CAPITULO 4
México miro el techo un rato.
Estaba demasiado aburrido y no sabía qué hacer, así que supuso que seria buena idea ir al cuarto de Rusia y preguntarle por qué el del taxi sabía dónde vivía.
Salió del cuarto y abrió todas las puertas hasta que encontró la que buscaba. Entro sigilosamente y cerró la puerta.
Se acercó a la cama, al parecer Rusia dormía tranquilamente. Se sentó sobre su estómago, para que despertara, pero al parecer no se daba cuenta.
Saltó un rato sobre su estómago, pero no despertaba.
- Como que tienes el sueño medio pesadito ¿eh?- susurro México mientras miraba ceñudo a Rusia
Observo el rostro del ruso por un momento. Toco con su dedo la mejilla de esté y se dio cuenta de lo frio que estaba, toco la suya y él estaba tibio. Con sus manos atrapo la cara de Rusia, sintiéndola entre sus manos.
- ¿Qué haces?- Dijo Rusia con un deje de impaciencia.
- ¡Hasta que te despiertas! Llevo horas aquí sentado y tú ni...
Rusia, sin previo aviso, se giró y tiro a México de su regazo.
- Lo que sea que me quieras decir, puede esperar para mañana ¿no crees?
México le miro desde el suelo, molesto.
- Pues ahorita no tengo sueño. ¿Cómo sabía el ruso ese del taxi dónde vives?
- Así debe ser, México. Yo no tengo que estar diciéndole a todo el mundo donde vivo.
México bufó enojado. Se levantó y le hizo una pedorreta (le saco la lengua y soplo).
- Pues en mi casa las cosas son diferentes...
- Me doy cuenta- Le corto Rusia para después bostezar.
- Pendejo...-Susurro México levantándose- Pues buenas noches.
Y dicho así salió de la habitación.
º/º/º/º/º/º/º/º
- ¿De verdad me está preguntando esto, Señor México?- Dijo Lituania mientras ponía café frente a México.
Esté ni se inmuto. Estaba bastante acostumbrado a dormir tarde, pero normalmente despertaba cuando a él le apetecía. Y ahora con el cambio de horario lo habían despertado nueve horas más temprano.
- Si- Dijo cortante dándole un trago al café- No entiendo nada de esté lugar. ¡Qué complicados son todos!
- B-bueno...- Estonia se había sentado al lado derecho de México- es algo difícil, Señor.
- Si, bueno, pero yo quiero saber.
- El Señor Rusia se molesta demasiado rápido- Dijo Letonia con una sonrisa nerviosa.
- Y cuando le preguntaban donde vivía se enfadaba tanto con los taxistas que... -Un escalofrió recorrió la espalda de los Bálticos.
- Les mandamos la dirección de la Mansión de Rusia a todos los medios de transporte nacionales. De esa forma detuvimos un gran problema- termino Lituania.
- Que ridiculez- Se quejó México con un bostezo.
Y la molestia de México no era que Rusia no le hubiera querido decir por qué los taxistas sabían dónde vive, estaba enojado con él porque lo despertaron. México quería dormir.
- ¿Cuándo sale su avión?-Preguntó Estonia.
- A las nueve...
- Es en dos horas ¿Por qué trajo tanto equipaje?- Pregunto Lituania.
- Por qué el punto era quedarme una semana, pero Rusia es demasiado aguafiestas...
México se pasó el desayuno hablando mal de Rusia, no porque en realidad fuera todo lo que decía, sino porque estaba muy enojado con él.
º/º/º/º/º/º/º/
México llego a su casa.
Ahora si estaba disfrutando de la ropa que había tomado el. Estaba pensando en que excusa le daría a Chile sobre las bebidas cuando sonó su teléfono.
- ¿Bueno?
- Hey ¿Cómo estás perro?- Saludo Chile desde el teléfono.
- Ahh, Chile, ¿Qué tal? pues aquí nomas ¿tu?
- Hey, te quería preguntar ¿Cuando llegas?
- Estoy en mi casa...
TOC
TOC
TOC
México abrió la puerta y bufó.
- Hola Est...
- ¡México, México!- Estados Unidos, con aspecto de temor abraso a México- ¡Lituania me contó que visitaste al evil Russia!
- Bueno... si...
- ¡Si no me abrías la puerta la iba a tirar! ¡Estaba muy preocupado por...!
- Eh ¿hola?- Chile se escuchó desde el móvil.
