3 Meses después...
Un grupo de niños hicieron un círculo, rodeando a otros mas, los empujones no se hicieron esperar, los gritos opacan cualquier sonido externo, el polvo se levanta después de que un par de niños calleran al suelo.
-Pelea, pelea, pelea- gritan todos ellos, un pelirrojo sonríe, nunca había disfrutado ver una pelea tan reñida, mientras que un narizón tartamudea mientras intenta calmarlos.
Robin corre para intervenir, se abre paso entre los niños, pero alguien ya se le había adelantado.
-Cuantas veces te lo tengo que decir Luffy, no todos pueden ser tus amigos- lo regaña Ace, después de que su pie esta en la cabeza del menor y en su mano derecha tiene a un pequeño de cabello verde, colgando de su ropa.
-Ace dejalo- Robin logra quitárselo, y sacude la ropa del menor -Así nunca te hará caso, debes ser amable con él.
-No dices por que no lo conoces- refunfuña el pecosos ignorando las patadas que le intenta dar el niño de cabello verde
-Deberías bajarlo- le recomienda al verlo
-Ah, lo siento- se inclina ante él, después de bajarlo cuidadosamente
-tsh- el niño se aleja sacudiendo su ropa y limpiándose la sangre se su boca
-Pelando no conseguirás amigos Luffy, no soy tu amiga por eso- le dice la pelinegra mientras limpia su cara con un pañuelo
-Tu eres diferente, además el es fuerte... Me gusta- dice emocionado al recordar su pelea
-Estas loco Luffy, ese niño es un moustro - todavía nervioso el pequeño Usopp se acerco con ellos
-Es genial, diría que es mas fuerte que Kid- se aparta de la mayor y va con su amigo
-Quieres comprobarlo- le amenaza el pelirrojo, preparándose para pelear
-Luffy, Ace, Dan-Dan esta aquí- les grita Makino desde la puerta de aquella escuela.
-Nos vemos mañana- agitando su abrazo, corre junto con su hermano.
Robin los mira sonriendo, gracias a ese pequeño ya tenia un hogar y una familia, bastante grande por cierto, observa su alrededor todos esos niños huérfanos ahora estaban a su cuidado.
-Parece que esos par de necios, ya se volvieron amigos- una mujer mayor se paró frente a ella, observando a unos niños pelear con espadas falsas.
-En que momento llegó- pensó sorprendia, observando a la mujer, o abuela, tenia bastantes arrugas, pero su forma de vestir tan juvenil, no sabia que pensar de ella.
-¡Oh! Doctorine, llego temprano hoy- Makino se acercó a ellas saludando cordialmente a la rubia.
-Hoy, no hubo tantos pacientes... Creo que somos demasiados doctores ahora- de su bolso saco una botella y bebió de ella -Comenzamos ahora... Sino podría arrepentinte después
-Jajajaja, tiene razón... Vamos Robin- la joven siguió a las damas hasta la oficina, Makino se sentó en una pequeña sala, donde había una mesa llena de papales, fue seguida por la rubia, y Robin permaneció de pie, se había convertido en la secretaria de la directora Makino.
-Empecemos con los de primer grado- dijo la mujer mayor, tratando de alcanzar una pila de papales
-Creo que hoy lo haremos diferente Doc. Kureha, empezaremos por los recién llegados, me preocupan un poco.
-KUREHA, USTED ES LA GRAN DOCTORA KUREHA- grita sorprendida Robin, con un rostro lleno de admiración.
-Valla, es la primera vez que alguien conoce mi nombre pero no mi rostro- sonríe, antes de tomar de su botella.
-Lo siento- se inclina para disculparse y se aleja, los pasos que avanzo asía ella.
-Debes venir de muy lejos, para no conocerme físicamente- el comentario de doctorine sobresalta a la joven, algo que percibió rápidamente las dos damas.
-¿No le has dicho nada?- le pregunta Kureha a Makino, mirándola a los ojos.
-No, estaba en prueba... Por eso hoy entró con nosotras- dirije la vista asía la menor -Robin, sientante a mi lado -le habla con dulzura, dando golpesitos en el sillón, confundida, la joven obedece -Dime Robin ¿Haz encontrado algo extraño en este lugar?
