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Conservando el corazón por Rukia Matsuoka

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Notas del capitulo:

¡Hola!

Antes que nada, les quiero pedir disculpas por el tremendo retraso pero, se me habia ido la inspiracion pero, al ver el nuevo opening mega ultra melancolico de Naruto Shippuden, la inspiracion me vino de golpe...

Por cierto...¿Alguien sintio la indirecta de ver el Susano de Sasuke montando en el chakra en forma de Kyubi de Naru? Y despues dicen que pensamos mal e.e

Gracias a todos aquellos que me dejaron sus review, a aquellos que tomaron un poco de su tiempo en leer el capitulo y a aquellos que esperaron estas aparentes tres semanas para este capitulo.

Y pronto, esperen el Spin-Off de la relacion de joven de Zabuza y Haku, que fue una fabulosa recomendacion de unluckycat

¡Muchas Gracias por la sugerencia!

Y...

Espero que les guste.

Aquella tarde, después de haber escuchado la sorprendente historia del, como se conocieron Haku y Zabuza, Itachi les había recomendado antes de volver al trabajo, el ir de compras para el crucero. Y ahí se encontraban, el en centro comercial en una tienda para trajes de baño.

Deidara estaba sonrojado por la sensualidad que mostraban aquellos pequeños y ajustados trajes de baño para donceles en los maniquís. Había perdido la memoria pero sabía que aquello encendería los instintos de Itachi y no quería comprar traje de baño pero, no quería ser aguafiestas al ver lo entusiasmado que se veían sus amigos al tratar de elegir un conjuntos que les hiciese ver lindos ante su pareja aunque, sentía una ansiedad de elegir un conjunto que a Itachi le gustase.

«Quiero verme sexy para Itachi, quiero volverlo loco» Aquella frase inundo su mente hasta que se vio en una tienda similar a aquella pero con conjuntos más lujuriosos, una tienda de lencería para donceles. Y fue cuando se vio sosteniendo dos conjuntos de negligé de distintos colores mientras que un sonrojado Gaara le señalaba el conjunto blanco notando como su hermano y demás amigos estaban también en su elección de lencería. Un fuerte mareo le hizo sostenerse de los percheros saliendo de aquella nube de recuerdos volviendo a la tienda.

Se sonrojo por sus propias palabras en el pasado. Ignoro los recuerdos para no preocupar a sus amigos y se digno a buscar algo que le cubriese más y sonrio emocionado al ver un traje de baño celeste muy corto y ajustado a simple vista pero, que hacia juego con una chaqueta larga de algodón. Tomo el conjunto y al girarse se quedo helado al ver que era el único que estaba hasta el lado oscuro de la tienda recibiendo miradas incrédulas de algunos clientes del lugar al ver lo que había elegido. Bajo su mirada avergonzado mientras buscaba a sus amigos, sentía el asco de aquellas personas por su aparente mal gusto e incluso lo confirmo con sus propios amigos quienes le miraron estupefactos al ver el conjunto.

— ¿También piensan que es horrible? —se entristeció.

Los donceles gritaron un « ¡No!» que llamo la atención de todos en la tienda, haciendo saltar del susto a Deidara, solo estaban sorprendidos por el cambio radical de la vestimenta del rubio, el doncel normalmente elegía ropa mas extrovertida.

—Es que, siempre elegías ropa mas…—intentaba decir Gaara pero, se sonrojo al recordar la ropa que le hacía ver para elegir una que le quedase bien.

—Sexy…—termino de decir el rubio al recordar aquel fragmento de su mente.

Todos le miraron y simplemente forzó una sonrisa, no quería preocuparles, estaban ahí para prepararse para el crucero y el lugar de preocuparse por él, debía de planear una forma de reconciliar a Haku con su esposo. Miraron algunas tiendas para la ropa de estilo veranera que usarían en el transcurso del crucero. Deidara aun se sentía incomodo por las gran cantidad de dinero que sus esposos les habían brindado para las compras e incluso, Zabuza le había brindado una considerable cantidad de dinero a Haku para que lo gastase en lo que quisiese y si no hubiese sido por una mirada inquisidora de su parte, el doncel no habría aceptado el dinero. Suspiro, si querían arreglar la situación al menos Haku debía de aceptar los indicios de disculpas de Zabuza. Se dedico a comprar la ropa que le cubriese lo más posible… ¿Por qué la ropa de donceles era tan corta?

Miro a su hermano menor y le miro con un curioso puchero mirando los lindos conjuntos para donceles pero, su pancita de embarazado no le daba la oportunidad de llegar a lucirlos en el crucero. Así que se acerco a él para llevarle a un lugar de aquella tienda donde había visto un conjunto de tela suave y elástica que le ayudaría con su figura de embarazado e incluso le podría usar después de dar a luz.

