-Hey Malfoy, Tengo la sensación de que te encanta morder mi polvo- una sonrisa triunfal adornaba el sudado rostro de Harry. -Créeme Potter, que tu ‘polvo’ no es precisamente lo que quiero morder. Aunque… podríamos discutir los términos exactos de ese ‘polvo’- Contesto dando una descarada mirada al trasero de Harry, el cual se ruborizo hasta kas orejas mientras Malfoy se retiraba.
¿Que demonios….?
- Haaarryyy… Compañero ¿Estas bien? -
¡¿Acaso Malfoy… acaba de mirarme el trasero y hacerme una proposición indecorosa?!
- ¿Harry? – El rostro de Harry era todo un poema, las mejillas coloradas, los ojos muy abiertos y la boca entre abierta, aunque la voz rasposa de Ron lo estaba obligando a salir del shock y contestar algo de acuerdo a su estado actual de catatonia –…Ah...? – Su expresión era de esas que uno pone cuando no se tiene ni la mas mínima idea de que diablos le están hablando
- ¿Acaso Malfoy te hizo algo? –
- ¡¿Que!? ¡No! No, no, el no hizo nada, nada de nada –El rubor le volvió a las orejas y negaba rápidamente con sus manos y cabeza
– Um… de acuerdo… Bien, entonces vamos a celebrar con una cerveza de mantequilla, ¿Qué te parece?
- ¡Bien! Me parece estupendo
Pff... ¿Que estaba pensando? ¡Es ridículo!. Lo había imaginado, seguramente confundió las palabras, ya saben, esto de tener acento ingles y agregarle ese modo de arrastrar las palabras que el tenia… ¿Como esperas poder comunicarte si ni siquiera eres capas de pronunciar algo entendible?… Mira que provocar la confusión de un pobre niño que no sabe nada de la vida y para nada preparado para escuchar ese tipo de… de… proposiciones.
Pero… ¿Y si era verdad?.. ¿Y si no lo imagino y realmente Malfoy le miro el trasero y le ofreció sexo?, ¡Sexo por todos los cielos, Zeus y Morgana!. Si era así, quizás el... ¡No!, no, nunca, ¡Jamás! Lo que tenia que hacer ahora era beberse ese vaso de cerveza que solo dios sabe como llego a su mano y olvidarse de todo el asunto; tal vez jalársela un par de veces en la noche y luego olvidarlo por completo, si, eso haría, se bebería la botella que tenia en la mano y… ¿Botella? ¿Y el vaso?... bueno, la cosa es que se bebería el jarro que tenia en la mano y… y… ¿Por que todo se esta moviendo?
-------------------
- Nunca mas, lo prometo Mione, ¡Pero has que se detenga, por favor!- Rogaba el moreno arrodillado en el piso de su habitación, sujetándose la cabeza con ambas manos.
- Esta bien, pero si algún día te vuelves a emborrachar, haré tanto ruido, golpeare tanto tu cabeza y preparare pociones tan olorosas que desearas que el alcohol nunca se hubiese inventado – Amenazo Hermione arrastrando la voz y dándole un par de giros a su varita haciendo que la resaca de Harry pasara a la historia - Gracias Herm- Dijo sonriendo aliviado.
- Bien, ahora si son tan amables de vestirse, tenemos clases a las que asistir; que estemos en ultimo año no significa que no hagamos nada – Ordeno la castaña, dando un portazo.
- Sabes, con los años se pone menos fastidiosa, antes no se hubiese ido hasta vernos listos - Comento Ron desde su cama.
-------------------
Harry Potter tiene sus razones para ser como es, el valora a sus amigos mas que nada en la vida porque de pequeño nunca los tuvo, el siempre actúa honestamente porque su infancia estuvo rodeada de mentiras -y otras cuantas en su adolescencia-, el es valiente porque quiere ser como los caballeros de las historias que le contaban a Duddley antes de dormir y que el escuchaba por detrás de la puerta, el trata de vivir cada día al máximo haciendo travesuras y jugando con sus amigos porque sabe que puede ser la ultima vez que lo haga. Pero hoy, hoy acaba de descubrir la razón de porque es tan estúpido en pociones. Siempre pensó que tan solo no había heredado las habilidades de su madre, o que sus manos estaban hechas para la fuerza y no para cosas delicadas como cortar colas de tritones, pero se acaba de dar cuenta de que tiene algo con ciertas manos que le distraen, y, ¡Oh no señor!, no cualquier tipo de manos, sino ese tipo de manos, esas blancas, delicadas, pero increíblemente masculinas, precisas, ligeramente callosas por la escoba y perfectamente cuidadas manos. Porque, aceptémoslo, Draco no es Malfoy solo de nombre, toda su imagen es Malfoy y esa imagen estaría incompleta si no fuera por esas manos que se mueven tan fluidamente sobre la sucia mesa del laboratorio de pociones, cogiendo los cuchillos, midiendo las raíces, revolviendo el caldero; sea el momento que sea, están esas manos volviéndolo loco, sobre la varita, sobre la escoba, sobre el cuchillo, sobreél… Esas manos acariciando su pecho, sus piernas, sus brazos, su rostro, su… ¡Puta madre! Oh no, no, no, no, no, por favor Merlín dime que lo que tengo en los pantalones es algún tipo de experimento fallido que acaba de huir de la habitación privada de Snape y se ha adherido a mí. ¡Mierda!, bien... mantén la calma, respira, sigue revolviendo, nadie lo ha notado, ya se pasara y apenas toquen para salir, corres al primer baño que encuentres y terminas con tu fantasía enferma de manos blancas pervirtiendo tu cuerpo, tocando lugares que solo tu has tocado cuando te aseguras de que todos duermen, haciéndote gemir como nadie nunca lo ha hecho. Joder Harry, no estas ayudando, lo estas empeorando.
-¡Potter!, ¿Se puede saber que diablos esta haciendo?
- Yo, yo estoy revolviendo
-¿Esta revolviendo? Se supone que hace 5 minutos tendría que haber terminado de revolver, agregar los bigotes de topo y dejar reposar – Harry estaba rojo y no solo por los retos de Snape. Abría y cerraba la boca tratando de contestar algo - Agh, ahórreselo señor Potter, su poción ya esta arruinada, 30 puntos menos para Griffindor y se queda a limpiar el piso después de clase, sin varita. ¡Longbottom! , ¡Es hacia la derecha no hacia la izquierda! ¿Es que quiere matarnos a todos? ¡Finnigan!, ¿Acaso quiere que estalle de nuevo?...
¿Es mi idea?, ¿O alguien dijo que Potter tiene que estar en cuatro patas limpiando el piso, meneando su culo de allá para acá?