Llego la mañana. Sai se levanto de la cama con leves ojeras al no poder dormir por los «ruidos extraños» de Zabuza y Haku sin evitar odiar al de piel morena por hacerle escuchar su paraíso cuando él había prometido no quitarle la deseable virginidad de su Gaa-chan hasta el matrimonio. Miro al de cabellos rojos quien dormía cómodamente, no habían conciliado el sueño hasta casi media noche, su lindo Gaa-Chan había permanecido aferrado a su pecho para evitar escuchar los gemidos sin éxito alguno. Preparo la ropa que usaría ese día y se dirigió al baño, debía asegurarse que su doncel disfrutara de aquel medio día ya que faltaban unas horas para que el crucero terminara.
Termino de bañarse y sonrio al ver que su Gaa-Chan apenas se había movido de la cama, se recostó en la cama sobre su rodilla y empezó a repartir besos en las mejillas y cuello del de cabello rojo. Un gemido adormilado le detuvo, su doncel estaba empezando a despertar, no podía creer el sueño tan pesado que poseía aquella cosita tan linda.
—Es hora de levantarse, Gaa-Chan—El aludido se froto los ojos tratado de adaptase a la luz que entraba por la ventana.
Gaara se adapto a la luz y se giro a ver a Sai, sintió sus mejillas enrojecer al verle con la toalla aun rodeándole la cadera. Miro hacia otro lado cuando el azabache sin vergüenza se había quitado la toalla frente a él para comenzar a vestirse.
—También deberías tomar un baño, Gaa-Chan.
— ¡Sí! —Tartamudeo Gaara, bajando torpemente de la cama sin voltear a ver a Sai quien le veía con una satisfactoria sonrisa.
En otra habitación, Sasuke acomodaba en la cama a su embarazado Naruto, habían pasado la mitad de la noche escuchando gemido tras gemidos incluyendo las de Itachi e incluso escuchar los de Deidara sorprendió a Naruto. Después de lograr conciliar el sueño su dobe había decidido dormir en su pecho haciéndole pasar la otra mitad de la noche en la misma posición. Se levanto de la cama estirando su cuerpo adolorido.
—No puedo creer que no me tocaras en toda la noche—Susurro Naruto abrazando la almohada.
Sasuke sonrio en disculpa—Sabes que no puedes esforzarte mucho, llevas casi seis meses de embarazo—Empezó a caminar hacia el baño.
Naruto se frustro por aquella tranquilidad y se levanto de la cama con cuidado haciendo un puchero— ¡Ni siquiera me sugieres tomar un baño juntos!
Aquel comentario hizo reír a carcajadas al azabache y regreso hacia la cama tomando en brazos a su embarazado esposo quien sonreía satisfecho por haber convencido a su esposo…
Itachi despertó con Deidara entre sus brazos y con un toque de satisfacción por la noche anterior. Comenzó a acariciar aquellos rubios cabellos bajando por aquellas suaves mejillas y finalizar en aquel fino cuello. Debían de aprovechar aquella mañana ya que en pocas horas llegarían al puerto de Konoha. Se levanto de la cama con cuidado escuchando un quejido de su doncel.
—Aun no Itachi…—Le escucho susurrar adormilado mientras rebuscaba de su tacto en la cama.
—Hay que prepararnos, en pocas horas llegaremos a Konoha.
Deidara se sentó en la cama restregándose los ojos con pereza. Itachi le tomo de las manos para sacarle de la cama y llevarle al baño. El rubio reacciono cuando se miro en la ducha e Itachi empezaba a desvestirse entonces, intento huir pero un dolor en la pierna que le cojeaba le hizo tropezar haciendo que su esposo le tomara de la cintura con una sonrisa inocente hacia el leve dolor que había sentido, tal vez había pensado que había tropezado por su desespero en huir. Le miro y pudo ver el anhelo de tomar un baño junto a él en sus ojos, eso le hizo sonreír además, la noche anterior había expuesto su cuerpo sin pudor así que podía sentirse tonto al tomar un simple baño. Deidara empezó a desvestirse y se acomodo al lado del bien trabajado cuerpo de su esposo. Se enjabonaron uno a otro terminando el baño en un abrazo mientras el agua de la ducha se encargaba de la espuma.
