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Conservando el corazón por Rukia Matsuoka

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Notas del capitulo:

¡Hola!

Aqui con el capitulo siete...y ¿Sabian? En el proximo capitulo de Naruto Shippuden habra un especial donde apareceran Itachi y Deidara...Wa! No aguanto a ver sus escenas de *Te odio por toda la eternidad* XD Sabemos que eso es amor a lo cavernicola jejeje

Bueno, agradecimiento a los que me dejan sus alentadores review y a aquellos que se toman un poco de su tiempo en leer el capitulo.

 

Pasaron algunas semanas y la relación de Itachi y Deidara apenas avanzaba milímetros así que, Itachi regresaba más temprano del trabajo para lograr tener una conversación decente sin que Deidara le temiera y Minato le atacara con sus discursos. Al menos podía agradecerle a su Oto-San por librarle del rubio mayor quien siempre era cargado contra su voluntad por Madara. Aun así la situación era complicada y sus amigos lo habían notado así que, ellos le ofrecieron su ayuda para acercarle más a Deidara.

~*~

Gaara sonrio al ver lo que había logrado; Zabuza, Sai, Sasuke e Itachi estaban repartiendo globos en forma de animales a los niños del orfanato donde había vivido su niñez. Después de haber salido, se había dedicado a sus estudios sin importarle el paradero de sus padres. Si ellos le habían abandonado cuando era bebe ¿Para qué preocuparse por ellos? Además las monjas voluntarias que se encargaban del lugar en aquellos tiempos habían sido muy amables y había compartido buenos recuerdos con sus amigos.

Suspiro. Ahora había logrado su verdadero propósito. Había pensado en demostrarle a Deidara que Itachi no era mala persona y al menos demostrarle el lado tierno y humanitario que seguro le conmovería por eso, le había pedido ayuda a Haku y Naruto pero, no se imagino que los varones presentes se involucrarían, la idea era que Itachi se disfrazara de payaso e improvisara con los globos pero al final todos formaron un cuarteto de payasos que al parecer parecían profesionales.

—Ahora…—Decía Sai dándole la forma a dos globos verde y morado hasta dejarlos en forma de flor—Esta flor para un adorable Chibi doncel—camino hacia el único doncel que habitaba en el orfanato recibiendo una tímida sonrisa del pequeño—Y este otro…—inflo otros dos globos verde y rojo haciendo la misma forma para acercarse al de cabello rojo—Para el amor de mi vida.

Gaara tomo sonrojado escuchando los inocentes silbidos de los niños. Haku, Naruto y Deidara miraban enternecidos y muy en el fondo celosos de que el de cabello rojo haya recibido un regalo frente a los niños hasta que, sus miradas chocaron con un globo de misma forma y diferente color.

—Al parecer Sai se nos adelanto…—sonrio Itachi en medio del incomodo maquillaje, mostrando una flor color celeste a su doncel disfrutando del brillo de sus ojos al ver el globo.

—Tonto presumido—gruño Zabuza mostrando la flor de color rosa a su sonriente esposo quien le veía enternecido.

—No te creas tanto, copia barata—dijo Sasuke de forma altanera sonriendo a su embarazado esposo quien tomo el globo de color naranja con un leve sonrojo.

—No tengo culpa que sean unos envidiosos—Sai sonrio burlón.

Los varones iban a reclamar cuando la voz de uno de los niños pidiendo aperitivos de fiesta les interrumpió. Gaara salto del susto al ver que habían preparado todo a excepción de la comida, Haku y Naruto le observaron preocupados ya que los niños comenzaban a insistir. Deidara miro a sus amigos y luego observo a los niños. Sonrio al ver los leves pucheros al no recibir respuesta, eran criaturas tan inocentes y tiernas que solo verles le dolía el pecho y eso le asusto, debía de agradarle los niños no temerles. Alejo aquellos pensamientos y llamo la atención de todos con un aplauso y una sonrisa.

— ¿Qué tal unas galletas de avena con jugo de naranja y chocolates?

Silencio. Los niños comenzaron a gritar y reír emocionados. Gaara y los demás se relajaron para luego entrar en pánico ¿Dónde encontrarían suficiente jugo de naranja y chocolates? Cuando notaron, Deidara se encaminaba a la cocina y cuando entraron su mente entendió algo… ¿Deidara quería hacer galletas? Eso hizo sonreír a los donceles mientras corrían a abrazar a su amigo conteniendo las lágrimas.

— ¿Eh? ¿Qué pasa? —Deidara sonrio por la cantidad de abrazos que recibía. Sus amigos solo negaron sonriendo juntos.

