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El único al que amo por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

Gracias por comentarios.

Al ser ésta una historia corta espero no decepcionar.

 

 

El único al que amo.

III

El silencio olvida

 

 

 

--Como ya escuchó Sir Weller, he venido a pedir la mano de Sir Wolfram Von Bielefeld, después de todo es normal que Wolfram contraiga nupcias con su primer y único amor… que soy yo.

--Alto, alto, alto Wolf no se casará contigo y no se irá a ninguna parte –dijo Yuuri con tono juguetón y luego continuó con seriedad –no sé si estés enterado, Wolf es MI prometido y él se va a casar conmigo.

--En realidad Heika, estoy enterado que es un compromiso “accidental” y que usted no se ha decidido. –dijo con simpleza el peliverde –Además, por lo que Wolfram me ha contado en sus cartas, deduzco que ha pasado por rechazos y humillaciones innecesarias hacia su bellísima persona. Tales hechos me parecen más que ofensivos hacia mi querido Wolfram.

--¡Que no me llames así! –dijo el rubio un tanto furioso –No sabes nada de mi vida así que deja de actuar como si lo supieras. Acepto que un día fuiste importante para mí, acepto que un día te ofrecí mi corazón pero, era sólo un niño.

--Wolfram, tú mismo dijiste por ser un niño dudaría de tus palabras, sin embargo siempre me demostraste lo que sentías, logré captar esas miradas furtivas que me dedicabas, los suspiros que escapaban de tu boca… me sentí un loco el día que decidí aceptar que tus sentimientos eran reales. –la altiva mirada del peliverde cambió por una mirada más amable y llena de lo que podría ser ternura –Justo ahora tenemos la oportunidad de estar juntos porque en ese tiempo que te estuve entrenando también me fui enamorando de ti. Tu fuerza. Tu astucia en batalla. El orgullo que mostrabas. Y esa belleza que te caracterizaba que no hacía más que aumentar cada día.

Esas palabras eran sinceras. Conrad y Yuuri sólo escuchaban. Conrad rezaba para que el impulsivo de su ahijado no hiciera o dijera algo de lo que pudiera arrepentirse. Yuuri caía en cuenta de algo, ése que estaba justo en frente ofrecía sus sentimientos abiertamente hacia Wolfram… lo hacía sin duda en su voz… lo hacía con solemnidad… lo hac… ¡¿Que qué?! ¡Su primer amor!... No puede ser.

Lo aceptaba. Él Yuuri Shibuya, Maoh de Shin Makoku era un debi… despistado. Lo que está pasando justo en sus narices es un… ¿Reencuentro?... ¿Un antiguo amor?... ¿De Wolf? ¿Pero qué…? Entonces recordó los últimos sucesos: el aislamiento en sus pensamientos, sus expresiones llenas de seriedad, sus cambios de humor, la preocupación latente y…

 “Yuuri lo que me digas ahora determinará los sucesos de los próximos días…

¿A esto se refería? Mencionaron cartas, se han estado escribiendo… ¿Si Wolf se cansó de mi constante negativa? ¿Y, si ese que está aquí con el corazón en la mano… dispuesto a entregárselo a Wolf… puede darle lo que yo no…?

--He cambiado William. –las palabras de Wolfram trajo de nuevo la atención de Yuuri a la realidad, sacó se sus cavilaciones a Conrad y sorprendieron al peliverde. –He madurado y mis ideales han sido reestructurados.  

--Wolfram, estoy completamente seguro que los sentimientos no cambian, mucho menos los que me profesabas con tanta intensidad como la del fuego de tu elemento, ese que te ayudé a controlar. –dijo el peliverde con su orgulloso porte restaurado.

--Y en verdad te lo agradezco, –el rubio seguía sorprendiendo al peliverde –gracias a ti dominé mi elemento y soy un buen soldado de las tierras Bielefeld, en cuanto a lo demás lo aprendí de Conrad, aún sigo aprendiendo de él, de Gwendal incluso de este debilucho.

--Creí que habías dicho que no era un debilucho –recordó el peliverde.

--Solamente yo puedo llamarlo así. –dijo con firmeza el rubio.

