Pov’s Ryou
La hora del receso el miércoles fue toda una odisea, sip, creo que esa es la mejor palabra para definirla, montones y montones de estudiantes se aglomeraban en la puerta de la sala de oficinas para obtener sus boletos para el baile de Halloween, afortunadamente cuando nosotros fuimos los grupos más adelantados eran de chicas, el solo ver acercarse a Duke, a Yugi, a Malik y a mí fue suficiente para que nos dejaran pasar, no es que nos guste aprovecharnos ni nada, pero la fila de espera daba la vuelta al pasillo.
Pedí un único boleto. No pensaba invitar a nadie, básicamente porque no tengo a nadie a quien invitar, el pensamiento podría entristecer a cualquiera, pero no a mí. Tengo a mis amigos y por ahora son lo único que necesito.
Mientras esperábamos trate de disimular lo más posible mi estado pensativo para no preocupar a Yugi o a Malik, pero las palabras que me había dicho mi amigo egipcio al comienzo de la semana no se apartaban de mi mente.
“Tranquilo, sé que tendrás tu oportunidad con Bakura. Después de todo, aunque no lo dijera, tú le importas a ese arrogante”. “…A pesar de todo se preocupaba por tu bienestar”. “Aún recuerdo sus palabras ‘un día te venceré, un día tendré todos los artículos del milenio, pero ahora me importa más la seguridad de mi yadonushi’”
Todo aquello llevaba días dando vueltas en mi cabeza, aun así no eh vuelto a soñar con Bakura, y eso me está alterando los nervios… ah! Como lo extraño.
Es jueves y recién llego a casa luego de mi acostumbrada salida con Yugi y Malik, esta vez habíamos ido a una tienda de videos a rentar algunas películas para mañana, estaba muy emocionado por pasar la noche en casa de Yugi los tres juntos, tal como la noche en que Malik se mudó. Escogimos un par de películas clásicas, Yugi y yo nos habíamos prometido que le enseñaríamos a Malik todo aquello que no disfruto en su infancia, siguiendo con la temporada escogimos películas con tema de Halloween para que Malik fuera familiarizándose con dicha celebración. Las escogidas fueron:
-Coraline y la puerta secreta
-La leyenda de Sleep Hollow -un gran y divertido clásico a mi parecer-
Pensamos también en ‘El club de los villanos’ para enseñarle a Malik el clásico Mickey Mouse, pero eran demasiados personajes de clásicos como para que él la entendiera enseguida.
Y para completar, Brujillizas I y II -podría parecer una película solo de chicas, pero a Yugi y a mí nos gustaba, había algo que nos atraía en eso de gemelas separas al nacer, que se re-encontraban, pensamos que a Malik también le gustaría-
Llegue a mi casa sin pena ni gloria, puede que ya estuviera acostumbrado a la soledad y el frio de mi vacío ‘hogar’ pero eso no los mitigaba, colgué la chaqueta de mi uniforme en el perchero junto a la entrada y deje mi maletín en el suelo y me dirigí a la cocina por algo de beber, pensé en que debía preparar los deberes de la otra semana para tener libre todo el fin de semana, siempre eh sido un buen estudiante, pero es porque procuro mantenerme ocupado y las clases son lo que más ocupa mi mente, no me gusta quedarme sin nada que hacer porque comienzo a pensar en mí y en mi vida.
La soledad es la primera palabra que llega, llevo alrededor de 4 años viviendo aquí en Japón, en ese tiempo solamente dos veces -y eso ya es mucho- eh visto a mi padre en persona, mi padre es arqueólogo y se dedica de lleno a sus excavaciones, investigaciones y esas cosas, cuando era niño él solía pasar entre 3 y 6 meses en su trabajo, luego regresaba a casa otros 2 o 3 y volvía a viajar, pero eso cambio cuando mi madre y mi hermana murieron, papá se ausentaba cada vez más tiempo mientras yo me quedaba con mi abuela paterna en nuestra casa en Inglaterra.
Mi padre era originario de Japón, cuando de pequeño le oía decir cosas lindas en japonés a mamá le pedí que me enseñara su idioma, pocos meses antes de que mi abuela falleciera ella me mando a mudarme en un departamento aquí en las afueras de Domino, regrese dos veces a Inglaterra antes de instalarme permanentemente aquí, la primea fue para mi cumpleaños, aquel en que mi padre me obsequio la sortija del milenio, fue el último cumpleaños que en verdad celebre y el mejor que recuerdo, la última vez fue para el funeral de mi abuela.
Luego de eso mi relación con mi padre se volvió un tanto extraña, me llama de vez en cuando y nuestro trato en cordial, se podría decir que hasta amable por teléfono, pero no podemos estar juntos de ninguna manera sin que el ambiente se vuelva tenso e incómodo, él se ocupa de mí y de mis gastos, cambió el departamento en el que vivía por mi actual casa y cada trimestre me gira un cheque que aparte de costear mi escuela fácilmente podría cubrir a dos personas. Curioso ¿no?
