Un doncel de cabello corto y rojo hasta sus hombros, de ojos color violeta con diversos círculos, corría deprisa hasta la oficina de uno de sus profesores. Aquel folder que contenía un informe debía de haber sido entregado el día anterior pero, se había enfermado de la gripe y le había tumbado en la cama con un terrible dolor en los huesos y una elevada fiebre. Su Oto-Chan había convencido al profesor de recibir su trabajo ese día. Aun llevaba los residuos de la enfermedad, si se descuidaba sus fluidos nasales saldrían vergonzosamente y aunque sonase ridículo, en su bolso que se sostenía de su hombro llevaba muchos pañuelos en caso de prevenir una penosa situación.
Sonrio aliviado al girar en uno de los pasillos de la universidad al ver la oficina del docente. Estaba a punto de acercarse a la puerta cuando fue empujado contra la pared con fuerza, aunque no la suficiente para causarle dolor.
—Hola, Nagato. Serias tan amable de prestarme ese informe—Un joven de cabello corto y naranja. De ojos castaños y con pircings en sus oídos, le sonrio mientras disfrutaba del aroma del cuello del doncel.
El de cabellos rojos se sonrojo al sentir su espacio personal ser invadido y porque el chico que le atraía estaba a centímetros de su rostro.
—Yo…—sus palabras se atoraron, estaba nervioso y el tiempo de la entrega del informe era en unos pocos minutos. Sabía que no podía salir a tiempo de esa situación, ni siquiera sabía si podría salir.
— ¡Déjale tranquilo, Yahiko! —El varón sintió un fuerte golpe en su cabeza. Se giro molesto por la interrupción y el golpe, encontrándose con cuatro donceles. Uno de ellos, un rubio de cabello largo, sostenía una planilla de madera. Con aquello le había golpeado.
— ¡Cállate! ¡Estoy ocupado…!
No termino con la grase cuando otro doncel, de cabello negro y largo le lanzaba la caja del jugo de manzana que estaba tomando. Otro doncel de cabello corto y rubio le lanzaba el embase de sopa instantánea que acababa de comer y, el ultimo doncel de corto cabello rojo miraba con timidez la situación entre sus amigos y aquel varón. El aspecto molesto del chico no le agradaba para nada.
El de cabello naranja estaba a punto de soltar una gran cantidad de insultos cuando alguien le tomo del cuello de su camisa apartándole de Nagato.
—Gracias, Zabuza—Le dijo Haku, el del jugo de manzana. El aludido de piel morena asintió mientras se retiraba con otros tres varones.
—Vaya…Tu novio es atemorizante…—Le dijo Naruto. El de la sopa instantánea.
—No puedo creer que sean novios— Gaara dijo con timidez—Son tan diferente…
El doncel les sonrio, mientras el rubio de cabello largo, Deidara, se acercaba a su amigo que, aun estaba recostado en la pared.
—Deberías defenderte de ese idiota…—Deidara le separo de la pared mientras miraba al grupo de varones alejarse pero, no se espero la fija mirada de Itachi Uchiha, aparentemente el líder del grupo. El varón al sentirse descubierto simplemente alejo su mirada de él.
—Al parecer, Nagato no es el único que robo el corazón de un varón—Haku le sonreía cómplice mientras le daba golpecitos en las costillas con su codo.
Deidara salto asustado y sonrojado al ser descubierto por Haku. Naruto y Gaara les miraban interrogantes. Nagato se relajaba un poco hasta que comprendió la indirecta del azabache.
— ¡Yahiko no está enamorado de mi! —Nagato estaba sonrojado y un escalofrió recorrió su espalda al recordar que tenía un trabajo por entregar— ¡Debo de entregar mi informe!
Los donceles miraban incrédulos a Nagato. No podían creer que su amigo fuese el único que no se enterase del efecto que tenía sobre Yahiko o simplemente viese demasiado bueno que el chico del que estaba enamorado correspondiese sus sentimientos.
