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El fotógrafo por PandoraBoxx

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Notas del capitulo:

Bueno, aquí el capitulo doble, esperó que perdonen mi ausencia, prometo actualizar cada y cuando pueda, no los dejaré con la incertidumbre... Sanji, Zoro, Mihi, etc, etc etc, son personajes de Oda-sensei, sólo los tomé prestados un momento...

 

Los tres chicos suspiraron, ya no había remedio, era verdad que ver a tantas personas juntas atemorizó al joven chico hasta ese extremo además los reporteros no le dieron oportunidad alguna de reaccionar, se abalanzaron hacia él como gatos a ratón.

—Bueno, ya no podemos regresar, así que será mejor continuar con el plan para sacarlos de aquí, se quedaran en tu casa Roronoa, es el mejor lugar para ustedes por el momento…

—No tengo objeción a eso.

—Yo si, ¿Qué no Smoker nos advirtió que no saliéramos de aquí?

—No te preocupes por eso Sanji, los que vigilaban la casa de Roronoa se fueron sin dejar rastro y Smoker mencionó algo de una prisión que hacia que Guantánamo se viera como parque recreativo, hizo referencia a algo con “aislamiento” para esos cuatro, la verdad no se que quiera decir y algo me dice que será mejor que no pregunte bien…

—Bueno, es mejor no saber… —Agregó Sanji.

Los cuatro hombres estaban en la sala y cocina, Coby jugaba con Manchas haciéndolo que persiguiera un listón, mientras Sanji bebía otra taza de café, Zoro vigilaba el reloj y Mihawk miraba muy atento el rostro de Sanji.

Ya era tarde, el día estaba por terminar y tanto Sanji como Zoro continuaban en ese departamento.

— ¿Cómo es que saldremos de aquí? ¿No se supone que saldríamos hoy? —Preguntó algo descontento el rubio.

—Claro que saldrán hoy mismo, pero estoy esperando a que una persona importante venga, su “turno” termina justo a las cinco, pero llegará aquí veinte minutos después. —Respondió Mihawk.

Coby terminó por sentarse en el sofá con Manchas en brazos, aparentemente el gato se había cansado de tanto jugar que decidió tomar una siesta en los brazos del chico; los otros tres sólo comían algo de pizza y bebían de sus bazos con bebida de agua de frutas, repentinamente la puerta se abrió de golpe, Mihawk y Zoro asomaron un poco la cabeza, Sanji dio un sorbo más a su bebida; Una figura femenina apareció en medio de tanto flash de las cámaras, un metro con noventa y un centímetros de alto, una figura envidiada por cualquier mujer (presumiendo un vestido entallado en color morado, medias negras y una chamarra hasta la cintura en negro igual que sus zapatillas de charol) en la tierra junto con un rostro que humillaba incluso a Afrodita, eran las características de Boa Hanckock, la diseñadora de modas y experta maquillista a nivel mundial.

—Por fin llegó. —Señaló el manager de Zoro.

Boa cerró la puerta detrás con gran porte de soberbia o confianza, como sea que fuera el caso, ella se daba ese lujo con todos los presentes, caminó con un contoneo de caderas que ponía nervioso incluso al frio manager del modelo, apareció en frente de ellos y de inmediato se quitó las gafas.

— ¿Quién será? —Preguntó.

Sanji escupió el trago de café que acababa de sorber de la taza, tal mujer era justo de las que él pregonaba, eran de su estilo.

— ¡Oh dichosos los ojos que ven a esta diosa entrar en esta humilde morada! No somos dignos de tanta belleza… —Canturreaba el engripado fotógrafo mientras caminaba en dirección de la belleza que permanecía sin moverse.

— ¡Claro que no lo son! —Respondía altivamente la diseñadora.

Eso rompió el encanto y Sanji dejo de “coquetear”, un estornudo fue el “pause” en su cortejo, Zoro miró el reloj y se acercó hasta el lava platos, llenó un vaso con agua, saco los medicamentos de sus empaques y se los dio a Sanji, éste no objeto nada y los bebió, Boa alzo la ceja y miró de reojo a Mihawk.

