Resumen Noveno Drabble: Si bien Sanji era apenas un niño, no negaba que viéndolo a futuro, el niño sería un hombre muy apuesto, más no podía verse junto a él.
Universo: Alter Universe (Universo Alterno), donde Zoro de diecinueve años cuida de un Sanji de diez años.
Número de palabras: 463
Comunidades: Retos diarios.
Número y Nombre del reto: 002. Salida al parque/Prompt de Primavera.
Categoría: PG-13
“Los amores de la infancia son los más ricos”
—Naghi Tan—
Zoro no se había dado cuenta, hasta ahora, de que el niño rubio al quien cuidaba todos los días por pedido de Zeff le miraba con admiración, se dio cuenta porque Nami —su compañera de Universidad— le había dicho que el pequeño parecía muy apegado a él.
Si bien Sanji era apenas un niño, no negaba que viéndolo a futuro, el niño sería un hombre muy apuesto, más no podía verse junto a él, era muy joven y se llevaban nueve años de diferencia. Pero al parecer al pequeño poco le importaba o no se daba cuenta de que su insistencia por llamar su atención era muy desesperante.
Harto de la situación y porque ya estaba cansado de darle vueltas al asunto, se lo llevó de paseo al parque de la ciudad, que era un niño y como tal debía de quemar esas energías que exudaba constantemente.
—¿A dónde vamos, marimo?—el niño había agarrado el habito de llamarle por apodos, mofándose del color del cabello del mayor, cosa que ponía de malas al hombre.
—Al parque—respondió secamente, no tenía muchas ganas de hablar y los problemas de la Universidad le abrumaban, no tanto como el problema que tenía a su lado, no sabía cómo abordar el tema sobre amores con Sanji—, ya tienes diez años—abordó por lo sano, no quería que la duda se siguiera prolongando—, debo de suponer que ya te gusta alguien, ¿no es así?
—Si—el niño respondió, mostrándole una sonrisa radiante—, ella es la flor más bella que he visto, es linda.
—¿Una niña?—preguntó sorprendido, pensaba que le diría que era él su amor platónico, debió haber aceptado la apuesta que Nami le había propuesto, pero lejos de alegrarse, un peso se dejó sentir en su estómago.
—Es la más popular de la clase e inteligente—Sanji comenzó a mostrarse eufórico—, y es algo ruda, pero no importa—el niño movió su cabeza frenéticamente—, aun es linda.
Zoro no pudo más que sonreír, muy dentro de él se sentía desilusionado, pero ahí estaría, cuando al chico le rompieran por primera vez su corazón.
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Cuando Zoro le había preguntado que si alguien le gustaba, Sanji quiso decirle que sí y que era de él, pero temía a la reacción del mayor, sabía que el amor entre hombres no era bien visto, así que fingió con decirle que era de una niña. Esperaba que Zoro no se diese cuenta de que la descripción del carácter de la chica en cuestión era la de él, pero como siempre, el universitario no se daba ni por enterado.
—Estúpido cabeza de musgo—susurró feliz, porque a veces le amaba por despistado.