Zabuza entro a su hogar mientras rogaba que su esposo estuviese dormido, estaba demasiado cansado para poder soportar las quejas de Haku sobre su llegada a media noche cuando le había prometido que llegaría temprano.
Llego a su habitación encontrándose con la sorprendente escena de su adorable esposo vistiendo una lencería muy sensual pero, dormido abrazando la almohada. Se acerco a él sin hacer ruido y se sentó lo más suave posible y fue cuando noto las leves lagrimas en sus ojos. Se maldijo internamente, sabía que hace meses había descuidado a su esposo en el ámbito sexual al parecer, el tiempo que le dedicaba a su trabajo se le había ido de las manos y ahora que, Itachi estaba tomándose más tiempo en cuidar a su esposo, llegaba mas tarde de lo normal ocasionando múltiples peleas con Haku.
Le seco las lágrimas a su doncel y se dirigió al baño. Se tomo su tiempo ahí y salió encontrándose con Haku despierto colocándose una bata cerca del armario y con ceño fruncido.
—Haku, mañana te explico ¿Si? —Se acerco a él intentando tomarle de las manos y llevarle a la cama pero, el otro simplemente le aparto de un manotazo. Era la primera vez en su matrimonio que Haku reaccionaba violentamente. Le hacía recordar sus tiempos de preparatoria.
—Ya estoy arto de esto, Zabuza—Susurro—Quiero el divorcio…
Zabuza solo se quedo estático en su lugar tratando de procesar aquella última frase ¿En verdad le estaba pidiendo que disolvieran su matrimonio? Eso le hizo fruncir el ceño, estaba muy cansado para poder conservar su cordura con las escenitas de Haku.
—Estas adormilado, Haku. Hablaremos de esto mañana…—Se dio la vuelta en busca de la cama.
— ¡No! ¡Hablaremos de esto, ahora!—Haku se interpuso en medio conteniendo las lagrimas por la decisión que había tomado.
— ¡Dije, mañana! —Zabuza se enfureció por la insistencia, mirando como su esposo empezaba a llorar con aquel ceño fruncido.
— ¡No me importa! ¡Grítame todo lo que quieras pero, me escucharas! ¡Estoy arto de este matrimonio donde te interesa el trabajo más que yo!—Haku sentía que el aire escapaba de sus pulmones y comenzó a respirar agitado—Se que el trabajo es importante pero, si no puedes dedicarme tiempo ¿Cómo podrás dedicarle tiempo a nuestros hijos?
Zabuza frunció el ceño— ¿Hijos? ¿Quién dijo que quería hijos?—Haku le miro anonadado mientras escuchaba como el hombre que amaba le ignoraba su deseo de tener hijo—Tengo suficiente con tus gritos como para aguantar a un quisquilloso…—Pero no pudo continuar al sentir una fuerte cachetada.
— ¡Eres un estúpido!—Haku se quito el anillo que portaba y se lo tiraba— ¡Me darás el divorcio! ¡Desde hoy dejo de ser Haku Momochi! —Y antes que Zabuza dijese algo corrió a encerrarse al baño descargando sus lágrimas de ira, dolor y desilusión.
No podía creer lo que había escuchado de Zabuza y tampoco pudo creer que su presentimiento de que su matrimonio se destruyera por completo se haya hecho realidad. Después de tantos meses el sentir como su matrimonio era «Cada quien por su lado» y «Suerte si se encuentran» podía ver como la colosal montaña que era su unión se desmoronaba lentamente hasta caer por completo.
Ahí estuvo encerrado en el baño hasta que la mañana llego, se había quedado dormido recostado a la tasa del inodoro al no querer salir y encontrarse a Zabuza, sabía que estaría esperándole que saliera y estaba seguro que aun estaba esperándole sentado en la cama. Si no fuese por lo grave de la situación podría sentir emoción y alegría por la pequeña muestra de interés.
Se levanto adolorido y se tomo un relajante baño mientras observaba la lencería blanca, podía sentir las lagrimas acumularse de solo recordar lo feliz que estaba al colocarse la ropa con la esperanza de ver a su esposo llegar temprano a casa como le había prometido y disfrutar de lo que había preparado pero al final, solo se quedo con el traje puesto al ver que las horas pasaban y había comenzado a llorar después de haber esperado como un tonto. Si solo hubiese escuchado la pequeña vocecita de su mente que le decía que su esposo haría lo mismo de siempre, llegaría tarde. Pero, se había aferrado a creer en el ya que se lo había prometido pero, al final solo habían sido palabras.