Salieron del baño con las toallas colocadas en sus caderas en dirección al armario y empezar a vestirse. Salieron a las afueras del barco extrañándose al ver a sus amigos y familiares dispersados aunque, no podían ver donde se encontraban Minato y Madara. No le tomaron mucha importancia, debían de estar disfrutando de tiempo a solas haciendo lo que los padres normalmente hacen. Se deleitaron por última vez con los exquisitos desayunos del menú y un poco de diversión cerca de la piscina cuando fue anunciado que en minutos llegarían al puerto.
El barco llego al puerto y debían de buscar sus maletas, los únicos que se encontraban eran Naruto, Deidara, Sasuke e Itachi; los demás no aparecían.
—Iremos por nuestras maletas, ustedes bajen y tal vez se encuentran con los demás—les dijo Itachi, a lo que los donceles asintieron.
—Si no los encuentran, no se muevan de lugar ¿Si?—Dijo Sasuke retirándose con su hermano mayor después de recibir el asentimiento de los rubios.
Naruto tomo la mano de Deidara para bajar del barco, se sentía tan entusiasmado de compartir tiempo con su hermano mayor después de tanto tiempo. Deidara sonrio al ver el rostro tan alegre de su hermano menor, al menos el crucero le ayudo a desvanecer aquella mirada tan entristecida con el que siempre le miraba cada vez que se encontraban en una habitación o pasillo de la mansión. Pisaron tierra y Naruto le soltó mostrando una radiante sonrisa, una que solo los donceles o mujeres embarazadas pueden dar.
—Estoy tan feliz de estar juntos de nuevo—Deidara correspondió aquella sonrisa—Después de haberte dicho aquello y que luego desaparecieses me hizo sentir tan culpable por no medir mis palabras.
— ¿Qué me dijiste? —Deidara miro divertido a su hermano, no se creía capaz de aparecer en un rio solo por algo mal dicho por su hermano menor.
Naruto palideció al escucharle preguntar— ¡Nada! Solo olvídalo ¿Si?
Deidara fingió un puchero—Vamos dime…
« ¿No crees que molestas mucho a Ita-Nii?» Una punzada de dolor atravesó su pecho, miro a su hermano menor quien miraba hacia otro lado tratando de desviar el tema, aquella frase aun retumbaba su mente y empezaba a hiperventilar, debía de calmarse o alarmaría a su hermano embarazado. Volteo a ver hacia otro lado tratando de desviar su atención a algo y fue cuando vio al chico de cabello rojizo que había visto en el centro comercial y por instinto su cuerpo empezó a caminar hacia él.
— ¿Sabes? El teme dijo que podríamos encontrar a los demás, tal vez…—Naruto palideció al no ver a su hermano mayor a su lado.
El terror le comenzó a invadir, tal vez había recordado lo que le había dicho o peor aun había provocado que se intentara suicidar de nuevo. Sostuvo su abultado vientre y empezó a buscar a Deidara a las orillas del puerto, era el único lugar peligroso que consideraba que su hermano podía usar.
— ¡Naruto! —Su corazón empezó a latir con rapidez al escuchar la voz de Itachi a sus espaldas— ¿Dónde está Deidara? —Se giro para verle entonces noto que Sasuke no estaba con él, el miedo empezó a incrementar— ¿Naruto?
— ¿Dónde está Sasuke? —tartamudeo. Itachi logro ver su semblante temeroso haciéndole fruncir el ceño.
—Naruto ¿Dónde está Deidara? —Itachi comenzó a perder la paciencia y un temor que el rubio le hubiese comentado algo a su esposo le empezó a atormentar. Iba a preguntar de nuevo pero Naruto hizo un ademan de querer escapar— ¡¿Qué le dijiste?! —Le tomo bruscamente de los hombros.
Naruto empezó a hiperventilar, Itachi le estaba causando demasiado miedo y apenas podía hablar ahogadamente—Nada, yo solo…
— ¡Mentira! —Empezó a agitarlo con ira—Si Deidara intenta suicidarse de nuevo por algo que dijiste ¡te juro que te matare a ti y a ese mocoso! —Naruto sintió un terrible dolor de cabeza y espalda— ¡Habla! ¡¿Qué le dijiste?! —Al no recibir respuesta, Itachi levanto su mano a punto de darle un puñetazo. Naruto miro con horror el puño alzado del azabache mientras las lágrimas escapaban de sus ojos y lograba respirar bocanadas de aire.