-¿Extraño?- después de pensar un poco, abre los ojos sorprendida -Aquí es un orfanato, pero... Luffy, Ace, Kid, Usopp y Law no son huérfanos... ¿Qué hacen aquí?- las dos mujeres sonreían, esa chica es lista
-No solo ellos, hay algunos mas, que peanecen aquí, como si fuera un internado... Los niños que entran aquí son como tú; niños que no quieren ser encontrados, niños que se supone no existen, niños que decean una oportunidad de vivir, sin pedirla, niños que sus vidas fueron arruinadas por ser hijos de sus padres- Robin se pone de pie, mirando nerviosa a las mujeres.
-Sabemos quienes son los padres, por eso protejemos a estos niños... Siempre los enemigos buscan puntos débiles, y siempre son los hijos, cada niño de aquí tiene enemigos muy poderosos sin saberlo; por eso tiene nombre nuevos y vidas nuevas- hablaba, bebiendo de vez en cuando, la doctora, mirandonde reojo a Robin, quien se sentaba lentamente
-Como en el caso de Luffy...- menciono Makino cabizbaja -tiene enemigos, no solo por su padre, también por su abuelo pero principalmente... Por su madre
-¿Por su madre?- pensaba la joven un poco mas tranquila.
El teléfono las interrumpió, Makino se acerco a el y contesto tranquilamente, después de unos segundos, colgó y regreso con sus acompañantes.
-¿Qué sucede?- pregunta Kureha
-Se trata del niño que llego hoy, su nombre ahora es Sanji... ¿Por que no empezamos con él? No quiere comer.
-¿Que sucedió con él?- pregunta la doctora buscando los papales con su nombre.
-Es el pequeño que atendiste hace tres días
-¿El rubio?- susurra, después de un trago respira profundo -Es un caso, complicado... Te lo traje por eso; gracias a Violet descubrimos muchas cosas, el problema es que no lo podemos ayudar.
-¿Que le sucedió?- Makino se acomodo, Robin también parecía interesada.
-Lo llamaron a declarar en el juicio de su padre, y gracias a eso fue declarado culpable.
-¿CCulpable de que?- esta vez Robin interrumpió, algo que les agrado a las mayores.
-Del asesinato de la esposa de un político muy famoso y poderoso- miró a los dos y le dio otro trago a su botella -La esposa de Neptuno- sus acompañantes se sorprendieron, todos conocían el caso, pero nadie supo del juicio hasta que en los periódicos salio que ya habían centenciado al culpable.
Fue algo muy extraño, ya que nadie conose el rostro del culpable, mucho menos las pruebas que se encontraron.
-Entonces... ¿Fue testigo?- Makino entrelaza sus manos nerviosa, jugándo con ellas
-No del crimen, pero fue él quien encontró el cuerpo, eso es lo que lo esta atormentando
-Es lógico, ningún menor podría con un tras así- menciona Robin, ya que ella paso por lo mismo a una edad mas temprana que la del niño
-No es que haya visto el cuerpo, sino que haya sido él quien lo encontró...- le dio otro trago, cruzando con las miradas confundidas de ambas -Huzaron eso en contra de su padre; el fiscal lo presionó, y su declaración fue manipulada
-¿Qué?- preguntaron al unísono
-Para que puedan ententerme, saben que Violet usa la hipnosis, fue la única manera de poder hablar con él, descubrimos que ese día, había peleado con su padre; escapo de casa y fue al restauran, había uun cuarto que estaba prohibido para él, cuando abrió ese lugar, la encontró pidiendo ayuda... ¿Saben lo que significa?
-¿Quien es Violet?- pregunta Robin confundida
-Es una niña que aprendió eso de su padre... Yo me encargo de ella, haciéndola pasar por mi sobrina, nadie creería que fuera mi nieta... Y como sabes no puedes preguntar más- contesta la rubia, mirándola con ironia
-Entiendo- contesta amablemente
-Esperen... No atraparon al culpable ¿Cierto?- aun desconternada Makino hablo
-No... Sanji-chan acababa de discutir con su padre y encontró a la víctima agonizando, por lo que leí en el periódico, Ella murió unos minutos después del ataque, el padre de Sanji-chan no pudo haber estado en dos partes a la vez- explicaba Robin muy tranquila y analítica al mismo tiempo.