Luego de terminar todos los deberes me centre en asear el lugar… y seguir pensando en mi vida.
Luego de instalarme aquí en Domino cambie varias veces de escuela, afortunadamente mi padre no acoto nada, supongo que pensaba que era bueno que tuviera experiencias en diversos colegios. Finalmente algo me hizo quedarme en la secundaria y preparatoria Domino, afortunadamente conocí a Yugi y a los demás.
El resto no es necesario explicarlo ¿verdad? Bakura empezó a tomar cada vez más el control hasta que Yugi y el faraón le pusieron un alto y… se fue. Lo que nadie sabe es que desde antes yo ya le conocía e interactuaba con él, no era la mejor relación pero estaba ahí. Cuando salía, él me preguntaba por todo tipo de cosas, eso se me hacía tierno; solía castigar a las personas que se metían conmigo -sin mi permiso claro- y estaba hay para mí cuando venía mi padre o cuando tenía pesadillas.
─ Flash Back ─ hace tres años
Afuera la oscura y fría noche cubría todo el lugar. Dentro de un mediano pero hermoso departamento un joven albino se revolvía inquieto entre las sabanas, a su lado en la almohada reposaba un peculiar colgante pero a medida que el chico más se revolvía el dije comenzaba a emitir un leve brillo, pronto una figura similar a la del joven durmiente apareció en la cama con una notable tez de curiosidad y algo de preocupación, tomo el cordón de la sortija y lo coloco en una de las manos del menor quien de inmediato se volteo atrayendo el articulo hacia su pecho, aferrándose a él como si fuera un salvavidas en medio de un agitado mar.
Aprovechando la calma temporal que había brindado el artículo coloco una de sus manos en el hombro de su par para sacudirlo levemente y despertarlo ─oye niño ─ le llamo en voz baja ─ despierta yadonushi.
En respuesta los ojos del menor temblaron unos segundos antes de abrirse de golpe y que el chico se sentará de la misma forma respirando agitadamente, con las pupilas dilatadas, el corazón acelerado y las manos apretando firmemente la sortija contra su pecho.
─Oye, ¿qué te sucede? ¿Te encuentras bien? ─ pregunto con un mal disimulado tono de preocupación y algo de curiosidad sentado en la cama a su lado mientras acerca un poco su rostro al de su par.
─ ¿Eh? ¿Ba…Bakura? ─ Tartamudeo en lo que regulaba su respiración y los latidos de su corazón, ya tranquilo ante la compañía de su yami.
─ ¿Pues a quien esperabas? ─ dijo con su típico tono arrogante cruzándose de brazos y alzando el mentón ─ cálmate un poco y mejor dime ¿qué te paso? Llevabas ya un rato sacudiéndote así ─ comento acercándose al menor pasándole un brazo por los hombros.
─Lamento si no te deje dormir ─ se disculpó con timidez, apenado por el contacto pero agradeciendo el efecto tranquilizador que tenía en él ─ es solo… tuve una pesadilla ─ explico con unas pocas lagrimas acumulándose en las esquinas de sus bellos ojos café ─ gracias por despertarme… era horrible ─ comento colgándose el articulo al cuello
─ ¿Una pesadilla? ¿Quieres decirme de que trataba? ─ hablo despacio el espíritu reforzando el agarre en el chico recostándolo contra él.
Ryou sonrojado se acurruco suavemente contra Bakura apreciando el agradable -pero no menos extraño- trato del mayor ─bueno, al principio estaba con mi mamá, mi hermana, mi padre y mi abuela, pero luego se van alejando de mí y es como si se fueran encerrando en espejos y estos se iban rompiendo según ellos se iban de mi vida, al final me vi en medio de una sala negra solo con la imagen de mi padre que me daba la espalda y se alejaba ─ el chico se mordió los labios para no llorar ─ y luego me vi rodeado por un montón de personas que se burlaban de mí, trate de pararme e irme de ese lugar pero había chicos -que creo eran compañeros de escuelas anteriores- que me empujaban o golpeaban tirándome al piso diciéndome muchas y yo… yo… estaba solo, eso era lo que más repetían ─ oculto su rostro en el pecho de su oscuridad para evitar que este viera sus lágrimas, en respuesta el mayor llevo una mano al cabello de su hikari brindándole unos tímidos e inexpertos mimos a los largos mechones blancos.
Luego de unos minutos así en los que los suaves mimos de Bakura calmaron a Ryou el chico siguió con su relato ─ pero luego… pero luego apareciste tú.