— ¿Es él, verdad? —Preguntó la maquillista apuntando a Sanji.

—Si… creo que es el indicado, además es al único que los reporteros no han visto entrar.

—Me gusta su complexión, si… encaja muy bien, tuviste razón con las medidas… —Agregó la diseñadora caminando hacia Sanji y observándolo con mucha atención.

—Comencemos pues, el tiempo apremia, y yo tengo muchas cosas que hacer mas tarde…

La diseñadora tomó a Sanji de la camiseta y prácticamente lo arrastró hasta la habitación, Coby le llevó las cajas que estaban apiladas en la mesa de centro de la sala, Zoro y Mihawk se quedaron en la misma, esperando.

— ¿Qué se supone que hará?

—Nos dará un pase de salida, no te preocupes que no será nada malo, bueno… no mucho… —Respondió el manager un tanto dudoso, pero no duda- duda, era mas un tono algo pícaro.

Zoro se quedó con la incógnita, cruzándose de brazos y alzó una ceja, no le quedaba de otra qué esperar.

Dentro en la habitación, Sanji pegaba de gritos, los cuales sacudieron todo el departamento, incitando a que Zoro se acercará y tratará de entrar.

— ¡¿Qué ocurre?! ¿Está todo bien? —Preguntó pegando el oído a la puerta.

—Claro que no… —Respondió Sanji en tono de sufrimiento.

Zoro giró la perilla de la puerta trataba de entrar, pero un grito más que molesto desde dentro por parte del rubio lo hicieron  titubear.

—¡¡¡Ni siquiera lo pienses!!! ¡¡¡No lo hare!!! —Gritaba refunfuñando Sanji.

 Zoro dio un salto hacia atrás se dirigió a la sala sin intentar entrar de nuevo pensando que los reclamos eran para él.

— ¿El cejillas esta bien? —Preguntó a su manager quien estaba sentado a un lado del adormilado gato.

—Si, lo está… solo espera a que terminen, no tardaran mucho. —Respondió sosegado el manager.

Zoro se dirigió hacia la enorme ventana, levanto un poco la cortina, esperaba que los fans se hubiesen ido, pero por el contrario, la manada había crecido y ahora fácilmente eran el doble de los que habían llegado en la mañana.

 —¡¡¡No usaré eso!!! —Insistía Sanji.

— ¡Claro que lo harás! De lo contrario no podrán salir de aquí, es o para que logren llegar hasta la casa de Roronoa… —Aclaraba la diseñadora.

Sanji mostraba un tic nervioso en su ojo azul visible, su ceja arqueada se elevaba aun mas, no podía creer que eso era lo que se le había ocurrido al astuto manager de Zoro.

Boa se mostraba altiva y llena de arrogancia, sujetaba unos jeans azules demasiado ajustados, una blusa azul rey de manga larga.

— ¡Anda que solo es el inicio! —Argumentaba la diseñadora insistiendo y al mismo tiempo con la mano libre, sacando muchas cosas más de las cajas.

Sanji tragó saliva y continúo negándose a ese plan.

—¡¡¡No, no,  no!!! ¡Me rehúso a salir así! —Refunfuñaba el rubio mientras sacudía sus brazos de izquierda a derecha —Un caballero como yo nunca se dignaría salir de aquí con eso puesto…

Sanji encendió uno de sus cigarrillos, Boa azotó su tacón el piso.

—¡¡Déjate de tonterías!! ¡Es por tu bien! Si no lo quieres hacer por ti, hazlo por quienes sin saberlo se toparon contigo… Escucha, yo no soy partidaria de ayudar a las personas solo de buena voluntad, pero ese chico llamo mí atención con su lado tierno y desconocido y si tú eres el fotógrafo que logro captar ese lado de Roronoa, te ayudaré con la finalidad de que continúes con tu labor…

—No deberías de mentir —Aclaraba Sanji viendo fijamente a la diseñadora. — ¿Qué obtendrás de ganancia por esto? No diré nada… —Agregó el rubio.