-Es... ¿Una conspiración?- analizaba Makino en voz baja pero auidible para ellas.
-Es posible, Neptuno no es cualquier político, mucho menos su esposa... Se trata de algo grande para que el gobierno interfiera- comenta la rubia, siendo fulminada por Makino, reaccionando por su comentario al ver a Robin con cara llena de duda.
-Entiendo... ¿Que me dices de Zoro?- cambia de tema Makino desviando la atención de Robin
-Bueno, Violet no pudo hipnotizarlo, no pude hacer nada con el, la sicología no es mi fuerte, lo curioso es que, desde el acesinato de sus padre no ha hablado.
-Esto no es bueno, han pasado casi dos meses- murmura Makino
-No, eso es mentira- corrige Robin llamando la atención de ambas -Ayer pelio con Luffy, le grito que se fuera y hoy en el almuerzo fue peor, esta vez le dijo unas cuantas maldiciones- las tres sonrieron a veces Luffy hacia lo imposible.
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Robin corría, llevando una canasta de pan en cada mano, toco la puerta de esa casa de fachada azul con blanco, entro rápidamente y se dirigió a la cocina.
-gracias Robin, casi es la hora de la comida, aun no entiendo como se me pudo olvidar- Makino, preparaba la comida en unas enormes ollas, mientras que la pelinegra se ponía el delantal
-No puedo creer que Law sea el nieto de la doctora Kureha, no se parecen en nada- comentó Robin tratando de iniciar una platica, ya que a Makino no le gusta el silencio.
-es algo bueno, lo que menos queremos, es que los relacionen... Al parecer se hizo amigo de Zoro
-Se le puede llamar así - sonríe al recordar, que en cada descanso ellos practican con sus espadas de madera -Aunque Luffy no pierde oportunidad de insistir
-Si, Luffy es mas necio que cualquiera de aquí - contesta divertida, un ligero silbido llama su atención, nerviosa dirige su vista a si la entrada de la cocina una luz violeta se enciende.
Makino corre y cierra la llave de paso del gas, y se quita su delantal. -Robin reúne a los niños en el comedor- le ordena antes de salir corriendo, confundida y asustada Robin la sigue, llegando al patio donde todos los niños observaban sorprendidos una nube de humo, que parecía estar muy serca de ellos.
-Directora ¿que sucede?- preocupada una joven de cabello negro se acerco a ellas
-Lleva a todos...- un estallido la interrumpió, enseguida una cortina de humo se extendió desde el pasillo de la entrada asta el patio.
Los niños asustados corrieron asia las maestras, mientras un grupo de hombres encapuchados entraban en las instalaciones, atrapando a los niños que estuvieran serca.
-Diablos, nos encontraron...- pensó Makino, observando a todos lado -Son muchos, tomen a los niños que puedan y escapen por el comedor... Tratare de distraerlos
-Makino ¿que piensa hacer?- Robin la detuvo del brazo, mirándola con preocupación
-Tranquila, ellos no podrán hacerme nada, hay que preocuparse por aquellos que no se pueden defender- le contesta retirando la mano de Robin y correr asía la cortina de humo.
Robin tomo a unos niños y corrió asia el comedor, donde la joven de cabello negro estaba con otros más, intentando abrir un enorme refrigerador
-¿Que haces?- pregunto Robin confundida
-Esta ees.. La salida...- pujaba para jalarla, Robin corrió a ayudarla, cuando abrió había unas escaleras donde los niños estraron sin pensar
-Quedate aquí, ayudaré a los demás- salio corriendo algunos niños entraban corriendo al comedor, otros solo intentaban huir de los intrusos, entre ellos Usopp que corria de un lado a otro.
Robin tomo uun pequeño tronco y golpeo a varios hombres ayudando a los niños a escapar, pero no lograba ver al que mas le preocupaba... Luffy.
