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Al estilo de Shakespeare [HunHan] por Laura Carreon

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Notas del capitulo:

¡Hola! *-* 

Aquí traigo la segunda y última parte de este Two Shot HunHan, espero que sea de su agrado >o< me gustó mucho escribirlo xD

¡Disfruten! 

LuHan está completamente frustrado. Kim JongIn ha sido su mayor obstáculo durante las últimas semanas; se la viva pegado a SeHun hasta cuando éste entra al baño de hombres, LuHan comienza a enloquecer a la tercera semana cuando ve que el moreno se sienta junto a su pequeño ángel durante el almuerzo.

Oh, de nuevo comienza a atacar  su comida salvajemente con el tenedor, porque quieres borrarle a JongIn la sonrisa de la cara; a golpes o patadas, o quizá ambas.

— ¿Puedes parar un poco, LuHan? La comida no tiene la culpa de nada—gruñó Kris algo hastiado; está bastante cansado de ver a si al rubio.

— ¡Es que no lo entiendo! —gimió el muchacho cubriéndose el rostro con las manos. —A  mí me costó mucho acercarme a él… ¡Y Kim JongIn lo ha conseguido en media hora! ¡Y ahora no se le despega!

Yixing suspiró y le palmeó la espalda a su amigo.

—Ellos son compañeros, quizá SeHun sólo intenta ser amable. No inventes películas en tu cabecita, Lu. —lo tranquilizó.

Pero LuHan no estaba tranquilo, cada vez estaba un poquito más paranoico y ni siquiera un poco de Shakespeare o Rowling lo animaban.

SeHun parecía estar muy ocupado, pues se acercaban los exámenes finales. Pocas veces le saludaba de lejos o se topaba en su camino; comenzaba a creer que tenía que eliminar a JongIn de la faz de la tierra.

Uno de esos días soleados en los que vio a SeHun solo, se  apresuró a acercarse; aquella banca donde el muchacho solía sentarse a leer como de costumbre. Al verlo, le dedicó una tímida sonrisa y continuó su lectura.

— ¿Crimen y Castigo? —preguntó observando el libro que tenía el menor entre sus manos. —No conozco ese libro.

SeHun le miró.

—Es la primera vez que lo leo; JongIn dice que es muy bueno—murmuró con simpleza.

LuHan resopló. JongIn, JongIn, carajo, ¿Qué tenía de grandioso ese tío?

— ¿Desde cuándo tú y ése son amigos? —preguntó un poco tosco. No era como si le importase si lucía celoso, porque realmente lo estaba. SeHun era suyo, suyo.

—No somos amigos. Vamos a la misma clase y repentinamente él comenzó a aparecer en todos lados, me perturba un poco—aclaró el castaño arrugando un poquito su nariz.

Oh, era demasiado adorable para la salud mental de LuHan. Éste sonrío ante la respuesta y se enderezó en su sitio, inclinándose tanto que sus hombros se tocaban por encima de la ropa.

— ¿Entonces él no te gusta?

—No. ¿Por qué Kim JongIn se fijaría en mí de todas formas? Después de casi dos años estudiando juntos se entera que existo, es ilógico. —declaró.

LuHan se marchó a casa muy tranquilo ese día. Kim JongIn no era un problema mayor.

 

+

 

Había salido a despejarse un poco durante el fin de semana; incluso su madre comenzaba a preocuparse por verlo leer tanto. Salió al parque con Yixing y Kris, porque MinSeok tenía una cita con JongDae, ése que ahora si era su novio y lo decían en público.

—Yo no quiero arruinarte tu fantasía y todo eso, pero JongIn ha dicho que SeHun le interesa; no creo que no pueda conseguirlo, es JongIn de todos modos ¿verdad? —Kris habló apresuradamente mientras se metía un montón de papas fritas a la boca intentando que ninguna se cayera.

—Quizá él sólo quiere un ligue pasajero o algo así; SeHun no se merece eso. Además, aunque así fuera, no es su tipo.