─ ¿Yo?─ Pregunto extrañado
─Si, estaba a punto de recibir otro golpe pero cuando abrí los ojos tú estabas enfrente de mí, habías detenido al chico que iba a golpearme, te giraste a mirarme y me decías 'ponte en pie … ¿Que estás solo? ¿Y yo que? ¿No cuento yadonushi?'
Bakura parpadeo un poco sorprendido por el pensamiento de que justamente eso habría hecho de haber presenciado esa escena ‘debió haber sido cuando le acerque la sortija’
─Lo siguiente fue despertar y verte… gracias, realmente gracias por todo… Bakura ─ le ofreció una sonrisa sincera a su espíritu logrando sonrojarlo un poco, este solo asintió.
─Será mejor que regreses a dormir yadonushi ─ en respuesta Ryou se estremeció, Bakura lo noto pues el chico seguía aferrado a su pecho ─ no tienes de que preocuparte, estoy yo aquí o no? ─ susurro con voz maliciosa en la oreja de su par logrando sonrojarlo.
Así Bakura recostó de nuevo a su par en la cama y se acomodó de costado a su lado permitiendo que Ryou se acurrucara cerca de su pecho para volver a dormir
Esa noche Ryou volvió a soñar, pero esta vez no fue una pesadilla, fue el resto del primer sueño, que por pena no se atrevió a contar a Bakura.
El espíritu le tendió la mano a su hikari para ponerlo de pie, en ese momento todas las personas a su alrededor desaparecieron y aun en medio de toda esa negrura Ryou se sintió a gusto pues su yami le había jalado hasta envolverlo entre sus brazos ─ no estás solo, yo estoy contigo no lo olvides Ya.do.nu.shi ─musito enfatizando la última palabra.
Ryou sonrió alzándose en puntillas para depositar un suave beso en la mejilla de su par ─si, no estoy solo pues te tengo a ti Bakura… gracias.
─Fin del Flash Back ─
Luego de terminar de limpiar la casa subí hasta mi habitación y abrí la ventana para airear el lugar, me senté de piernas cruzadas en mi cama y me quite la sortija dejándola en frente mío, escrutándola con la mirada con un único pensamiento en mente ‘Debo ser más fuerte para alcanzar a Bakura sin que él tenga la necesidad de esforzarse’
─Sé que la sortija guarda un enorme poder tal como el resto de los artículos milenarios, en teoría yo debería poder utilizarlo, tal como Malik lo hacía desde hace mucho sin siquiera saber de su yami ─ me cruzo de brazos pensando en alguna forma de poder aprender a usar los poderes de la sortija, creo que si lo logro poder alcanzar a Bakura ─ ¿Quizá lo mejor sería preguntarle a Malik y a Yugi? ─ me cuestiono pero enseguida agito la cabeza descartando la idea, no podré estar tranquilo conmigo mismo si no lo intento al menos.
Así que decidido tome la sortija y la puse de nuevo en mi cuello, coloque ambas manos a los costados tal como había visto a Yugi hacer un par de veces cuando cambiaba con Atem, cerré los ojos y me concentre.
Trate de respirar suavemente, de no hacer ni un sonido y pensar únicamente en mi artículo y en como recordaba la energía de Bakura que emanaba de este.
Me mantuve así unos minutos, pero no ocurría nada y justo cuando iba a rendirme pude sentir levemente aquel efluvio provenir de la sortija, abrí mis ojos emocionados ante tal logro y lo que vi me sorprendió los dijes se agitaban, la sortija flotaba de forma inestable entre mis manos alejada unos centímetros de mi pecho y envuelta en un aura violeta que crecía hasta rodearme a mí también, podía sentirlo, un enorme poder encerrado en tan pequeño objeto, era sorprendente el sentir aquello, sentía que podría hacer cualquier cosa con ella.
Asombrado y orgulloso de mi logro aleje mis manos de la sortija la cual cayo dócil contra mi pecho mientras el aura de antes desaparecía, como si nada hubiera ocurrido.
o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
Desperté a la mañana siguiente con varios sentimientos mezclados en mi interior, seguía feliz por lo que había logrado ayer con mi amada sortija milenaria más sin embargo estaba triste y desilusionado puesto que anoche no soñé con Bakura, realmente le extrañaba. Además estaba emocionado puesto que esta noche la pasaría en casa de Yugi con él y Malik, claramente eso era muchísimo mejor que estar en mi casa solo.
‘Definitivamente, los amigos como ellos son invaluables… Yugi y Malik, son los mejores amigos que pueda tener’ pensé con una sonrisa mientras arreglaba una mochila con el pijama y dejaba sobre la cama ropa para cambiarme en cuanto llegará. Entre al baño a alistarme y salí con mi uniforme debidamente arreglado, tome mi maletín y tome dirección a la escuela
─Buenos días Ryou ─ escuche la voz de Yugi desde la esquina en la que nos separábamos al ir cada quien a su casa, él corría con una sonrisa hacia mí.
