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Suplicando tu amor por Fullbuster

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Naruto Uzumaki POV

 

 

 

Aquella mañana me levanté rapidísimo, me vestí y decidí preparar yo el desayuno en vez de dejárselo esta vez a mi hermano ¡no había ido a la compra al parecer! Así que tuve que ingeniarme algo con lo que había por la cocina. Cuando me di cuenta, mi hermano venía de la calle con unas cartas en la mano, al parecer había salido a por el correo y venía con cara de preocupación intentando leer lo que creo… eran facturas.

 

~ ¿Va todo bien? – le pregunté y se asustó porque no se había dado cuenta de que yo estaba allí.

 

~ Sí – me dijo escondiendo tras él las cartas para luego meterlas en un cajón de la cocina.

 

~ ¿Seguro? – Le pregunté y no quise decirle si quería que yo se lo leyera por no meter másel dedo en la yaga - ¿puedo hacer algo?

 

~ Sí – me dijo con una sonrisa – desayunar e ir a clase

 

Desde luego que orgulloso era mi hermano, cuando decía que los temas de casa eran suyos, es que no había forma de ayudarle en nada y me sentaba mal, porque yo también vivía en esta casa y ya no era un niño, mi hermano debía aprender a soltarme las riendas un poco y no estar ocultándome las cosas como si no fuera a entenderlas, sólo hacía que se cargase él con más cosas y me preocupaba más a mí. De todas formas no quise molestarle, siempre hacía lo que podía, no tenía derecho a reclamarle nada, nunca me faltó el plato de comida y pagaba las cosas en cuanto podía.

 

Me fui a clase y hoy iba más pronto de lo normal, pero es que eso de que el puñetero Sasuke me hubiera alejado de mí trabajo me cabreaba, se supone que era un trabajo para dos, no tenía que hacerlo él sólo y se lo iba a dejar claro, porque podía ser muy rebelde y meterme en líos, pero era responsable con las cosas que me mandaban.

 

No vi a Kiba ni a Shikamaru porque iba media hora antes de lo normal y cuando llegué al instituto hice lo que jamás pensé que haría ¡Entrar en la biblioteca! Y que siniestra era, sólo había libros. Desde luego esto no podía ser divertido, veía gente en silencio sentada y estudiando ¡Menudo aburrimiento! ¿Cómo podían estar aquí? Este sitio parecía muerto, necesitaba algo que lo animase. Busqué entre las filas de libros y llegué a la parte de atrás para encontrarme a Sasuke en una de las mesas del fondo él solo con un montón de libros y escribiendo algo en un cuaderno.

 

Me acerqué a él y miré por encima de su hombro para ver de qué iba el trabajo, porque cuando el profesor lo comentó, ni le presté atención. Sé que era algo de biología, pero no tenía ni idea de qué exactamente. Conseguí ver en el título “Aparato vestibular” ¿Qué narices era eso? ¿Eso lo estudiábamos en clase? ¿Dónde estaba yo cuando explicaban esas cosas?

 

~ ¿Qué haces en la biblioteca imbécil? – me preguntó.

 

~ Ayudarte con el trabajo, idiota – le dije pero se echó a reír.

 

~ No necesito tu ayuda, ni siquiera sabes de qué va el trabajo.

 

~ Va sobre el Aparato Vestibular – le dije leyendo el título

 

~ No sabes lo que es eso – me comentó sonriendo.

 

~ Claro que lo sé y voy a ir a buscar libros referente a ello para ayudarte – le comenté mientras me iba por uno de los pasillos buscando libros.

 

¿Cómo se buscaba en este sitio los libros? No tenía ni idea, si es que lo hacían complicado, sólo veía pasillos con libros y más libros. Le pregunté al primer chico que me encontré por los libros sobre el Aparato Vestibular y me mandó callar ¿Qué pasaba aquí? Eran muy raros estos empollones.

 

Al final encontré un diccionario e intenté buscar la palabra, pero no la encontraba. ¡Desde luego que hoy no era mi día! Alguien me golpeó en el hombro y yo le mandé callar sin mirarle como a mí me hacían todos aquí dentro mientras buscaba la palabra, claro que me sorprendió cuando por encima de mi hombro pasó un libro, un diccionario sobre biología.

