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Suplicando tu amor por Fullbuster

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Naruto Uzumaki POV

 

Miré el reloj para descubrir que el horario de clases ya había finalizado y nosotros seguíamos en el muelle, pero me daba igual, a mí no me esperaba nadie en casa. Deidara trabajaba demasiado.

- ¿Te esperan en casa? – le pregunté a Sasuke mientras daba un sorbo a mi bebida.

- La verdad es que no – me dijo – normalmente no hay nadie en casa y menos por las tardes. ¿No te esperan a ti?

- Mi hermano trabaja – le dije – si no se entera de que me he escapado, no hay problema.

- ¿Te echará la bronca por fugarte de las clases? – me preguntó Sasuke dudando.

- Claro – le dije – como hacen todas las familias

- La mía no – me comunicó y me quedé petrificado – la mía no estará en casa, ni siquiera se darán cuenta de que no estoy.

- ¿Cómo no se van a dar cuenta? – le pregunté.

- Mi hermano mayor estará en la universidad ahora y luego se irá con su novia. Mi padre se va a las siete de la mañana a trabajar y a veces ni vuelve a dormir y si ese día viene, llega tan tarde que ya estamos todos acostados.

- ¿Entonces quien te cuida? – le pregunté.

- Una niñera – me dijo muy seguro – mi padre lo contrató para que se ocupase de la casa - en realidad puede que sea el único en esa casa que se de cuenta de que no estoy y se preocupe.

Me sorprendí, porque a eso se dedicaba mi hermano, a cuidar y ocuparse de una casa entera ¡Como si no tuviera suficiente con ocuparse de nuestra casa ya!

- Sasuke… ¿Estás acompañándome para llamar la atención de tu familia? – le pregunté.

- Puede – me dijo – estoy un poco cansado de que piensen que soy el hijo perfecto y que por tanto, no necesito que estén pendientes de mí. Yo también quiero que me echen una bronca de vez en cuando, quiero sentir lo que es que se preocupen por ti aunque sólo sea un poco.

- Bueno, yo creía que me acompañabas porque te apetecía divertirte, pero está bien.

- Bueno también quiero divertirme – me dijo sonriendo - ¿Dónde vamos?

- A subir allí – le dije señalándole una de las atracciones.

- Nunca he subido a una atracción.

- Pues creo que hoy vas a probar muchas cosas nuevas, un refresco, churros, artistas locales y atracciones… creo que es un primer día de diversión muy completo – le dije sonriendo.

- Sí, creo que sí – me dijo.

Subimos a la atracción y desde luego Sasuke gritó como un niño pequeño, pero era algo normal la primera vez, en la segunda vuelta, dejó de gritar y empezó a disfrutar. Luego era yo quien tenía que ir tras él, porque no paraba de indicarme todas y cada una de las atracciones a las que quería subir y subí con él a todas las que dijo. La verdad es que nos lo estábamos pasando en grande.

Paramos a descansar un rato sentándonos en el bordillo de una fuente mientras mirábamos a la gente divertirse en las atracciones y escuchábamos a los artistas locales. Pensé que tampoco era un chico tan malo como yo pensé el primer día, era un poco extraño pero no porque lo fuera en sí, sino por las expectativas que había cargado su familia sobre él. Era como si tuviera que ser perfecto para poder encajar en esa familia y él intentara salirse del molde, como si quisiera buscar quien era realmente o lo que le gustaba y no simplemente encajonarse en lo que le decían que debía ser o lo que debía gustarle.

No le gustaba la ópera pero iba allí siempre, en cambio le gustaban los conciertos a los que yo le traía aunque fueran callejeros, algo que su familia jamás le permitiría hacer. Era un chico muy interesante cuando se quitaba su apellido y era él mismo.

- ¿Cómo es tu hermano? – me preguntó Sasuke con su seriedad habitual.