Boa suspiró.

—Está bien, tú ganas… Mihawk me prometió ser la primera en ver las imágenes que captes del modelo, seré yo quien las vea antes que nadie… además con este favor, saldaré una cuenta pendiente con el miserable de Mihawk —Contestaba emocionada y un tanto molesta,  la diseñadora.

Al parecer Zoro se había ganado una fan mas, Sanji desvió la mirada hacia otro lado, seria difícil de convencer para que él accediera a usar “eso” que le había mostrado la maquillista.

—No será mucho tiempo, sólo para que logren salir de aquí, te doy mi palabra de que no se vera ni siquiera tu rostro, y que si se llega a ver, nunca sabrán que eres tú… sólo para que saques a Roronoa de aquí…  ya que dejó muy  en claro que sin ti, no iría a ningún lado—Insistía Boa.

—Espero que esto no se vuelva costumbre, y que el miserable cabeza de lechuga junto con el tipo que se hace llamar su manager lo agradezcan de verdad… —Refunfuño Sanji tomando las prendas que le ofrecía Boa.

—Pero tenemos un problema, la puerta del baño esta inservible gracias a cierto brócoli con patas, será mejor que me vista ya al final… —Declaraba Sanji.

—Como gustes, si es así, toma asiento y déjame ver tu rostro de cerca. —Puntualizaba la maquillista.

Dio unos pasos hacia Sanji, lo sujetó del mentón y lo observó muy de cerca la herida en la ceja de Sanji seria un poco “estorbosa” mas  no impedimento para alguien como ella; Sanji se vio tan cerca de  los labios de Boa, también de su hermosa y suave piel  que se desfilaba en frente él, observó las  curvas demasiado prominentes se exhibían delante suyo, pero algo le molestó,  ¿Por qué si para él todas las mujeres eran bellas, ahora ya no se sacaba de la cabeza al marimo? Los detalles que quizás para Zoro  no valían, a Sanji lo estaban flechando;  un simple detalle como cumplirle el antojo de una comida, o uno mas significativo como cuidar de los horarios de sus medicamentos, o incluso el mas importante, cuidar de él durante su fiebre, lo estaban cautivando sobre medida, Sanji ¿se estaba enamorando?...

 

Los minutos pasaron hasta que media hora marcó el reloj desde que habían entrado a la habitación del rubio, en ese momento tanto como la maquillista y Coby salieron de ahí, dándole a Sanji la oportunidad de “pelear” con la ropa que antes le habían mostrado.

Zoro ladeó la cabeza mirando como Boa y Mihawk cuchicheaban entre ellos, Coby se había fascinado con el minino por lo que continuo con su labor de “niñero”, claro que el gato ni se quejaba, después de todo un poste para arañar era bienvenido, digo un humano con quien jugar (cómo si hubiese diferencia entre lo primero y lo segundo).

Sanji salió de la habitación, Boa sonrió triunfante ante un logro mas, Mihawk con su semblante frio  asentía en señal de aprobación, la sorpresa de Coby fue tanta que apretó demasiado a Manchas al grado de hacerlo y llorar y Zoro…

Bueno, Zoro se quedó boqui abierto de ver a Sanji así, no porque vistiera los jeans negros deslavados y algo desgarrados de los muslos, rodillas y pantorrillas, o por la blusa azul rey de mangas largas y con terminaciones holanadas en las manos o porque las mangas rasgadas en secciones permitieran ver lo blanco de sus brazos, tampoco era la peluca en negro azulado con el corte en “V” hasta la cintura y un flequillo largo que cubría fácilmente la ceja herida y rizada de Sanji, ni siquiera se trataba del ligero maquillaje en sus ojos que resaltaba mas su profunda mirada, ni el brillo en sus labios que solo era una fachada, Zoro se perdió en ese atuendo porque le recordaba a cierta persona que antes había vivido con él: su hermana.

— ¡Lo sabia! ¡¡Es exagerado!! —Gritó Sanji apuntando a Boa.

