Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Suplicando tu amor por Fullbuster

[Reviews - 844]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Sasuke Uchiha POV


 


Hoy no era mi día y aunque salí de la oficina con la cabeza bien alta, estaba destrozado, sé que Naruto no quería romper en el fondo, pero el problema es que no quería que fuéramos los Uchiha a importunarle a su casa… así que no podía estar con él, me estaba echando de su lado sin darse cuenta de sus palabras y yo no volvería a ser tan imbécil como lo fui con Haku de mantenerme invisible hasta que a ellos les diera la gana.


Salí y caminé hacia el parque de enfrente atravesándolo mientras veía algunos ejecutivos envueltos en sus conversaciones telefónicas y algunas parejas acarameladas sentadas en los bancos. Cuando me di cuenta, alguien me estaba cogiendo del brazo impidiéndome seguir avanzando. Al girarme, me di cuenta de que era Naruto que había salido tras de mí dejando a medias su conversación con mi hermano.


- Sasuke, no quería decir eso – me dijo


- No querías decirlo, pero es lo que piensas, crees que mi familia es el problema – le comenté y él se calló al momento sorprendido, porque había dado en el blanco – te diré una cosa Naruto y espero que recuerdes esto muy bien, quizá mi hermano era un capullo que no midió las consecuencias de sus actos, pero yo no tuve nada que ver en todo eso. No voy a consentir que te metas con mi familia, porque sé que mi hermano ha hecho cosas malas, pero es mi hermano, le quiero y sé que está cambiando, me lo está demostrando. No comparto lo que hizo, sé que estuvo mal, pero no sabía nada del embarazo, no sabía nada de que nuestro padre os haya dado el cheque ese y desde luego, le creo cuando me dice que quiere a tu hermano, lo que no entiendo, es por qué yo he pagado la culpa de mi hermano.


- No la has pagado – me dijo Naruto – mi boca a veces me traiciona, ya me conoces, soy impulsivo cuando me enfado.


- Me parece muy bien Naruto – le grité – yo soy orgulloso y con mi familia no vas a meterte, ni siquiera has contado conmigo cuando has ido a la empresa a recriminarle todo a mi hermano, no me has informado de nada de lo que estaba pasando.


- ¿Qué querías que te dijera? – me preguntó enfadándose él.


-  Todo, soy tu novio, no una puta a la que te follas cuando te viene bien, quiero que cuentes conmigo en los problemas y en las situaciones alegres, quiero que me cuentes todo.


- Yo nunca te he tratado como una puta, Sasuke – me dijo.


- Lo haces ahora. Me has prohibido ir a tu casa, me has prohibido ver a tu hermano ¿Qué tengo que hacer entonces? ¿follar contigo solo? Eso no es un novio Naruto, es una zorra para pasar el rato y no voy a pasar por ahí, esto se termina, quería que me llevases al cine, que paseáramos de la mano, que pudiéramos tomarnos algo en una terraza de algún bar sin ocultarnos, poder cenar en tu casa con tu familia, ser parte de tu familia, no ser tu fulana para follarme cuando te dé la gana y ocultarme las cosas porque no sea nada tuyo.


- ¿Cenar en mi casa? – se extrañó.


- Sí, ni siquiera sé para qué te voy a contar algo… ¿Sabes cómo son las cenas en mi casa? Mi padre nunca está, se va con sus secretarias a lujosos hoteles y no le vemos nunca, cuando mi hermano tiene cosas que hacer, ni baja a cenar, acabo estando yo solo en la mesa, pero tú nunca te has molestado en preguntarme. Me habría gustado cenar en tu casa, rodeado de gente, conversando como se debería hacer en una maldita cena y no como estoy yo… solo en esa enorme mesa, pero tú me has prohibido ir, no has contado conmigo para nada y no voy a consentirlo, si no vas a tratarme con el respeto que quiero… es mejor acabar aquí  ahora mismo, pero luego no vayas a echar la culpa de que fue por tu hermano, porque no es cierto, con Deidara me llevo muy bien, él no te ha apartado de mí, tú te has apartado de mí por tu estúpida impulsividad.


