Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amantes sunt amentes por Kunay_dlz

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

See, éste cap es otro de Roy. Sinceramente no me pude imaginar a nadie más para el papel.

Personajes pertenecientes a Hiromu Aracawa, creadora de FMA.

 

 

So violento So macabro

 

 

 

Las ciudades están llenas de diferentes historias, hay historias de superación personal, hay historias llenas de drama, hay historias de amor… hay historias de desamor… y hay historias como ésta.

 

--¡No lo acepto! ¡Eso jamás Ed! Tú no me puedes dejar –dice un azabache de ojos obscuros que brillaban de ira- No puedes –siseaba mirando a un hermoso rubio de ojos dorados opacados por el temor.

 

--Basta Roy, acepta que hace tiempo lo nuestro se terminó, –decía el rubio en un intento por calmar a su pareja- tu trabajo te tiene muy ocupado, incluso hay semanas enteras que no te apareces en el departamento…

 

--¡Lo hago por tí! ¿Qué no entiendes? –dice el azabache desesperado- Para darte la vida que mereces, solo quiero darte todo lo que tengo  incluso mucho más, Ed, ¿A caso no es obvio?

 

--No Roy, no entiendo nada… yo no pedí todos estos lujos yo solo quería amor… y eso no lo puedo tener contigo, ya no.

 

 

Te voy a hablar con la verdad
Me cuesta tanto imaginar
Me cuesta tanto aceptar

que el "tú y yo" ya no se va a usar

 

--¿Por eso te vas?... ¿A buscar amor?... ¡Dímelo! –en ese arranque de furia Roy patea el mueble del recibidor provocando un susto mayor en Ed –Sabes que nadie te ama como yo… te amé desde el primer instante en que te conocí… -sus dulces palabras se distorsionaron convirtiéndolas en amenazas –YO sé lo que te gusta, YO sé lo que tanto odias, YO sé tus miedos, YO sé qué te complace… solo YO conozco todo tu cuerpo… solo YO conozco los secretos de tu alma… Nadie, escúchame bien, NADIE te conoce mejor que yo… -la sonrisa que se formó en su rostro hizo que un escalofrío recorriera la espalda del rubio.

 

--… sabes que ya no tiene caso Roy… -su voz se escuchaba insegura, el hombre parado frente a él no lo había visto jamás, ése no era Roy.

 

--Te amo, enano y lo sabes… sé que lo sabes, siempre lo has sabido. –poco a poco avanzaba hacia un paralizado rubio.

 

--A-a… ¿a quién-le lla-mas e-ena-nno? –apenas se escuchaba la respuesta condicionada por tantos años juntos. En ese momento Ed se sentía más que “enano” ante el aura pesada que emanaba Roy con cada paso que daba. Cerró los ojos y ya no supo nada más.

 


Y aprendo una vez más,

 las cosas que realmente amas te apuñalan la espalda
Y sabes de lo que soy capaz
Tengo un complejo muy crudo y psicópata
Te quiero para mí, sola para mí
Que no ves que conmigo es puro frenesí

 

--¡Rápido, ayúdenme! –suplicaba un moreno a los paramédicos que entraban al departamento de la pareja –Mi esposo no reacciona, llegué hace unos minutos y lo encontré tirado en la sala… parece que su pierna izquierda y su brazo derecho están fracturados por lo que no me atreví a moverlo… -decía con aparente calma –llévenlo al Hospital Central, ahí lo atenderé personalmente.

 

--Disculpe señor, -uno de los paramédicos que terminaba de asegurar la cabeza del rubio se dirigió al azabache -¿Es  usted el doctor Roy Mustang?

 

--Así es, por favor lleven a mi esposo al Hospital y déjenlo bajo mi cuidado. –contestó.

 

--Sé que no es momento para decirlo pero, es admirable que actúe con profesionalismo ante una emergencia con una de sus seres queridos. –se atrevió a decir el paramédico al tiempo preparaban a Ed para movilizarlo a la ambulancia.