Los varones entraron a la cocina encontrándose con la enternecedora imagen de sus amores en un abrazo grupal. Deidara miro a Itachi sonriéndole hasta que recordó algo, le indico a sus amigos que prepararan los ingredientes de las galletas de avena ya que se había dado el lujo de curiosear unas horas antes de la fiesta lo que había en la cocina ya que no había visto la mesa de los bocadillos para los niños. Se acerco a Itachi quien se quitaba el maquillaje con unas toallas húmedas al igual que los demás varones.

—Itachi…—Deidara se sonrojo al llamar a su «Esposo» por su nombre. El azabache le miro con una alegría inmensa ya que desde el incidente de su aparente manoseo, el rubio se había distanciado un poco—Necesito un favor.

—Lo que quieras—dijo con rapidez.

Deidara le miro suplicante— ¿Podrías encargarte del juego de naranja y chocolates? Hable sin pensar, solo podemos encargarnos de las galletas…

Itachi dejo de escuchar lo que parecía un largo discurso del rubio para convencerlo de invertir en jugo y chocolates pero, apenas escucho la palabra «Galletas» se quedo en blanco, algo que sabía que le encantaba a su doncel era hacer postres y que ahora actuara como si en verdad recordara hacer galletas le había desconectado totalmente. Y como si nada callo de un beso al rubio aprovechando que tenia entreabierto sus labios e introducir su lengua deleitándose con aquella cavidad bucal.

Se separo de el deleitándose con el leve sonrojo de Deidara—No te preocupes, nos encargaremos de eso.

Deidara solo asintió mientras se alejaba del azabache con su rostro sonrojado por aquel atrevimiento. Se acerco a sus amigos para ayudarle con la masa y molde de galletas hasta que sintió un fuerte dolor en la cabeza al ver el molde con forma de estrella…

Se observo a él mismo con un rodillo aplanado la masa colocando muchos moldes de estrella encima.

No sabía que hacías galletas, Deidara—Itachi apareció en lo que parecía ser la cocina de la mansión para abrazarle por la espalda.

Su propia imagen se giro a verle para besarle— ¡Por supuesto! Qué clase de Oto-Chan seria si no pudiese prepararle galletas en el desayuno a mi hijo o un delicioso pastel en su cumpleaños…

— ¡Ah…!—Gimió de dolor llamando la atención de los demás, se sostuvo la cabeza para apaciguar un poco el dolor pero aumento a un mas al ver que aquel recuerdo se volvía turbio para dar lugar a otro y ver su propia mano ensangrentada por uno de los moldes mientras él mismo no parecía importarle.

— ¡Deidara! —Itachi se había quitado la peluca de colores y el maquillaje y estaba a punto de cambiarse de ropa porque le sofocaba llevar la ropa que llevaba antes de disfrazarse de payaso y el traje encima. Pero el grito de dolor de su esposo le hizo olvidar su incomodidad y se aterrorizo al ver como estaba a punto de caer al piso de cerámica.

— ¡Dei-Nii! —Se asusto Naruto al verle, seguido de los demás donceles.

Itachi le llevo a la silla de la pequeña mesa que se encontraba en la cocina mientras Deidara se aferraba a su pecho tratando de soportar el dolor que cada vez desaparecía. Tomo el vaso de agua que Haku le brindaba para dársela de beber al rubio quien jadeaba agotado.

—Sera mejor que te lleve a la mansión—Estuvo a punto de salir hasta que sintió el jalón en el traje mientras Deidara negaba.

—Estoy bien—le miro suplicante—Quiero hacer las galletas para los niños…

Itachi se debatió mentalmente al dejarle o no hasta que al final asintió. Se acerco a su esposo y le beso la frente mientras le abrazaba.

—Sigues siendo el doncel elaborador de galletas…—Deidara solo asintió pero un extraño temor le invadió al recordar su mano ensangrentada y no pudo evitar corresponder el abrazo escondiendo su rostro en el pecho del azabache, no podía negar que sentía seguridad y calidez entre aquellos brazos.

Aspirar el aroma de aquel cuerpo detrás de aquel traje de payaso le hacía sentir un calor en su cuerpo. Le había enternecido verle actuar como payaso para hacer sonreír a los pequeños niños, aunque aun se preguntaba el por qué sabían hacer figuras con los globos. Se separo del azabache mostrándole una sonrisa para calmar aquella preocupación recibiendo otro beso en la frente mientras se alejaba de él y se terminaba de quitar el disfraz. Le escucho dar la orden a los donceles que colocaran los materiales de las galletas sobre la mesa para que ayudara sentado en la mesa, no se arriesgaría a que sufriera otro ataque y se golpeara en el suelo.