- Eres demasiado orgulloso


- Sí – le grité – lo soy, pero no me gusta que jueguen conmigo Naruto y mucho menos que me utilicen como ibas a hacer tú. No voy a ser tu puta ni la de nadie ¿Te queda claro?


Naruto se quedó allí quieto soltando mi brazo sin saber qué decirme o qué hacer, aquello quizá me decepcionó un poco, porque esperaba que quisiera decir algo para arreglar esta situación, pero no, se había quedado paralizado pensando en mis palabras y al ver que no iba a decir nada más, giré para empezar a marcharme del lugar ¡Esto era una ruptura!


Me alejé de él, caminé sin rumbo fijo por el parque, pero es que tampoco sabía dónde ir, sólo quería alejarme. Acabé frente a un estanque donde unos niños acompañaban a sus padres y todos reían mientras tiraban comida a los patos. Me senté en uno de los bancos y esperé un poco a que se me pasara todo esto, a que mi corazón se relajase porque estaba nervioso, enfrentarme a Naruto me había tensado demasiado, no pensé jamás, que llegaría a tener una discusión como ésta con él.


Me negué a llorar, las lágrimas quería salir pero yo lo impedí, no iba a permitirlo, yo no era débil, era el orgullo Sasuke Uchiha y como tal… iba a comportarme, no lloraría por esto, no lloraría por ese rubio cabeza de chorlito que no sabía apreciar lo que tenía. Sé que estaba preocupado por su familia, por Deidara y ese niño, pero yo también lo estaba y me había excluido del problema, había ido a discutir con mi hermano del cual estaba convencido… había cambiado, tenía que haber cambiado porque yo le había dado un voto de confianza. No estaba bien lo que le hizo a Deidara, pero era un asunto no resuelto entre ellos dos, no tenía nada que ver con Naruto y conmigo, pero Naruto lo había convertido en algo personal, en algo que nos afectaba y es que los dos, tanto mi hermano como Naruto, eran imbéciles por ser demasiado protectores con nosotros.


Cuando levanté la mirada hacia el parque, me extrañó ver pasar a Deidara caminando con lentitud con Pain, el compañero o socio de mi hermano en la empresa ¿Qué hacían ellos dos juntos? ¿Dónde iban? No quise dirigirme hacia ellos por una simple cuestión… ¡Naruto se enfadaría! Y no quería enfadarle más ni aunque ya no estuviéramos juntos, porque aunque no entendía su decisión, seguía queriendo a ese cabeza de chorlito como nunca.


Les seguí a cierta distancia y me extrañó ver lo bien que se llevaban, ambos sonreían y era la primera vez… que veía a Deidara reír desde hacía semanas. Me daba una mala sensación para mi hermano, como si pudiera perder al chico de su vida por culpa de Pain, porque se le veía muy cómodo, Deidara disfrutaba de la compañía de Pain y eso no podía negarlo, se les veía demasiado bien a los dos.


Creo que eran amigos, porque no vi nada que me indicase lo contrario, a excepción de que fueron al hospital, supongo que a alguna revisión de Deidara. Me extrañó que fuera Pain quien le acompañase en lugar de Sasori, pero quizá… el rubio aún no había encontrado las palabras para decírselo a su novio.


Volví a casa en cuanto les vi entrar y estuve solo todo el día. Me tiré en la cama y no hice nada salvo pensar una y otra vez en mis momentos con Naruto, en darles vueltas y entristecerme más por lo que perdíamos ambos, por nuestra relación que no había forma de hacerla funcionar, por todo lo de mi hermano, por todo lo de Deidara ¡Teníamos un grave problema! Cuando recordé todo el problema, me vino a la mente Haku y su amenaza, aquella que no tuve en cuenta y ahora veía como algo inminente que había que frenar, ¡la casa!


Ni siquiera me había planteado aceptar su oferta, de hecho la había descartado al momento, pensaba en hacer algo judicial o lo que fuera con tal de ayudarles con ese tema, pero con Deidara embarazado… no podía permitir que perdieran la casa, no quería que ellos tuvieran más problemas de los que ya tenían y menos… por mi familia, porque Haku amenazaba a Naruto y su familia por mi culpa, por no aceptar salir con él, por no haberme dejado vender por mi padre como él planeaba.