 

--Es todo lo que puedo hacer, no puedo perder la calma si es que quiero atenderlo yo mismo. –continuaba hablando mientras los seguía –Sinceramente no me atrevería a dejarlo con alguien más.

        

 

Estoy elaborando un plan
Para hacerte enojar
Quiero que te quede claro

 que si no es conmigo

 con nadie vas a estar

Ya el Hospital Central, en la sala de emergencias, se preparaban tres enfermeras un anestesista y dos cirujanos incluyendo a Roy para la reconstrucción de las extremidades del chico rubio que yacía en el centro de la sala. Entre incisiones, reconexiones de nervios, clavos y placas de metal en los huesos y puntadas ocho horas pasaron.

 

--La reconstrucción fue un éxito –comentaba un moreno entre sus colegas –les agradezco su esfuerzo para con mi esposo. –dijo dirigiéndole una mirada llena de amor al rubio aún anestesiado, las enfermeras suspiraron, matarían por un marido tan dedicado como el que tenían ante sus ojos –estará en terapia intensiva hasta que reaccione. –indicó el azabache de mirada felina recibiendo la aprobación de quienes le acompañaban.

 


Confía en mí, amor, lo tengo calculado
Si algo sale mal,

pido perdón de ante mano,

 pues así soy yo

 

Dentro de una de los cuartos de terapia intensiva, el sonido intermitente de una máquina traía de vuelta a la consciencia a un bello rubio, el olor a hospital le hizo abrir los ojos con una lentitud desesperante. La realidad de lo ocurrido le llegó de golpe llenándolo de angustia y desesperación. Hizo un tremendo esfuerzo por levantarse pero no sentía gran parte de su cuerpo. Paró en seco al sentir la presencia de esa persona, la que un día le invitó a subir al cielo… para después convertirlo en el peor de los infiernos en tan solo sesenta segundos.

 

--Me alegra que despertaras Ed, estaba comenzando a asustarme –dijo con alivio una voz masculina y profunda como sus ojos –siento lo de tu brazo y tu pierna… -una lluvia de dolorosas imágenes pasaron por la mente del ojidorado que miraba con miedo a su acompañante –no debes preocuparte, ya están bien, pude arreglarlas… para ti –su voz comenzó a sonar dulce –sé lo mucho que sufrirías si te faltara una de ellas, mi querido Edward, pues sé que no crees tan fuerte como para renunciar a una. –la cercanía del moreno le hacía temblar, temía que le hiciera daño –No sé lo que haría sin ti, mi amado Ed, si lo que te molesta de nuestra relación es que no deje el trabajo para estar a tu lado, entonces te alegrará saber que si te quedas en este hospital, donde trabajo, podemos estar juntos… –el sonido de la máquina que lo despertó aumentó considerablemente al escuchar semejantes palabras.

 

>No te emociones tanto o nos descubrirán –la alegría en la voz del moreno no era normal –mira, esta inyección contiene una sustancia que te inducirá a un coma –el sonido de la máquina era tan constante que el rubio se preguntaba por qué nadie acudía a verificar semejante ruido, porqué nadie llegaba a rescatarlo -¡Ahora podremos estar muy juntos! –susurró con excitación el moreno –No pongas esa cara, con esta pequeña dosis nadie se dará cuenta y además –se acercó al oído del aterrado rubio para susurrar –es temporal… y cada que regreses –le mordió el lóbulo de la oreja provocando temblores como respuesta al miedo y la impotencia de no poder hacer nada para defenderse, no en el estado en que se encontraba –desde ahora tu vida estará llena de lo que más te gusta –continuaba susurrando mientras introducía la aguja seguido de la fatídica sustancia en la pierna derecha del rubio –dormir y, cuando despiertes –la voz del que una vez amó con toda el alma se distorsionaba poco a poco –te haré el amor de manera salvaje y apasionada, tal como te gusta… -después de esas palabras… solo hubo obscuridad.

