Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El fotógrafo por PandoraBoxx

[Reviews - 56]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a tod@s, aquí les preento la continuación de la historia, espero que siga siendo de su agrado... ya saben, los personajes usados son creacion de Oda-sensei, después de usarlos, los regresaré....

Capitulo 14

Zoro se percató de la pausa tomada por el rubio así que con un giro quedo frente a  él, lo abrazó por la cintura y fue él peli verde quien se arrastró hasta juntar su rostro con el de Sanji, sus labios rosaron la blanca y, aún tibia frente; Sanji se quedó pasmado ante tanta cercanía, era demasiado para asimilar, con su corazón latiendo demasiado rápido recordó  cuando su hermano le “despertó”  y le mostró todo lo  malo que había hecho…

-

-

-

“Law se dirigió a una de guaridas mas cercanas que recordaba en ese momento, después de recostar a Sanji observo el entorno, tenia lo que hacia falta, bueno solo faltaban unas cuantas cosas nada que una farmacia no se consiguiera.

Cuando tuvo la certeza de que el rubio dormiría por un largo rato, salió en busca de una botica, luego de ubicarla compró lo que necesitó; no tenia mucho tiempo para perderlo, la fallida misión se esparciría como pólvora y si querían escapar esa seria la oportunidad perfecta para hacerlo, pensaba Law en su  camino de regreso.

Lo que Law le había inyectado a Sanji solo era experimental y era de su creación personal, después de todo, un medico sabe muy bien de combinaciones para poner a dormir a un paciente de inmediato, lo difícil seria tratar de regresarle sus “emociones” al rubio, eso era otra historia muy distinta y una aún más complicada, esperar una respuesta favorable, ya que cuando Sanji recuperara algo de sus emociones, con ellas vendría la “culpa” por todos aquellos asesinatos cometidos antes.

 Las horas continuaron con su andar, Law ya había tratado la herida recibida por parte de Sanji, unos pocos centímetros de profundidad solo causaban un dolor punzante que se acentuaba cada vez que Law forzaba a su estomago.

Un gemido débil por parte de su atado hermano lo obligo a regresar del baño en donde revisaba sus vendajes, entro a la alcoba y Sanji seguía como lo había dejado, atado de pies y manos a la cabecera de la cama, unas almohadas apiladas mantenían su cabeza en alto, y de una de sus manos, una manguera transparente se enredaba hasta llegar a una botella de plástico, misma en la que Law había vertido drogas para tratar de recuperarlo.

El medico  camino seguro hasta él, ya que estaba tratando su herida sólo  vestía pantalones de mezclilla negros, en su torso el vendaje cubría su estomago e interrumpía su característico y enigmático tatuaje de un  corazón rustico, miró el ojo visible de Sanji  que en ocasiones abría y una línea delgada en rojo delineo su párpado inferior, las drogas comenzaban a hacer efecto, el sudor en el rostro del rubio era un prueba mas de ello, igual que  los pequeños y erráticos brincos que daba su cuerpo semi-inconsciente.

Su mente estando atontada por tantas drogas, le comenzó a mostrar rostros que no reconocía y voces que permanecerían alojadas en su cerebro en mala imitación de una canción pegajosa de moda; juntos cual vorágine lo torturaban, veía sus manos teñirse rojo al igual que las caras de esas personas que no conocía, escuchaba los lamentos y eso lo hacia sufrir más, suspirando entre-cortadamente comenzó a martirizarse con preguntas sin respuesta ¡¿Por qué había cometido semejante atrocidad?!  ¡¿Cómo fue que había hecho eso?! ¡¡No tengo perdón!!! Se repetía incesantemente, así como le enseñaron a quedarse sus emociones solo para él, ahora ya le era costumbre solo pensarlo y nunca demostrarlo. Pero  ante Law —Qué en ese momento se veía borroso— que lo cuidaba sin descanso no podía mentir y lo sabía.

—Tengo sed…. ¿me darías agua? — Pidió; la respiración agitada y los parpadeos consecutivos obligaron a Law acercarse más, necesitaba mantenerse atento con la temperatura de Sanji, no quería que su cerebro terminara de atrofiarse.

—Seguro…—decía mientras con su mano acariciaba la frente sudorosa del rubio— Sólo espera un momento, no tardo…

Law le dio la espalda, aun era pronto para estar seguro que el rubio no le atacaría con la intención de liberarse, un poco temeroso por tener que detener a Sanji por la fuerza —de nuevo— Law esperó en la cocina sólo viendo el reflejo desde la alacena superior de donde tomaba el vaso.

Sanji miraba en todas direcciones, analizando la habitación, eso era justo lo que el moreno esperaba, que esas reacciones de Sanji comenzaran a manifestarse, cuando menos con eso, él tendría una señal de cómo actuaria el rubio.

El medico lleno el vaso con agua un tanto fría que saco del refrigerador y camino en dirección de Sanji, sin dudar ni titubear se sentó en un costado, coló su mano debajo de la cabeza de Sanji y alzándola un poco le ayudo a beber del líquido.