Cogí el teléfono de la mesilla y busqué el nombre de Haku en la agenda de mi móvil hasta que lo encontré. Pensé varios segundos si llamarle o no, Naruto me mataría por esto, yo mismo lo pasaría mal porque estaba enamorado de Naruto por muy imbécil que fuera, sólo quería que recapacitase de todo este problema dándole espacio, pero ahora… veía donde estaba el problema, y es que no podía permitir que perdieran la casa, no con Deidara como estaba, necesitaba relajarse y no más preocupaciones.


Marqué finalmente y escuché la voz de Haku con ese tono suyo tan característico de alegría, supongo que se alegraba de que fuera yo.


- Hombre Sasuke… yo pensaba que no me llamarías.


- ¿Cuándo quieres quedar para hablar? – le pregunté.


- ¿Hablar de qué?


-  Del trato – le dije finalmente.


- Cuando quieras Sasuke.


-  Entonces pasa por mi casa y cerraremos el trato, tengo un par de peticiones que hacerte.


- Como quieras Sasuke – me dijo dejándome mandar a mí como me gustaba, tal y como él sabía que me gustaba.


No tardó mucho en venir por mi casa y cuando le abrí, le vi sonriendo. Supuse, que ya intuía que me había pasado algo con Naruto, más cuando preguntó de forma burlona por él. Le dije que habíamos tenido simplemente, una división de opiniones, nada más, porque realmente, no estaba enfadado con Naruto, al menos… no para odiarle, simplemente, no lograba entender por qué no había contado conmigo, porque era incapaz de contarme las cosas que le sucedían, pero si era así, yo también podía jugar a su mismo juego, salvo por una diferencia, yo seguía preocupándome por él y su familia mientras Naruto odiaba a mi familia.


- Bueno… ¿Qué condiciones quieres? – me preguntó Haku


- Quiero poner normas – le dije – si acepto el trato… no quiero tener relaciones sexuales contigo – le dije de golpe y él sonrió pensándolo.


- Vale, acepto, siempre y cuando te dejes besar y tocar cuando yo quiera y como quiera – me dijo.


- ¿Sólo tocar? – le pregunté.


- He prometido no tener relaciones contigo, al menos déjame tocarte


- Vale


- ¿Qué más quieres?


- Quiero que no vuelvas a meterte con nada ni nadie de la familia de Naruto, dejarás en paz el tema de su casa y cualquier otro que se te ocurra, no podrás hacer nada en contra de ellos.


-  Vale, pero tú no podrás contarle nada de esto a nadie – me dijo sonriendo – para Naruto y todos los demás… estamos saliendo – me dejó claro.


- Acepto – le dije.


- ¿Necesitas que te  satisfaga algún capricho más… Sasuke? – me preguntó burlón


- Quiero volver al equipo – le dije de golpe.


- ¿Al equipo? – me preguntó extrañado - ¿Por qué querrías volver?


- Eso es asunto mío, no voy a darte explicaciones de lo que haga o deje de hacer – él sonrió.


- Hecho – me dijo – puedes volver al equipo ¿Algo más?


- Creo que no – le dije


- Entonces ya podemos sellar el trato


Le di la mano para sellarlo y cuando le vi sonreír, supe que no quería la mano. Colocó su mano en mi cintura y me acercó hasta él besándome, colando su lengua dentro de la mía y le dejé, porque era el trato, podía besarme cuando quisiera, no iba a impedírselo y la verdad… me sentí un poco vendido, al final Haku siempre obtenía lo que quería y yo estaba demasiado solo en este momento.


Aquella noche, dormí solo, porque aunque escuché a Itachi venir, tampoco se dignó a abrir mi puerta para asegurarse de que estaba bien, supongo que aún pensaba que estaba enfadado con él y en parte tenía razón, porque ambos, tanto Naruto como mi hermano, habían fastidiado mi vida, mi relación con Naruto, mi felicidad. No quería ver a ninguno de los dos en este momento.