Itachi movió su brazo intentando golpear al doncel pero fue tomado del hombro sintiendo un puñetazo en la mejilla. Naruto callo sentado en el suelo del puerto aferrándose a este sosteniendo su pancita tratando de detener el temblor de su cuerpo y las fuertes punzadas de dolor en su cabeza. Levanto la mirada notando el rostro enfurecido de Sasuke quien recibía un puñetazo por Itachi.
—Te advertí que si tocabas a Naruto ¡Te destrozaría! —Sasuke tomo del cuello de la camisa a su hermano para aventarlo al suelo y colocarse encima empezando los puñetazos.
— ¡Tu estúpido esposo le dijo algo a Deidara! ¡Si le sucede algo es su culpa! —Itachi giro a Sasuke y empezar a desahogar su ira en él.
Naruto se abrazo a sí mismo, Itachi tenía razón, no debía haber tocado aquel tema y tal vez ahora su hermano mayor estaría junto a él como en sus tiempos de solteros. Tenía toda la culpa, su hermano debía de estar saltando de algún lugar, Itachi lo odiaría y seria el creador de la tristeza de su Oto-Chan. Reprimió su ahogado llanto al ver a su esposo pelear a golpes con su hermano, también era su culpa. No pudo mas, trato de levantarse del suelo y correr hacia donde nadie le viese pero, un zumbido en los oídos le hizo detenerse y dejar de escuchar todo a su alrededor.
— ¡Ah…!—Un fuerte grito de dolor detuvo a ambos varones. Naruto sintió como la parte inferior de su cuerpo se partía y empezó a marearse de tanto dolor observando cómo la gente los comenzaba a rodear y miro a su Oto-Chan salir de la multitud.
—Naruto ¡Estas sangrando! —Minato apenas había salido del barco junto a Madara cuando observo a la gente acumularse en un solo punto y ver a su hijo en el suelo le hizo separarse del varón y correr—¡Hay que llevarlo al hospital! ¡Ya!
Sasuke aun no salía de la impresión hasta que escucho a su suegro gritar sobre el sangrado de su esposo y fue cuando noto el líquido carmesí en los pantalones holgados de Naruto. Miro a su hermano con ira y sin importar que este también estuviese impresionado por el sangrado le dio un fuerte puñetazo que le hizo caer al suelo e iba continuar golpeándolo de no haber sido detenido por su Oto-San.
— ¡Sasuke! ¡No es momento de peleas! ¡Tu esposo necesita atención médica! —dijo Madara con dificultad al tratar de no soltar a su hijo.
Sasuke dejo de forcejear y miro a Naruto quien apenas se mantenía consiente así que corrió hacia el primer taxi que miro.
—Me duele, Oto-Chan—susurro Naruto buscando consuelo en el pecho de Minato.
—Tranquilo mi pequeño, estarás bien—Minato miro afligido a su hijo secándole las lagrimas que corrían por sus mejillas.
Sasuke llego hacia su suegro y tomo entre sus brazos a Naruto para llevarle al taxi que había sobornado con el dinero que llevaba para que le dejase manchar su auto.
—Te ves aterrorizado, teme... —Naruto le sonrio antes de caer inconsciente en el pecho de Sasuke.
Sasuke se preocupo aun mas y se apresuro a llegar al taxi escuchando la voz de Deidara llamar a su esposo corriendo hacia él y sin poder evitarlo le miro lleno de odio dejando petrificado al otro…
~*~
Deidara había seguido al chico de cabellos rojos a la calle principal frente al puerto. El chico se detuvo mirando a ambos lados buscando transporte hasta que sintió una mirada sobre él y volteo a verle con sorpresa. Deidara le miro sonreírle y eso le dio la señal de acercarse.
—Hace mucho que no te veía, Deidara. Sigues igual de lindo, aun después del embarazo—El aludido sonrio con un sonrojo y muy confundido.
El rubio camino hasta quedar frente al chico—Tú, Me conoces ¿Cierto? ¿Cómo te llamas?
El de cabello rojo le miro confuso—No entiendo…
—Yo…Perdí la memoria y al parecer, me conoces.