-No te metas- dijo un hombre golpeándola en la cara, haciendo que callera al suelo
-Dejala en paz- grito el pequeño Luffy, golpeando al hombre que retrocedió unos pasos, sorprendiendose de la fuerza del niño.
-Lo encontré, el nieto de Garp- grito el hombre quien movió la mano, llamando la atención de todos
Robin tomo nuevamente el tronco y para poder defenderse, pero cuando noto ellos ya estaban rodeados, apretó el tronco, unas lágrimas se formaban en sus ojos, las imágenes de ella y su madre correr en la noche, pasaron por su mente.
-Nunca seré libre, nunca voy a dejar de esconderme, nunca dejaré de corrrer- pensaba mientras las primeras lágrimas comenzaban a caer.
-FUISTE TÚ- gritaron al unísono, un pequeño rubio y un niño peliverde, que no dudaron en golpear a un hombre, desconcertando a todos.
Otro hombre sacto su arma y le disparo en la cabeza al hombre que golpearon los niños, antes de que cayera, dos hombres lo tomaron y lo sacaron del lugar.
Unos globos llenos de lodo golpearon a otros hombres -Robin, Luffy corran- grito el pequeño de cabello risado, sosteniendo una reportera con un globo apuntando a otros hombres.
-Saca a mi hermano de aquí- le susurra Ace a Robin en el oído, -Luffy te encargo a Robin y ustedes largo de aquí, su venganza no les sirvió de nada ¿verdad?- se dirigió a Sanji y Zoro que no podían creer que que acaban de ver, -Luffy, saca a estos mocosos, AHORA-
-Si- dijo sonriente -Vamos- se levanto y le quito el tronco a su amiga.
-Pero, tu también eres su nieto, tambien te buscan- dice en voz baja para que los hombres no la escucharan
-¿Como no lo pensé antes?- pensó el pecoso, moviendo sus ojos de un lado a otro
-No te preocupes, él es muy fuerte- Luffy la jala del brazo, Robin reacciona y toma las manos de los otros dos niños, y corre, no quiere mirar asía atrás, después de tantos años huyendo, sabe que no debe hacerlo.
Se les unen mas niños, llegan al comedor y bajan las escaleras, sabe que no debe cerrar la puerta, tal vez más niños puedan huir; corren por el pasillo iluminado por artonchas, seguro la joven las dejo para que otros niños pudieran guiarse.
Escuchan otros pasos atrás de ellos, Robin les grita que no se detengan, no saben si puede ser el enemigo, pero algo los detiene... El camino se divide en tres, todos los niños, observan que todos ellos están iluminados, entonces otro grupo de niños los alcanzan, con ellos una de las maestras.
-Dividanse, los tres tiene salida, no importa que escuchen no se detengan y escondanse... La directora Makino y nosotras los encontrados después cuidense y no confíen en nadie que no conoscan- dice con voz agitada, sus ojos están llenos de impotencia, toma las manos de unos niños y toma un camino, muchos niños pequeños deciden seguirla, los más grandes tomaron el segundo.
Robin observa el tercer camino, preguntándose porque la maestra no lo tomo, indecisa y llena de sospecha mira el camino que tomo la mujer, regresa la vista a los niños que la acompañan, es una vista extraña ya que muchos de ellos no se hablan. Usopp no deja de temblar a lado de Luffy, el pelirrojo intenta alejarlo de él, un ojeroso solo la observa y ese rubio esta peleando con Zoro.
-No me importa, si no te hubieras metido...- en voz alta y furiosa el pequeño Sanji se dirigía a Zoro.
-Callate, no creo que ese hombre te hiciera lo mismo...- contesto de la misma manera el niño peliverde.
Robin cierra los ojos, respira profundo quiere tranquilizarse para pensar correctamente, sabe que no fue un ataque sorpresa, como que los hombres sabían que los niños estarían en el patio, que así ninguno podría escaparse, alguien pudo delatarlos pero ¿Quíen?
-ALTO!- grito Luffy furioso -No son los únicos con problemas- señala a Sanji y Zoro -si quieren quedarse en el pasado pueden quedarse, yo estoy agradesido de quienes me permitieron vivir, por eso yo me voy, haré lo que ellos querían que hiciera... Vivir- toma la mano de Robin y toma el camino que nadie mas suizo tomar Usopp y Kid lo siguen, dejando a los otros tres niños sorprendidos.