A la mañana siguiente, salí rápido hacia el instituto antes de que mi hermano se despertase y quisiera hablar las cosas, porque así era mi hermano, siempre había que hablarlo todo y no quería, no quería que se enterasen de mi vida, quería que todos permanecieran al margen de lo que hacía o iba a hacer a partir de ahora, si ellos no contaban conmigo para contarme lo que ocurría, yo no contaría con ellos para contarles las cosas que me ocurrían a mí.


En el instituto me encerré en la biblioteca e incluso hablé un buen rato con Temari, aunque no le conté lo de Haku pero sí todo lo que me había ocurrido con Naruto y es que… era con la única prácticamente que me llevaba realmente bien, porque Gaara era muy simpático, pero solía estar de parte de Naruto siempre, así que no podía contarle nada por muy bien que me cayese.


Cuando salí hacia mi taquilla para recoger las cosas, vi a Naruto que entraba por la puerta y me quedé absorto mirándole unos segundos. Seguía tan guapo como siempre, tan él… popular, llamando la atención de todos mientras yo seguía igual de invisible, al menos… hasta que alguien me giró empotrando mi espalda contra la taquilla y besándome con fuerza.


Pude ver a Haku y me concentré en él por no ver a Naruto, porque no quería saber lo que iba a pensar de mí, supongo que podía imaginarme todo lo que me diría cuando nos viera, pero lo había prometido, dejaría en paz el asunto de Naruto y su casa por dejarme besar cuando Haku quisiera.


Cuando se separó de mí, le vi sonriendo y sabía que me había besado en este momento por fastidiar a Naruto, por dejarlo ver, por darle celos pero no podía hacer nada excepto dejarme.


- Luego te veo, encanto – me dijo con ironía Haku sonriendo pasando al lado de Naruto y esquivándolo cumpliendo mi parte del trato, no metiéndose con él aunque Naruto le insultó.


Terminé de coger los libros, cerré la taquilla y salí a paso rápido intentando pasar desapercibido de Naruto, pero supongo que no funcionó muy bien, porque retuvo mi brazo al pasar cerca de él.


- ¿Qué coño haces? – me preguntó.


- ¿No lo ves? – le pregunté enfadado


- Lo único que he visto es que no querías que te tratasen como una puta y ahora te lanzas a los brazos de ese chaval que había intentando comprarte como una ¿ahora eres su puta? – me preguntó enfadado


- No soy su puta – le dije


- No es lo que parece.


- Me da igual lo que pienses de mí, hago lo que quiero con mi vida.


- ¿Ser su puta cara es hacer lo que quieres? – me preguntó irónico – bonita forma de empezar.


- No tengo que darte explicaciones de lo que hago.


- Sí tienes que dármelas – me exigió.


- Sí claro… como tú me las diste a mí antes de ir a buscar a mi hermano, te recuerdo que no querías contarme nada, así que yo… no voy a contarte nada.


- Lárgate Sasuke – me dijo soltando mi brazo alejándome con brusquedad de su lado – yo no salgo con zorras que se dejan vender por su padre.


- Me parece bien – le dije cabreado – yo no salgo con niñatos que no entienden nada.


Me largué de allí enfadado, muy enfadado con Naruto y desde luego…. Él lo estaba también conmigo. No volvimos a hablarnos en toda la semana, pero Haku siempre que podía, venía a meterme la lengua delante de Naruto e incluso, a tocarme por encima de la ropa provocando al rubio.


Por lo menos, había vuelto al equipo y estar jugando al baloncesto me distraía de mi asquerosa vida en este momento, aunque cuando acabábamos, Haku siempre encontraba el momento para entrar en mi ducha y tocarme todo lo que quería, aunque al menos… respetó mi trato, no tuve relaciones con él aunque acabara corriéndome en su mano. Supongo… que mi relación con Naruto cada vez era peor, ya ni siquiera nos mirábamos cuando nos cruzábamos por el pasillo, pero Haku cumplía todas y cada una de las normas, así que no estaba tan mal, o eso creo.


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).