—JongIn es un amante de los libros también. ¿Cómo no podría ser tu tipo? —se rió Yixing. Se calló al ver la cara abatido que tenía su amigo.

Esa tarde LuHan vio a JongIn en el parque con un chico; uno que no era SeHun. No habría sido importante si no se hubiesen besado y tomado de la mano. Ese chico de ojos grandes y baja estatura no era SeHun.

JongIn sólo quería divertirse con SeHun mientras salía con alguien más que ni siquiera estaba en su escuela.

Qué hijo de puta.

 

+

 

—Se llama Do KyungSoo—le dijo SeHun el lunes por la mañana, mientras le daba la vuelta a la página de Conflicto de L.J Smith. —, yo sé quién es y sé que sale con JongIn desde hace unos meses. Aunque no sabía que él estaba interesado en tener algo romántico conmigo, es imposible.

— ¿Entonces porqué dejas que él esté contigo? —se quejó el mayor.

—Creí que quería que le ayudara en Literatura o algo así; no sería el primero que es amable para luego pedírmelo. —sonrió de lado y  suspiró. — ¿Estás celoso, hyung?

—Sí, estoy muy celoso, SeHun.

 

+

 

SeHun lo invita a su casa el viernes por la tarde. LuHan está nervioso y sus manos  sudan más de lo que le gustaría. La casa es muy grande y muy bonita pero no parece en extremo lujosa. Los padres de SeHun llegan por las noches, así que no hay nadie y terminan cocinando un poco de ramen que había en la cocina. SeHun lo invita a sentarse sobre el sofá de la sala y comienza a leer  ‘Crimen y Castigo’ donde se había quedado antes. LuHan movía sus pies nerviosamente sin encontrar ganas para coger el libro que él ha llevado. Se dedicó a mirar a SeHun durante un largo rato, quizá algo que le guste más que el cubo rubik es mirar a SeHun.

— ¿Por qué me estás mirando así? —murmuró el menor al darse  cuenta; LuHan ni se inmuta ni tiene tiempo de ponerse nervioso y disculparse. El muchacho tiene los ojos más bonitos que él ha visto y necesita un momento para despertar de ese sueño divino que él representa. — ¿Hyung?

—SeHun… quiero besarte.

El castaño no alcanza  a objetar cuando los labios de su hyung están sobre los suyos; se siente tan suavecito y agradable que sigue moviéndose contra la boca ajena, disfrutando del sabor a SeHun. Le toma por la nuca y cierra los ojos estrujando el cuerpo del otro contra sí mismo; casi le mete la lengua a la garganta a SeHun cuando ambos se quedan sin aire y se separan jadeando.

SeHun está completamente sonrojado y no sabe que decir. LuHan está más feliz que nunca antes en su vida.

Ha besado a SeHun,  y sabe como a cerezas, a lluvia y a invierno. Sabe a perfección, y LuHan quiere mucho más de eso.

 

+

 

La última semana de clases hubo demasiada presión para todos; LuHan no vuelve a ver a JongIn rondando a su pequeño y se siente más tranquilo. Logró pasar todos sus exámenes y lo último en su lista era la graduación.

—Tal vez lo imaginaste… no me sorprende que sueñes despierto—dijo Kris mientras caminaban fuera de la escuela. LuHan le dio un golpecito en el brazo seguido de un puchero.

—Qué no. Ya te lo he dicho, lo he besado. Creo que también le gusto—sonrió con suficiencia, encantado por la simple idea.

—Pero… ¿Qué ocurrió después de  besarse? —inquirió MinSeok, curioso.

—Oh, ahí está —LuHan cambia de dirección repentinamente y comienza a agitar su mano en el aire. — ¡SeHun-ah!  ¡SeHun-ah! ¡Espera, iré contigo!

El rubio salió corriendo tras el alumno de segundo y lo acompañó en el autobús hasta su hogar. Sin decir palabra, sólo disfrutando de la presencia del otro. Sus manos se rozan durante el camino pero no se miran; sus ojos se pierden en el rostro ajeno cuando el otro no está mirando pero ninguno dice nada.