 

Me giré para encontrarme a Sasuke mirándome con esa cara de empollón sabelotodo y me enfadé. No soportaba su prepotencia, era imbécil este tío, se creía mejor que los demás y eso me cabreaba mucho, porque yo no me sentía inferior a él.

 

~ Estas en la sección de literatura – me explicó – biología es aquel pasillo – me aclaró con una sonrisa – deja ese diccionario normal y coge éste, aunque si quieres saber lo que es el Aparato Vestibular, son estructuras asociadas con el oído de los vertebrados, son las que perciben cambios en la posición o en el movimiento de la cabeza y por tanto, afectan a las capacidades motoras y del equilibrio – me explicó y realmente era una maldita enciclopedia.

 

Lo que tenía claro, es que éste chaval no se había saltado una clase en su vida. Me daba un poco de lástima porque no sabía lo que se perdía del mundo fuera de ésta biblioteca y desde luego… era un lugar que a mí no me gustaba y me dispuse demostrarle a este imbécil, lo que se perdía ahí fuera.

 

Le acompañé a la mesa y estuve viendo como hacía el trabajo, porque no entendía nada de lo que estaba escribiendo. Sólo me pedía libros y más libros.

 

~ ¿Podrías explicarme de que va el trabajo? – le pregunté.

 

~ Sobre el equilibrio – me comunicó

 

~ Pues si es sobre eso está muy fácil de hacer, simplificando, tú vida no tiene equilibrio – le dije – no sales de este mundo de libros, ¿por qué no sales a divertirte un poco?

 

~ Porque no tengo tiempo, quiero ir a una buena universidad y necesito sacar buenas notas – me dijo muy claro – además sí tengo equilibrio en mi vida.

 

~ No lo tienes, sólo estudias. Equilibrio sería compaginar la diversión con el estudio.

 

~ Entonces tú tampoco lo tienes, porque sólo te diviertes

 

~ Vale, hagamos un trato – le dije – déjame mostrarte que te pierdes ahí fuera y dejaré que intentes convencerme de las ventajas de estudiar en este sitio tan aburrido.

 

~ Que halago, pero yo no gano nada por subir tus notas – me dijo y en cierto modo era verdad, pero le estaba ofreciendo diversión.

 

~ ¿Qué quieres entonces con tal de que salgas de aquí un tiempo a ver el mundo?

 

~ ¿Qué puedes ofrecerme?

 

~ No sé – pensé en algo – te enseño a jugar a Hockey, se liga mucho – le dije sonriendo y él sonrió.

 

~ Bueno, vale acepto, pero todo lo que se haga fuera del instituto no afectará aquí dentro – me dijo – no vamos a ser amigos, que quede muy claro, aún pienso en vengarme de ti por la broma.

 

~ Claro, yo no podría ser amigo tuyo en la vida. De lo que hagamos fuera no se hablará aquí dentro.

 

~ Perfecto.

 

En realidad creo que lo del hockey no fue lo que le convenció y me dio la sensación, como si fuera a aceptar de cualquier forma sólo porque tenía algún plan en mente. Pensé que quizá tenía algo que ver con su familia, pero tampoco quise preguntarle.

 

~ ¿Por donde empezamos entonces? – le pregunté.

 

~ Por la lección – me dijo pasándome un libro mientras me explicaba las cosas

 

Si Sasuke hubiera sido profesor ¡Sería el mejor!. Con él lo entendía todo, tenía una forma de explicar única, me gustaba cómo lo hacía y no me trató como si fuera un cazurro integral como hizo ayer en clase, tuvo paciencia y me repitió las cosas una y otra vez hasta que lo entendí. Hasta me dejó participar con mis ideas en el trabajo ¡y colocó alguna! Creo que iba a gustarme esto, podía levantar mis notas y sólo tenía que llevarle de diversión.

 

En clase volvimos a lo de siempre, como si no nos conociéramos, pero a mí me sorprendía ver como tomaba apuntes sin desconcentrarse, la verdad es que era muy aplicado y parecía como si su mente tuviera curiosidad por todo, quizá esa virtud suya pudiera utilizarla para descubrirle el mundo. ¿Qué haría él con su familia? Porque no quería repetir las mismas cosas. Supongo que ir a lujosos sitios, porque siempre venía en un lujoso coche, así que seguramente era rico.