Sanji dio grandes tragos para después solo dejar caer su cabeza. Law deslizó su mano y apoyo sus codos en las rodillas con el vaso entre ambas manos,  mirando de reojo.

— ¿Cuánto tiempo crees que tengamos? —Preguntó Sanji.

Law giro rápidamente y se le quedó viendo, la sorpresa era más que notoria, al parecer Sanji tenía un poco de cordura.

—No creo que nos den mucho tiempo, quizás unas ocho horas mas, ya tenemos aquí casi… —el moreno volteo a ver el reloj en la pared — seis horas, ¿ya sientes las piernas? —Agregó.

No obtuvo respuesta, Sanji se quedó con los ojos cerrados, gruesas lágrimas brotaban de los mismos, recorrían todo su rostro y se perdían en sus orejas y cuello, mordía su labio tratando de mitigar el sollozo tartamudo que transmitía el dolor, eso era lo que preocupaba a Law desde el principio que Sanji al final se rompiera no por las drogas si no por la culpa de entender y saber lo que había hecho.

Una sonrisa triste y vana fue la que Law mostro, por fin había regresado algo de la conciencia de Sanji, pero ¿A que grado? Eso solo el tiempo lo diría.

 —Vamos Kuroashi-ya, tienes que reponerte….

—No… vale la pena…. No te quedes aquí, solo vete y déjame…

Alegaba entre sollozos Sanji ya entendía lo que había hecho.

—Kuroashi-ya, no es culpa tuya, ese monstruo no tiene límites… las drogas son las que…

—¡¡ ¿las drogas??!! … ¡Tú no entiendes nada!  ¡¡Nada!! … ¡Yo vi todo lo que hice!  Desde un interior oscuro en mi observaba, pero fui débil para hacer algo… mientras mataba, cercenaba, mutilaba… me escondía, como niño cobarde, como mísera criatura que es incapaz de defenderse… me oculté… fue más sencillo así… no pude seguir luchando… ¡Fui débil!

Law tragó saliva, esas palabras le recordaron cuando Doflamingo le mostró sus miedos internos ¿Cuántas veces habrán usado ese método en Sanji? ¿Cuánto habrá sufrido el rubio con esa tortura una y otra vez sin que nadie le ayudara? El golpe de culpa también lo recibió él, después de todo, ellos habían permanecido juntos con dolor, sangre y porque no decirlo y reconocerlo con lágrimas, ese par de niños se habían dado el valor suficiente para seguir adelante y cuando alejaron a Sanji de él, Law no pudo hacer nada para ayudarlo, por eso ahora que podía, no daría ni un paso atrás, no abandonaría a Sanji de nuevo.

— ¡Lo siento mucho! No pude hacer nada para ayudarte…

Law lo rodeó con sus brazos y acariciaba su cabellera con una mano mientras con la otra lo desataba, Sanji apenas sintió libre su brazo cuando imitó los movimientos del medico, se abrazó de él y sin contenerse más comenzó a llorar a pulmón abierto, Law intentó desatar el otro brazo, pero el llanto del rubio lo obligó a sujetarse con más fuerza a él.

Se dice que el dolor a base de palabras es mas tangente, tanto que se puede ver como una sombra, pero cuando el dolor se muestra a base de llanto, esa sombra desparece para convertirse en una punzada  en el pecho y garganta, una que sólo se logra quitar cuando el llanto se termina, pero para Sanji apenas comenzaba y para Law igual; el corazón del moreno se estrujaba con cada sollozo que escuchaba, la punzada en la garganta no se quitaba ni tragando saliva, y las lágrimas inconscientemente brotaban, sí él también lloraba por muchas cosas, él que nunca sintió necesidad de escapar de esa prisión porque no había quien lo esperara, ahora quería sacar adelante a ese joven, si no pudiera estar  toda su vida con él, cuando menos saber que Sanji sería feliz y que estaría bien, ese ahora era su propósito.

 Se quedó solo palmeando la espalda de Sanji y acariciando su rubia cabellera, de vez en cuando limpiaba sus propias lágrimas —discretamente— más de tres horas pasaron para que Sanji se tranquilizara, el cansancio, las drogas y el llanto terminaron por dormirlo en sus brazos.

Law lo desató y se recostó a su lado, pobre de su hermano, pero ya estarían bien de ahí en adelante, sólo seria cuestión de alejarse más de ese sitio para que quedaran libres del poder de Doflamingo… o eso pensaba.

La mañana llegó y con ella el sol, Law fue el primero en despertar, miró a Sanji acorrucado en su brazo, recostado de lado, “aparentemente” dormía placenteramente, pero suspiros entrecortados y gotas de agua que brotaban de sus ojos le mostraban que no sería tan fácil que el viejo Sanji regresara, no importa todo lo que el medico dijera o hiciera, Sanji nunca se perdonaría a si mismo por todos sus asesinatos efectuados, esa culpa la cargaría por el resto de su vida, al igual que él, porque Law también había cometido actos aberrantes, existía , sin embargo una diferencia clave, mientras a Sanji le lavaban el cerebro, Law lo hacia en sus cinco sentidos, y todo con la ilusión de que con eso, lograría justo lo que les ayudo a escapar, la oportunidad de trabajar con Sanji.