Ambos permanecieron de pie frente a la puerta  de la casa de SeHun; éste intenta encontrar sus llaves dentro de su mochila. LuHan comienza a acostumbrarse a personalidad del menor. Es muy distraído. Ha puesto las llaves en su bolsillo del pantalón antes, pero no parece recordarlo y sigue buscando dentro de su mochila, maldiciendo con molestia.

LuHan sabe que extrañaría eso si la universidad  comienza y él no es capaz de conseguir a SeHun.

—SeHun… —le llama una vez que él ha conseguido encontrar las llaves y trata de abrir la puerta. —Me gustas mucho.

El menor finge que no lo escucha y se mete en el interior de su casa. Está a punto de cerrar  la puerta, pero LuHan logra entrar también y la cierra para después estampar la espalda del menor contra ésta.

Y le besa una vez más.

SeHun no se mueve, pero cierra los ojos fuertemente; abriendo la boca lentamente para dejar que la lengua intrusa entre por fin. Gime bajito y se avergüenza de ello; LuHan está sonriendo y estrecha su cuerpo con fuerza. Antes de soltarlo le susurra cosas al oído, cosas que hacen que SeHun se sonroje.

—Algún día tendrás que decirme si yo te gusto también. Aunque creo saber cuál es la respuesta—mencionó LuHan antes de darle un rápido beso y marcharse con una sonrisa de oreja a oreja.

SeHun sube hasta su habitación y se tira sobre la cama.

Ése hyung es tan…. Oh, dios.

 

+

 

El día de su graduación, LuHan entra en pánico. Está de pie junto a MinSeok, esperando a Yixing y Kris pero éstos parecen tan ocupados con sus novios que parece que no recuerdan que existen. Él no ha visto a SeHun por ningún lado, a pesar de haberlo invitado al evento y haberle pedido que porfavorporfavorporfavor asistiera.

—Oh, JongDae ya llegó. Iré con él ¿Estarás bien? —mencionó el mayor esbozando  una pequeña sonrisa. Extrañara a sus amigos que siempre cuidaban de él.

—Sí, estaré bien.

MinSeok se aleja y se reúne con el alumno que pronto será estudiante de cuarto en el instituto. LuHan se deja caer en su mesa que ahora se encuentra vacía porque todos han decidido que quieren ir a bailar y él sigue sin poder creer que SeHun lo haya dejado plantado. Comienza a jugar Candy Crush en su móvil deseando que la fiesta pase pronto y pueda irse a casa.

—He llegado muy tarde… ¿Cierto? —alzó la cabeza al escuchar la voz de SeHun, y esbozó una sonrisa radiante poniéndose de pie. El estudiante vestía jeans informales y una camiseta a rayas que le quedaba bastante grande; a lo lejos ve a BaekHyun y a ChanYeol meterse a la pista de baile, vestidos informales también. Frunce el ceño.

— ¿Dónde estabas? —cuestionó ladeando un poco la cabeza.

¡Era una graduación, por dios! Él esperaba verlo con un traje genial, bien peinado y luciendo aterradoramente guapo en ese día, pero no… era el niño del vecindario, con jeans y camisas; muy SeHun para ser sinceros.

—Esto… yo olvidé alquilar un traje para esto. Tenía practica de gimnasia a última hora y ya era muy tarde; he ido a comer y cogí lo primero que había en el armario… ¿Estás molesto conmigo, hyung? —murmuró el menor agachando la cabeza.

LuHan le tomó de la barbilla y dejó un rápido beso en sus labios.

—Viniste, eso es lo que importa.

No fue la fiesta de graduación que LuHan esperaba, pero no estaba mal. Bailó tanto (si a eso se le puede llamar bailar, claro) que los pies le dolieron después de un rato y tuvo que sacar a SeHun de ahí porque no podía escuchar casi nada debido a la música alta del sitio.

El verano comenzaba dentro de poco y él aún no sabía que iba a pasar después. SeHun no decía nada, él no se atrevía a preguntar.