- Ah, perdona Chile, tengo problemas con el gringo-come-hamburguesas... Te llamo luego, adiós.
Colgó el teléfono e invito a pasar a Estados Unidos, quien acepto y se sentó en el sillón.
- ¿Y bien? ¿Y bien?- Dijo, impaciente, Estados Unidos- ¿Te hizo daño? ¿Te obligo a volverte socialista? ¿Quieres una hamburguesa para relajarte?
- Oye, aquí el que debe relajarse eres tú, gringuito...
- ¡¿QUE TE HIZO?!
México se levantó y lo zarandeo violentamente.
- No... me... pasa... nada...
- Stop! You get it! STOP!
Gritaba el rubio mientras tomaba a México de los hombros y lo alejaba de sí.
México Saco una botella de mezcal de abajo de la mesa, y junto con ella, dos caballitos.
- ¿Quieres?- ofreció sonriendo.
- It´s tequila...?
- No, y no hables ingles en mi casa- Dijo agitando amenazadoramente un caballito- Es mezcal... es algo más fuerte...
Estados Unidos se negó rotundamente, pero se sentó y miro serio a México, quien se servía un poco.
- ¿Y bien?- dijo Estados Unidos.
- No sé, me la pase bien... supongo... visite Moscú y…
Estados Unidos palideció violentamente, mientras México se quedaba quieto recordando la expresión de todos cuando nombraba una capital.
- Hey wey, ¿qué significa Moscú? ¿Porque todos se asustan tanto?
Estados Unidos trago saliva con un ruido sordo. Abrió la boca y la volvió a cerrar.
- ¿N-no lo sabes de verdad?-Dijo al fin.
- Nhel.
- Bueno...- abrió la boca y comenzó a explicar para lo que él era claro.
- ... Entonces cuando te acercas a su cuerpo y le dices "Oh, ¿qué tal si visito Londres?" el entiende rápidamente y se sonroja y tú le quitas la ropa interior y...
- Te pedí que me dijeras que es Moscú, no que me cuentes tu vida sexual con Inglaterra.-Dijo México mirando con temor a Estados Unidos- Y yo ni siquiera sabía que eran pareja...
- ...Y en resumen ¡SOY UNA HÉROE!
México miro fríamente a Estados Unidos.
- ¡Es su entrepierna! ¿entiendes? ¿ok?- Dijo al final el rubio.
México palideció un momento, pero sus mejillas rápidamente se tornaron de un rojo brillante que hacía que su rostro se viera más moreno.
- Y-yo... entonces... le dije... V-visite... ¡Puta madre!
México se levantó como si en el sillón hubiese un resorte y empezó a caminar por toda la sala.
- P-pero entonces... es doble sentido ¿no?- Dijo México mirando al rubio- Si todos lo dicen todos caen en esté albur ¿no?
- Solo aplica con los países- Dijo Estados Unidos- Los humanos pueden decirlo y nosotros no tendríamos problemas.-Miro como México se sentó en el sillón- Pero de verdad me asombra que no lo supieras...
- ¡Soy un pendejo! ¡Eso soy!- México estaba hecho un ovillo en el sillón- Me eh albureado a mí mismo ¡Muchas veces! ¡Muchas!
Estados Unidos se sintió un poco mal por él, así que con una sonrisa se le acercó y le todo el hombro.
- ¿Que jamás te lo contó España?
- ¿Es que acaso es normal decirle eso a un niño?- Se quejó México- ¿Inglaterra te lo dijo a tú?
- Bueno... Al final Francia fue el que me lo contó... y luego casi le causo un infarto a Inglaterra cuando le dije... Pero ese no es el punto ¿sabes?
- ¿Entonces?- Dijo México empinándose el caballito. -De verdad ¿Por qué lo visitaste?
- Por qué necesita tener amigos. Y dejar de ser un aguafiestas de paso- Respondió México con una sonrisa.
Estados Unidos examino bastante tiempo aquella sonrisa que se había formado en la cara de México-aunque aún tenía el bonito sonrojo- Y al final dijo:
- Me tengo que ir. My people need me.
- Si si, ya vete- Le decía México mientras se acomodaba el paliacate color rojo en el cuello.
Estados Unidos se fue con la vaga impresión de que México se volvería socialista pronto y en que no quería romper lazos con él, y en cambio dejo a México bastante confundido acerca de Rusia.
Sin duda, la peor visita que México pudo haber tenido aquel día.