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La curiosidad de la muerte por natzuki-san

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Notas del capitulo:

Los personajes aqui mencionados son ropiead de Eiichiro Oda

Días después…

Corría desesperado, logro esconderse detrás de un arbusto, topo su boca, para que su respiración agitada, no se escuchara, esperando no ser encontrado.

 

-Creo que por fin los perdí- se susurró, el chico pelinegro, delgado, que tenía un parche debajo de su ojo izquierdo, vestido de bata azul cielo, que cubría el vendaje de su pecho- ahora sí…-sonrío al ver el gran motín de carne, que tenía en sus manos- ¡a comer!...

 

-¿Qué haces aquí?- lo interrumpió  una voz seria y firme, provocando que el pelinegro sudara frio –te pregunte ¿Qué haces aquí?- insistió aquel hombre, al notar que el chico, ni siquiera se dignaba a verle

 

-Solo descansaba – desviaba la mirada, para no ver a su captor, sus labios temblaban de lado, era obvio que mentía, pero inevitablemente sus ojos se cruzaron con la imagen del hombre que lo atrapó –ah… que bueno, no eres un doctor- suspiro aliviado, al ver al peliblanco, vestido de la misma manera que él, fumando dos puros al mismo tiempo.

 

-Pero soy policía… y según veo, tu acabas de robar- dijo al ver toda la carne, que el chico trataba de esconder.

 

-Si fueras un policía... ¿No tendías una arma? O ¿Una placa? Y ¿No se supone que tendrías uniforme?- preguntó, mientras observaba aquel hombre, expulsar humo de sus puros a medio fumar.

 

Smoker escucho a las enfermeras acercarse, y por inercia, se ocultó junto con el pelinegro, que se atragantaba, por el enorme pedazo de carne, que tenía en su boca.

 

-Shishishi, creo que humitos también se robó algo- sonrió divertido, al ver como aquel hombre, de porte imponente, se ocultaba de esa manera, mientras sus mejillas se sonrojaban.

 

-solo quería fumar- se excusó –y no soy humitos, soy el oficial Smoker- aclaró, antes de sorprenderse, por la manera, en que aquel pelinegro, comía toda la carne, que bien, podría alimentar algunas familias.

 

-Mufchfo gufstfo –hablaba, mientras trataba de pasar su gran bocado –soy Luffy- sonrió-¿Quieres un poco? –preguntó mostrando el ultimo pedazo de carne

 

-No, gracia-as – una pequeña gota de sudor, resbalo por su nuca, al ver que apenas al escuchar la negativa, cuando la carne ya se encontraba en la boca del joven.

 

-AHH DELICIOSO – casi gritó, por lo que el peliblanco tapo su boca instantáneamente

 

-Shhh, nos escucharan susurro cerca de su oído, Luffy solo asintió, unos enfermeros pasaron de largo, por lo que los dos, suspiraron aliviados

 

-¿Qué te paso? –preguntó, al notar como el joven, se le dificultaba levantarse, por el dolor que sentía en su pecho, extrañado por una herida así, para un chico de su edad.

 

-Mi hermano y yo, tuvimos un accidente en el auto- aclaró tornando una cara de tristeza – seguro él no está bien, no me han dejado verlo, y mis amigos no me ven a los ojos

 

Smoker asintió, era común que os adolecentes, tuvieran accidentes de ese tipo –No te preocupes, pronto se pondrá bien –Tato de animarlo, no sabía él porque,  pero lo hizo, era inevitable no hacerlo, cuando el joven mostraba esa cara de tristeza.

 

-Pero…

 

-Así que aquí estaban- dijo una bella enfermera, alta, con cabello amarado en una bola, mirándolos fijamente y molesta –Paciente Smoker, paciente Portgas, regresen a sus camas- ordenó agresivamente, Smoker solo bajo la vista, por alguna extraña razón, la dirigió al pelinegro, que tenía una cara llena de furia, lo que le confundió –y usted no debería fumar – la enfermera, prácticamente, le arranco los puros de su boca.

 

-si Ace no lo hubiera hecho…- susurró Luffy muy molesto, Smoker se sorprendió al escuchar aquel nombre y detuvo al menor por el hombro

 

-¿Dijiste Ace? –preguntó algo inseguro

 

-NO, yo… no dije… nada- desvió la mirada y sus labios apenas y se movían

 

-No eres bueno mintiendo –le dijo, mientras una gota de sudor resbalaba por su nuca –bueno, no importa, es difícil creer que conozcas a Monkey D Ace… ese chico es…

 

-¿Conoces a mi hermano?- preguntó sorprendido

 

-Imposible que…

 

-Es, porque no lo somos de sangre- aclaró Luffy bajando la vista

 

-Portgas, Smoker – gritó nuevamente la enfermera, impaciente

 

Luffy frunció el ceño, aún más molesto que antes, sí la enfermera era molesta, pero no era para tanto, lo que confundió más al peliblanco.

