Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La misión por Shiro0

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola! Gracias por la paciencia :s

 

Cap. 27 “El inicio de algo que no debió haber empezado”

— Bien, ya estamos aquí. — Dice cerrando la puerta tras suyo lo más silencioso posible.

Al entrar a la habitación se encuentra con Ludwing quien está sentado en la silla del escritorio que había acercado a la cama del Inglés, el que estaba parado con una mano en la barbilla pensando, y finalmente Antonio sentado relativamente lejos de los papeles que se encontraban sobre la cama, como si estos fueses a saltar sorpresivamente sobre él.

Francis se acerco al grupo, sintiendo como si estuviese siendo atraído a esos condenados papeles, lo que seguramente estarían sintiendo también los demás. Se queda parado lo suficientemente cerca como para tocarlos pero lo bastante lejos como salir corriendo cuando viese la necesidad.

— Nos quedaremos mirando los papeles todo la noche o qué— Pregunta después de ver que ninguno pensaba decir nada.

A lo que Antonio le responde.

—La verdad, hemos estado buscando algo más de información mientras no llegabas pero no hemos dado con mucho más de lo que me mostraron en un principio.

Reacciona ante una frase.

—Pero ¿entonces si encontraron algo?

—Algo así. — Ataja Arthur. Para seguir en lo suyo.

Ludwing es quien le ofrece la información nueva. Francis lee el pequeño papel que le dan: “El jefe de la asociación ‘POPT’ conocida por sus fabulosas creaciones en juguetes firmara contrato de asociación con la empresa más grande de dulces” decía el enunciado y más abajo una fotografía de dos sujetos saludándose de forma amistosa en un banquete.

— ¿Y esto que tiene que ver con ellos? —Pregunta luego de devanarse el cerebro intentando encontrar algo relevante en aquella fotografía resultando inútil.

— Fíjate bien en las personas a su alrededor, en especial en las de su lado izquierdo. — Le responde el Alemán.

El francés dirige la vista hacia el lugar encontrándose con más personas como en cualquier banquete, sin embargo, en especial dos personas les llamo la atención, sus caras ya se les estaba haciendo familiares.

— Cómo es qué…

— Eso estamos intentando averiguar

Dejando la fotografía sobre la cama— ¿Y cómo es que se dieron cuenta de eso?

— Créeme que casi quedamos ciego de tanto estar mirando fotografías al detalle. — Responde el Inglés. — Ahora queda decidir qué haremos.

— Ya decidimos que no involucraremos a nadie más en lo que encontramos. Y eso queda. — Menciona el alemán a lo que los demás asienten.

— ¿Creen que le debamos avisar al director de esto? — Pregunta Francis.

Arthur niega  antes de que alguno pudiese contestar algo.

— No es buena idea.

— ¿Por qué no?

— Porque estás carpetas son las carpetas con las que me viste hace un tiempo atrás… las que te dije que eran de los clubs. Aquel día fui a su oficina a entregar pero nadie abrió, así que entre creyendo que no me escuchaba, las encontré encima de su escritorio, ahora sabemos que fue ese chico de cabello gris el que las coloco ahí, pero eso no quita el hecho de que el director no haya tenido idea de esto… quizás fue una trampa…

— ¿¡Te… robaste los documentos de la oficina!? — Exclama— Y yo creyendo que eras alguien decente— Bufa.

Frunce levemente el ceño, ofendido. — Pues lamento no cumplir tus expectativas, pero la verdad no recuerdo porque lo hice solo sé que fue por algo importante en ese entonces.

— Quizás sea cierto que estos chicos estuvieron con nosotros. — Interviene el Germano. — Siento como si tuviera lagunas mentales.

Asintiendo el español. — Bien, pero ¿qué se supone que hacemos con esto? Ese chico dijo que los leyéramos y ahora qué…

Alborotándose el cabello Francis dice. — No sé qué quiere pero me está matando, me duele la cabeza de solo intentar pensar en algo. Lo que es importante ahora mismo. — Mira a los demás con la preocupación y angustia marcada en sus facciones. — Es encontrar a Matthew y Feleciano.

— Es cierto, no podemos perder más tiempo. — Apoya Antonio.

— Lo sé. — Dice finalmente Arthur. — Ir con el director no es de ayuda, no ha llegado desde hace algunas semanas e ir con la policía no es factible, no tenemos  nada concreto.

— ¿Y esta información, las fotografías no sirven? — Pregunta Francis.

El Británico niega. — Esto no es cien por ciento confiable, ni nosotros estamos del todo seguro, acaso quieres ir y decirles que por una corazonada estos chicos que quizás hayamos conocidos son peligrosos y deben capturarlos?

— Pues es un intento. — Intenta justificarse.

— Puede que nos crean, si les decimos que estamos seguros de que lo son y bueno no exactamente que los conocemos. — Interviene el español.