Un hombre toma a Law, quien empieza a patalear y gritar que lo baje, Sanji intenta ayudarlo pero el hombre saca una espada y lo ataca, Sanji apenas logro esquivarlo, fue cuando otro hombre lo atrapó.
-Maldicion- el pequeño Zoro los observa ccuidadosamente, quiere ayudarlos, no sabe porque pero quiere ayudarlos, toma el mango de aquella espada que siempre lleva consigo, pero que jamas la había desenfundado; aunque sabe que no podrá hacer nada.
-Bajenlos o les pateare el culo- amenaza Luffy, desde la entrada del camino, apretando los puños.
-imtentalo mocoso- con la mirada firme lo reta el hombre que tiene a Sanji, quien se lo habienta al ootro, atrapándolo para después emprender el camino.
Luffy corre y golpea al hombre en el estomago, se encoje del dolor, se sorprende es ilógico que un niño de esa edad pueda tener esa fuerza, Luffy lo ignora y alcanza al otro hombre que lleva a los dos niños, da un gran salto y trata de patearlo, el hombre lo esquiva y desenfunda su espada tratando de atacar a Luffy.
-Primero tendrás que venserme, si le quieres poner un dedo enzima a él- Zoro detiene el ataque y avienta al hombre, haciendo que diera unos pasos asía atrás.
Aprovechando la distracción los niños muerden al hombre para escapar, él los suelta por inercia y soba sus heridas, mientras los mira con rabia.
-De cualquier manera no los quieren vivos- el hombre prepara su ataque pero Luffy logra golpearlo en el rostro, aturdiéndolo unos segundos.
Los otros niños tampoco se quedaron atrás, antes de que pudiera reaccionar aquel hombre, lo atacaron hasta dejarlo inconsciente. Buscaron rápidamente al otro hombre, pero este fue vencido por sus otros amigos.
-Nadie vence al poderoso Usopp- decía orgulloso el pequeño narizón, quien recibió un golpe en la cabeza por el pelirrojo.
-Bien VAMONOS- grito emocionado Luffy, tomando la mano de Rubín para correr por el pasillo, seguido del resto de los niños.
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El pequeño peliverde caminaba inquieto de un lado a otro, en esa cueva extraña, donde la joven se le ocurrió esconderse, miraba constantemente la entrada, el lago reflejaba la hermosa luz de la luna.
-Po... Podrías dejar... De hacer eso- tartudeaba Usopp, temeroso que Zoro pudiera golpearle.
-Tranqilicense, Luffy no tardará mucho- comentaba Robin, que intentaba encender una fogata.
-Confías mucho en él- por primera vez el niño con gorro dejaba oír su voz.
-Tu no lo harías después de que salvo tu vida- contesto tranquila, soplando al fuego para poder agrandarlo.
Todos se sorprendieron al escuchar la respuesta, poniéndose a pensar lo sucedido en el túnel; se pudieron en alerta al escuchar ruidos extraños, preparándose para pelear se acercaron; se tranquilizaron al ver que sebtrataba de Luffy.
-Oí Zoro, ayudame- le grita sin levantarse, saliendo nuevamente del lugar, el peliverde salio confundido, tardaron un poco entrando con un bulto que apenas podía pasar por el hueco que lea servía de entrada.
-¿Qué es eso?- preguntó Usopp sorprendido al ver lo que llevaban.
-Es un jabalí- dijo sonriente Luffy, mientras babeaba al imaginárselo ya cocinado -encendiste la fogata Robin
-Si- contesto regresando la.sonrisa
-Tu,tu tu lo casaste?- pregunto sorprendido su viejo amigo narizón.
-¿hace cuanto tiempo que conoses a Luffy? ¿No sabias que el hace esto?- dijo indignado Kid ayudando a su amigo con esa carne.
-Vamos, Robin cocinalo- emocionado Luffy empujaba a la joven
-Dejame hacerlo yo- el pequeño rubio tomo la carne y se la llevó a otro lado antes de ponerla al fuego.