—Creo que debemos ayudarles…—Dijo Naruto en una pose de determinación.
Escucharon la puerta de la oficina de docentes y Nagato salió con su radiante sonrisa.
—Esta escena sería muy tierna si no fuese porque estas moqueando—Deidara reprimió una sonrisa.
Los demás donceles empezaron a ver hacia otros lados tratando de reprimir sus carcajadas. Nagato se sonrojo y con rapidez saco los pañuelos de papel para limpiarse la nariz.
~*~
— ¿Sabes? A pesar de que eres más inteligente de lo que aparentas, eres idiota—Zabuza le soltó con brusquedad sobre una de las bancas al lado de los salones de clases.
—Y pensar que estudias psicología y ni siquiera entiendes como enamorar a un doncel—Le dijo Sai, un joven de cabellos cortos y azabaches, piel pálida, ojos negros y una característica sonrisa.
Yahiko gruño molesto—Mira quién habla, estas enamorado de Gaara y ni siquiera tienes contacto visual con él. El contacto visual es importante al momento de la seducción…
Todos le miraron incrédulos al escucharle—Pero, haces demasiado contacto visual con Nagato y dudo mucho que lo seduzcas. Al contrario, le intimidas—Hablo Itachi.
—Eres peor que Sai, haces contacto visual con Deidara y le rehúyes—Yahiko se acerco a él mirándole critico—Te vi mientras me arrastraban aquí.
Itachi le miro sorprendido y miro hacia otro lado. No negaba su atracción hacia Deidara Namikaze sin embargo, no lo aceptaría frente a sus compañeros de clases hasta haber investigado al doncel. No era un acosador pero, Deidara era un bello doncel ante sus ojos y, las personas bellas siempre tenían pareja antes que nada y sentiría vergüenza si se le declarase estando en una relación, recibiendo un rechazo.
—Oh, comprendo…—Yahiko se levanto de la banca caminando hacia su amigo colocando sus manos en sus caderas muy sabiondo—Temes al rechazo…— Itachi le miro fijamente— o la «FriendZone».
El azabache rodo los ojos al ver a sus amigos mirándole con interés, sabía que vendrían más preguntas. Lo único que deseaba era pasar un día tranquilo.
—Está bien, me gusta Deidara…—Sus amigos hicieron un ademan de hablar pero les detuvo—Pero, debo prepararme para mostrar mis sentimientos.
—Simplemente habla con él a diario y todo ocurrirá…—Todos miraron a Zabuza incrédulos—Eso funciono con Haku.
Los chicos aun le miraban incrédulos. Les hacía difícil de creer que alguien tal delicado y elegante como Haku hubiese sucumbido ante Zabuza con un cortejo tan simple. Itachi suspiro, sabía que algo así no funcionaria con Deidara, el doncel era un poco tímido con los desconocidos y sabía muy bien que ese tipo de personas no mantenían por mucho tiempo una conversación. Pero, era un Uchiha. Y tenía la suficiente capacidad para enamorarle.
—Además…—Itachi llamo la atención de sus amigos que aun pensaban como Haku había caído en las redes de Zabuza—Estábamos hablando de tu relación con Nagato—Miro a Yahiko—No soy un aficionado a conocer a las personas pero, se que el doncel es introvertido. El asustarlo solo hará que te deteste.
Yahiko se aterrorizo. No quería que Nagato le odiase. Pero era todo lo contrario al doncel. Un varón con demasiada energía dispuesto a estallar en cualquier momento y no tenía otra forma de acercamiento hacia él. El sonido de la campana de la universidad se escucho por toda la estructura. Si no fuese por sus amigos se hubiese quedado de pie en medio del pasillo. Su atención permaneció en una manera de acercarse de manera saludable hacia el doncel que amaba hasta que el llego la hora del descanso.