— ¿Estas bromeando imbécil? ¡¡Claro que no lo es!! —Respondía la maquillista con su pose de “soy superior a ti”, señalando hacia abajo a los demás, pero su exageración  —como siempre—rebasaba fácilmente la línea marcada y terminaba doblada hacia atrás.

—¡¡Solo mira las reacciones de estos idiotas y te darás cuenta de que sí es exagerado!! —Aclaraba Sanji señalando a los presentes en la sala.

Mihawk dejó escapar una ligera risilla.

—No es exagerado Kuroashi.

—Pienso que te ves bien —Declaró Coby acariciando al minino.

Las miradas se centraron en Zoro quien no había dicho nada, sólo lo veía.

—Como sea, espero que con esto sea suficiente. —Pregonaba Sanji mientras encendía un cigarrillo.

—Lo será, tomen las cosas que necesiten y empaquen, nos vamos en media hora. —Respondía Mihawk  mirando su reloj.

Sanji se ajustaba sus botines “converse” pero a Boa no le gusto la combinación del rojo en las cintillas con el azul rey, así que le cambio las mismas por unas en el mismo tono de la blusa, Sanji refunfuñando hacia lo que ella le decía, Zoro seguía  anonadado viendo esa imagen, ¿todo seria así si su hermana estuviese con vida?, se preguntaba el modelo.

Dio un par de pasos hacia Sanji y le sujetó la mano.

— ¿Kuina? —Preguntó Zoro.

El cabello, los ojos y la actitud de Sanji todo  le recordó de golpe a su hermana, el parecido fue abrumador que Zoro en verdad pensó que ella estaba con él en ese preciso momento.

— ¡Claro que no idiota! ¿Qué demonios te pasa? —Alegó el “rubio” retirando su mano de las de Zoro de golpe.

Zoro cerró los ojos y sacudió su cabeza, la voz de Sanji lo habían sacado del trance.

—Lo siento, te confundí…. Por… un momento…

El modelo se dio la vuelta y se dirigió a la cocina por un vaso con agua. Su semblante había empalidecido un poco, el sudor en su frente delato que en verdad había pensado que Kuina estaba ahí.

Mihawk quien sabia de lo que hablaba Zoro, se acercó a él y con la mano en el hombro trató de tranquilizarlo.

—Todo estará bien Roronoa, pronto saldrán de aquí y no pasara  esto de nuevo, era necesario… —Aclaraba el manager aplicando un poco de fuerza en su agarre.

Sanji se dedicó a empacar lo necesario, objetos personales, algo de ropa (de hombre, por supuesto), etc.

Zoro solo tomaba las prendas que había vestido el día del antro, Coby le había llevado una pequeña maleta, ahí  mismo acomodo las cosas del minino, al cual el chico de cabellera rosada insistió en llevar consigo.

Boa tomó sus cosas y ajustando sus gafas optó por salir antes.

—Mi trabajo aquí esta terminado, espero que agradezcan lo que hice.

La maquillista en verdad que poseía una actitud un  tanto “pesada” pensó Sanji con el ceño fruncido.

— ¿Ya tienen todo? —Preguntó el manager.

—Listo —Respondió Sanji empacando su cámara nueva. —No se si la llegue a necesitar, pero igual tengo algo de espacio libre. —Agregó.

—Pero claro que la necesitaras, ya en casa de Roronoa te explicaré lo que sigue…. Roronoa, ¿Estas listo? —preguntó Mihawk buscando a Zoro en todas direcciones.

—Si, lo estoy. —Respondió Zoro desde el baño.

—Bien, Kuroashi algo importante antes de continuar, no te detengas a responder nada, pasa solo esquivando los toques de los camarógrafos, está vez TÚ serás el acosado. —Aclaraba viendo directamente a Sanji. —Algo más, ¿tu cabellera está sujetada fuertemente? Porque no se puede quedar aquí Star y no creo que Roronoa quiera que yo la conduzca, ¿amenos que quieras viajar conmigo? — Preguntaba Mihawk jugando con las llaves del auto y dando a entender que Zoro nunca dejaría que Sanji viajara con él.