 

-¿Qué te molesta tanto? – preguntó curioso

 

-Nada- contestó cortante, entendía que nadie tenía la culpa, pero no podía con su enojo – solo no me gusta que me llamen…

 

-UN MAGO – gritó un niño calvo, desde el otro lado del jardín – VINO UN MAGO… ES UN HIPNOTISTA –gritó aún más sorprendido, haciendo que todos los niños se acercaran al hombre vestido de mago, frente a un pequeño e improvisado escenario.

 

Al escuchar eso, Smoker sintió un fuerte dolor de cabeza, casi insoportable, que el hombre, llevó sus manos a su frente, haciendo presión, para minimizar su dolor, pero no lo lograba, el malestar era tan grande, que término de rodillas en el suelo, asustando a la enfermera y a Luffy.

 

-Humitos ¿Qué te paso?, humitos, humitos –Smoker dejaba de escuchar la voz del menor, mientras su cabeza proyectaba imágenes que él no recordaba.

 

Flash Back

 

Un semáforo más, los detuvo, el silencio se había apoderado, nuevamente del auto, Jango giraba constantemente, la cabeza, como si buscará algo en los alrededores.

 

-¿Sabes porque ninguno habla?  Preguntó Jango observando el rostro de confusión, del oficial, atreves del retrovisor.

 

-¿Qué?

 

-No es dinero, no es poder… es miedo, y no es precisamente a nuestra muerte- hablaba, observando fijamente el reflejo de Smoker.

 

-¿De qué hablas? – aún más confundido, se enfocó tanto en  el criminal, que no noto el cambio de luz, hasta que el clacson del auto de atrás, lo hizo reaccionar

 

- cuando te unes a Gold Roger, él identifica a tu familia, según nos dice, para protegerlos y… así es, la protege de todos los demás criminales, pero también se asegura que nosotros, no hablemos, en caso de hacerlo, ellos desaparecen misteriosamente… ni si quiera sabemos si están muertos – siguió hablando, aunque su voz se oía llorosa

 

-¿Por qué me dices esto? –preguntó el oficial, sin dejar de enfocar el camino

 

-Y sabe cuando hablamos, porque tiene policías trabajando para él, y de altos rangos –continuó Hablando, ignorando la pregunta del oficial- Yo que usted no confiaría en nadie, absolutamente en nadie… mucho menos en su compañero- tras ese último comentario  sus miradas se cruzaron –Quiero librarme de él, por eso también recopilo información en contra de Roger… pero- trató de calmarse, no quería verse débil, cuando sintió las lágrimas inundar sus ojos- a partir de hoy, todos los hombres que arrestaron y que están relacionados con él… van a morir, por órdenes directas, y se perfectamente que vienen por mí… solo le pido que proteja a mi familia a cambio de esta información

 

-¿Pero?...

 

-hay una información más… - lo volvió a interrumpir – a Shirohige y a su abogado, los han estado siguiendo, quieren acabar con ellos de una vez por todas

 

-Ace… él hijo del fiscal Dragon

 

-Exacto, con él mataran dos pájaros de un tiro… ahora prométame que cuidara de mi familia

 

Smoker iba hablar, pero unos disparos asía ellos, se lo impidieron…

 

************************************************************************

 

-Mañana lo darán de alta – Dijo nervioso aquel narizón, que se encontraba sentado frente a una enorme mesa, dentro de una elegante habitación, acompañado de todos sus amigos, que tenían una cara de preocupación

 

-Se lo hemos ocultado mucho tiempo –Nami  movía la cabeza, negando lo que estaban haciendo

 

-Les dije, que tenía que ser cuando despertará- comentó Law, notando que Zoro, estaba perdido en sus pensamientos

 

-Estás loco, si Luffy se enteraba en esos momentos, tal vez lo hubieras matado- dijo Kid, fulminando a Law con la mirada

 

-Calma, lo hecho, hecho está; el punto aquí es saber quién se lo dirá- Robin aunque preocupada, hablaba tranquila

 

-Yo opino que Usopp- Comentó Brook mientras tomaba de una taza de te

 

-¡¿Qué?! …pero… pero ¿Por qué yo? –preguntó temeroso el del cabello rizado.

 

-Eres el mejor amigo de Luffy- contesto sin malicia haciendo énfasis en la palabra mejor

 

-Pero Nami sabe tratarlo mejor en estas situaciones- dijo señalando a la peli naranja

 

-¿Qué?- grito sorprendida -¿Por qué yo?