 


Te tengo amor obsesivo,

un poco tétrico
Te invito a sentir

malestar sin fin
Dame tu mano,

 pongámosle fin al sufrir

 

Han pasado seis meses desde que el rubio estuvo consciente: su pelo está un poco más largo y las enfermeras ocasionales lo trenzan pues el doctor Mustang les indicó que así le gustaba a su esposo, su piel ha perdido su tono trigueño, su apariencia es más delicada. Definitivamente ha cambiado mucho. Solo. Tendido en una cama como carcelera. Solo. Sufriendo y llorando en la obscuridad de la inconsciencia. Siempre solo.

 

--Vamos Ed, abre los ojos, sé muy bien que estás despierto –escuchaba la voz más dulce del mundo causándole escalofríos –recuerda que nadie te conoce mejor que yo –sentía una leve sensación de ser acariciado –creo que es hora de darte eso que tanto quieres –ronroneaba cerca de su boca –esta noche la pasarás muy bien. –nuevamente no pudo hacer nada, su cuerpo no le respondía, solo la esperanza de que el turno de chequeo de alguna enfermera llegara y entrara a revisarlo descubriendo de paso la acción “indecente” de un médico con su paciente, el moreno, como leyéndole la mente suspendió su labor para decirle –No te preocupes mi adorado Ed… nadie nos interrumpirá… todos en el Hospital saben que yo te atiendo, yo te cuido, yo te baño, yo de administro el medicamento… me quedo todas las noches a tu lado esperando que despiertes…muchos ven mi rutina con lástima… tontos… ellos no saben que en verdad puedes despertar… como ahora… -fue  todo lo que dijo reanudando su labor.

 

En su interior, Ed gritaba y lloraba rogando porque alguien le salve, esos besos que antes le enloquecían ahora los repudiaba… esas caricias que le estremecían ahora le quemaban como ácido. Después de lo que le pareció una eternidad, su tormento se terminó, intentó abrir los ojos y lo hizo, sólo para observar cómo Roy se acercaba con una inyección llena de esa sustancia que le quitaría más tiempo de su vida.

 


Y sabes de lo que soy capaz
Tengo un complejo muy crudo y psicópata

 

--No llores Ed, esto es lo mejor para los dos, de esta manera tú y mi trabajo están en el mismo lugar  por lo que técnicamente paso mucho, mucho, mucho tiempo contigo. –decía mientras acariciaba el rubio pelo del chico que lo miraba con súplica derramando lágrimas tan amargas como la hiel.

 

 

No lo hago por mí,

 sino por los dos
Será macabro pero

 salvará nuestro amor

 

--Edward, no me gusta verte llorar… si no te amara tanto, te habría dejado morir hace seis meses, sin embargo vi que si quería hacerte entrar en razón y te daba lo que más te gustaba en el mundo desistirías y todo volvería a ser como antes –decía con ensoñación mientras buscaba con su mano un lugar donde inyectarlo –me mirarías con tus ojos dorados con amor, me besarías con ternura y timidez en público y con pasión en nuestra alcoba y además, pelearíamos por cosas insignificantes con tal de tener un motivo para “reconciliarnos”. –el azabache sonrío para en seguida introducir ese maldito líquido que al rubio le robaría la consciencia.

 

 

Me tienes que creer,

 tienes que confiar
El sentimiento es profundo y también real

 

--Buenas noches Ed, no te aflijas recuerda que aquí estaré cuando despiertes. Te amo. –fue lo último que el rubio pudo escuchar.

 

Los segundos de consciencia restantes los usó para desear el que lo haya matado ese día en lugar de aprisionarlo de esa forma tan inhumana, Roy era reconocido por las aportaciones a la medicina con medicamentos… podía dar fe de eso.

 

Su vista se nublaba…

 

Deseó no haber regresado por su equipaje…

 

Deseó no haber huido en cuanto vio cómo Roy perdía el control…

 

Deseo que el dolor de sus huesos quebrándose hubieran opacado el dolor de su corazón al ver la bestia en que Roy se convertía…

 

Deseó haber muerto en el quirófano…

 

Deseó no volver a despertar.

 

 

 

Fin.

 

 

Notas finales:

Solo faltan tres capítulos para que se termine oficialemente esta ser de one-shots.

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).