— En ese caso nos preguntaran de dónde sacamos los documentos.

— Pues los encontramos. También podemos pedir ayuda para encontrar a Feleciano y Matthew.

Arthur suspira cansado. — Bien, los llevaremos mañana a primera hora.

— ¿¡Quieres decir que esperaremos hasta mañana para hacer algo!? — Exclama a punto de perder la paciencia el Alemán.

— Aunque no lo crean a estas horas, la escuela ya ha encendido la seguridad— Los mira serio.— tiene cercado eléctrico y las puertas no se pueden forzar ya lo han intentado ladrones, lo sé porque el director me lo dijo hace tiempo y vi cuando alguien intento salir, tuvieron que llevárselo de urgencia al hospital. No tengo poder de hacer nada en eso.

Apretando puños y dientes, abatidos y con rabia se van a sus respectivas habitaciones con la promesa de levantarse prácticamente lo antes posible para no perder más tiempo con la situación de sus amigos.

---------------------------

Esquivando uno de los puñetazos, aprovecha para lanzar una patada a las costillas que es esquivado con suma facilidad por la Hungara que sonríe con diversión.

— Si no quieres golpear no sé cómo quieres terminar esto— Dice mientras lanza una patada al estomago de Romano.

Bufa esquivándolo.

 Luego los golpes son más certeros por parte de ambos, la rapidez aumenta y la agilidad en los movimientos también.

— Esto termina aquí— Masculla Romano.

En un rápido movimiento se posiciona tras la chica y aprese uno de los brazos de la misma por la espalda, con el brazo libre toma el diestro de ella y lo coloca sobre su cuello, evitando el escape.

— Buenos movimientos. — Confiesa con irritación la chica.

Soltándola.

— Ahora no más preguntas. — Sentencia tomando su chaqueta del suelo.

Alfred quien había visto la pelea desde un lado, comienza a caminar hacia la salida de la sala, seguido por Romano. Heracles se acerca a la chica que asiente con una sonrisa como diciéndole que está bien. Mientras los otros se iban.

----------------------------

A eso cerca de las seis de la mañana Arthur despierta, sintiendo sus ojos levemente pesados, intenta despabilar mientras se estira.

En el pasillo, tres chicos caminan juntos a un mismo destino; la habitación de cierto Ingles. Ludwing es el primero en tocar apenas si habían llegado a la puerta. Levanta una ceja al ver que no abrían ni se escuchaba la voz del inglés. Los otros dos miran igual de extrañados. Ahora es el turno de Francis de tocar sin respuesta, gira el pomo abriendo la puerta con cuidado.

Parpadean confundidos al ver al Británico de rodillas mientras levanta sus sabanas mirando bajo la cama. Y su cuarto hecho un desastre.

— Arthur ¿estás bien? — Se atreve a preguntar Antonio. A la vez que este de forma rápida se iba a su escritorio y desordenaba las cosas encima.

— No están. — Les dice desesperado.

— ¿Qué cosa no está?

Dejando de lado lo que hacía, los mira con angustia. — Las carpetas no están.

Alarmados entienden a lo que se refiere.

— ¿Cómo que no están? ¿Estás seguro? — Francis apoya sus manos en los hombros ajenos en un intento de calmarlo. — Quizás solo se te cayeron por ahí.

Niega con ímpetu. — Ya busque en todos lados. Ayer las deje en el escritorio estoy seguro, y de ahí no los toque. Pero ahora no están.

— Tranquilo. — Dice Ludwing— Te ayudaremos a buscarlas.

— Bien

Se pusieron manos a la obra, aunque al final terminaron temiendo lo peor.

— No están... — Dice Antonio deslizándose al piso.

— No— Repite el Alemán anonadado.

Restregándose la cara con las manos— Pero como pudieron desaparecer si apenas ayer las teníamos. — Francis intenta no entrar en pánico.

Con una mano sobre su boca Arthur pregunta. — Entonces ¿qué haremos?

Antes de que pudiese caer un silencio abrumador Antonio se levanta diciendo.

— Yo digo que veamos lo de las carpeta en otro momento, ahora salgamos nosotros a buscarlos, la policía ya no es útil sin las carpetas.

— Cierto— Se levanta el Francés con el ánimo renovado.

— Pero aún podemos repórtalos como desaparecidos

— ¿Y eso que conllevará?, que cierren la escuela para buscar pistas que nos interroguen hasta cuándo y quizás cuando los encontraran.

— Pues creo que hubiese pasado lo mismo si tuviésemos las carpetas.

— O quizás fuesen más rápidos o no, eso ya no importa. Hagamos algo nosotros que estamos acá.

— Bien, me parece bien— Apoya el Alemán confiado.

— Pero como los encontraremos, no tenemos nada.

— Yo no diría nada. — Dice el Germano.