El de cabello rojo frunció el ceño molestándose— ¿Perdiste la memoria? ¡¿Dónde está Itachi?! ¡Ese bastardo me prometió que te protegería y ahora pasa esto! —Deidara le miro afligido considerando que había sido mala idea preguntarle acerca de su pasado al chico que aparentaba conocerlo y a Itachi también. El de cabello rojo miro los gestos del doncel y se apresuro a hablar—Lo siento, no pretendía exaltarme. Me llamo Sasori Akasuna y fui tu compañero en la universidad.
—Oh, qué bien…—Deidara sonrio amistosamente pero su gesto cambio al zacear la curiosidad que le inundaba — Dijiste algo sobre un embarazo pero, en realidad Itachi y yo no tenemos hijos…
—Eso no puede ser, yo les vi en una tienda a Itachi y a ti con…—Sasori se detuvo al entender la situación, si el rubio había perdido la memoria y no sabía nada sobre un hijo solo había una posibilidad—Deidara ¿Qué sucedió para que, perdieses la memoria?
—No lo sé, lo único que sabía antes de reencontrarme con Itachi era que, había sido encontrado flotando en un rio por una pareja de granjeros.
Deidara iba a escuchar las maldiciones de Sasori hacia su esposo pero, su atención fue dirigida hacia un grupo de personas que empezaban a murmurar y gritar hacia el lugar donde había estado « ¡Naruto!» La preocupación le empezó a invadir y corrió hacia aquella dirección olvidando a Sasori, peleo un poco con la multitud de personas hasta que salió y se encontró con su esposo sentado en el suelo con múltiples golpes y Sasuke cargando a su hermano menor con un sangrado entre sus piernas.
— ¡Naruto! —Corrió hacia su hermano menor pero la mirada llena de odio por parte de Sasuke le dejo paralizado.
—No es momento de quedarse quietos, hay que buscar el auto e ir tras ellos—dijo Madara buscando las llaves de su auto en las maletas hasta que les encontró— ¡Muévete Itachi! —Le grito a su hijo mientras trataba de hacer reaccionar a Minato quien estaba tan asustado que no sabía qué hacer.
Madara suspiro frustrado al ver que su hijo no se movía al igual que ambos rubios. A como pudo, se llevo de las manos a su familia hasta llegar al auto y meterles ahí.
— ¿Qué sucedió? —Hablo Deidara después de salir de su trance.
Madara le miro por unos momentos y luego a su hijo mayor quien se apartaba de su mirada por el retrovisor para luego fijar su vista en la carretera—Itachi perdió el control al ver que habías desaparecido y ataco a Naruto.
Deidara miro a Itachi sin poder creerlo e iba a comenzar otra pelea pero Madara le detuvo señalándole a Minato. El doncel miro a su lado, su Oto-Chan se miraba demacrado, como si el mundo se le hubiese caído encima así que, decidió callar y abrazar a su Oto-Chan pero, estaba seguro que hablaría seriamente con su esposo. No podía creer lo que había hecho.
Llegaron al hospital y sin esperar que Madara les abriera la puerta, Deidara salió ayudando a salir a su Oto-Chan y adentrarse al hospital de Konoha. Madara le abrió la puerta a su hijo al no ver que se movía y sin poder evitarlo le dio un manotazo en la cabeza haciéndole reaccionar de un susto.
—Muévete. Te espera una seria reprimenda y no solo mía—Por primera vez en mucho tiempo regañaba a su hijo mayor.
Itachi observo a su Oto-San alejarse. Suspiro, ahora que estaba más tranquilo después de ver a su esposo sano y salvo, el saber que Naruto y su bebe podrían estar en peligro se sentía la escoria más grande y aun mas, sabiendo que su hermano menor no le perdonaría jamás.
Deidara y Minato llegaron a la habitación que le habían indicado las enfermeras de la recepción pero, no les agrado mucho el ruido de objetos metálicos caer una y otra vez así que, se apresuraron a entrar encontrándose con un histérico Naruto tratando de ser detenido por la doctora Sakura y aun lado Sasuke deteniéndose el brazo por una cortadura.
—Por favor, cálmese. Estuvo a punto de abortar, sino se tranquiliza puede perder al bebe e incluso su vida—Sakura trato de hablar lo más calmada posible suplicando a sus adentros que las enfermeras fuesen rápidas con los sedantes.