Al llegar al área de comida miro a Nagato junto a su grupo de amigos y sin poder evitarlo camino hacia él. Nagato estaba formándose en la fila cuando observo a Yahiko caminar hacia él. Miro a sus amigos preparándose con lo que tenían a mano, lo único que pensó fue en que haría Naruto con su celular, dudaba mucho que se lo tirase al varón y menos cuando estaba mandando mensajes a Sasuke quien reposaba en su hogar debido a la gripe.
— ¡Cásate conmigo!
Silencio.
Itachi golpeo su frente con su mano. Yahiko en verdad no estaba haciendo eso. Y menos estaba pidiendo matrimonio. Los donceles y todos lo que estaban en el comedor estaban incrédulos observando al varón.
—Si…—Se escucho el pequeño susurro de Nagato.
— ¡Que…!—Los donceles gritaron impresionados mientras los amigos de Yahiko se quedaban estupefactos.
—Pero… ¡¿Cómo?! —Deidara reacciono tomando de los hombros a su amigo— ¡Ni siquiera es tu novio!
Nagato salió de su aturdimiento mirando al rubio—Pero…—Miro de nuevo a Yahiko quien sonreía embrutecido por la respuesta— ¿Qué dijiste? —Nagato pregunto de nuevo a Deidara.
— ¿Qué? —Deidara se empezó a confundir.
—A quien le importa, me dijo que si—Yahiko tomo del brazo al doncel y lo acerco a él rodeándole con sus brazos mientras le besaba con posesión.
—No sé qué decir—Sai sonrio incrédulo—Ambos son tontos o en verdad entienden lo que acaba de ocurrir.
—Debe ser ambas…—Zabuza miro Itachi pero, se sorprendió cuando no le encontró. Pero, miro a otra dirección incrédulo al encontrarlo hablando con Deidara—Bien, solo faltas tú, aprovecha. Esta es tu oportunidad—Le dijo a Sai.
El azabache sonrio mirando al dulce Gaara quien noto su mirada. Se lleno de ternura la verle rehuir de su mirada con un notable sonrojo—No…—Metió las manos en los bolsillos de su pantalón—Sera en otra ocasión—Se giro en busca de una mesa para comer su almuerzo.
Deidara no podía creer lo que estaba viendo. Para empezar, Nagato se casaría antes que todos ellos, y ni siquiera habían empezado como novios.
—Esta es una manera muy singular de empezar una relación ¿No lo crees? —Se encontró a Itachi sonriéndole a su lado.
Le sonrio sonrojado—Bueno, no solo la tecnología avanza…—Deidara se daba pena, ese había sido el peor chiste había dicho.
—Así es, pero los métodos clásicos siguen siendo los mejores—Itachi se acerco lo más lento que podía para no ahuyentar al doncel. Hacer contacto era muy importante en el cortejo pero, debía de acercarse al doncel sin que este se asustase.
Deidara se sonrojo por el evidente acercamiento de Itachi cada vez que hablaba. Trato de distraerse mirando hacia otro lado cuando noto que Yahiko y Nagato habían desaparecido del lugar. Estaba preocupado por su amigo, las personas normalmente no aceptaban una propuesta de matrimonio a la ligera.
—Nagato y Yahiko no están—Se giro preocupado hacia Itachi—Creo que deberíamos hablar con ellos, lo que acaba de pasar es muy extraño.
Itachi asintió. Seguir a su amigo junto a su conquista no estaba en sus planes pero, mientras estuviese cerca de Deidara cualquier cosa a su favor podría ocurrir. Buscaron a la recién pareja hasta que les encontraron sentados en una de las bancas del jardín trasero de la universidad. Itachi detuvo a Deidara al verle tratar de correr hacia el de cabello rojo e interrumpir la escena. El doncel le miro interrogante y solo le hizo un ademan que callara y escuchase mientras se escondían detrás de uno de los arboles.