—¡¡ ¿Star?!! ¿Desde cuándo está aquí? —Preguntó exaltado Zoro.

—Desde que te traje a Manchas. —Respondió Sanji. —Está en el estacionamiento, aquí en el mismo piso. —Agregó.

—Definitivamente me llevare a Star, tú vienes conmigo cejillas… —Mencionó Zoro, más que mención fue una orden disfrazada, ya era obvio que no quería perder de vista a Sanji ni por un momento y el cejudo estaba de acuerdo con eso, así que solo asintió.

—Bueno, esperemos que todo salga bien. —Declaró Mihawk caminando en dirección de la puerta.

Al abrir la misma, los flashazos no se hicieron esperar, ni tampoco los empujones y alegatos distintos y revueltos de todos los que estaban presentes, todos querían ver con quien salía Zoro, Mihawk salió primero y se dirigió a la puerta del estacionamiento seguido de cerca por Coby y Manchas  quien era cargado en sus brazos, ese minino ya era famoso, fotografías del gato fueron tomadas también sin escatimar, pero todo se detuvo en cuanto Zoro salió vestido con lo mismo que uso para ir al centro comercial por la comida de Manchas, lo que mas les agrado fue la gorra con las palabras “Bad Boy”, sin embargo todo se tornó en silencio en cuanto la bella chica apareció en la puerta del departamento, la enorme maleta en negro fue tomada por Zoro y eso desató los rumores y el caos en ese instante, el acoso fue tanto hacia la bella mujer que Zoro se interpusó entre ella y los camarógrafos.

— ¿Cuál es su nombre?.... ¿Qué relación tiene con Zoro-san? ¿Vivirá con él desde ahora?... solo respóndanos esas preguntas por favor…. — Preguntaban y gritaban todos al mismo tiempo, empujando y restregándole las grabadoras en el rostro de Sanji.

“¡Nombre!”… pensó Mihawk, habían arreglado todo para ese escape, mas nunca habían pensado en un nombre; Zoro se vio obligado por su propia fama, a responder las preguntas…

—Bien, tranquilos por favor y responderé, solo tranquilícense la señorita esta un poco enferma y no se siente bien, así que con tanto empujón… la podrían hacer sentir peor… por favor… —Pidió Zoro.

Pero Sanji no estaba de acuerdo con eso, estiró la mano libre del famoso  y lo atrajo hasta su rostro, le habló muy “tímidamente” al oído.

— ¡¿Qué demonios estas haciendo?! ¡Se supone que no responderías nada! —Gruñó Sanji.

—Confía en mí, de acuerdo. —Respondió Zoro en el mismo tono.

Sanji suspiró y lo dejó hacer lo que quería, Zoro sujeto su mano y entrelazo sus dedos con los del “rubio”, menos mal que las gafas de Sanji le cubrían el rostro de lo contrario la enorme franja roja que apareció en el mismo seria visible.

—Bueno, ella es una amiga del pueblo de donde soy originario, vino solo de visita rápida, no somos pareja ni nada por el estilo, es como una hermana para mí, solo se quedará en mi casa hasta que se recuperé y después se marchará nuevamente, su nombre es Naiku. —Habló muy cordial Zoro con todos los presentes.

Sanji se mostró tranquilo, “¿una hermana?” pensó el joven… ¿ese era su nombre? Continúo con las dudas… Mihawk descifró de inmediato el anagrama Naiku era el nombre de Kuina.

—Muy inteligente Roronoa —Murmuró Mihawk esperando en la entrada al estacionamiento.

— ¿Por qué lo dice señor? —Preguntó Coby.

—Porque seria muy sospechoso que Zoro saliera casi corriendo de aquí con la compañía femenina a su lado, pero con esto, los rumores se disiparan y creo, creo que dejaran de acosarlo por un tiempo…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Muchas gracias a quienes siguen está historia, los veo después...

 


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