Me
“Jamás pude ser una persona tierna; mi madre me tubo en un hospital psiquiátrico, y me mandaron con un bastardo que se la paso haciéndome odiar la vida durante toda mi infancia y gran parte de la adolescencia”
Baje con la botella medio vacía de ron en mi mano, el elevador estaba dando pequeños parpadeos de luz; debería de llamar al mecánico para que viera ese detalle si no, ya sería la cuarta vez que esa porquería se detendría. La puerta del elevador se abrió dejándome en mi destino, el cuarto de 2D.
Indefenso, medio dormido por el gas que eventualmente yo ponía en su habitación para que no intentara escapar, y muy probablemente con inicios de migraña algo usual. Entre a la habitación casi oscura iluminada por la ventana que daba un vistazo al océano. Y tal cual lo pensé ahí estaba mi pequeño cantante de cabello azul, con una almohada en sima de su cabeza y una respiración acompasada. Tome otro trago del ron y me acerqué más, quitándole la pieza de tela y plumas de mi cantante.
Observe su rostro, después de pasar tantos años desde que nos conocimos seguía siendo igual, con su linda cara. En mi cabeza pasan rápidamente imágenes y en especial de mi vida hace muchos años, muchos años.
“ Lárgate de una vez puto marica!, no quiero saber nada de ti! Debieron dejarte pudrir en el mismo asilo de la puta de tu madre-“resonó en mi cabeza la voz de mi padre, viejo bastardo.
Ese día fue cuando me largue por fin, no más humillaciones en un supuesto hogar, no más dolor.
-¿Qué estás haciendo Murdoc?- su voz me sorprendió pero no tanto como para detenerme; sus ojos negros me miraron apenas entreabiertos, ante de que reaccionara completamente le agarre las manos y me puse encima de él. Forcejeo levente pero logre aplacarlo aplicándole todo mi peso en sus costillas, gimió adolorido casi sin aire.
-Mira cara de dolor, mejor déjate hacer si no quieres que esta botella termine en un lugar muy incómodo- lo amenace viéndolo a los ojos directamente, jamás había visto así de asustados antes, y eso que no sería precisamente la primera vez que yo lo había amenazado. Sinceramente me ponía demasiado caliente la idea de obligarlo, humillarlo y hacerlo llorar mientras yo disfrutaba.
Solté la botella para inmovilizarlo mejor, callo en el pecho desnudo de 2D derramándosele encima y un tanto más en el colchón haciendo que el ambiente se llenara del dulce olor del ron. Me incline para comenzar a lamer del ron con mi larga lengua, Stu seguía moviéndose y tratando de zafarse pero no tanto como para que yo lo lastimara; lo mordí en la clavícula y el gimió de dolor, algo bastante excitante a mi opinión.
-¡Murdoc estas ebrio! ¡Sé que no quieres hacer esto! – dijo suplicante, y otra cosa golpeo fuertemente mi mente; algo que había enterrado.
“Muds sé que no quieres hacer esto, ¿qué te diría papa si supiera que mientras “jugábamos” me mordiste ahí?, quizás a él le gustaría saber exactamente cómo fue que su hijo menor le gusta tanto que le metan cosas en la boca y en el culo ¿No? ”
Hannibal, mi hermano actualmente preso por robar cosas sin tanto valor, otra de las personas que habían marcado mi vida, por quien conocí la música y quien rompió parte de mi.
Eso fue algo que me colmo la paciencia. Le solté las manos y le di una bofetada con toda la fuerza que pude, partiéndole el labio y dejando una marca rojiza, y creo que un par de lágrimas también. Le tome la cara con la mano izquierda enterrando un poco las uñas de mis manos
- Jamás me digas que es lo que quiero o no hacer idiota- sentencie y sin mucho más trato como pude, le arranque los pantalones junto con la ropa interior; arañándolo en el proceso el pataleaba levemente pero realmente no luchaba casi nada.