Ya estaba oscureciendo cuando tomaron el autobús; SeHun estaba tan cansado que se  quedó dormido en su hombro temblando de frío por no haber llevado un suéter ese día. LuHan le prestó su saco y esperó a que abriese la puerta de su casa. Entraron en silencio y se sentaron en el sofá a beber Bubble Tea.

— ¿Qué es lo que harás en la universidad, hyung?

LuHan se sentó en el sofá a su lado y se encogió de hombros.

—Todos hablan mucho sobre el plan que tienen del futuro, nunca he sido de esos que hacen planes. Simplemente dejo que fluye. Hay un buen programa para Teatro, lo intentaré —respondió.

SeHun abrió la boca en forma de “o” y después hizo un pequeño puchero.

 —No sabía que te gustaba el teatro…

—No porque no lea libros significa que no sepa sobre arte. Me gustan las puestas teatrales; solía ir a ver muchas obras con mis padres cuando era más joven.

—Yo también lo hacía; antes de que comenzaran a tener mucho trabajo y tuviese que estar solo en casa—dijo el castaño recostando la espalda en el sofá.

—Es la clase de frase que muchos adolescentes de dieciséis años usan hoy en día. —se rió LuHan.

—Diecisiete —corrigió SeHun—, he cumplido años el mes pasado.

— ¡¿Y por qué no me lo habías dicho?! —se indignó el chino.

—Por qué estábamos en exámenes, ni si quiera yo lo había recordado en realidad. No es la gran cosa.

— ¡Claro que lo es!

SeHun se puso de pie.

—Hyung, espera aquí. Tengo que darte algo.

 

+

 

SeHun bajó por las escaleras de nuevo mientras LuHan se entretenía con su móvil buscando tonterías en You Tube.

— ¿Qué es lo que vas a darme? —cuestionó curioso. El menor extendió su mano y le mostró un pañuelo blanco doblado y limpio. Frunció el ceño.

—Es tuyo ¿no? —inquirió.

LuHan no entendía de que estaba hablando, pero un repentino recuerdo le asaltó en segundos; aquella vez en el tren cuando SeHun se había caído sobre sus rodillas y había sangrado. LuHan le había dado el pañuelo para que se limpiase la sangre y había olvidado pedírselo cuando se marchaba. Sonrió.

— ¿Tú recuerdas eso? —preguntó sorprendido.

—En el comienzo no, yo era muy pequeño y mi memoria en esas cuestiones no es muy buena. Pero poco a poco lo recordé; y después comprendí que habías sido tú. ¿No es raro? Vernos después de tanto tiempo… —exclamó dejándose caer sobre el sofá una vez más.

—Ni siquiera recordaba el pañuelo… Gracias.

Rápidamente se sentó a su lado y le besó en la mejilla, sin detenerse llegó hasta su boca y dio otro beso; SeHun cerró los ojos y LuHan tuvo la impresión de que el otro estaba temblando.

—Hyung….

—Me gustas, SeHun—repitió repartiendo besos por su rostro con una sonrisita.

—Tú también me gustas, hyung…

 

+

 

SeHun no tuvo tiempo de decirle a LuHan que le gustaba desde hacía tiempo, desde aquella vez en que se sentó junto a él en la banca del instituto y recitó mal la frase de Oscar Wilde; no tuvo tiempo de decirle que apreciaba mucho el que él hubiese leído todos esos libros por causa suya aunque no fuese necesario porque le habría gustado de todas formas sólo por ser LuHan. Pero el mayor no estaba interesado en las explicaciones, si no en meterlos a ambos en la habitación del menor lo más rápido posible.

No encendieron las luces; la ventana apenas y alumbraba un poco desde el exterior, pero la pálida piel de SeHun lucía igual de lechosa y suave. LuHan lo comprobó cuando comenzó a besar su cuello, dejando pequeñas marcas sobre éste; su lengua se deslizó sin vergüenza sobre la extensión, bajando a sus clavículas cuando finalmente pudo quitarle la camisa a rayas que vestía. Se deslizó poco a poco hasta llegar a uno de sus pezones, succionando el pequeño botoncito con sus labios, chupando y lamiendo a la vez que luchaba por quitarle el pantalón.