Pasaron unas cuantas horas eligiendo otros trajes de baño, hasta que Deidara sintió un escalofrió en la espalda y volteo hacia la entrada de la tienda, un chico de cabello rojizo con ojos color ceniza le miraba e incluso le miro hacer un ademan de querer hablarle pero otro chico se había acercado al desconocido. La voz de Naruto informándole que sus parejas les esperaban a las afueras del centro comercial llamo su atención. Así que busco por última vez al chico pero, cuando se giro, él ya no se encontraba.

Salieron del centro comercial y Haku se acerco al auto de Zabuza. Deidara se sintió mal al ver lo distante que aun era la relación de aquella pareja después de ver salir el auto del estacionamiento. Entro al auto de Itachi y le sonrio por el retrovisor, solo faltaban horas para que el barco que les esperaba a las orillas de la bahía de Konoha zarpara, debía de empacar. Se había sorprendido al enterarse que el azabache había planeado el crucero para esa misma noche. Itachi en verdad era astuto.

Llego a la mansión y se encontró con su Oto-Chan tratando de alejar a Madara de él. Suspiro, no solo Haku tenía sus problemas de pareja, sentía lastima por el Uchiha mayor al verle fracasar cada vez que cortejaba a Minato, quería que su Oto-Chan fuese feliz, quería que aquel muro que había formado después de ser engañado por su Oto-San fuese derribado.

Entro a su habitación y termino de preparar sus maletas y luego, se dirigió a la habitación de Naruto para ayudarle. Cuando entro al lugar se encontró con la enternecedora escena de Sasuke abrazado al redondo vientre de su esposo así que decidió salir para no interrumpir y apenas cerró la puerta sintió un fuerte dolor en su pecho.

— ¡Deidara! ¡¿Estás bien?! —Itachi se acerco a él, llevándole de nuevo a la habitación—Tal vez, no deberíamos ir al crucero—Le sentó en la cama.

El rubio negó mientras acariciaba una de las mejillas de su esposo mientras este le miraba sorprendido por el repentino cariño que le mostraba.

—Debo de estar cansado, solo eso—Y por un impulso, se acurruco al pecho de Itachi, después de ver el cariño entre su hermano y su esposo; también sentía un deseo de recibir un poco de cariño, quería un poco de calor y protección ¿Por qué le dolía ver a su embarazado hermano? ¿Por qué le dolía verle feliz junto a su esposo?

Itachi solo correspondió el abrazo con un poco de confusión, había pasado tanto tiempo desde que Deidara mostraba un acto de afecto y, ahora solo podía dedicarse a aferrarle, sentir el tierno aroma de su cabello aunque, aun pensaba que era mala idea ir al crucero, tenía un mal presentimiento.

~*~

Llegaron a la bahía de Konoha y los donceles se emocionaron con lo enorme del barco. Los varones se deleitaron con la vista de sus amores impresionados mientras el viento movía la suave tela de sus ropas. Se formaron en la fila para entrar y esperara el chequeo de sus maletas. Deidara observo a Haku con su actitud distante hacia Zabuza. Se mordió el labio por ansiedad al ver que su Oto-Chan también se alejaba lo más que podía de Madara. Suspiro, deseaba que en ese viaje aquellas relaciones mejoraran…

Minato estaba a punto de caer en la locura, no sabía qué hacer, sentía que estaba a punto de caer en las redes de Madara, ya que le perseguía por toda la casa y en aquellos momentos se acercaba para susurrarle al oído lo ansioso que estaba por verle en traje de baño con un tono que le hacía erizar la piel.

—Madara, aléjate de mi…— Minato trataba de caminar tranquilo por los pasillos del barco buscando su habitación pero, los agarres de cintura del Uchiha no le dejaban.

— ¿Por qué? Sé que lo disfrutas—Sonrio cínico al ver el leve sonrojo del doncel.

—En todo caso, deja de seguirme.

—Estamos en la misma habitación—Madara observo como el doncel se detenía abruptamente volteándole a ver. Eso aumento su sonrisa y le mostro la llave de la habitación con el numero en la etiqueta.

—No puede ser—Susurro, busco en sus bolsillos encontrando su llave de la habitación con el mismo número. Frunció el ceño—Tu hijo me las va a pagar.

Madara bufo—No fue Itachi, fue idea de Deidara.

Minato gimió asustado, no podía creer que uno de sus adorables hijos le traicionara de esa manera. Suspiro derrotado, sabía que Deidara e incluso Naruto entendían el porqué de su comportamiento con Madara y el porqué ignoraba sus sentimientos por él pero, el que quisiesen ayudarle también le enternecían. Siguió el camino hacia la habitación y entro, encontrándose con aquella aterradora situación…Solo había una cama de tamaño matrimonial.

