de y con lágrimas intentando salir, piensa en ir a casa, o tal vez al bar, o a otro lugar, da igual solo quiere desaparecer.
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La tarde era soleada, pero fría al mismo tiempo, el otoño terminaba, las ultimas ojas de los arboles caían, y las aves ya casi no volaban.
Un auto compacto, se estaciona de en una cabaña, alejada de la civilización, de el baja una dama delgada, vestida de negro, que cubre su cabeza con una gorra obscura, le ayuda un hombre vestido de la misma manera, al cerrar la puerta del auto, la mano del hombre se ve cubierta con un guante, dibujado un puño Dr acero en el.
Entran a la cabaña, se ve mas grande por dentro que por fuera, los recibe un rubio, de mediana estatura, moreno y de lo ojos caídos
-Tardaron mas esta vez- comento flojera
-Ese chiquillo es muy escurridizo- el hombre se quita la gorra, mostrando su cabellera rosada, y su cicatriz en la mejilla derecha
-Hina esta cansada, necesita un baño- la mujer también se quita la gorra, dejando caer su larga y rosada cabellera, llegando a sus caderas
-¿Está bien que tu hermana se bañe aquí?- le comenta el rubio
-Tienes razón, todo aquí hay cámaras- dice alarmado y trata de alcanzar a la mujer
El hombre rubio toma el sobre, revisa las fotografías y camina hasta llegar a la puerta del sótano. La abre despacio, no quiere que se oiga la llave entrar en la cerradura, enciende la luz, las paredes están llenas de fotografías de Luffy, se ven que son recientes, en una cama, esta un sombrero de paja maltratado, en una pequeña mesa esta serca de la cama deja las fotografías.
-Marco... ¿Son las nuevas?- lo detiene una voz rasposa, pero no se ve al dueño.
-Si, Hina y Fullbody acaban de llegar- contesta sin dejar de caminar, antes que él intente algo, sale y cierra nuevamente con llave.
El hombre toma las fotografías y ve cada una de ellas, sonriendo, las repasa una y otra vez, acariciando de vez en cuando, la imagen de Luffy.
Unas lágrimas mojan las imágenes, pero la sonrisa no desaparece, debajo de esas pecas...