Su pene se encontraba flácido, y yo aprovechando que aún lo tenía inmovilizado tome su miembro y lo comencé a masturbar con violencia, aunque el estúpido de 2D comenzó a llorar levemente, sé que le gusta no hay manera que no le guste, sino porque estaría comenzado a estar tener una erección?
-¡Vaya vaya!, ¿te está gustando verdad? – pregunto mientras apego mi boca a su oído. Es obvio que este chico ama lo que le estoy haciendo. Su llanto sigue presente ahora densas lagrimas fluyen por sus mejillas, una imagen bastante tierna, desapego mi boca de su oreja y paso mi lengua por sus lágrimas.
-…- no respondió nada, y cerró los ojos con fuerza evitando que yo lo mirara. Me despegue un momento de él y baje la cremallera de mi pantalón, saque mi miembro erecto por todo el “juego previo” que mi cantante me había ofrecido.
Sin pelear nada ahora, levante sus piernas a mis hombros y busque su entrada. Jamás me paso por la mente prepararlo para la penetración, me posicione y lo vi brevemente antes de hacerlo; sus ojos seguían cerrados y con lágrimas. Algo en mí se retorció, volví a tomarle de la cara y lo obligue a verme; en sus ojos negros vi el miedo reflejado, vi lo peor que había en mí, y el pasado y me vi a mi más joven.
Acerque mi boca a la de Stu y lo bese, no violentamente sino tranquilo y suave; entre en el de manera tranquila. Él se sorprendió y correspondió solo un poco el beso, estaba ensimismado en el dolor aun.
No se por qué lo hice si soy sincero, al principio quería herirlo; ahora no lo se.
Seguí besándolo, y comencé a entrar y salir de adentro de él. El gimió atrapado aun en los besos, deje de besarlo y puse mi cabeza en el hueco que formaba su hombro con su cuello, comencé a pensar en todo lo que había hecho. Salir de casa de mi padre, el abuso de Hannibal, vender mi alma; todas cosas que me han marcado y luego estaba 2D… Stu.
En algún momento de todo el acto, sus brazos fueron a para alrededor de mi torso, abrazándome con alguna emoción semejante a ¿cariño?
-Murdoc .. solo… dé…déjalo …salir- el me dijo entre los gemidos que causaban las envestidas; aumente el ritmo de inmediato, sentí el estremecimiento de mi cantante, su tejido muscular apretando mi longitud, asfixiándome.
Termine poco después que el, y aun en la misma posición el me abrazo más fuerte que antes y yo comencé a llorar, como desde que era pequeño no lo hacia.
-Stuart.. yo- gimotee un poco entre las lágrimas, el me levanto un poco y también con lágrimas en la cara me callo. Y me beso suavemente y me dijo.
-No importa, estoy aquí solo somos tu y yo- volvió a besarme, el resto solo fue un abrazo que nunca había recibido de nadie más. Comenzamos a dormir poco después de eso, quedándome con un último recuerdo.
“Te había llevado a mi winnebango, tenía la idea que me serias útil a futuro, te di un teclado y te pedí que tocaras, ¡vaya talento!
-Tocas bastante bien el teclado
-Je aunque sea lo recuerdo bien, o eso creo- respondió mientras seguía tocando las teclas del instrumento
-¿Quieres unirte a mi banda? ¡Con Tigo alcanzaríamos el éxito!- le dije mientras tomaba sus manos y lo mire a los ojos. Ambos nos sonrojamos un poco
-mmm bueno… no tengo ahora nada que hacer, y mi tio creo que no me dara trabajo de nuevo- soltó mis manos y desvió la mirada yo hice lo mismo pero fingí más entusiasmo
-¡Todo arreglado entonces 2D!- casi grite
-2D?
-¿No te gusta?- pensé que había metido la pata
-¡No! Es mucho mejor que mi nombre- aclaro mientras sonreía y se enfocaba de nueva cuenta en el teclado.
Sonreí tontamente un segundo, ese chico era tonto pero lindo”