Termino de tomar el baño y salió confirmando que Zabuza le esperaba sentado en la cama y con unas notables ojeras, se sentía mal al verle tan cansado pero, debía fingir no estarlo. Se dirigió al armario y saco su muda de ropa, y decidió no trabajar, no se sentía en condiciones. Se dirigió al baño de nuevo y se vistió tomando su celular saliendo de nuevo tratando de salir de la habitación, quería estar en otro lugar que no fuese «Su hogar» Pero Zabuza le tomo de una de sus muñecas.
—Haku, necesitamos hablar
El aludido no le miro—Bien habla pero, con las paredes—se soltó de un manotazo y salió lo más rápido de la casa. Tenía tantas ansias de llorar que necesitaba pensar en otras cosas, no quería sentirse así de mal en aquel brillante día así que, tomo su celular e hizo una llamada.
—Hola Naruto…
~*~
Después de haber sido despertado por un emocionado Naruto, Deidara se entero que Haku les visitaría así que como si nada, también le dijo que invitara a Gaara, por alguna extraña razón sentía que harían postres. Y así fue, el de cabello rojo llego con algunos ingredientes murmurando sobre pedirle disculpas a Itachi para que no le despidiera por faltar al trabajo sin avisarle, y después de enterarse que Haku llegaría, el de cabello se alarmo ya que era el que daba las órdenes sobre el que hacer con las esencias y otras sustancias.
Deidara le sonrio mientras le explicaba que Itachi no se molestaría aunque, muy en fondo no lo sabía pero, trataría de convencerlo. Unos minutos después apareció Haku con una sonrisa que a todo logro engañar menos al él. Su amigo estaba pálido y podía ver un leve sonrojo en aquellos ojos.
Se reunieron en la cocina para preparar algunos panecillos de vainilla con chispas de chocolate mientras todos reían nerviosos al ver a Naruto preparar la mezcla para un pastel que estaba seguro que se lo comería solito. Mientras esperaban a que estuviesen sus postres se dedicaron a hacer unos jugos de manzanas con los frutos de unos árboles de manzano que Deidara había descubierto después de conocer los inmensos jardines de aquella mansión.
Los postres estaban listos y los sacaron de sus moldes para llevarlos en una charola hasta las mesas del jardín junto con los jugos para que se enfriaran un poco. Luego los donceles disfrutaron y rieron un poco pero, Deidara seguía incomodo por Haku así que trato de preguntar pero Itachi apareció.
— ¿Haku? No sabía que estabas aquí, Zabuza ha estado como loco llamando a todos sus contactos—Itachi se sorprendió al ver a Zabuza en su oficina preguntándole por el doncel y luego al ver que había dejado unos documento decidió regresar a la mansión pero, no pudo evitar caminar por la oficina de Zabuza mirándole caminar de un lado a otro con el celular en mano y con aspecto desesperado pero, decidió no interrumpir y ahí estaba—Debo de decirle que estas aquí—Saco su celular del bolsillo del pantalón.
— ¡No! —Todos los presentes le miraron sorprendidos mientras dejaba ver un sonrisa lastimera—Tuve una pelea con él, vamos a divorciarnos.
Deidara sintió el dolor de aquellas palabras, no recordaba nada de aquellas personas pero, con lo poco que se había relacionado con ellos había visto como era cada quien en realidad y podía notar el amor que tenían por su pareja, aunque fuesen unos pervertidos pero, podía ver el amor entre ellos. Y fue cuando dirigió su mirada a Itachi, el no le conocía en nada pero, veía como le trataba con amor y hacia cualquier cosa para llamarle atención. Y sabía que, aunque su mente le dijese que es un desconocido, su corazón le decía que le amaba y por eso, se había casado y aun seguían casados.
— ¿Porque? —Pregunto Naruto.
Haku se recostó a la silla suspirando—Hace meses que no muestra atención por mi y se preocupa más por su trabajo…—Las lagrimas comenzaron a acumularse—Y ahora es peor, llega más tarde de lo normal, ayer llego a media noche. No me sorprendería de verle llegar a la madrugada.
—Creo que eso mi culpa…—Se dijo Itachi rascándose la nuca al ver toda la atención de los donceles en él— Creo que he salido demasiado temprano del trabajo dejándoselo todo a Zabuza, lo siento.
Deidara miro a Haku con la esperanza de verle reconsiderar la idea del divorcio pero noto como estaba a punto de reclamar.