 

En el recreo aproveché para preguntarle a Sakura sobre él, porque si eran de la misma esfera social, deberían de conocerse. Yo creía que su problema estaba en que no ligaba, pero Sakura me contó que era todo lo contrario, traía a las chicas de cabeza, pero él nunca se había fijado en ninguna en particular, hablaba un par de palabras con ellas y luego se iba a otro sitio ¡Chicas no era! Los estudios los descarté, porque siempre estaba el primero de la lista, sus calificaciones eran perfectas, si pudieran ponerle más de un diez lo harían, era un empollón total.

 

~ Ya sé, se le da fatal el deporte – le dije a Sakura.

 

~ Para nada – me dijo – fue capitán cuatro años seguidos en un equipo de baloncesto y era muy bueno, el máximo anotador en casi todos los partidos. Jugaba de base creo. Si no anotaba él, anotaban sus compañeros, pero gracias a sus asistencias, así que era increíble, no sé por qué dejó de jugar.

 

~ Pues no entiendo por qué es tan rarito – le dije.

 

~ Creo que es por la presión de su familia – me explicó Sakura – su familia es muy conservadora y tradicional, su padre casi nunca está en casa, siempre está trabajando y no le prestan mucha atención.

 

Buscaba atención, por eso quería que le ayudase a ser rebelde, para que se preocupasen por él, quería dejar de ser el chico perfecto que todo hacía bien. Ahí lo tenía, por eso se había dignado a ayudarme a estudiar, quería demostrarle a la familia que estaba allí, quería que le vieran.

 

El timbre sonó y Sakura se despidió de mi con un beso mientras se iba a clase, pero yo no la seguí, fui corriendo hasta Sasuke y cuando se levantó le cogí de la muñeca haciendo que corriera detrás de mí llevando su libro bajo el brazo.

 

~ ¿Qué haces? – me preguntó.

 

~ Nos vamos – le aclaré.

 

~ Pero hay clase

 

~ Por eso nos vamos – le dije – confía en mí, nos divertiremos.

 

Salté la valla para fugarme del instituto y Sasuke aunque lo dudó al principio, también acabó saltándola siguiéndome. La verdad es que yo creí que era el típico empollón, pero no, tenía agilidad, podía haber sido deportista como dijo Sakura pero no sé por qué lo dejó entonces, porque si algo se te da bien, como yo y el Hockey ¿Por qué dejarlo? Quizá no le gustaba, pero no tenía ni idea de cómo era en realidad Sasuke, aunque me había dispuesto descubrirlo.

 

~ ¿Sabes que saltarse las clases está mal, verdad? – me preguntó mientras caminábamos hacia el muelle.

 

~ Sí, pero teniéndote a ti que eres una gran enciclopedia, mañana por la mañana me harás recuperar la lección – le dije sonriendo.

 

~ De eso puedes estar seguro – me dijo muy serio.

 

Llegamos al puerto y como siempre, estaba muy ánimo, había conciertos en directo de gente poco conocida, puestos de comida y por supuesto, atracciones. Sasuke se quedó con la boca abierta, creo que nunca había venido al muelle.

 

~ Vamos – le dije – compremos algo de comer primero

 

Sasuke me siguió mientras miraba a los artistas tocando sus instrumentos y cantando por el muelle. Mucha gente se había reunido allí a escucharles, cantando y bailando al son de sus canciones.

 

~ ¿Te gusta la música? – le pregunté.

 

~ Sí, pero no conozco a estos artistas – me dijo y sonreí.

 

~ Claro que no, porque son artistas locales ¿Dónde vas tú a ver los conciertos?

 

~ Oh, yo no voy a conciertos – me dijo – mi padre sólo me lleva a la ópera.

 

~ ¿Enserio? Que aburrimiento – le dije y él sonrió.

 

~ La verdad es que me aburre un poco, sí. Esto me gusta más.

 

Le pasé un bote con la bebida y unos churros que compré. Pagué yo porque encima de que le había hecho saltarse su preciada clase, sólo me faltaba que pagase él. Insistió en hacerlo, pero no le dejé.

 

~ Demos una vuelta – le dije sonriendo y él sonrió

 

Aluciné con su sonrisa, porque tenía una sonrisa muy bonita, no sé por qué no solía sonreír. Yo mataría por tener su sonrisa.

 

 


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