- Muy santito – le dije riéndome – es todo lo contrario a mí, él siempre parece hacer lo correcto y tiene una ética muy estricta, siempre se preocupa por los demás en vez de por él mismo… vamos todo lo contrario a mí. Pero le quiero mucho. Creo que aunque es él quien lleva todo lo de la casa y la familia, soy yo quien acaba defendiéndole, porque él no ha tenido una infancia, es demasiado inocente, no ha vivido prácticamente nada, sólo sabe trabajar y trabajar más. Me malcría un poco – le dije sincerándome – pero porque él es así, todo lo que tiene te lo da, es demasiado bueno y me da miedo que le hagan daño.

- ¿Por eso siempre te peleas en el instituto cuando se meten con él?

- ¿Cómo sabes…? – no acabé de decir la pregunta y es que claro… es Sasuke, lo sabía todo – sí – le dije – no me gusta que se metan con él y como no sabe defenderse, alguien tiene que hacerlo por él, así que supongo que me meto en algunas peleas, pero es que odio que hablen de él cuando no le conocen, no saben nada de nosotros, sólo saben criticar.

- ¿Y tus padres? – me preguntó

- Eh… murieron cuando yo tenía tres años y desde entonces he estado sólo con mi hermano.

- Lo siento – me dijo – no lo sabía

- No pasa nada, ni siquiera los recuerdo así que tampoco puedes añorar mucho algo que no has vivido. Pero estoy bien con mi hermano – le dije sonriendo para quitarle importancia al tema y que no se sintiera tan mal por la pregunta.

Me levanté y le indiqué de ir a ver algún concierto, a mí me encantaba la música y tenía intención de demostrarle todo lo que se había perdido por ir a la ópera a gastarse tanto dinero, pudiendo venir aquí gratuitamente y ver a toda esta gente con el arte que tenían.

Yo bailé como un loco en el concierto, grité y animé a los integrantes del grupo para que continuasen y creo que Sasuke me miraba como si estuviera loco, pero al final, acabó soltándose también. Casi gritaba él más que yo luego pidiendo por más canciones.

De todo lo que dijo Sakura, me di cuenta, porque las chicas le miraban muchísimo e incluso alguna intentó flirtear con él, pero se las quitó de encima enseguida y siguió hablando y disfrutando del concierto conmigo. Era muy diferente a Kiba o Shikamaru, si a ellos una chica les hubiera venido a intentar ligar, me habrían dejado solo para irse con ellas, pero Sasuke se había quedado conmigo y en parte, me alegraba.

Se nos hizo de noche allí en el muelle y ahora sí empecé a preocuparme de que mi hermano hubiera llegado a casa y se hubiera preocupado de no verme. ¡Era capaz de llamar a la policía para encontrarme! Y es que así era él, siempre pendiente de mí y en parte lo agradecía, porque tras conocer a Sasuke y ver su sufrimiento porque su familia pasaba de él, me gustaba que Deidara sí me hiciera caso.

- ¿En qué piensas idiota? – me preguntó Sasuke sonriendo

- En que se está haciendo tarde y mi hermano empezará a preocuparse.

- Pues vámonos entonces – me dijo

- Pero es que tú querías llamar la atención de tu familia, así que quedémonos un poco más – le dije – quizá se den cuenta

- No quiero causarte problemas con tu hermano.

- No habrá problemas, créeme. Mi hermano no sabe mucho acerca de los castigos, le pones unos ojillos tristes y cae rendido a mis pies.

Me di la vuelta y vi detrás de mí en un poste un cartel y no pude remediar acercarme a leer que ponía allí, algo sobre un autor famoso y una firma de libros. Lo bueno es que no estaba muy lejos de aquí y a Sasuke le encantaban los libros, quizá quería ir a echar un vistazo.

- Ey Sasuke – le llamé y vino hacia mí - ¿Qué te parece éste evento?

Sasuke leyó todo lo que ponía y a medida que iba haciéndole, comprobé el brillo en sus ojos. De verdad que le encantaban los libros.

- Podemos ir si quieres – le dije – no está muy lejos de aquí.

- ¿Enserio? ¿no te importa? – me preguntó.

- Claro que no, vamos – le sonreí y le guié hacia donde estaba el evento.

