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Suplicando tu amor por Fullbuster

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Sasuke Uchiha POV

Llevaba saliendo con Naruto dos semanas y aunque al principio hubo rumores, los del equipo de Hockey acabaron acallándolos. Supongo que nadie se quería meter con ellos y aunque había algún amigo de Naruto que me miraba mal todavía, a las horas de comer donde nos reuníamos y mi novio me obligaba prácticamente a sentarme a la mesa con ellos, Gaara se sentaba a mi lado echando horribles miradas a todo el que no aceptase aquello.

Una de las cosas que más miedo me daba y que por suerte para mí… Naruto no me había dicho nada aún, era de tener relaciones, porque cuando estuve con Haku, él si intentaba convencerme a todo momento de que tuviera relaciones con él y no quería, porque yo siempre fui su chico invisible, al que luego le dio la patada, tenía miedo de que Naruto me hiciera eso, me dejase cuando tuviera lo que quería de mí.

Hoy entraba por el instituto de nuevo y aunque la gente me miraba, habían parado los insultos y las risas a mi espalda, pero las chicas sí que me miraban mal, creo que porque me había llevado al chico popular, pero tampoco era mi culpa que él tuviera sentimientos hacia mí, creía que era heterosexual pero aún así, me daba exactamente igual lo que mirasen o pensasen, porque tenía a Naruto, era mío, lo sentía así, estaba con él.

Pensaba en eso mientras me fijaba en Sakura que estaba en su taquilla sacando unos cuadernos mientras cuchicheaba con sus amigas y me miraba mal. Fue en ese momento cuando sentí un golpe en el abdomen que me empujaba hacia una de las puertas, la del cuarto de la limpieza. La persona que estaba placando contra mí abrió la puerta, me metió dentro con ella y cerró la puerta empezando a devorar mis labios como si no hubiera un mañana.

Tiré la mochila al suelo cogiendo su cintura y besándole yo también a él, porque Naruto siempre era así de impulsivo, no sabía nunca por donde saldría o en qué estaría pensando, pero siempre se le ocurría algo para que tuviéramos unos minutos a solas.

Me empotró contra la pared con fuerza reteniendo mis muñecas con sus manos mientras me besaba el cuello, la oreja y volvía a mi boca para jugar con mi lengua, para saborearme entero, para explorar por donde quiso.

- Buenos días – me dijo sonriendo.

- ¿Crees que esto es forma de dar los buenos días? – le pregunté sonriendo yo también.

- No sé si son formas, pero es la más divertida. ¿Qué haces esta noche? – me preguntó y me tensé un poco pensando en lo que podía pedirme.

- No lo sé – le dije.

- ¿Por qué no averiguas que haces y luego me contestas a esto? – me preguntó sacando de su bolsillo de atrás dos entradas para un concierto, encima… de mi grupo favorito, ese del que tenía todos sus CD y debía ocultarlos por la habitación para que no los viera mi padre.

- ¿Va enserio? – le pregunté cogiendo las entradas y mirándolas bien, porque no sabía si es que mis ojos me engañaban.

- Va enserio – me dijo – tocan esta noche en un club de aquí cerca, si no tienes nada que hacer, quizá te gustaría acompañarme – me dijo sonriendo, porque sabía que era mi grupo favorito.

- Si – le dije – sí, quiero ir

- Ya lo suponía – me dijo volviendo a besarme.

Escuché el timbre de clase y Naruto me comentó que deberíamos ir antes de que entrase el profesor, pero por primera vez en mi vida, me habría gustado saltarme esa clase y quedarme en este estrecho lugar con Naruto besándome todo el día.

- ¿Ni cinco minutos? – le pregunté y él sonrió.

- Esta noche te doy todos los minutos que quieras, pero no quiero ser el responsable de que tus notas bajen y no puedas ir a esa universidad a la que pretendes ir – me dijo – así que venga, a clase.

Naruto fue a abrir la puerta cuando le cogí de la muñeca girándole hacia mí y empotré su espalda contra la misma puerta volviendo a besarle con fuerza. Se quedó paralizado por mi impulso unos segundos, pero luego continuó mi beso colocando sus manos en mi cintura acercándome más a él, hasta que apartó la cara de golpe.

- Dios, no sigas Sasuke – me dijo y sentí en mi intimidad que Naruto se estaba excitando, porque abultaban sus pantalones – si sigues no sé si puedo parar – me dijo intentando despejar su mente para bajar la excitación que llevaba.

- Lo siento – le dije.

- No te preocupes Sasuke, son cosas que pasan, me excitas demasiado y no quiero forzarte a nada. Sólo necesito unos segundos para bajarlo.

- Vale – le dije.

- Ve a clase anda, ahora te alcanzo.

Me quedé un poco petrificado, porque si él hubiera sido Haku, en ese mismo momento estaría encima de mí desvistiéndome, pero Naruto había frenado. En parte no quería hacerlo con él por el miedo que tenía a que me dejase tras obtenerlo pero otra parte de mí, quería tener relaciones con él, quería a Naruto y esto que hacía ahora mismo, lo sentía como un rechazo.

Abrí la puerta y cuando iba a salir, Naruto me dio una palmada en el trasero sonriendo para que dejase de preocuparme por eso, supongo que había visto mi miedo y mis dudas sobre el motivo por el que él había parado, pero ahora al darme la palmada, creo que lo estaba enfocando de forma diferente, no paraba porque yo no le gustase, paraba porque no quería forzarme.

Llegué a clase y me senté en mi sitio dispuesto a coger apuntes y Naruto entró por lo menos, diez minutos después, cuando el profesor ya estaba dando clase. Se disculpó por el retraso con una sonrisa y le dejaron pasar. Sonreí al verle guiñarme un ojo cuando pasó a mi lado para ir a su sitio y me giré un par de veces a ver como se distraía mirando por la ventana.