 

-Maldición, esto no es un Broma, estamos hablando de Luffy… -molestó, Kid se levantó de su silla, llamando la atención de todos- perece que lo vieran como una carga… -apretó sus puños – es su amigo, los ayudo cuando más lo necesitaban… NO LO RECUERDAN CARAJO –Grito furioso, esto último hizo que tanto Usopp, como Nami, bajaran la vista apenados

 

-Exacto –Zoro por fin hablaba – él estuvo en los momentos más difíciles de nuestras vidas –alzo la vista observando a todos – prácticamente es nuestro capitán, sino fuera por él, ¿En dónde estaríamos?- se levantó de su silla tranquilamente y se acercó al gran ventanal que adornaba el comedor -¿No les parece mejor que todos estemos presentes cuándo se entere?, necesitará de cada uno de nosotros… es momento de corresponderle –todos asintieron

 

-Bien marimo ¿Cuál es el plan? –preguntó, observando la reacción se sorpresa del peli verde –Tú tuviste la idea… debiste pensar cómo y dónde se lo diríamos – aclaró al notar que Zoro no había entendido la primera pregunta

 

-Creo… que deberíamos decírselo mañana en el hospital –comentó Franky desde su silla, recargando sus brazos y barbilla en el respaldo, sentado al lado de su inseparable Robin –Si se entera por otros antes que nosotros, no nos lo perdonaría – continuo al notar que tenía la atención de todos

 

-Estoy de acuerdo con eso… claro que nunca nos perdonara habérselo ocultado tanto tiempo –dijo un poco preocupado Kid, bajando la vista a la taza de té, que tenía en frente –sobre todo porque no pudo estar en el sepelio de Ace.

 

-No creen que lo entienda… digo, él todavía estaba en coma- comentó nervioso Usopp

 

-¿Cómo te sentirías tú?- pregunto un poco molesto Zoro, observándolo fijamente

 

-Bueno… yo…- trataba de contestar, temblando por la mirada de su amigo

 

-Usopp-sama –interrumpieron unas gemelas, de cabello rizado, con un extraño peinado en forma de cuadrado, nariz puntiaguda y cejas muy delineada, una de ellas usaba lentes grandes de color amarillo y la otra un collar de perlas falsas –Tiene visita- dijeron al unísono.

 

-¿Visita?, pero si no espero a nadie- confundido, Usopp levantaba una de sus cejas

 

-Es obvio, yo nunca les aviso a los hombres, de cada paso que doy- dijo una mujer, delgada, alta muy hermosa, de cabello largo y negro, de ojos grandes y azules, que combinaban con sus largas pestañas, vestida con una larga falda, que dejaba ver una de sus bien formadas piernas, y una reveladora blusa.

 

-Hancock ¿Qué haces aquí?- preguntó sorprendido el narizón.

 

Zoro al verla, frunció el ceño, camino asia la puerta sin decir nada

 

-Zoro ¿Adónde vas?- nuevamente el narizón preguntó

 

-Me largo, tengo que cumplirle una promesa a Luffy, y no podré cumplirla, si está mujer y yo permanecemos en el mismo lugar- contestó molesto siguiendo su camino

 

-Oí, marimo, no es forma de dirigirse a una dama- grito Sanji levantándose de su silla

 

-Tú y tus damas, un día te darán problemas, iguales que los que tiene Luffy por ella- Zoro fulmino con la mirada al rubio, quien chasqueo los labios y desvió la mirada

 

-Mejor que se valla y no tú Zoro- Nami detuvo al peli verde por el hombro

 

-No es necesario Nami, ya habíamos terminado de hablar- se soltó del agarre de su amiga y continuo asía la salida

 

Cuando cruzo con Hancock, ellos intercambiaron miradas muy intimidantes, solo por unos segundos, hasta que Zoro llegó a la puerta, donde las gemelas se inclinaron para despedirse del amigo de su amo

 

-Debes entender que no eres bienvenida para muchos de nosotros-Robin se acercó a la provocativa mujer

 

-Para mi suerte, para el dueño de esta casa si lo soy- sonrió triunfal mirando a la peli naranja, la cual miro fijamente a Usopp.

 

-Yo… yo… ¿A qué viniste?- tartamudeo temeroso, por el aura acecina que desprendía Nami

 

-¿De qué podríamos hablar tú y yo?... Claro que no sea de Luffy- dijo mientras acomodaba su cabello asía atrás, muy elegante.

 

-Bien…- dijo serio el narizón –Hablemos en mi despacho – con cara seria, dejo atónitos a todos sus invitados, de ser un temeroso y tartamudo chico, paso a un joven serio y de porte fuerte –Por aquí – señaló la dirección, comenzando a caminar y de tras de él, la bella mujer lo seguía –Mozu, Kiwi, atiéndanlos, mientras me ocupo de este asunto

 

-Sí, Usopp-sama – en unísono y al mismo tiempo se inclinaron tras que el joven salía del comedor.

