CAPITULO 2: Nuevo objetivo
_Buenas noches, Saralegui… ¿No?- dijo el moreno mirando de arriba a abajo, disimuladamente, al chico frente a el que vestía con ropas orientales
_Exacto- dijo Saralegui sonriendo- Creo que soy primero en llegar- dijo admirándolo la decoración del comedor en el cual no había nadie más que ellos
_Si, lo es… ¿Y su madre?...Pensé que vendría con usted- le dijo Yuuri mirándolo a los ojos, los cuales le parecían que sería aun más hermosos inundados en lagrimas de dolor…
_Ella, seguramente, ha de estar con alguno de sus amantes en turno- lo que dijo el rubio sorprendió mucho al moreno que, luego, sonrió
_Jajajaj…supongo que tu madre no es una blanca paloma como dicen- dijo y el que esta vez sonrió con malicia fue su invitado
_Tienes razón- dijo y tomo el hombro del moreno, para luego, acercarlo a él y susurrarle al oído- Y yo tampoco- esas palabras dichas de esa manera, excitaron al moreno que aprisiono de inmediato la cintura del muchacho-
_ ¿En serio? Pues no te creo- le susurro al otro- Pruébamelo
_¡No quiero!- dijo y se soltó del agarre bruscamente haciendo que el otro se cayera en el piso y, luego, piso en el pecho a Yuuri haciendo que no se pudiera levantar- Debes tener en cuenta que no soy el tipo de personas que crees- dijo y aun sin dejar de pisarlo, tomo un cuchillo del servicio y se lo puso en el cuello mientas comenzaba a acariciar la mejilla del moreno con su otra mano- Esta es mi manera de jugar, Yuuri…-dijo y beso la frente del moreno- No me interesa sufrir en tus manos…me interesa ver que tan delicioso puede ser probarte y probar todas y cada una de tus lagrimas que salgan de ese vacío que tienes por ojos- le dijo y corto uno de los botones de la camisa que usaba el chico-
_Pero, a mí tampoco me interesa eso- contesto el ojinegro apartando el cuchillo y saco al chico de encima suyo, para luego, pararse- Los dejaremos así…lo demás invitados llegaran pronto
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Los dos muchachos no se dieron cuenta, que detrás de una puerta, el rubio se encontraba escuchando toda la conversación mientras lloraba en silencio porque sabía que podría estar a punto de perder aquel al que amaba.
_”Te lo he dado todo”- pensaba el ojiesmeralda y comenzó a deslizarse por la puerta- “He cambiado mi forma de ser solo por ti” “ Destruido mi verdadero ser por ti” “Y, por eso, espero que jamás se te antoje cambiarme”- hablo y seco sus lagrimas, para después, pararse- No me conoces como soy en realidad, amo…Y tampoco creo que quieras conocerlo- susurro y sonrió mientras tapaba sus ojos con su flequillo sin dejar ver su mirada- Los invitados están llegando- hablo y dejo de sonreír, para luego, levantar la mirada con expresión en blanco y se fue para recibir a los recién llegados
_Buenas noches- decía el ojiesmeralda con una cortés sonrisa- Déjenme guiarlos hacia el comedor donde mi amo esta esperándolos- le pidió y comenzó a caminar siendo seguido por cada uno de los invitados.
Al llegar al comedor, la mirada del ojicaramelo, el cual se encontraba ya sentado en el comedor hablando con el moreno, se cruzo con la del ojiesmeralda
_”Esa mirada”- pensó el rubio pelilargo observando al otro que, luego de escoltar a los invitados, comenzó a guiarlos a sus asientos- “Tan oscura, tan malvada y sangrienta es una belleza…Te quiero para mi”- pensó aun observándolo fijamente hasta que fue su turno de ser escoltado a su asiento- “Quiero ver esa mirada una vez más”- deseo mientras buscaba desesperadamente volver a ver esos ojos hasta que lo logro- “Lo logre”- pensó sonriendo con satisfacción
Yuuri miraba como Saralegui le dedicaba una mirada de deseo a su mayordomo lo que lo molesto de sobremanera ya que Wolfram no era nadie como para recibir una mirada así de parte de aquel bello hombre. Sin embargo, tampoco le gusto que el otro recibiera ese tipo de mirada, después de todo, era suyo ya que él lo había encontrado primero.
_”Serás mío”- pensaron al mismo tiempo un moreno y un rubio pelilargo. El moreno refiriéndose al ojicaramelo y el otro al ojiesmeralda
Saralegui, mientras comían, se encontraba pensado en la manera de hacer que aquel rubio fuera suyo, pero tenía que deshacerse de Yuuri que seguramente no le gustaría que su única…Paró sus pensamientos cuando recordó lo que su anfitrión le había planteado, sin embargo, eso para él era demasiado. Pero, tal vez, ese sacrificio podía ser bien remunerado por una mirada de esos ojos.
_”Ya, que más da, supongo que tendré que hacerlo”- dijo y comenzó a comer, para luego, sonreírle al moreno que estaba sentado a su lado.