Comieron asombrándose del sabor y de la manera en que comía el pelinegro, los únicos que conversaban eran Luffy y Usopp, Kid escondía su sonrisa, al igual que Robin, los demás solo observaban, el tiempo paso hasta que todos los venció el sueño.
Robin se despertó asustada, escuchaba susurros y pasos acercarse, busco con la mirada hasta que encontró la Katana de Zoro, la tomo sin pensarlo tenia que proteger a todos.
-LUFFY, LUFFY... DESPIERTA- grito un hombre canoso, con una cicatriz de media luna en su ojo, dándole un golpe en la cabeza, haciendo que el pequeño despertera de golpe.
-Abuelo, no lo golpees- se acerco Ace, ayudar a su hermano, que se revolcaba del dolor
-CALLATE, NO TE METAS ACE... COMO PUEDE DPRMIR TRANQUILAMENTE CUANDO UNA JOVEN LO ESTA CUIDANDO.... NO TE ENSEÑE ESO- tomo a Luffy y lo agitó regañándolo
-AAHHHH, pero si nadie viene aquí, aparte de ti y Ace- se justificaba Luffy mientras trataba de Zafarse.
-Nunca aprenderás- resignado baja a su nieto -Ustedes mocosos, al parecer son buenos peleando... Tengo un Lugar para cada uno de ustedes para que puedan estar seguros, si quieren...- observo a cada uno de ellos -Por ejemplo... Tu te puedes convertir en mi hija- sonriente se dirigió a Robin, que no podía creer a quien estaba viendo... Un oficial leyenda... Garp.
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La noche estaba por terminar, el frío y la obscuridad lo indicaban; con ayuda de una linterna avanzaba por el bosque, tratando de recordar cual era el camino que Luffy había tomado ese día, el día en que descubrió algo muy impactante de su amado Luffy.
Smoker por fin encontró la serca, la salto y camino nuevamente, confundido recordaba la platica que había tenido con su antigua compañera.
Flash back
-¿Así que aceptaste sin pensar?- preguntó sorprendido el peliblanco sorprendido de la historia quien acababa de escuchar.
-Todos estábamos en Shock, no supimos contestar hasta que mencionó que en ese caso nos entregaría- aclaro Robin, antes de tomar del café que le habían servido.
-¿Por que confiaste en el?- intrigado la observaba fijamente
-No lo sé, así paso...- sonrió y bebió de subtaza nuevamente -En ese momento Luffy y Ace cambiaron apellido, yo tube uno nuevo y los demás encontraron un hogar
-En ese tiempo fue cuando abandono la policía igual que Doflamingo... ¿Quien de los que conozco trabajan para Roger?- susurro para si muy pensativo, pero la risa de Robin llamo su atención.
-Cuando acoñpañaste a Luffy, viste las tumbas ¿cierto?... Aun siendo un detective no notaste algo extraño en ellas...- se acercó a él mirandolo fijamente -si quieres proteger a Luffy tendrás que revisar una por una
Fin Flash Back
El cielo se estaba aclarando, la rojiza luz anunciaba la llegada del sol, Smoker caminaba por el laberinto de arbustos hasta llegar a donde Luffy lo llevó; se acerco a las lapidas y anotaba los nombres que se encontraban en ellas, sin embargo dejo caer todo lo que traía en mano, en ver dos ellas.
-¿Qué significa esto?- reconoció los nombres, uno de ellos era de una reportera muy famosa, perseguida por el gobierno, se metió en problemas por las investigaciones de publicaba, se convirtió en activista, una persona que el gobierno quería desaparecer.
La fecha de su muerte era la misma del cumpleaños de Luffy, si ella era su madre... Su amado tiene mas enemigos de lo que pensaba.
Pero la otra lapida carecía de sentido... "Murió siendo un gran Esposo, Padre y amigo" eso tenia escrito, si eso era cierto... ¿Quién es el hijo de esa persona? ¿Quién es la Esposa de esa persona? Pero sobre todo ¿Quién se esta haciendo pasar por él?... Gold D. Roger era el nombre que tenia escrito aquella vieja lápida.