 

*******************************************************************************

 

Abrió lentamente los ojos, aun le dolía la cabeza, por lo que se acercó su mano en ella, se preguntó ¿cómo había llegado ahí?, recordó al pelinegro y al enfermera tratar de levantarlo, sonrió, su vista enfocaba todos los lados de la habitación, las luces encendidas, las cortinas serradas y el silencio en el pasillo, le indicaban que la noche había caído.

 

Se trató de sentar, fue cuando sintió peso extra, entonces fue cuando la vio, sentada a lado de su cama, durmiendo, con los lentes en mano, recargando su cabeza en las piernas de él. Aquella mujer, de cabello azul marino y largo, amarrado en una coleta

 

-Sí, muchas gracias- se oyó en el pasillo un hombre, Smoker sonrió al reconocerlo, la puerta se abrió y Kurohige entró al cuarto –Valla, despertaste – dijo al verlo

 

La mujer despertó de golpe, se acomodó los lentes, mostrando sus ojos color marrón.

 

-¿Qué dijo la doctora?- preguntó sin siquiera voltear a ver al peliblanco

 

-No te preocupes Tashigi, su alta sigue siendo mañana… y tú ¿Cómo te sientes? –volteo a ver a Smoker

 

-Aún me fastidia la cabeza –contestó mientras se acomodaba, para poder sentarse, sorprendiendo a la dama

 

-Hermano, no deberías levantarte- un poco alterada se acercó al peliblanco

 

-Calma, no oíste que Kureha, me dará de alta mañana, y es la mejor doctora de, esta y las ciudades vecinas- mostrando una ligera sonrisa, para calmar a su hermana -¿Qué has averiguado?- preguntó dirigiéndose a su compañero de trabajo

 

-Sobre eso…- llevó su mano asía la nuca, rascándola suavemente, desviando la mirada, buscando la mejor manera de explicarle, a alguien para él, que estaba equivocado

 

-¿Qué pasó?- pregunto confundido y molesto al mismo tiempo

 

-Hermano… debió haber sido una alucinación- la chica, bajo la vista, sabía perfectamente que eso no le gustaría al peliblanco

 

-¿Alucinación? ¿De qué hablas Tashigi?- casi gritó el hombre, haciendo que su hermana diera un ligero brinco

 

-Revisamos las cámaras de seguridad, de toda la zona, y en ninguna aparece la mujer que dices… con las heridas que tenías y lo que viviste seguro…

 

-¡TONTERIAS!   - lo interrumpió con un grito de frustración –eso es imposible, yo la vi- mencionó cerrando los ojos, y entonces una imagen de ella broto de sus recuerdos, en el momento que detuvo su mano cerca de su rostro –Tenía un guadaña- abrió los ojos de golpe, reaccionando ante aquella imagen

 

-¿Hermano? –se confundió la mujer, ¿De qué hablaba? Una mujer con su descripción y llevando una guadaña, seguro llamaría la atención

 

-¿Qué?  ¿Te encontraste con la muerte?- se burló su compañero, teniendo una voz de ironía en su voz

 

-idiota, ella llevaba una pulsera en su mano izquierda, con un dije de una guadaña y… -se detuvo, apretó las sabanas con sus manos, tratando de calmar su enojo –Olvídenlo yo mismo la buscaré… Ahora  sobre Jango y su familia ¿Qué?...- fue interrumpido al ver los rostros de sus acompañantes

 

-Su familia desapareció, la misma noche que te atacaron amigo- aclaro Kurohige, observando la cara de sorpresa que tenía Smoker -¿Qué pensabas averiguar con ellos? –preguntó muy interesado, demasiado interesado para el gusto del peliblanco

 

-Bueno…- loa voz de Jango y unas imágenes, inundaron su mente “Yo que usted no confiaría en nadie, absolutamente en nadie… mucho menos en su compañero” – solo pensé que ellos sabrían algo- terminó su oración, más su compañero mostró una cara de incredulidad ante la respuesta

 

- Al parecer así era, para que desaparecieran así, es porque sabían algo…- comentó la mujer, mientras se acomodaba sus lentes nuevamente

 

Afuera de la habitación, cierta dama, escuchaba la conversación, cerca de la puerta, recargada en la pared, mostrando una sonrisa

 

-Valla, si me recuerdas… que atención ponen los policías en los detalles –dijo sorprendida, mientras observaba su pulsera y su dije colgando de ella –Ahora ¿Qué harás cuándo me veas nuevamente? –sonrió…

Notas finales:

Espero que les haya gustado 

Nos leemos luego

Bay bay


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