—Creo que acabamos de hacer una gran escena allá dentro—Yahiko se rasco la nuca tratando de calmar sus nervios. Nagato asintió—Pero…—Trato de mirar fijamente al doncel pero, no pudo evitar sonrojarse—Tu me gustas…—Termino de hablar mientras se acercaba en busca de un segundo beso.
El aludo también se sonrojo mientras esperaba. Itachi sonrio. No consideraba un error la manera en que Yahiko había empezado su relación, de una u otra manera aquellos dos terminarían saliendo. En contra de su voluntad y con la mano en la boca, alejo a Deidara del lugar hasta que llegaron a uno de los pasillos.
—¡Espera! —Deidara forcejeo hasta que se libero—No podemos dejarlos así, esa relación empezó de una manera muy bizarra y no terminara bien.
Deidara salto del susto cuando Itachi le atrapo contra una pared—Si lo piensas bien, en esta vida o en cualquier otra, esos dos terminarían saliendo—El azabache sonrio mientras se deleitaba mirando el color celeste de los ojos del doncel. Sin poder evitarlo, empezó a buscar sus labios.
El sonrojo de Deidara empezó en aumento al sentirse atrapado. Sin poderlo evitar, cerró los ojos esperando el toque de un beso…
—Ahí están…—Se escucho la voz de Sai a lo largo del pasillo—Los donceles están buscando al que les falta de la pandilla.
Itachi suspiro profundamente al ver la risa burlona de Sai. Los había interrumpido a propósito.
Deidara se relajo por un momento. Había estado cerca de su primer beso y con un chico guapo.
—Nos vemos más tarde…—Se sonrojo al despedirse del varón, le estaba afirmando que se encontrarían de nuevo.
~*~
Con el tiempo, Deidara había empezado una amistad muy cercana con Itachi Uchiha hasta que luego de unas semanas le había propuesto una relación más seria. Cuando acepto no se había esperado que muchos de los donceles que le odiaban por ser amigo de Itachi, le odiasen aun mas al saber que actualmente era su novio. Tampoco se esperaba que uno de sus mejores amigos varón le hubiese aconsejado de mala manera.
—Sasori, basta—Acomodo sus libros en la mesa preparándose para salir al portón de la universidad. Estaba nervioso, ese día Itachi conocería a su Oto-Chan a exigencias de ambos.
— ¿No lo entiendes? —Sasori le vio exasperado—Esos donceles están locos, terminaras lastimado.
—No pasara, se supone que a esta edad somos lo suficientemente maduros para reconocer cuando un amor ya no será correspondido ¿No crees? —Deidara se arrepintió de haber dicho aquello al ver el dolor en su amigo. Todos sabían que Sasori había estado enamorado de él e incluso había sido rechazado cuando se le declaro—No lo dije por ti Sasori, lo decía por esos donceles que no han aceptado el «No» Tu encontraras un doncel mejor que yo y te hará feliz.
Sasori sonrio pero, aun sentía el dolor del rechazo—Vamos, él te está esperando.
Deidara termino de guardar sus cosas en su bolso y salieron del salón. Deidara sonrio al ver a Itachi esperándole recostado en su auto.
—Siento haberte hecho esperar—Le beso.
—Para nada, es hora de irnos—El azabache le abrió la puerta del copiloto.
Itachi cerró la puerta al ver cómodo a su novio y rodeo el auto para entrar hasta que se encontró con Sasori. Se mantenía alejado para no crear problemas respetando su amistad con Deidara pero, sabía muy bien que ambos no tenían sentimiento de agrado hacia el otro.
—Escúchame bien, Uchiha—Sasori le miro desafiante—Te entregare a Deidara pero, si algún día me entero que le hiciste daño, me lo llevare lejos y no sabrás de él. —Sin esperar respuesta, se alejo.
Itachi suspiro. Al parecer había aceptado su relación con Deidara a duras penas. Pero, no consideraba que necesitase su aprobación para salir con él. De quien sabia que la necesitaba era del Oto-Chan de Deidara.