—-E-espera, hyung… —jadeó el más joven alzando la cabeza como podía para detener al ciervo ansioso. —Nunca lo he hecho…

—Ya lo sé, bebé. ¿Tienes miedo? —cuestionó dulcemente besándole la nariz.

—N-no…

—Si no te gusta, sólo dime que pare y lo haré ¿vale??

SeHun asintió nerviosamente y volvió a recostarse sobre la cama permitiendo que el mayor le despojara de su ropa; el clima frío le erizó la piel al sentirse completamente expuesto, pero los labios delicados de LuHan recorrieron su cuerpo dándole una sensación de calidez  que aumentaba en intensidad a cada segundo. Gimió cuando el mayor le besó de nuevo apretando con sus manos; tocando, pellizcando, como si no pudiese mantenerse quieto y quisiera hacer muchas cosas que no le resultaban suficientes teniendo sólo dos manos. Los dos rodaron desnudos sobre la cama, besándose y acariciándose, sin prisas, lentamente, disfrutándose el uno al otro.

LuHan no podía creer que el mismo chiquillo del ceño fruncido y un libro entre las manos fuese el mismo que gemía bajo sus besos y toques; era demasiado fascinante. Le besó una vez más antes de comenzar a meter un dedo en su interior, suavemente y lento, sintiendo el calor de su interior asfixiarle por completo; dos dedos, tres y él ya se sentía en el limbo. SeHun permanecía con la cara oculta entre sus brazos mientras  se mordía los labios en un intento por reprimir los deliciosos gemidos que animaban al mayor a continuar.

Le penetró lentamente, besando las lágrimas que caían por las pálidas mejillas de SeHun que en ese momento estaban rojas y calientes; el cuerpo entero le temblaba y ambos habían comenzado a sudar. Embistió a un ritmo lento para acostumbrarlo; giró su cuerpo y arremetió contra él con fuerza, haciéndole gemir y jadear en busca de aire. Se tocaban, se llamaban entre gemidos, con la vista nublada en placer, con el cuerpo ardiendo en excitación; mientras SeHun le pedía que no le mirara porque le daba vergüenza. Besando su cuello mientras tocaba ese punto en su interior que lo hacía gritar.

Oh SeHun derritiéndose en sus brazos, gimiendo su nombre, pidiéndole por más…

Se susurraron palabras de amor, se besaron una vez más y otra, y cambiaron de posiciones durante lo que pareció una noche entera, sin poder saciarse del otro; mordiendo y lamiendo, LuHan no quería parar, no deseaba detenerse, si esa podría ser la primera y última vez quería alargarlo lo más que pudiera.

SeHun se corrió sobre su mano y pecho gritando su nombre y dejándose caer exhausto sobre la cama, sintiendo como la sábana se pegaba a su espalda sudada, sentía las mejillas calientes y su respiración estaba tan acelerada que temió estar teniendo un infarto. LuHan arremetió un poco más contra él hasta que llegó a su clímax, recostándose a su lado y besándole como si no deseara que ese momento se terminara.

LuHan recitó un poco de Shakespeare. SeHun le dijo que se callara y recitara algo de LuHan.

 

+

 

Al finalizar el verano, LuHan fue a la universidad a estudiar Teatro, completamente entusiasmado. SeHun comenzó el tercer curso en el instituto. LuHan cumplió veinte años y se reunió con sus amigos en una pequeña comida.

Todos los días al salir de la universidad, LuHan volvía a instituto por SeHun y lo acompañaba a casa aunque el mocoso se quedase dormido en su hombro o llegase todo empapado en sudor por la clase de gimnasia. Nadie lo decía pero todos lo sabían. Ellos realmente estaban saliendo ahora.

 

 

Notas finales:

¿Y qué tal? >w<  

Nos leeremos en otros proyectos yay!

PD: Si alguien lee Inocente Pecado, mañana subiré capítulo por eso de la tarde o noche (?) Eso es todo :3

¡Saludos y mucho amor!<3


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