Se quedó tranquilo un poco más, esperando que el rubio se despertara, unos minutos después así fue, Sanji abrió su ojo visible y lo primero que vio fue unos ojos plateados rodeados de unas ojeras marcadas, desvió un poco la mirada para cerciorarse de que no había soñado nada.

—Anda, tenemos que alejarnos lo más que podamos, estoy seguro que ya saben que fallamos, lo más probable es que ya nos estén buscando. —Aclaraba Law.

Mostrando un poco de dolor en su vientre, el moreno se levanto de la cama, Sanji se quedó sentado, mirando como Law se ponía su camiseta amarilla, con mangas largas negras.

— ¿A dónde iremos, qué es lo que haremos? — cuestionaba Sanji mirando a Law.

El doctor volteó la vista, el tono de voz del rubio era seco, frio, distante, justo como sabía que reaccionaria; Sanji seguiría cerrado por mucho tiempo, ya solo dependía de él.

—Tranquilo, después de todo, podemos hacer lo que queramos, no hay quien nos pueda detener, es cuestión de mantener un perfil bajo, anda vístete y vámonos. —Agregaba Law arrojándole un conjunto deportivo gris.

Sanji se vistió y juntos salieron del lugar; por azares del destino, llegaron a la ciudad que era resguardada por Smoker, en un par de ocasiones los vio “actuar” y noto de inmediato lo que para muchos pasaba desapercibido, esos chicos sabían como moverse, como evitar la vigilancia, memorizaban puntos estratégicos que podían usar a su favor; ese capitán les vio un futuro, no obstante cuando los “atrapó” y le contaron lo que habían pasado,  decidió que era mejor mantenerlos ocultos, Doflamingo era intocable, por lo que delatar a esos chicos significaría la muerte de ambos,  solo Tashigi supo de la existencia de esos jóvenes, ella misma busco muy sigilosamente un lugar en donde “ubicarlos” sin que llamaran la atención, desgraciadamente para Sanji no hubo modo de ingresarlo a un restaurant famoso, Doflamingo se pavoneaba por esos lugares y en vista de que a él no se le veían intenciones de querer salir de la ciudad decidieron pensar en otra opción, para Law fue un poco más sencillo, fue enviado  a un hospital muy al norte a cargo de una gran eminencia en medicina la Doctora Kureha, bajo la estricta condición de que no llamara la atención, que siguiera su propio concejo y mantuviera su perfil bajo; de esa manera Law y Sanji se despidieron en la estación ferroviaria de la ciudad con la firme promesa de nunca dejarse vencer, que ya tendrían una segunda oportunidad de verse y cuando eso pasara, por fin lo harían sin temer de la sombra de un ser como Doflamingo.

Sanji se quedó viendo a Law abordar el tren, pero para el moreno seria ahora o nunca de decir algo significativo, algo que tenía resguardado desde hacia tiempo, desde haber conocido a Sanji; regreso su pie del peldaño y se dio media vuelta hacia su hermano, corrió y lo abrazó fuertemente, ahora era él quien temblaba, Sanji correspondió y lo rodeo con sus brazos por la cintura.

—Gracias, por todo… sin ti, nunca hubiera decidido salir de ahí, te prometo que volveré y cuando lo haga, juntos, terminaremos por patearle el culo a ese tipo, no te des por vencido nunca, recuerda nuestra promesa, ¿lo harás? — La voz de Law  estaba mesclada, entre tristeza y confianza, Sanji se apretó aun mas a él y asintiendo confirmo que lo haría, que esperaría por él sin importar el tiempo que pasara.

Smoker chistó los dientes y se vio en la necesidad de separarlos.

—Anda, el tren se irá y me será difícil encontrarte otro medio de transporte, no te preocupes, yo lo cuidare, es lo  menos que puedo hacer después de toda la información que me diste.

Law soltó a Sanji y abordo el tren, mismo que ya estaba en marcha; Sanji no perdió de vista la silueta de su hermano alejándose a la distancia, sujetándose fuertemente del pasamanos del tren, parado en la puerta del mismo, agitando su mano en señal de despedida, Sanji solo asintió, sus “entrenamientos” seguían recientes en él, así lo vio perderse a la distancia, mas no en su mente.

—Ahora, ¿Qué haré contigo? —Refunfuñaba Smoker sosteniendo su puro en la mano.

Sus dudas se aclararon cuando en una revista, Sanji se quedo mirando a una joven, e hizo una aclaración que le ayudó.

—Si la cámara apuntara en este ángulo, sus ojos brillarían más.

Y justo por eso, Sanji termino de fotógrafo, además con sus habilidades podría obtener fotos incluso del mismo hombre araña si quisiera (jajajaja ok no) además por mucho que le lavaran el cerebro, Sanji era Sanji y su pasión eran las bellas mujeres, así que esa profesión le cayó como anillo al dedo…

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Bueno, muchas gracias a quienes leen ya que su tiempo invertido es valioso para mí.... nos veremos en el siguiente capitulo...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).