—Siempre pensé que tus hijos son más inteligentes que los míos—Madara acomodo sus ropas en el gran armario disfrutando del sonrojo de Minato pero, sus satisfacción se acabo al ver el cierto temor que había en aquellos celestes ojos— ¿Qué te pasa, Minato?

— ¿Eh? —El aludido salió de su trance—No pasa nada—Río exageradamente colocando sus ropas en el armario. Había recordado la cama que compartía con el padre de sus hijos, con la excepción que no eran recuerdos cálidos y tampoco satisfactorios en muchos sentidos.

Madara observo lo tenso que estaba, podría sentirse molesto al tener el presentimiento de los pensamientos del doncel. No aceptaba que le comparara con su ex pareja e incluso el que recordara a aquel sujeto en su presencia.

Suspiro— Pronto será el banquete de bienvenida—se acerco para besarle el cuello sintiendo como se tensaba—Te espero en el comedor.

Salió de la habitación dejando a Minato libre de cambiarse de ropa. Llego al gran salón del barco encontrándose con sus hijos sonriendo nerviosos en el comedor mientras sus donceles comían todo lo que podían. Sonrio enternecido, de Naruto esperaba aquel nivel de apetito por su embarazo pero, de Deidara y Gaara no conocía aquel estomago sin fondo. Su sonrisa se borro al recordar lo demacrado que estaba el rubio antes de su fallido suicidio, tal vez aquella era la razón por aquel apetito. Se acerco a sus hijos mientras miraba a sus alrededores notando a unos chicos bailando break dance a un lado del salón llamando la atención de la mayoría de los presentes, aquella escena le hizo sonreír recordando su juventud y le agradaba ver que la discriminación hacia ellos desapareciese con el pasar de los tiempos. Siguió mirando y se encontró a Haku y Zabuza casi al final del gran salón, aquella pareja le preocupaba. Entendía que estuviesen pasando problemas en la intimidad pero, si seguían tan lejos uno del otro aquel crucero no serviría para nada.

Se sentó en la mesa con sus hijos y a los minutos se deleito con los pantalones ajustados color blanco que Minato se había colocado, combinados con una camisa negra holgada sin mangas. Podía asegurar que sus oscuros ojos brillaban ante el adorable sonrojo del rubio pero, frunció el ceño al sentir múltiples miradas encima del doncel. Si no fuese porque el discurso de bienvenida había comenzado, hubiese mandado a todos a «Comer espárragos»

Después de impresionarse con el nivel de apetito de Minato llego a la conclusión que aquel voraz estomago era hereditario. Hablaron en familia y como todo curiosos que eran, miraron a distancia la mesa de Zabuza y Haku. Sonrieron satisfechos al ver el leve sonrojo del doncel más una tierna sonrisa. Aquella escena mejoro al escuchar la elegante tonada de la orquesta invitada y vieron a la pareja levantarse de la mesa para reunirse con otras en medio del salón.

—Me concederías esta pieza—Escucho a su hijo mayor. Sonrio al ver el sonrojo de Deidara mientras asentía.

—Se que será por poco tiempo pero ¿Quieres bailar? —dijo Sasuke al saber que los pies de su doncel no lo dejarían estar mucho tiempo de pie. Espero el asentimiento de Naruto para ayudarle a levantarse de la silla.

Madara sonrio al ver en los buenos hombres que se habían convertido sus hijos. Así que, respiro profundo para unirse a ellos aunque no espero que Minato saliera del salón. Frunció el ceño y le siguió. Al salir, sintió en frio de la noche y miro al doncel recostado a las barras metálicas del barco. Suspiro al verle tan melancólico, no le agradaba ver así y podía asegurar que se debía a su ex pareja, prácticamente toda aquella tristeza que rodeaba a Minato era debido a aquel sujeto así que, ya no podía quedarse callado. Aunque no sabía si heriría los sentimientos del doncel, le diría algunas cosas sin remordimientos.