Le miro salir despidiéndose con una sonrisa. Por alguna extraña razón se sentía bien estar cerca de Itachi y estaba seguro que no era una mala persona aunque, no podía ignorar lo pervertido que era y considerándolo mejor, los varones que vio salir junto con el los había catalogado de la misma forma, el manoseador sin vergüenza de Zabuza, había visto claramente como unos minutos le había tocado el trasero a Haku; el palabras sucias de Sai, le había visto susurrar en el oído a Gaara quien se había sonrojado después de alejarse de él; e Itachi y Sasuke que al ser de mismos genes, eran unos acosadores con urgencia entre las piernas y como pruebas estaba el embarazo de su inocente y pequeño Naruto junto a la noche que Itachi le toco las piernas.

Se encargo de cortar la masa de las galletas mientras sus amigos le hablaban sonriendo. Según ellos, antes que perdiera la memoria le encantaba hacer postres e incluso ellos llegaban a visitarle a la mansión para hacerlo juntos. Se dedico a asentir a todo lo que dijesen después de todo no le mentían, aun recordaba las leves escenas que habían atacado su cabeza. Colocaron la charola de acero con las galletas cortadas en el horno y esperaron juntos en la mesa mientras estaban listas. Minutos antes que los varones entraran con los chocolates y jugos, las galletas ya estaban listas.

Apenas los donceles esperaron a que las galletas enfriaran, salieron con ellas en otra charola siendo atacados con los niños que apenas les vieron cruzar la puerta no pudieron ignorar el delicioso olor a galletas de avena.

Itachi miraba con una grata sonrisa, el ver a Deidara sonreír con tantos niños rodeándole, le daba la esperanza que su esposo tenía la oportunidad de rellenar aquel dolor de la pérdida de su hijo con hermosos recuerdos. Salió de su ensoñación cuando Deidara le dio la señal del turno de los jugos y chocolates. Después de luchar por no caerse por el peso que los niños hacían por sujetarse de sus piernas al igual que a los otros, lograron terminar su jornada.

—Ahora… ¿Qué hacemos? —dijo Deidara ya que todos se habían despedido de los niños y las monjitas que les sonreían agradecidas.

—Iré a almorzar con mi adorable y virgen Gaa-Chan—Todos quienes iban caminando hacia sus autos que habían estacionado cerca del orfanato, se detuvieron mirando a Sai quien estaba como si nada al lado de un sonrojado y sorprendido Gaara.

Itachi iba a reírse pero, se retuvo por respeto al doncel y además, Deidara estaba muy sonrojado y no dudaba que este se lo dijese a su suegro y este le reclamaría por el resto de la tarde y noche.

—Copia barata ¿Cómo puedes decir algo así? —Sasuke le hizo un ademan a que viese como estaba el pobre de cabello rojo.

Sai no se inmuto y tomo la cintura de Gaara con posesión mientras sonreía— ¿Qué tiene de malo que presuma de mi virgen Gaa-Chan?

Gaara al ver que Sai no se detendría y que no podría aguantar mucho con la alta temperatura de su rostro— ¡Sai! ¡Creo que ya entendieron que soy virgen! ¡Ahora, cállate! ¡Es incomodo!

Sai solo sonrio mas y susurro en su oído para que sus amigos no le escuchases—No te preocupes, te la quitare para que no te estorbe mas…

Gaara se avergonzó aun más y sin poder evitarlo se escondió en el pecho del azabache quien le recibió gustoso mientras que los demás les miraban incrédulos.

Y después de haber presenciado aquella escena, cada quien se dirigía a sus respectivos quehaceres. Itachi miro a Deidara por el retrovisor y le vio sentado en el mismo lugar con la misma postura del día del accidente. Un escalofrió le recorrió por la espalda junto a su respiración que comenzaba a acelerarse. Miro de nuevo el camino ya que no quería cometer el mismo error y se sereno lo más que pudo.

—Cariño…—Deidara salto de la impresión al escuchar cómo le llamaba. No pudo evitar sonrojarse mirando al azabache y suspiro aliviado al ver que tenía su atención en el camino— ¿Sabes? ¿Porque no te sientas en medio de los asientos? Es que, las puertas están flojas, pueden abrirse mientras estas recostadas a ellas—el rubio se separo del lugar lo más rápido que pudo e hizo lo que le dijo el azabache.

Itachi suspiro aliviado y todo su cuerpo se relajo. Sabía que había mentido, aquel auto estaba prácticamente nuevo. Después de haber salido del hospital y dejar a Deidara a cargo de su suegro se había dirigido al lugar donde su auto estaba destrozado y preferiría comprarse nuevo a pagar las reparaciones. Así que dio la orden que podían convertirle en chatarra después de sacar sus pertenencias y otros accesorios. Pero al entrar al auto pudo notar la sangre seca en el volante pero, su cuerpo se quedo petrificado al ver el lugar donde había estado sentado Deidara, todo el lugar estaba bañado por su sangre seca. Y definitivamente tomo la decisión de comprarse un auto nuevo.

—Itachi…

El aludido salió de su burbuja— ¿Si?