—Lo siento…—Dijo Deidara al verle entrar al auto, había visto todo desde la ventana pero, al estar cerradas no le habían dejado escuchar. —El es un buen amigo, no te enojes con él.
—No te preocupes, no lo estoy—Itachi le acaricio la mejilla para besarle—Es hora de enfrentar a Minato—Le sonrio. Se coloco el cinturón de seguridad y empezó a conducir.
Deidara asintió. No estaba seguro como se llevaría a cabo la reunión de Itachi con su Oto-Chan, a pesar de lo bien que le había hablado de Itachi, a su Oto-Chan aun no le agradaba. Minato no confiaba en ningún varón. Desde que su Oto-San les había abandonado, su Oto-Chan se las había ingeniado para trabajar, pagar todas las deudas del hogar y criar a dos niños.
Llegaron a su hogar y se asusto al ver en la entrada de la pequeña casa a su Oto-Chan con un ceño fruncido.
—Espero que no sea tu naturaleza llegar tarde, Uchiha.
Deidara vio a Itachi tragar con fuerza el nudo que se había formado en su garganta ante la incómoda situación.
—Es mi culpa, me detuve a hablar con un compañero…
Minato interrumpió a su hijo—Cariño, ve a la cocina y prepara la mesa, todo está listo para este almuerzo—Termino de decir mientras le sonreía con dulzura. Luego frunció el ceño al mirar de nuevo a Itachi—Vamos.
Entraron a la casa. Itachi y Minato se sentaron en la pequeña mesa mientras Deidara entrababa a la cocina y servir los platillos.
—Deidara me comento que estabas insistiendo en reunirte conmigo—Minato le seguía mirando analíticamente— Así que ¿Porque?
Itachi se aclaro la garganta—Para ello, necesito que Deidara esté aquí.
Minato asintió. Silencio…
Solo podían escuchar los sonidos que hacia Deidara en la cocina, al parecer, Minato no quería hablar de otra cosa con él o ni siquiera quería cruzarle palabra. Deidara entro con los platos de comida en una bandeja junto a las bebidas. Coloco las cosas en su lugar y se sentó para empezar a comer. Itachi y Deidara miraron fijo a Minato quien no tocaba la comida observando al azabache.
—Deidara esta aquí—Dijo Minato—Habla…
Itachi suspiro de nuevo. Su suegro debía de odiarle en realidad e intuía que con lo que diría lo haría aun más.
—Quiero…—Itachi se detuvo al ver como Minato fruncía el ceño aun mas, ¿Sabía lo que diría con solo haber dicho solo una palabra? El doncel era terrorífico— Quiero pedirle la mano de Deidara en matrimonio…
Deidara se sorprendió al escucharle, Itachi no había hablado de ese tema en ninguna de sus citas y tampoco que ese era el motivo de su insistencia por presentarse con su Oto-Chan.
—Estas bromeando—Minato se cruzo de brazos mientras le miraba incrédulo, esta era la primera vez que le veía y proponía semejante pedido. Los jóvenes de aquella generación sí que estaban empeorando o el chico era un idiota.
—No, creo que es buen momento para que Deidara y yo llevemos nuestra relación al siguiente paso…
—¿Aun eres virgen, cariño? —Minato miro a su hijo. Deidara se sonrojo mientras asentía—Es un alivio, pensaba que estabas embarazado y por eso, este mocoso—Señalo al azabache—Esta tan desesperado por casarse—termino mientras se levantaba del asiento y caminaba hacia Itachi. Sin más, le dio una fuerte cachetada—Esta bien. Pero, si a mi hijo le ocurre algo mientras esta a tu cuidado, lo alejare de ti—Se sentó de nuevo con un puchero—La cachetada fue por llevarte a mi bebe. Tu familia se está llevando a mis retoños, Naruto no ha regresado de su visita al debilucho de tu hermano.