—Y también es culpa mía—todos miraron a Deidara mientras sonreía avergonzado—Itachi ha estado tan preocupado por mí, que se vio obligado a cuidarme…además—le hizo un ademan a Haku para que le diera una de sus manos hasta que el otro correspondió—Zabuza y tu se casaron porque se aman, el tener una pelea o cometer errores es normal en un matrimonio. Perdí la memoria por algún acontecimiento pero, ni Itachi y yo hemos pedido el divorcio por lo complicada que es nuestra comunicación. Estoy seguro que Zabuza está reflexionando su error y hará lo que sea para que le perdones—Deidara sonrio al ver a su amigo llorar sin retenerse y se levanto de su silla para abrazarle.
Todos sonrieron al ver que Deidara le había convencido de rechazar la idea del divorcio. Itachi miro a los donceles y se le ocurrió una idea para ayudar a la pareja.
— ¿Qué tal unas vacaciones en un crucero para que se relajen?
— ¡Es una idea genial, Itachi! ¡Vamos a un crucero, bebe! —grito el emocionado Naruto mientras miraba su vientre.
—Vaya, no suena mala idea, nunca he ido a uno—Murmuro Gaara.
— ¿Crucero? No conozco eso, debe ser divertido…—Dijo Deidara al ver a sus amigos tan alegres.
Itachi sonrio nervioso, ahora que los donceles estaban emocionado ¿Cómo decirles que, solo se refería al matrimonio Momochi? Haku sonrio divertido al ver el rostro del azabache, ya se imaginaba lo que pensaba y en realidad no le desagradaba viajar con sus amigos, después de todo, sería su primera vez en un crucero y sabía que por el momento no sería capaz de estar a solas con Zabuza.
—Itachi, debes ir a trabajar—le dijo Deidara. El aludió solo asintió—Y además, dile a Zabuza que Haku está aquí—Itachi le miro sorprendido y miro a Haku quien estaba a punto de quejarse—Si no se ven ¿Cómo esperan arreglar las cosas?
Haku solo se quedo callado y sorprendido, no solo por lo lógico que había sonado el comentario de su amigo sino que, la manera tan seria y determinada con la que hablo, le recordaba al antiguo Deidara que manejaba los asuntos de la empresa. Así que solo asintió mientras Itachi se retiraba.
—No te sientas mal, por alguna extraña razón sé que Zabuza y tu han tenido muchas peleas y las han podido llevar—Deidara termino de hablar para comer panecillos y jugo.
Haku sonrio al recordar sus peleas—De hecho cuando nos conocimos lo primero que hicimos fue pelear…
~*~
Un joven Haku corría con el bolso escolar entre sus brazos junto a un folder. Llevaba su uniforme un poco arrugado y unas notables ojeras ya que no había dormido en aproximadamente veinticuatro horas ya que, había elaborado una investigación que uno de sus profesor había dejado como trabajo de curso pero, todo lo que había pedido había resultado como una monografía y no había dormido por terminar de hacerla ¿Qué clase de maestro dejaría una tarea de semejante magnitud de un día para otro? Al menos estaba en sus últimos años de preparatoria pero, por el momento debía de cuidar su trabajo que le había costado sudor y no planchar su uniforme.
Apenas había girado en una esquina con gran emoción al estar cerca de la preparatoria, había chocado con un robusto hombre que se había girado hacia él viéndole con el ceño fruncido para sonreírle de una manera que no le agrado.
—Que suerte, un doncel…
Haku retrocedió un poco con intenciones de correr pero el hombre le tomo de uno de sus hombros hasta llevarle al callejón cercano y azotarle contra la pared dejándole sin aire soltando por instinto su trabajo. Miro su folder y trato de tomarlo del suelo pero el hombre le azoto de nuevo contra la pared esta vez dejándole inmóvil y sin aire.
—No estás nada mal…—Haku se sintió asqueado cuando le paso su lengua por su cuello.
No quería estar ahí, llegaría tarde a sus clases, su trabajo estaba en el sucio suelo y le estaban a punto de arrebatarle lo más valioso para un doncel. Debía de salir de ahí.
— ¡Auxilio…!—Haku trato de gritar mas pero el hombre le levanto la mano con intenciones de darle un puñetazo y solo cerro sus ojos esperando el dolor en su rostro pero, solo sintió como aquel cuerpo se alejaba de él y fue cuando abrió los ojos, como si fuese en cámara lenta observo como el tipo era pateado en su estomago por un chico de piel morena, dejándole inconsciente.
—Esto es mejor que un ejercicio mañanero—El chico sonrio dejando ver sus dientes filosos y camino hacia el doncel quien le miraba asustado— ¿Qué? ¿Te comió la lengua el tipo?