--No veo lo que puedas aprender de ellos, sin ofender. –dijo refiriéndose a Conrad y a Yuuri haciendo una leve reverencia. –Piénsalo bien Wolfram, –miró directo a los ojos esmeralda del rubio para seguir hablando –si el Maoh nunca aceptó su compromiso lo mejor que puedes hacer es venir conmigo, yo sí te acepto y me enorgullecería el que fueras mi esposo, nada te faltaría, estarías con tu primer y único amor –dirigió sus ojos azules a los negros del Maoh para continuar –y, el gran Maoh ya no tendría nada de qué preocuparse. Todos salen ganando. –sentenció.

El tiempo se congeló para el pelinegro. Esas palabras dolían. La persistencia del peliverde le atemorizaba. Tenía que hacer algo y dejarle claro que Wolf… Wolf, ¿él aceptaría? No, no puede. No debe. Es hora que tome su papel de prometido y que le reitere sus sentimientos a Wolf. Pero, ¿Cómo? ¿Un duelo? ¡Ahí no hay cubiertos!... Tendría que usar los mismos elementos que el peliverde usaba a su favor.

--¡William Sinclair! –intervino Conrad haciendo desequilibrar al Maoh –esto que haces es una afrenta al Maoh no…

--¡Sir Weller! No permito que un humano ose levantar la voz hacia mi persona. –ni siquiera se volvió hacia Conrad, miraba un punto indefinido en el espacio al momento de hablar el peliverde –Que tenga a su cargo una importante enmienda como lo es la seguridad del Maoh no le el derecho que tiene un Mazoku de nobleza.

El silencio que se formó luego de las altivas palabras del peliverde semejaba a la calma antes de la tormenta. Conrad seguía con su amable porte, no le afectaban tales declaraciones, se sorprendió que es otra cosa pues se supone que en el reinado de Yuuri esas diferencias habían quedado atrás… Yuuri… suspiró para detener el próximo arranque de su ahijado, era más que evidente que no se quedaría callado. No se equivocaba, Yuuri estaba a punto de entrar en modo Maoh y darle su merecido al entrometido que quería quitarle a SU Wolf y a parte se atrevió a insultar a su padrino.

--Aclaremos algo William. –dijo el rubio con tono neutro atrayendo como un imán la atención de los presentes –Primero, no te permito que le hables así a mi hermano, él está aquí por sus méritos en el campo de batalla y por designio del rey original. Es un gran soldado que daría su vida por el Maoh y por su familia. Me quedó claro que es un mejor soldado de lo que tú jamás podrás llegar a ser. –hizo una pausa para que el peliverde asimilara sus palabras. –Segundo, deja de insistir en que te acepte. Por si no lo recuerdas lo intentamos y no funcionó. ¿Qué te hace creer que esta vez si resultase?

>>Cuando aceptaste mis sentimientos como verdaderos, me sentí feliz, al fin estaría con la persona que más quería. El tiempo que pasábamos juntos fuera del entrenamiento lo atesoraba. Los paseos que hacíamos eran inolvidables… –decía el rubio recordando su pasado –Pero fuiste promovido, y eso lo cambió todo. La guerra no ayudó tampoco. Estabas tan ocupado que te olvidaste de mí, y créeme cuando te digo que no exagero, llegaste a pasar de largo cuando nos encontrábamos, ni un saludo, ni una mirada, nada. –el rostro del hermoso rubio se entristeció –Esa fue la causa que dejara las tierras Bielefeld y viniera a Pacto de Sangre.

Tanto Conrad como Yuuri no perdía de vista su rostro, en verdad parecía dolido. Yuuri con la furia dispersada, sólo pensaba en abrazar a Wolf, no tenía caso sentir celos de algo que está más que claro que quedó en el pasado.

--Wolfram, yo… –el peliverde intentó tomar la palabra, pero Wolf continuó.

--Preferí venir con los que un día me enviaron lejos que lidiar con tu indiferencia, admito que tenía la esperanza que vinieras por mí o que enviaras un mensaje por lo menos, era tan joven –suspiró –, la ilusión siguió incluso después de la guerra pero, no hubo nada. –el rubio miró directamente al peliverde –El silencio olvida, William. Y además, luego me pasó algo que no creí volviera a suceder... Me enamoré. 

 

 

 

>>Continuará...

Notas finales:

Ofresco disculpas si hay orrores sintácticos en la escritura, revisando los capítulos anteriores vi que suelo comerme algunas letras. No me gusta dar excusas, la verdad es que si vulvo a leer lo que ya escribí suelo (literalemte) reercribirlo todo porque algo no me parece y por ende, cambia todo.

 

Gracias por leer.


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