Cuando salimos de clase, Sakura nos abordó y aunque vino directamente a por mí, fue Naruto quien cogió su mano antes de que me golpeara y la alejó de mi lado ¡De verdad que esa chica estaba completamente loca! La escuché gritarle a Naruto que la soltase, que todo era por su culpa y es que por lo que conseguí enterarme de la conversación que tuvieron, Sai, el chico con el que siempre veía a Sakura, uno de los que estaban en el equipo de natación, le había dejado porque no quería convertirse en gay como Naruto. Yo no pude evitar reírme y Naruto le vio el plumero cuando dijo todo aquello de Sai.

Sakura se marchó enfadadísima con nosotros, conmigo por robarle al novio supuestamente, con Naruto… por hacer que su multitud de amantes la dejasen para no convertirlos en maricones como nosotros “palabras textuales que utilizó ella para insultarnos”.

- ¿Lo sabías? – me preguntó Naruto.

-  ¿El qué?

- ¿Lo de Sai? ¿Se veían cuando estaba conmigo?

- Intenté decírtelo, pero no me creías cuando te decía que era una golfa, así que esperé a que te dieras cuenta tú mismo.

- Desde luego tengo un novio que no me cuenta las cosas – me dijo

- Desde luego tienes un novio que se muere por besarte – le dije sonriendo y acabó sonriendo conmigo.

- Así no hay quien se enfade contigo – me dijo besándome mientras Gaara que venía por detrás le decía a Naruto que ojito con pasarse… que estaba él por allí.

Aquella tarde sólo le expliqué a mi hermano que me iba al concierto con mi novio. No le gustó mucho eso de conciertos y novio… porque imagino lo que habría hecho él en los conciertos, pero no quise hacerle mucho caso. A mi padre no le dije nada ¿Para qué? Nunca estaba y encima no sabía que era gay, porque como lo supiera estaría muerto en pocas horas.

Naruto vino a recogerme aunque no entró por la casa, creo que le daba un poco de respeto mi casa, no terminaba de estar a gusto en ella, demasiado cara y estirada para él o eso imaginaba.

En el concierto me lo pasé en grande aunque se nos hizo tardísimo. Mi casa estaba demasiado lejos del concierto pero la de Naruto estaba algo más cerca. Él insistió en acompañarme a casa como todo un caballero, pero en todo el camino, no paró de insistir en que su casa estaba más cerca y podía quedarme allí a dormir si quería y volver a mi casa por la mañana, por no caminar sólo a estas horas de la noche. Al final y tras mucho insistirme, accedí para evitarle tantos paseos.

Me comentó que su hermano estaría durmiendo, porque últimamente estaba muy raro, tenía cambios de humor bruscos, vomitaba por las mañanas al mínimo olor raro, estaba cambiando el gusto de sus comidas y estaba siempre agotado, prácticamente no salía de la cama a menos que fuera para ir a trabajar o hacer algo de la casa.

Entramos sin hacer mucho ruido y cuando entré en la habitación de Naruto y vi su cama pequeña, me asusté un poco, porque… ¿se supone que yo tenía que dormir dónde? Según Naruto, con él en su estrecha cama, pero eso suponía estar demasiado pegados y me daba un poco de miedo.

Otro de los grandes problemas es que no tenía pijama, pero porque no estaba previsto que me quedase aquí. Naruto me prestó uno y empecé a cambiarme con cierto temor a que me viera ¡una tontería! Porque me había visto ya desnudo una vez en las duchas. El se cambió sin problema alguno, incluso se paseó varias veces en ropa interior buscando un pantalón de dormir que no encontraba. Yo me sonrojé, porque verle en calzoncillos me recordaba la vez de las duchas que le vi desnudo, no podía evitar pensar que me gustó lo que vi aquella vez y cuando quise darme cuenta, Naruto estaba a mi lado susurrándome al oído.

- Deja de mirarme tanto que me vas a gastar – me dijo y sonreí.

- Lo siento, estaba recordando algo

- ¿El qué? – me dijo cogiéndome de la muñeca para llevarme hacia la cama. Me tumbé con él y pasó su brazo por encima de mi cintura agarrándome con fuerza.

- El día de la ducha – le dije – cuando te paseaste desnudo por allí sin saber que yo era gay.

Naruto empezó a reírse pero cogió mi mano entrelazando sus dedos con los míos mientras me susurraba y me besaba el cuello.

- ¿Y te gustó lo que viste? – me preguntó.

- Sí – le dije girándome hacia él para besarle.

Mi mano que estaba entrelazada con la suya, acabó bajando hasta su miembro y me soltó justo encima de la ropa interior provocando que rozase su miembro y me tensase un poco por el gesto.

- Si te gustó tanto… aquí la tienes – me dijo susurrando y sonriendo – es tuya Sasuke, puedes hacer lo que quieras cuando quieras, no tienes que tenerme vergüenza ¿vale?

- Vale – le dije – pero no es vergüenza lo que tengo

- ¿Qué es?

- Tengo miedo de que me dejes cuando me tengas

- Yo jamás te dejaría por eso, al contrario, te querría más Sasuke, porque tú eres quien me completa. No voy a obligarte a nada, quiero que te sientas bien cuando decidas hacer las cosas.

- Quiero hacerlo ahora – le dije moviendo un poco los dedos y rozándolos sobre la prenda que ocultaba su miembro.

- ¿Estás seguro de esto?

- Sí, quiero ser tuyo, quiero que seas mío

Sentí las manos de Naruto correr por mi cintura con dulzura y mucha ternura, me hacía cosquillas las yemas de sus dedos y supe, que él era con quien quería tener mi primera vez, él era la persona que yo había estado esperando.

 


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