Deidara se sintió inseguro al querer preguntar pero su curiosidad le gano— ¿Dónde están las bolsas que llevabas? ¿Qué eran?

Itachi sonrio— Eran donaciones para el orfanato—Deidara le miro confuso así que siguió—No solo entregue dinero para las necesidades de los niños, también ropa que Sasuke y yo habíamos usado de pequeños, y algunos juguetes que estaban en buen estado.

Itachi no pudo controlar la ansiedad de ver a su esposo y le miro por el retrovisor dejándose sin aliento al ver a Deidara con un hermoso brillo en los ojos pero, luego desapareció dejando una expresión de tristeza, asuntándole.

—Deidara ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?

Deidara negó—Eres una persona muy amable—Aquello le descoloco ¡Su Deidara le estaba elogiando! Pero su emoción duro poco por la cara de aflicción del otro—Pero, yo no. No pude regalarles nada a aquellos niños.

Itachi le miro sorprendido para luego sonreír enternecido por la dulzura de su esposo—Eso no es verdad—le llamo la atención—Le regalaste aquellas sonrisas cuando preparaste aquellas galletas—Deidara iba a replicar por aquello y no le dejo hablar—Fue tu idea cuando nadie podía pensar en ellos…

Deidara solo le miro y una extraña ansiedad de levantarse de su sitio e invadir el lugar del conductor para unir sus labios contra el azabache le recorrió por el cuerpo. Se sonrojo, ignorando sus deseos mientras que Itachi sonreía embobado al verle ¡Había sonrojado a Deidara sin haber hecho alguna perversión!

~*~

Zabuza y Haku llegaron a su hogar. No era como la gran mansión Uchiha pero si era una casa cómoda de dos pisos. Haku llego a la habitación mientras se colocaba un camisón y espero sentado a Zabuza. Se había tomado el lujo de comprar ropa interior para donceles y ahora usaba unos bóxers con orillas de encaje el cual estaba seguro que su esposo caería rendido ya que, después de haber visto aquella escena con los globos, tenía la esperanza de tener un momento íntimo. Espero, pero Zabuza no subió así que preocupado y un poco molesto bajo la planta baja encontrándose a Zabuza con su maleta y traje de trabajo a punto de salir de la casa.

—Zabuza ¿Dónde vas?—El aludido se giro a ver a su esposo mirándole de pies a cabeza deleitándose con lo leve que se lograba ver aquella ropa interior que portaba.

—Voy a la empresa, aun hay mucho que hacer—Zabuza se despidió con un leve beso en aquellos labios rosas y se dignaba a salir pero Haku le tomo del brazo.

—Hoy es tu día libre—le dijo suplicante.

Zabuza suspiro cansado de tener aquella conversación con Haku o al menos siempre que se suponía que era su día libre—Haku, Itachi no está mucho tiempo y debo de terminar lo que falta por hacer…

—Pero…

— ¡Haku! —Grito frustrado pero, luego se maldijo al ver como su esposo había saltado del susto—Lo siento. Pero debo de trabajar—sintió como el doncel aflojaba el agarre y terminaba de soltarse mientras veía aquellos hermosos ojos llenos de desilusión. Suspiro de nuevo, abrazándole—Te prometo que regresare temprano ¿Si? —Haku solo asintió dudoso y eso le hizo sonreír—No te preocupes, de verdad vendré temprano, ahora sonríe mi amor…

Haku se sintió mal al no confiar en la promesa de su esposo así que, se lleno de toda la seguridad posible y sonrio mientras se despedía de su esposo. Después que le vio conducir el auto entro a la casa y subió de nuevo a la habitación. Se dirigió al armario y entre su ropa busco una caja hasta que la encontró y la coloco en la cama mientras la habría y depositaba el sexy negligé blanco para donceles que había comprado junto a la ropa interior, estaba seguro que aquella era su ultima y mas fuerte arma para que Zabuza le hiciese el amor después de aquellos meses que Zabuza se la pasaba trabajando y de aquellas semanas que, Itachi se había tomado un corto horario de trabajo para cuidar de Deidara, y por fin lograra dejarle embarazado.

Notas finales:

¡Hola! De nuevo XD

¿Que tal estuvo? ¿Mucho Gaa-Chan virgen?

Ademas ¿Que les parece? Deidara ya catalogo por nivel de perversion a los varones XD

Y vaya Haku, las parejas tienen sus problemitas por ahi :(

Me dejan un review ¿Si? Eso hara que Gaa-Chan le deje de *Incomodar* su virginidad XD

Ya saben, cualquier cosa esta mi comunidad en Facebook, ya que ando emocionada con nuevas imagenes que he descubierto por internet, solo me falta encontrar del SaiGaa XD *Link en mi perfil, aun no se usar los HTML tags XD*

Nos vemos (n.n)/


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