─Refrescos… listos, películas… listas, bocadillos… listos, la habitación esta lista, solo falta que estén las palomitas, los chicos no deben tardar ─ sonreía un pequeño tricolor en la cocina viendo su reloj de pulsera comprobando el tiempo necesario para que las botanas que estaba preparando estuvieran listas.
─Vaya, todo eso se ve muy bien Yugi ─ comento el abuelo entrando a la cocina.
─ ¿Quieres probarlos abuelito? ─ ofreció el menor acercándole una bandeja con pequeños sándwiches.
─ ¿Se puede? ─ el chico asintió ─ pues muchas gracias ─ sonrió tomando uno de los bocadillos ─ buen provecho… hmmm esta deliciosos hijo, pareces muy emocionado de que tus amigos vengan a la casa hoy ─ comento.
─Bueno… Ryou, Malik y yo nos estamos llevando muy bien a últimas fechas ─ sonrió nerviosamente llevando una mano a su nuca ─ parece que encajamos bien juntos.
─Hummm… y no tendrá nada que ver el hecho de que, no sé, hayan pasado por experiencias similares con aquellos artículos y sus respectivos espíritus? ─ comento suspicaz el anciano ─ y también las palabras de aquel sujeto en Egipto… o de tu relación con el faraón.
─Bueno, supongo que esas experiencias no ayudaron a unirnos más ─ respondió, sabía que no podía ocultarle nada a su abuelo por lo que trato de no hablar de más, afortunadamente fue salvado por la campana ─Ah! Las palomitas están listas ─las saco para vaciarlas en dos bols.
─Yugi te eh notado un tanto extraño desde que regresamos de Egipto.
─ ¿Qué les pasa a todos con eso hoy? Tea me dijo lo mismo de camino a casa. ¡Estoy bien! es normal que extrañe a Atem y que debes en cuando piense en él.
─Estoy de acuerdo, es normal que pienses en él debes en cuando ─ Yugi sonrió ─ pero no que lo hagas todos los días y a cada rato ─ continuo serio.
Yugi abrió la boca para responder, más la volvió a cerrar sin saber que decir, y una vez más parecía tener alguien a quien le caía realmente bien arriba en el cielo -a veces llegaba a pensar que Atem le estaba vigilando y ayudando desde arriba, (cosa que descartaba al recordar su sueño)- puesto que el timbre de la puerta interrumpió el momento ─ Deben ser los chicos ¡Yo abro! ─ se apresuró a llegar a la entrada para recibir a sus amigos, por su parte Solomon solo negó con la cabeza ante el comportamiento de su nieto.
─ ¡Bienvenidos chicos! Adelante ─ recibió con una sonrisa dejando entrar a sus amigos a su casa, Malik miraba el lugar con curiosidad, era la primera vez que iba a la casa de Yugi, Ryou por el contrario se notaba más familiarizado con el lugar.
─ ¡Hola Yugi! Trajimos algunos bocadillos ─ extendió una caja que llevaba con varias porciones de pastel -comprado seguramente en alguna pastelería que hubieran pillado por el camino- mientras Malik hacía lo propio con tres bolsas de papas.
─Excelente, creo que tenemos hasta para una fiesta ─ bromeo guiándolos a ambos a la cocina para sacar más bandejas donde acomodar las cosas.
─Vaya, ¿tu preparaste todo esto? ─ pregunto Ryou con los ojos brillantes.
─Sip ─ sonrió orgulloso ─ espero que les guste ─ en ese instante re-apareció el abuelo.
─Buenas tardes señor Moto ─ los dos invitados inclinaron la cabeza en un cordial y respetuoso saludo con una pequeña sonrisa ─ esperamos no importunar.
─Para nada muchachos ─sonrió el anciano ─ son más que bienvenidos, veo que tienen un día muy entretenido por delante.
Los tres hikaris sonrieron, Ryou le ofreció al abuelo una rebanada de pastel.
─Vamos, subamos todo esto a mi habitación ─ hablo el tricolor tomando los dos bols de palomitas y haciendo lo posible por no dejar caer ninguna.
Ryou hizo lo propio con las porciones del pastel que puso a un lado sobre una bandeja de sándwiches y tomo otra con las bebidas, Malik por su parte otro par de bandeja de bocadillos. Así los tres tomaron rumbo a las escaleras para subir a la habitación del rey de los juegos, el abuelo por su lado regreso a atender la tienda de juegos.
Una vez acomodada toda la comida en una mesita baja que Yugi acomodo en el centro de su habitación se acomodaron en unos grandes cojines-sillas que estaban colocados los tres juntos, cerca de la mesa (N/A: como estos pero un poquito más grandes http://www.diverticompras.com.pe/imagenes/productos/tumbs/silla-inflable-pera-1.jpg) El aire acondicionado ya llevaba algún tiempo encendido por lo que la habitación empezaba a enfriarse así que tomaron unas mantas y se asentaron cómodamente en los afelpados cojines una vez apagadas las luces, corridas las cortinas y conectado el televisor al portátil.
─Bien, ¿cuál vemos primero? ─ pregunto el tricolor enseñando las cuatro películas
─Empecemos con Coraline ─ propuso el albino, Malik solo asintió emocionado.
─Vale ─ coloco el CD en la portátil y dio play a la peli.
Y así pasaron toda la tarde entre películas, bocadillos, risas y demás los tres hikaris se divirtieron mucho. Entre cada peli paraban unos minutos -como media hora- conversaban sobre la que acababan de ver mientras escuchaban música. La siguiente película fue el corto de Sleepy Hollow donde Ryou y Yugi cantaron la canción del jinete sin cabeza jugando a asustar a Malik quien se sobresaltaba y reía ante las ocurrencias de sus mejores amigos.
