Noche buena, una pequeña cena con tus seres queridos entre anécdotas y risas, una noche para reunificar esos lazos, pero en este caso era una noche para conocerse…
–Dobe, dame el tomate –claro que hay cosas que no cambian.
–Claro Teme- respondió mientras le pasaba un tomate con una abertura y que no tenia relleno (así es muchach@s, comerán tomate relleno).
Era su primera noche buena juntos y, para más, de pareja. Al rubio le costo mucho convencer al Uchiha debido a que el insistía que esa noche la tenia que pasar con sus padres, que por cierto estaban de vacaciones en Takigakure, y que él podría pasarlo con el perro (que explicare más delante de donde salió), pero el rubio le dijo que no y lo convenció para pasarlo junto con él en su departamento… y al perro también.
–Kurama esta muy tranquilo –dijo Sasuke mientras le ponía el relleno de atún, choclo y mayo al tomate que le paso al rubio.
– Es que ya me destruyo las pantuflas, los nuevos audífonos y me tiro el arbolito- suspiro y el pelinegro trato de suprimir una risita- creo que no le agrado –comento finalmente con desanimo.
– Le agradas –aseguro el Uchiha
– si claro- rodo los ojos- y Kisame no tiene cara de tiburón- dijo con sarcasmo ganándose la dulce sonrisa de Sasuke.
– a ver usuratonkanchi, yo te quiero, tú me quieres y aun así nos pasamos peleando todo el día.
– eso no es cierto –refuto el rubio
– aquí empezamos de nuevo.
– que no hemos empezado nada.
Y así empezó otra discusión de esta estable y formidable relación, claro que no duro mucho debido a que Sasuke empezó a ignorar al rubio, así que, mientras el Uzumaki le gritaba este termino de armar los tomates rellenos y ahora ponía la mesa. El rubio cansado de la ley del hielo se puso detrás de su pareja y paso sus brazos por el abdomen de esta envolviéndolos en un abrazo y, aprovechando la situación, Naruto empezó a repartir besos por el cuello de Sasuke quien estaba relajado y tan a gusto con la atención recibida que dejo los servicios y se dio vuelta para darle un beso en los labios a SU rubio. Naruto movío sus manos a la cintura de Sasuke atrayéndolo más a su cuerpo y este paso sus brazos por el cuello del otro, esta acciones hicieron que el beso se profundizara. EL Uzumaki tomo el labio superior de su pareja y lo empezó a tirar suavemente, este movimiento lo cambio y volvió a juntar sus labios pero, ahora y con el permiso de Sasuke, adentraba su lengua para explorar la cavidad que tenia un ligero gusto a vainilla. Por flata de aire tuvieron que separarse…
–Maldito oxigeno necesario –dijo entre jadeos Sasuke.
– a mi también me gusto – respondió con una sonrisa.
Se dieron un abrazo y fueron a buscar las cosas de la cocina para comer.
Entre risas, discusiones y Naruto peleando con Kurama para que no volviera a tirar al piso al árbol paso la cena. Era bonito, este tipo de ambiente no se lograba en la casa de Sasuke debido a que siempre que su hermanito Sai, que era el único que hacia reír a toda la familia con sus ocurrencias, era regañado porque noche buena era una cena formal. Por otro lado, Naruto estaba acostumbrado a pasar estas fiesta con sus padres y como recientemente se había ido a suna tenia la idea de que iba a pasar esta noche solo y estaba muy agradecido de que no fuera así, el único pero que le encontraba a esta noche era el hecho de que ese saco de pulgas estuviera ahí.
Sasuke llevo las cosas de vuelta a la cocina mientras Naruto tomaba una pequeña cajita negra con una cinta de color rojo, puso su mejor sonrisa y espero a que el Uchiha saliera para dársela.
–Sasuke –le llamo al verlo en el living- se que todavía no es navidad, pero quería dártelo –le ofreció la Cajita.
– si es así –del bolsillo del pantalón saco un sobre pequeño –acepta el mío.
Ambos tomaron sus regalos y lo abrieron. Sasuke formo una sonrisa al ver el anillo* el cual se lo puso inmediatamente para ver a Naruto quien también se ponía su regalo que era un collar de cristal ( el que ocupa en la serie). Ambos se sonrieron y se volvieron a abrazar.
–Sasuke- dijo el rubio sin romper el abrazo- gracias por estar aquí hoy- apretó un poco el agarre- promete que siempre vamos a estar juntos.
–Lo prometo Naruto, nunca te dejare.
Ambos apretaron un poco su agarre reafirmando lo recién dicho y esa noche era testigo, al igual que Kurama, de esa promesa llena de amor…
Continuara…