Haku respiraba agitadamente mientras miraba al chico, tenía el rostro atractivo del típico chico malo y con una sonrisa arrasadora. Además portaba el uniforme de su escuela por lo que debía de ser un buen chico aunque el reglamento prohibía llevar la camisa blanca con tantos botones desabrochados mostrando aquel fuerte pecho. Sacudió las ideas de su mente y miro al chico con una dulce sonrisa.
—Gracias por ayudarme, pensé que me haría algo terrible—Haku se alejo de la pared del callejón y tomo su trabajo del suelo mientras el chico seguía sus movimientos y se tomaba la molestia de ver el trasero del doncel cuando se agachaba para tomar el objeto—Es mejor que corramos, la escuela pronto…
Haku no pudo seguir al ser arrinconado de nuevo por el chico que le miraba con una sonrisa ladina—Eso no está bien, te acabo de ayudar así que debes de agradecérmelo.
—Pero, lo acabo de hacer…
—No me refiero a un simple «Gracias», debes de agradecérmelo con tu cuerpo—El chico le tomo de sus mejillas y en un rápido movimiento tomo sus labios entre los suyos.
Haku no podía creerlo, aquel chico estaba tomando su primer beso, eso no podía perdonarlo, con aquel hombre no se había defendido porque era obvia la edad y la posible fuerza que debía de tener comparado con la de un adolecente pero, aquel chico era de su edad y sin importar lograría escapar. Tomo todas sus fuerzas intentando separarse de él pero le fue imposible hasta que en su mente susurraba un «Lo siento» a aquellos bebes que tal vez no nacerían por lo que haría. Sin más le dio un rodillazo a la entrepierna del chico que comenzó a regocijarse de su dolor en el suelo.
— ¡No te acerques de nuevo! ¡Estúpido!
Corrió hacía las afueras del callejón sin antes mirar de nuevo al chico que aun estaba en el suelo, maldiciendo. Sintió un poco de pena por él pero, el había sido un gran atrevido. Le llevo unos minutos llegar hasta la preparatoria hasta que respiro profundo al estar entre los pasillos que daban a su salón, y con una sonrisa trato de ingresar al salón de no haber sido por alguien que le tomo bruscamente del brazo arrinconándolo entre los casilleros y miro al chico que había pateado que parecía furioso.
— No creas que te dejare tranquilo después de atreverte a patearme—le dijo con notable molestia.
Haku no se atemorizo y le miro con el ceño fruncido—Te lo merecías, además de atrevido eres un cínico al reclamarme…Estúpido—Susurro lo bastante audible para que el otro le escuchara.
El chico sonrio con satisfacción—Debo de reconocer que tienes agallas al retarme, pero…—le quito de las manos el folder con su trabajo mientras de su bolsillo sacaba un encendedor colocando los papeles encima de la flama. Había visto la desesperación con la que el doncel había tratado de proteger aquel folder, así que, aquel era su punto débil.
— ¡No lo hagas! ¡Devuélvemelo!
El chico sonrio burlo— Ahora no eres tan valiente ¿Cierto?
Haku miro con horror como acercaba las puntas de su trabajo a la flama, todos los estudiantes de la preparatoria miraban la situación y nadie se atrevía a ayudarle. Miro con desesperación las hojas a punto de quemarse y por instinto tomo de la camisa al chico para mirarle.
—Por favor, no lo hagas—las lagrimas comenzaron a acumularse—Pase toda la noche haciendo ese trabajo, equivale la mayor parte del puntaje de la clase…Te lo suplico, no lo hagas.
El chico miro al doncel con nervios al verle llorar y el timbre de inicio de clases comenzó a sonar. Chisto, al menos aquel irritante timbre seria una excusa para dejar de torturar psicológicamente a aquel doncel.
Tiro el folder a suelo, soltando el agarre de Haku—Que aburrido, no me agradan los donceles llorones.
Haku se agacho a tomar el folder y abrazarlo a su pecho. Ahora debía de entrar a su salón para que todos le mirasen como si le restregasen aquella humillación en la cara. Y así fue, se sentó y espero a que el profesor llegase. Se aguanto aquellos murmullos acerca de aquella pelea con aquel chico que, si mal no había escuchado se llamaba Zabuza Momochi, el chico de una familia de dinero y con sorprendentes calificaciones pero, con una reputación de ser el ser más cruel de la preparatoria. Aunque no discutía lo del ser más cruel pero, de ser de excelentes calificaciones le dejaba mucho que dudar.
El profesor llego y empezó a llamar por orden de lista a cada alumno para la entrega de su trabajo y cuando tomo su bolso para entregarlo, un escalofrió le recorrió la espalda al no encontrarlo. El profesor le llamo de nuevo, molesto por la tardanza.