Sasuke parecía bastante perdido, pero imaginé que no solía caminar mucho y menos por estos sitios, casi siempre le llevaría el chófer o algo. Vaya aburrimiento de vida debía llevar, siempre aparentando ser lo que no era, intentando estar a la altura de las expectativas familiares, debía ser un infierno, pero conmigo, iba a disfrutar, aunque sólo fuera por un día, yo me había dispuesto a eso.

Hicimos la cola en el evento y finalmente, llegamos a la mesa. Yo no conocía al autor pero a Sasuke le hizo mucha ilusión, así que imaginé que sería alguien importante, o al menos alguien importante para él. Salimos de allí y me encantó su sonrisa, no paraba de mirar el papel firmado y sonreír como si hubiera conseguido un tesoro. Supongo que así era él, parecía tan frío y tan borde en clase y luego cuando lo sacabas de su ambiente donde él podía controlarlo todo, era un chico inocente y sencillo. Llegué a pensar incluso que podíamos haber llegado a ser grandes amigos sino fuera por su mal humor en el instituto.

Estaba seguro que para mañana se había olvidado de lo bien que nos lo habíamos pasado hoy, yo volvería a mis habituales bromas, a sentarme con mi novia y él volvería a esa mesa solitaria con sus libros. Me apenaba un poco que acabásemos igual que como empezamos, pero pertenecíamos a dos mundos completamente opuestos, él era el empollón y yo siempre sería el deportista que se mete con los empollones.

Íbamos a ir de nuevo hacia el paseo para ver las tiendas cuando me crucé con Sasori de frente y supe… que me andaba buscando a mí. Me vio y vino directamente cogiéndome del hombro.

- Por fin te encuentro – me dijo – tu hermano estaba preocupadísimo, le dije que seguramente estabas aquí, es tu sitio favorito.

- Lo siento – le dije – estaba con un amigo y se me olvidó avisarle ¿Va a reñirme mucho? – le pregunté poniendo los ojillos tristes.

- Pues no creo, pero vamos con él, está al borde de un infarto. Ha avisado hasta a la policía – me confirmó y mira que lo supuse.

Sasuke nos miraba con ojos sorprendidos y me di cuenta que no les había presentado aún, así que decidí hacerlo ahora.

- Sasori éste es Sasuke – le dije – y Sasuke, te presento al novio de mi hermano

- ¿Tú hermanos es…? – fue a preguntar pero se calló cuando vio a Sasori que empezó a reírse.

- Lo somos – dijo Sasori respondiendo – vamos anda, os llevaré a casa.

Subimos en su coche y no paré de mirar por el retrovisor al asiento de atrás donde se encontraba Sasuke. Era como si le diera igual ir a casa o no y debía ser triste saber que no te esperaban, que no se habían preocupado. Cuando bajé del coche, la puerta de casa se abrió de golpe y Deidara salió corriendo a abrazarme ¡Desde luego estaba preocupado! Pero después de abrazarme a mí, también cogió a Sasuke y nos abrazó a los dos juntos.

- ¿Dónde estabais? – nos preguntó y me sorprendió un poco – Me habéis tenido muy preocupado. ¿Estáis bien?

- Sí, lo siento Nii –san – le dije – sólo quería que Sasuke pasará un día divertido.

- Podías habérmelo dicho – me dijo – Ven aquí Sasuke ¿Seguro que estás bien?

- Sí – le dijo a mi hermano – Tú hermano estaba preocupado por ti – nos comentó y a mí me extrañó aquello ¿De qué le conocía mi hermano? – Vamos te acompañaré a casa y luego hablaré contigo – me dijo – Sasori ¿Puedes…?

- Me quedaré con él hasta que vengas, tranquilo, ve a llevarle a su casa.

- Gracias, enserio – le dijo a Sasori dándole un beso – muchas gracias.

Cuando se iban, aún escuché a Sasuke decirle a mi hermano que no se enfadase mucho conmigo, que sólo había querido llevarle a la firma de un libro mientras le enseñaba el papel con la firma. Observé a mi hermano sonreírle mientras cogía la firma y lo miraba. ¿Por qué se llevaban ellos dos tan bien? ¿Acaso era mi hermano el que cuidaba a Sasuke?

 


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