─Buen día Yugi ¿Cómo amaneciste? ─ dije cuando me alcanzo mientras avanzábamos lentamente esperando a Malik.
─Muy bien, ¿y tú?
─Muy bien ─ respondí igual.
─Eh, chicos! Buenos días! ─ la voz de Malik venía en nuestra dirección desde la esquina contraria.
─Buen día Malik─ saludamos al unísono en cuanto nos alcanzó.
El día paso con relativa normalidad, pensé en contarle a los chicos lo que paso con la sortija cuando estuviéramos en casa de Yugi por lo me centre en las clases para evitar pensar en eso y que ellos se dieran cuenta.
Durante el descanso afinamos detalles para ir mañana a comprar los disfraces, nos encontraríamos en frente al gran reloj de la plaza central para tomar el autobús que nos llevaría a la tienda a las 10 de la mañana -para dar tiempo a Serenity de llegar-, luego iríamos a almorzar todos juntos en un restaurante cercano.
Fin de Pov’s Ryou
A la hora de la salida todos se despidieron con la recordatoria de la próxima salida, los tres hikaris quedaron de verse en una hora más en la casa del tricolor, viendo esto Tea decidió acompañar a Yugi aprovechando que por primera vez en lo que regresaron a clases veía al chico salir sin Ryou ni Malik, claro el tricolor no se notaba muy cómodo con esto y los antes mencionados lo notaron, Tea pareció no hacerlo o ignorarlo, estaba decidida a conversar con Yugi sobre sus evasivas hacia ella.
─Esto del baile de disfraces tiene emocionada a toda la preparatoria ─ comento caminando al lado de Yugi con ambas manos tras la espalda ─ pienso que será muy divertido ¿no lo crees Yugi? ─ pregunto con una sonrisa.
─Sí, tienes razón Tea ─ respondió con una pequeña sonrisa forzada, últimamente solo Ryou, Malik o Joey lograban sacarle una sonrisa sincera.
─Yugi, hay algo que eh querido preguntarte
─ ¿Si? ¿Qué ocurre? ─ pregunto inocentemente
─Dime, ¿te pasa algo? O ¿Te hice algo?
─No entiendo a qué te refieres
La chica frunció levemente el ceño ─Es solo que, esta últimas semanas, no sé, me da la impresión de que me has estado evitando Yugi, quiero saber ¿hice algo que te molestara o algo así?
No Tea, no pasa nada ─ respondió aparentado seguridad. Ahora fue el turno del tricolor a fruncir el ceño mientras pensaba en una buena excusa e inconscientemente aceleraba un poco el paso, deseaba llegar pronto a su casa y terminar esa conversación ─ es solo… por ahora Ryou y Malik necesitan más de mi compañía y yo la de ellos, estamos pasando por un momento poco agradable y es algo que solo podemos sobrellevar estando juntos.
─Entonces si te pasa algo ─inquirió
Yugi volvió a fruncir el ceño ─ es natural Tea, Ya… Atem se ha ido ─ dijo de manera seca ─ Bakura y Marik también, su ausencia provoca un vacío en nuestras almas.
─Pero si Bakura y Marik no hacían más que causar destrozos y poner al mundo en peligro ─ rebatió
─Tal vez Tea, pero aun así ellos solían ser uno con Ryou y Malik, tal como Atem y yo, además te has puesto a pensar en que antes de que los conociéramos ellos ya llevaban tiempo juntos, toda una historia que no conocemos, eso es algo a tener en cuenta. Un yami no es alguien que pase por tu vida así como así, si se va deja una profunda huella ─murmuro lo ultimo
─Yugi, han pasado semanas desde que regresamos de Egipto y TU no has vuelto a ser el mismo ─ regaño para luego suavizar su tez ─ si necesitas animarte o distraerte saber que Joey, Tristán, Duke y yo estamos aquí para ti ─ sugirió con voz melosa tratando de tomar la mano de Yugi, pero este lo impidió llevando ambas manos a las correas de su mochila.
─No es solo eso Tea ─ objeto en un mal disimulado tono de molestia, ya cansado de esa conversación, dio gracias al cielo y a todos los dioses egipcios cuando diviso su casa. La chica no dijo nada ante su tono de voz
─Gracias por acompañarme Tea ─ despidió apurado con la sonrisa menos falsa que pudo forzar ─ y discúlpame por favor, pero tengo varias cosas que hacer antes de lleguen los chicos.
─Ah bien! Entonces nos vemos mañana Yugi ─ respondió con un tic en la ceja para luego alejarse con dirección a su casa.
Yugi cerró la puerta y pego su espalda contra ella deslizándose y dejándose caer lentamente con un suspiro
─Atem… oh Yami, como te extraño ─ dijo para sí mismo mientras se levantaba para preparar todo para esa tarde/noche que pasaría con sus mejores amigos
Continuará