—Minato…

—Nunca pensé que estaría en crucero—El rubio le interrumpió sonriendo lastimero—Nunca pensé que llevaría este tipo de ropa y tampoco pensé que cumpliría con mi deber de buen Oto-Chan—Madara se asusto al escuchar un sollozo y fue cuando vio las lagrimas que corrían por aquellas dulces mejillas—Siempre pensé que sería un doncel de hogar, con la misma ropa barata y un mal Oto-Chan. Pero, en lo único que fracase fue en mi deber como pareja—Madara frunció el ceño e iba a hablar pero Minato le miro con aquella sonrisa lastimera mientras seguía llorando. Eso le confundía—Cuando Naruto nació, apenas se entero que era un doncel su sonrisa se había congelado y solo dijo «Comprare regalos para él» Y nunca volvió. Me ilusione en pensar que había sufrido un accidente y el hospital llamaría pero, no paso—El rubio se acerco a él—Así que, te lo suplico, deja de pensar que seremos algo, al igual que tu, él juro amarme…

Madara no le dejo continuar y le rodeo con sus fuertes brazos mientras le besaba con brusquedad. No podía creer que le compara con aquel tipo, el que sintiese la indirecta era una cosa, y otra era que se lo dijese en la cara.

—No me malinterpretes Minato—le dijo limpiando sus lagrimas—Ya te lo he dicho y lo repetiré cuantas veces sea necesario. A diferencia de él, soy un hombre de verdad, un Uchiha—El azabache sonrio al ver los fastidiado que se veía Minato al enorgullecerse de su apellido, al menos ya no estaba triste—Eres hermoso, con hijos que te aman sobre muchas cosas y para mi, serás un doncel del cual no me «Aburriré» nunca.

Minato se sonrojo ante aquel comentario sin vergüenza. El orgullo e insistencia de Madara le frustraba hasta hacerle enojar pero, no podía negar que le agrada su insistencia de hacerle su pareja  y considerando que en todos aquellos años que han estado cerca, donde le brindaba atención y cariño incluyendo sus perversiones, sentía que era hora de darle una oportunidad. Además, el que se hubiese negado a alejarse de él por las buenas y le estuviese abrazando posesivamente era síntoma que no lo dejaría ir. Suspiro mientras nuevas lágrimas amenazaban en salir, confiaría en él.

Madara se asusto de nuevo al ver que había hecho llorar al doncel de nuevo— ¡Lo siento! ¿Ahora que hice? —Le tomo de sus mejillas para ver de cerca al rubio quien le sonreía mientras la brisa del mar movía sus cabellos.

Minato rompió el abrazo y le tomo una de sus manos llevándolo dentro del barco—Es hora de dormir—Sonrio al ver la típica sonrisa presumida de Madara. Llegaron a la habitación—No me malinterpretes Uchiha, solo dormiremos—le sonrio triúnfate entrando al baño para colocarse el piyama sin antes deleitarse con la desilusión marcada en el rostro del azabache.

Se desvistió y cuando noto el piyama que había llevado para el viaje se sonrojo. Se había equivocado, debía de llevar el conjunto de camisa manga larga y pantalón de algodón que había comprado en una tienda al pensar que cavia la posibilidad que Madara invadiera su habitación en medio de la noche pero, ahora se miraba en el enorme espejo del baño con el piyama de camisa de tirantes y el corto short blanco que normalmente usaba en la mansión. Suspiro, salió del baño con la esperanza que Madara se hubiese dormido pero, cuando le vio estaba acostado en la cama con su mirada en él, y en lo único que pensó fue en lo sexy que era aquel hombre con solo el pantalón negro de dormir y dejando su fuerte torso a la vista.

—Estás seguro que solo quieres dormir Minato—dijo Madara mirándole de pies a cabeza.

—Por supuesto que sí—fingió molestia con su notable sonrojo. Estaba consciente que la parte de «Solo dormir» parecía una broma por culpa de su equivocación.

Minato se acostó a lado de Madara dándole la espalda. Salto del susto al sentir como le abrazaba de espaldas y un escalofrió recorrió su columna al sentir un bulto friccionándose en sus glúteos. Se sonrojo a más no poder al saber que era.

— ¡Madara!

— ¿Qué? ¿Acaso quieres que esté tranquilo cuando vistes así?

Minato solo hizo un puchero que hizo sonreír al azabache. Reprimió un gemido al sentir suaves besos en su cuello y las grandes manos de Madara acariciarle las piernas. Suspiro, sería una larga noche pero, no dejaría que pasaran mas allá en la cama, el que le haya dado una oportunidad no quería decir que le dejaría estar entre sus piernas tan rápido, como doncel tenía el derecho de hacerse el difícil al menos unas cuantas horas porque, sabía que no podría soportar mucho tiempo en caer en la seducción de Madara Uchiha…

 

Notas finales:

¡Hola! De nuevo

Bueno ¿Que les parecio?

Y de nuevo, disculpas por el retraso, espero no demorarme con el siguiente capitulo.

Cualquier sugerencia es bienvenida XD

Me dejan review ¿Si? Eso hara que el derecho de Minato para hacerce el dificil sea mas duradero antes que Madara le haga cositas XD

Nos vemos (n.n)/


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