---------------------------------------------

—Quiero irme a casa. — Murmura limpiándose por decima vez las lágrimas que se reusaban en dejar de caer. — Quiero a mi fratello conmigo. — Se abraza con más fuerza las rodillas enterrando la cabeza entre sus piernas.

Da un brinco cuando escucha.

— No te preocupes, pronto lo tendrás a tu lado. — Dice Iván entrando a la habitación. — Pero no te prometo que sea vivo— Sonríe.

Italia muerde su labio en un intento de parar sus sollozos, pero el imaginarse a su hermano muerto hace que rompa le es imposible.

— ¿Por qué haces esto? — Le pregunta un lloroso Italiano.

Borrando su sonrisa se acerca hasta el castaño que no puede retroceder más por la muralla a su espalda, desvía su mirada de los intimidantes ojos morados del otro. Iván toma su mentón obligándolo a verlo.

— ¿Sabes? tu hermano es un traidor y un asesino. No deberías confiar en él.

Sorbiendo, intenta articular bien las palabras— ¿Ase- asesino…?

Asiente mostrando su típica sonrisa— Sus manos están manchadas de sangre de unas—  Se lleva un dedo hasta su mejilla pensando— ¿cincuenta personas? Si es que no más.

Feleciano niega moviendo apenas la cabeza, Iván frunce el ceño y apretando su agarre, se acerca un poco más para decirle.

— Despierta, todas esas veces que te decía que hacia cosas buenas solo estaba matando personas a sangre fría. — Suelta el agarre empujando de forma brusca la cara del contrario hacia un lado. — Créeme cuando te digo que es un mentiroso y un traidor.

La habitación hace que los sollozos de Feleciano hagan eco.

Suponiendo que el otro asimilaba la información se dirige a la puerta para detenerse a escasos centímetros de la salida cuando el otro responde bajo.

— Romano nunca traicionaría a nadie... no me haría eso... tampoco es un mentiroso… él es bueno — Su voz tiembla mientras dice eso y más cuando el ruso se vuelve a acercar con una calma demasiado falsa.

— ¿Cómo estás tan seguro de que no lo hará?

A Feleciano no le sale la voz con el intimidante chico parado frente suyo. Era como si de la nada le fuese a golpear.

— ¡Por qué! — Exige enojado.

Da un salto sintiendo su corazón acelerarse, las lágrimas vuelven a acumularse en sus ojos, pero esta vez no las deja salir—… Porque es mi hermano.

Iván aprieta sus puños para darse la vuelta.

— k6;kk3;l0;l3;

El portazo hace eco en el cuarto, Feleciano deja nuevamente sus lágrimas salir, su cabeza daba vueltas en las palabras del chico, pero el confiaba en su hermano… eso creía.

Matthew cierra los ojos con fuerza cuando el portazo es ahora en su habitación.

 — ¿Y ahora tu me dirás que tu hermano es un santo, no? — Acercándose a él.

— ¿Có- cómo? — Asustado a más no poder intenta alejarse hasta el otro lado del cuarto pero su cuerpo no reacciona.

— Que tu hermano ha hecho cosas buenas y honradas todo este tiempo estudiando como un chico normal y esas estupideces.

— Yo…— Siente sus mejillas siendo mojadas por lágrimas repentinas.

Se carcajea asustando aún más al Canadiense. Iván se limpia una lágrima producto de la risa para luego hablarle.

 

 

— Son idiotas, ¿lo sabes? Pero no los culpo por caer en eso, antes también había creído  en palabras bonitas y esas cosas pero ya desperté. — Acuclillándose — Te diré lo mismo que a tu amigo de al lado, y lo hago solo porque es triste verlos siendo engañados por personas en que confían. Tú hermano junto con el hermano del otro chico, son asesinos, sus manos están manchadas con sangre.

— ¿Ase…asesino…?

— Así es, desde siempre lo han sido, desde que siempre te ha estado diciendo mentiras y haciendo cosas malas a tu espalda. — Dice con tono según él comprensivo.

Niega de forma débil— No… él no sería capaz de matar a alguien. — Murmura.

Una sonrisa ladeada— Vamos,¿ no te pareció extraño que solo se hablaran por teléfono o por computadora?  por favor, estaba asesinando en ese entonces. — Se pone serio al ver que el otro no reaccionaba. Chista — Bien, piensa lo que quieras, pero recuerda que lo que te digo es verdad.

Cierra la puerta.

-------------------------------

— Hemos reunido toda la información que hemos juntado durante un tiempo sobre algo de la base en que se encuentra Iván, aunque con todos los esfuerzos  no hay mucha información estamos seguros que de alguna forma ellos se conectan con la organización de Ryonk.

— ¿Cómo lo saben? —Pregunta Alfred viendo la información que les acababa de pasar el director.

— Con el objeto que nos enviaron

Notas finales:

El proximo cap. ya empieza lo que es acción por si están aburridas de tanta conversa xD 

Lamento que sea asi pero gracias por seguir leyendo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).