—No está—miro desesperado al profesor—Alguien tomo mi trabajo y no es gracioso—Dijo mientras observaba a sus compañeros quienes le miraban incrédulos. Escucho suspirar al profesor.
—Joven, ahórrese la excusa y mejor dígame que no hizo el trabajo—el profesor continuo llamando por lista hasta que le interrumpió.
— ¡Pero, si hice mi trabajo! —El profesor gruño y luego le dio hasta la hora de salida para encontrar el supuesto trabajo.
Haku solo asintió y busco de nuevo su trabajo en su bolso y fue cuando escucho una risa burlona. Miro a uno de sus compañeras de cabello rojo de dos coletas y con una sonrisa filosa, Ameyuri Ringo, quien le tiro una bola de papel con fuerza pero, logro tomarla en el aire. Al abrirla, no podía creer que aquello le estuviese pasando «Que lindo es quemar cosas…No te metas de nuevo con Zabuza» Miro incrédulo a la chica aun sin poder creerlo ¡¿Había quemado su trabajo por un chico?! Abrazo su mesa conteniendo las ganas de llorar, su trabajo de curso había sido eliminado por haberse acercado a aquel estúpido. Frunció el ceño, aquella chica y a aquel Zabuza se las pagarían.
Espero hasta el receso y fue cuando encaro a la chica quien le miraba de arriba abajo como si le mirara inferior a ella.
—Se que tienes mi trabajo, aun lo tenía antes de entrar al salón—Haku le miro desesperado haciendo reír a la chica— ¡Devuélvemelo! —Tomo a fuerza el bolso de Ameyuri haciéndole enfadar. La chica tomo con fuerza de sus cabellos soltando la moña de su cabello.
— ¡¿Qué te pasa, escoria?!
Haku se quejo de dolor por el guiñar de sus cabellos y por instinto soltó el bolso de la chica tomando con fuerza aquellos cabellos rojos, arruinándole el peinado. Los gritos de sus compañeros llenos de emoción por la pelea les invadió llamando la atención de los profesores y de Zabuza quien había intentado subir hasta la azotea y dormir un poco pero, el ruido le molesto y decidió callarlos hasta que miro al doncel que se había encontrado aquella mañana guiñándose de los cabellos con una de las chicas que le rondaban.
Los profesores les separaron— ¿Qué creen que hacen?
—Ella tomo mi trabajo…
—Eso no es cierto, solo quiere inculparme porque me gusta el mismo chico que él.
Silencio. Haku le miro incrédulo por la tontería que había dicho Ameyuri entonces, los profesores le miraron decepcionados y le llevaron frente al director.
—Joven Haku, no puedo creer este lado de usted…—Haku intento reclamar pero el director le miro con dureza—Pero, ya que no entrego su trabajo de curso y con esta situación merece una suspensión, considerando la época de exámenes, repetirá el año.
Haku negó y se levanto de la silla frente al escritorio del director— ¡No puede! ¡Busque en su bolso! ¡Ella tiene mi trabajo!
—Joven, siéntese—el director poco a poco estaba perdiendo la paciencia con el doncel.
— ¡No! —Haku comenzó a llorar, no quería repetir año. En verdad había trabajado duro todo ese año escolar y más aun con aquel trabajo de curso.
— ¡Joven…!
—Joven nada…—una ronca voz entro a la oficina del director.
Zabuza tiro un folder con el nombre de Haku llevando del brazo a Ameyuri quien llevaba los ojos sonrojados de las lágrimas.
—El doncel tenía razón, esta…—soltó con brusquedad a la chica—tenía su trabajo—el chico miro como el anciano intento hablar y formo una sonrisa sádica— ¿Sabe? A mi padre no le agradara que, la preparatoria en la que invierte no sea muy justa con sus estudiantes.
Haku no lo podía creer, en unos segundos habían retirado su suspensión y habían aceptado el maltratado folder mientras Ameyuri se quedaba en la oficina del director. Cuando salió de la oficina pudo sentir como el aire entraba en sus pulmones y fue cuando noto uno de los brazos de Zabuza rodeando su hombro.
—Suéltame estúpido
Zabuza gruño—Podrías dejar de llamarme «Estúpido»
Haku sonrio al verlo tan molesto y con un leve, pero muy leve sonrojo—No, eres un estúpido…—Se coloco de puntillas y le dio un beso en la mejilla dejando estático al chico—Pero un estúpido muy lindo.
Fue desde ahí, que comenzó a conocer el lado bueno y amable del chico «Estúpido» hasta tener el placer de verle madurar hasta la actualidad. Conoció el lado malvado, celoso y por más extraño que a algunos les pareciese…Conoció su lado amoroso.