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La cocina verde por Naghi Tan

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Notas del capitulo:

Resumen Trigésimo cuarto drabble: ¿Qué era lo lógico hacer en ese momento? ¿Reírse? No podía, ya que sentía la mirada de Nami como cuchillas filosas que se dejarían caer en el más mínimo error.

Universo: One Piece. Donde Sanji da una noticia un poco increíble.   

Número de palabras: 989                                                   

Comunidades: Minutitos

Número y Nombre del reto: Tabla Angst. 022. Accidente

Categoría: PG-13

Notas Naghi Tan: Bien, hay un anuncio que tengo que dar y es más para los que me leen en Amor Yaoi así que los que me leen en Fanfiction y AO3, no se preocupen. A como decía, dado que en Amor Yaoi (AY para abreviar) no aceptan fics de parejas hetero, el siguiente drabble no será publicado ahí, es un Zoro x Fem!Sanji, y por ende le pasará lo mismo que con Mon Petit Monde (fic Zoro x Fem!Sanji, que solo público en FF y AO3), que solo es subido en dos servidores. A menos que me digan que está bien, pero como nadie opina, verán la secuencia así: el Lunes en vez de ver en el resumen Trigésimo quinto drabble, verán Trigésimo sexto drabble. Por su atención, gracias. 

 

“Empezó con un beso,

¿Cómo es que terminó así?”

—Mr. Brightside— The Killers

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Debía de haber escuchado mal, eso debió haber sido, porque lo que el cocinero había anunciado junto con Chopper era algo increíble, fuera de la realidad, improbable, loco y todo lo que se derivara a las palabras que en ese momento no podía sustraer de su mente. Mente que en ese momento parecía tener algodón y que en sus engranajes le faltase aceite para poder moverse un poco más y procesar la información más rápidamente.

¿Qué era lo lógico hacer en ese momento? ¿Reírse? No podía, ya que sentía la mirada de Nami como cuchillas filosas que se dejarían caer en el más mínimo error. ¿Qué debía de hacer? ¿Hacer como todos lo demás piratas? ¿Tirarse por la borda y huir para no hacerse responsable?

El silencio se rompió en el momento en que Luffy habló seriamente, de la forma que muy raramente lo hacía y que cuando lo hacía era de temer.

—¿Quién fue?— exigió saber, y Zoro pensó que eso era como una ridícula tragedia romántica, de esas que leía Robin y que le platicaba cuando Zoro no podía escapar de ella. Dónde Luffy como todo Capitán exigiría al responsable y le partiría todos los huesos por haber tocado a alguno de su tripulación, y que en esos casos resultaba ser el favorito del capitán.

Y pensándolo mejor, Zoro era la mano derecha de Luffy más no significaba que podría librarse de los castigos venideros, debía poner el ejemplo, ser un hombre a seguir, ¿Qué es lo que le estaba enseñando a Chopper y a Usopp?

No, eso debía enfrentarlo como todo hombre, porque el Romance varonil debía ser puesto en alto en ese momento, romance que estúpidamente salió anteriormente dirigido en una pelea que terminó en sexo duro y rudo, tan duro que Sanji había quedado preñado, era ilógico pero era la realidad, fue tan duro con el cocinero que ahora esperaba un hijo suyo. Había metido tanta fuerza y había desahogado sus necesidades con él.

—Fui yo— dijo seriamente el espadachín, sintiendo que su vida se iría en ese preciso momento al ver como Luffy se hacía crujir los nudillos y corría hacia su dirección para golpearle salvajemente.

—Espera— se detuvo en ese instante y Luffy frunció el ceño en el momento en que ladeaba la cabeza—, los hombres no pueden tener hijos— y a Zoro también se le metió la duda, porque, Sanji era hombre ¿No?— ¿Cómo es que Sanji está embarazado?

Zoro vio claramente como Sanji se removía incómodo y se pasaba una mano por su rubio cabello, sus mejillas estaban rojas como los tomates que a veces cultivaban.

—Ese día— el cocinero carraspeó—, estaba haciendo una de las recetas que había conseguido con Ivakov, y el muy maldito no me había querido decir de que iba, así que opté por hacerlo y averiguar para qué servía.

El espadachín asintió al mismo tiempo que todos los demás, tratando de comprender en qué momento había pasado.

—En el momento que estaba probando el resultado— Sanji suspiró largamente—, el cabeza de musgo entró exigiendo bebida y… comenzamos a pelear y una cosa llevó a la otra— Zoro recordaba cada momento, ese día Sanji había sido extrañamente más vocal de lo que ya era, buen polvo, si le permitían decirlo.

—Aún sigo sin saber qué tiene que ver todo eso, con tu estado, Sanji-bro— Franky dijo—, no es que piense que todo es una locura, en este mundo se pueden ver hasta rinoelefantes y es lo más normal del mundo.

En eso Franky tenía razón, pero no era el momento de desviarse del tema, tenía que saber cómo había ocurrido eso.

—A eso iba— Sanji gruñó con molestia—, hace poco me llegó una carta de Iva en la que me decía los efectos de esa receta— vio como desesperadamente se rascaba la cabeza—, en la nota me decía que era solamente por si quería tener familia, dado que siendo el caballero que soy, veía claramente que no… —Zoro lo comprendió en ese momento todo, Ivakov lo había hecho porque sabía que Sanji no se emparejaría con una mujer, por el motivo de que no tocaría de esa manera a una y Sanji era el tipo de hombre que se veía que le gustaría tener una familia.

Pero en ese punto de su vida, no era conveniente tener a un nakama en ese estado, Sanji era fuerte, pero en unos meses su fuerza mermaría y tendría que depender de sus nakama.

—No te preocupes Sanji— Nami sonrió—, nosotros haremos lo que tú no puedas hacer.

Y esas palabras clavaron duro al espadachín, porque él ya daba por sentado que solo él se encargaría de todas las cosas.

—Claro, no estás solo— Robin se veía feliz, como si tener a un nakama embarazado fuera de lo más normal—, investigaremos todo acerca de bebés y aun así te mantendremos lo más varonil que tú quieras.

—¿Qué dices Zoro?— Usopp entrecerró los ojos, esperando una respuesta brusca tal vez, una de negación y de hastío, el narigón era muy apegado al cocinero y Zoro entendía el porqué de esa pregunta.

—No dejaré solo a mi nakama— que era su amante, pero era difícil decirlo, dado que aún no sabía lo que serían a partir de ese momento—, me haré responsables.

Esas palabras nunca creyó decirlas algún día y menos hacía el cocinero.

—Bien— Luffy se acomodó el sombrero—, porque todavía tengo que golpearte— el capitán con su sonrisa caminó lentamente hacía él—, embarazaste a mi cocinero— le señaló con el dedo índice— y MI cocinero va a estar débil por tú culpa, aprieta los dientes, que esto te va a doler.

Y claro que dolió, pero valía la pena si con eso Sanji se daba por enterado de que estaría con él felizmente a su lado.   


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