— ¡No me importa! ¡Itachi tiene razón! ¡Todo es mi culpa! ¡Merecemos morir! ¡Solo así me podrá perdonar! —Naruto empezó a removerse de la cama y los brazos de Sakura, había intentado cortarse las muñecas con el bisturí que estaba en la mesilla al lado de la camilla pero Sasuke había intervenido saliendo con una cortada en su brazo, todo el cuerpo le dolía, sus lagrimas no se detenían y su garganta le ardía— ¡Sasuke está herido! ¡También es…!
Silencio. Deidara no había soportado el ver el dolor de su hermano menor y escuchar todas aquellas palabras hirientes hacia él mismo y antes que se hiciese más daño había apartado a la doctora y le había dado una fuerte cachetada seguido de un delicado abrazo tratando de retener las lagrimas. Se alejo de Naruto al sentir su respiración apaciguada y solo unos leves sollozos. Le miro a los ojos acariciando sus mejillas limpiando aquellas lagrimas y le sonrio amorosamente.
—Es suficiente, Naruto. No sé qué te dijo Itachi pero, nada de lo que pasa o paso es tu culpa además…—Llevo una de sus manos al abultado vientre—Que pensaría este bebe al saber que su amado Oto-Chan le desea la muerte, el te ama sin aun conocerte y sé que también lo amas…—Deidara le recostó con delicadeza en la cama mientras Naruto lloraba de nuevo.
—Solo quería que Ita-Nii no me odiase…
Deidara le acaricio los cabellos tratando de calmarle—Y no lo hace…—dijo pero el rubio menor hacia intentos de reclamar—Ahora no hablemos de eso, necesitas descansar o mejor dicho—Miro la pancita de Naruto—Necesitan…—El aludido asintió así que, miro a su Oto-Chan—Bien, es momentos que recibas los mimos de Oto-Chan.
Minato miro a su hijo mayor y asintió corriendo a abrazar a Naruto—Mi bebe, no sabes cuan preocupado estaba, esta vez nada me impedirá que me separe de ti, ni siquiera Sasuke.
Naruto al escuchar el nombre de de su esposo le busco en la habitación entristeciéndose al no encontrarle.
—Está siendo curado en la otra habitación—dijo Sakura retirando a las enfermeras con los sedantes ya que el paciente estaba estable.
—No te preocupes, Sasuke sabía que no estabas en sí—Le susurro Minato.
Deidara salió de la habitación, la situación era tan sofocante que no hallaba por ninguna parte un poco de tranquilidad. El abrir de una puerta a su lado le llamo la atención, Sasuke apareció con una de sus manos vendada entonces recordó la mirada llena de rencor que le había brindado y se sintió un poco intimidado pero, aun si consideraba que debía de disculparse ya que en parte sentía que era su culpa.
—En verdad, siento esto que paso…
—No, debo ser el que deba darte una disculpa. No eres el culpable, lo es él—Deidara le miro confundido ya que le miraba a sus espaldas entonces se giro encontrándose con Itachi.
—Yo…—Itachi intento hablar pero, Sasuke solo gruño y entro a la habitación de su esposo. Miro a Deidara para hablar con él pero, el rubio le detuvo con una cachetada.
Deidara le miro dolido—No puedo creer que le gritaras a mi hermano que se muriese, esta embarazado Itachi—hablo lo más bajo que podía ya que no quería hacer un escándalo en un hospital y más aun al estar cerca de la habitación de Naruto—Me llamo la atención algo y simplemente fui a verlo, actuaste como si fuese hacer algo terrible…—El rubio dejo de hablar al ver la expresión llena de dolor de su esposo, podía ver como apretaba los dientes para no llorar hasta que el azabache le abrazo escondiendo su rostro en su pecho.
—Perdóname, perdóname…—le escucho entre sollozos.
Deidara le acogió en sus brazos acariciando sus cabellos. Se preocupo por la inestabilidad que su esposo empezaba a padecer, no entendía el porqué pero, presentía que era por él.
—Los llevare a la mansión—Salto del susto junto a Itachi al notar la presencia de Madara—Necesitan descansar, los demás vendrán a ver a Naruto.
Deidara asintió mientras liberaba a Itachi quien trataba de ocultar su aspecto detrás de sus cabellos. Ahora que recordaba, no había visto por ningún lado a Sai, Gaara, Haku y Zabuza. Aunque no quería enterarse, lo más obvio es que estuviesen disfrutando de su última estadía en el barco además, Madara tenía razón, debían descansar ya que el ambiente en la mansión estaría más que tenso…