Minato aumento su puchero, no podía creer que su hijo se había enamorado de Sasuke, era un debilucho que había sido derrotado por una gripe y estaba en cama.
Deidara trato de sonreír para calmar sus nervios. Se casaría con Itachi. Aun no podía creer que su Oto-Chan aceptara, después de que su Oto-San les abandonara no había considerado que aceptaría algún matrimonio con sus hijos. Aunque tal vez su Oto-Can sabía que aquel día llegaría en cualquier momento y se había preparado.
~*~
Deidara Namikaze se miraba una y otra vez en el espejo mientras Naruto y Minato arreglaban los últimos detalles en su vestido de novio. Su Oto-Chan miraba el orgullo de llevar el velo cubriendo su rostro en muestra que aun se conservaba virgen. Naruto miraba gracioso a su Oto-Chan, aunque su Dei-Nii aun se conservara virgen, no quería decir que Itachi no tuviese mucho amor que dar en la luna de miel. Suponía que pronto tendría un sobrino.
—Espero que el padre del mocoso si se presente a la boda—Dijo Minato, el ocupado Madara Uchiha no había despejado su apretada agenta para hacer presencia en cada planeación de la boda. Solamente lo conocía por medio de fotos que le mostraba su futuro yerno.
—Estoy seguro que si, Itachi le hizo prometer que vendría…
Minato rodo los ojos, no podía creer que debían forzarle para asistir a un evento tan importante.
Llego la hora y los nervios le invadieron. Minato le hizo retrasarse con la excusa que era normal que la novia o el novio doncel llegasen tarde. Lo había considerado un poco bien de no haber sido por el rostro pálido que había mostrado Itachi cuando llego al altar, al parecer había pensado que le había dejado plantado y eso le hizo sentir mal. Un sonrojo le empezó a invadir cuando ambos dijeron sus votos y el velo le fue retirado para finalizar con el esperado primer beso de casados.
La fiesta había sido preparada en la mansión Uchiha y sus maletas habían sido llevadas a la habitación que compartiría con su esposo. Sentía pena por su Oto-Chan que se había negado en vivir con ellos. Naruto sería el próximo en casarse y no quería que estuviese solo en aquella casa.
—Deidara…—Miro a sus amigos. Haku, Gaara y Nagato vestían sus mejores ropas mientras Zabuza, Sai y Yahiko le daban las felicitaciones a su manera a Itachi—Es hora que bailes con Itachi.
Deidara asintió mientras otro de muchos sonrojos rodeaba su rostro mientras era tomado de la mano por Itachi.
— ¿Te he dicho que te ves hermoso? —Itachi tomo de la cintura a su esposo moviéndose al ritmo de la música.
—El día de hoy, mucho—Deidara se sostuvo de los hombros con una radiante sonrisa—También te ves más guapo.
La pareja disfruto del íntimo acercamiento mientras la música sonaba. Un murmullo les saco del hermoso trance y miraron hacia el lugar. Una risa nerviosa les invadió al ver a Minato sosteniendo un vaso vacio junto a un Madara Uchiha bañado por el contenido del vaso pero, con una satisfactoria sonrisa.
—No puedo ser más feliz…—Deidara le dio un beso a su esposo.
~*~
— Esto es horrible…—Con voz rasposa miro la habitación completamente blanca. El aspecto y el olor a medicina le decía que aun estaba vivo. Un sollozo aumento al llanto al sentirse aun más inútil, ni siquiera había podido terminar con su vida. Y ahora, no solo el dolor de haber perdido a Sora le invadía, la ira contra Itachi estaba aumentando sus lágrimas, le había embarazado sabiendo que no recordaba nada…
La puerta de la habitación se abrió dejando ver a Itachi Uchiha junto a Naruto—Dile al doctor que acaba de despertar…—Le dijo al doncel. —Itachi entro mientras le sonreía— ¿Cómo te sientes? ¿Por qué lloras?
— ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?!