Antes de seguir tanto Malik como Ryou decidieron sacarse una pequeña espina de su corazón y preguntar lo evidente.
─ ¿Nee Yugi, paso algo con Tea de camino aquí? ─ pregunto el peli cenizo. Ryou que estaba recostado boca abajo en el mueble fijo su vista en el interrogado.
─Bueno, como era obvio me pregunto el por qué últimamente nos habíamos ‘distanciado’ tanto ─marco las comillas con sus dedos ─ me insistió en que no eh sido el mismo desde que volvimos de Egipto ─ rodo los ojos recordando también lo dicho por su abuelo.
─ ¿Qué le dijiste? ─ pregunto esta vez el albino.
Yugi se encogió de hombros ─ la verdad. Que me siento mejor en su compañía ─ los otros dos hikaris sonrieron conmovidos ante lo dicho por su amiguito ─ a fin de cuentas no es como si me hubiera alejado de ellos, sigo pasando tiempo con Joey y los demás y ninguno de ellos se ha quejado de eso aparte de ella.
Ryou noto algo en el semblante de Yugi ─ ¿paso algo más?
El tricolor suspiro ─ me ofreció, de que si necesitaba animarme ella y los chicos estarían ahí para mí, remarcando el ‘ella’ algo melosa para mí gusto ─ expreso con cierta molestia cruzándose de brazos ─ y luego trato de tomarme de la mano ─ conto al fin, Malik y Ryou abrieron los ojos sorprendidos.
─ ¿Y tú…? ─ Malik dejo abierta su pregunta.
─Claro que no, aparte mi mano sosteniendo mi mochila con ambas para evitar que ella hiciera algo más, afortunadamente ya habíamos llegado a casa, así que la despedí rápido diciendo que tenía muchas cosas que hacer y hasta ahí ─ explico el chico.
Malik y Ryou colocaron una mano en los hombros de Yugi brindándole unas sonrisas tranquilizadoras ─Estamos contigo Yugi.
El aludido respondió con una sonrisa sincera propia ─Lo sé y lo aprecio mucho chicos. Gracias.
Ryou sonrió aún más rodeando con sus brazos la cintura de Yugi en un cariñoso abrazo colocando su mejilla contra la del menor para luego frotarlas mimosamente logrando una risita por parte de su amigo y que Malik se uniera al emotivo momento uniendo también su mejilla contra la libre del menor logrando un leve sonrojo en los tres chicos.
Y después de tan emotiva escena siguieron con la maratón de películas Finalmente pasada de la media noche terminaron con la saga de brujillizas.
Sin tener muchas ganas de irse a dormir y con toda la energía de unos chicos en plena adolescencia decidieron buscar en la computadora algún otro film que ver, descubrieron una película reciente ‘Las hermanas Vampiro’ decidieron verla luego de bajar a la cocina a preparar otro bol de palomitas y traer más bebidas.
Decidieron dormirse casi a las dos de la mañana, bajaron los trastos y los pusieron a lavar, se cambiaron la ropa por la pijama y así como la vez anterior levantaron el armazón de la cama contra la pared y acomodaron tres colchones en el suelo de la misma forma que en casa del albino, en esta ocasión fue Malik el que se recostó a la cabeza en el lecho horizontal mientras Yugi y Ryou de frente en los verticales, apagaron las luces, el televisor y la computadora corriendo las cortinas para dejar entrar la suave luz lunar por la ventana. Se desearon las buenas noches y se durmieron.
… …. … …. … ….
Casi una hora más tarde Malik se despertó de apoco inquieto por unos pequeños ruidos que escuchaba en el fondo de su leve inconsciencia, se froto los ojos para espabilarse mientras iba reconociendo lo que oía: eran quejidos, unos débiles quejidos en dos voces que conocía a la perfección, se levantó un poco para fijar su vista en sus dos amigos que dormían a su lado. Ryou y Yugi se revolvían de forma insistente en sus lugares con las sabanas ya enredadas en sus cuerpos, sus manos se empuñaban y aflojaban de manera constante, bajo los parpados se notaba el constante movimientos de sus ojos los cuales apretaban de vez en cuando, también tensionaban la mandíbula enseñando un poco los dientes cuando soltaban algún quejido.
A pesar de esto Malik noto que parecían no estar sufriendo ningún dolor, al menos algo físico, parecía más que se quejaban de desesperación e incluso frustración. El egipcio empezó a preocuparse cuando noto que los movimientos de sus amigos empezaban a ser más violentos y ellos empezaban a hablar entre quejidos, se acercó más a ellos para entender lo que decían.
─Hmmmmm (quejido) no… no te… va… re-gre-sa ─ hablaba el albino de forma entrecortada por los ahogados gemidos que soltaba apretando los puños como si quisiera aferrarse a algo.
─Noooooo ─ susurro el tricolor ─te ex…. Hmmmmm… que frio y el vacío… Ya-yam- hmmmmmm ─ el chico temblaba notablemente como si estuviera pasando por una terrible hipotermia y con sus manos retorcía las sabanas.
─ ¿Yugi… Ryou? ─ Bueno, ahora sí que estaba preocupado, pronto noto un detalle en particular, los artículos milenarios que reposaban en la almohada al lado de la cabeza de su respectivo dueño emitían un leve brillo desde el ojo de Horus, los dijes de la sortija temblaban también aunque Malik no logro diferenciar si era por los movimientos de Ryou.
Decidido a terminar con lo que fuera que estuviera pasando el egipcio tomo cartas en el asunto -xD- y colocando una mano en cada uno de sus amigos los sacudió de manera suave pero firme intentado despertarlos.
─Vamos chicos, no me asusten así. Despierten ya par de dormilones ─ ninguno daba señales de despertar por lo que Malik dio unas leves palmadas en sus rostros antes de volver a sacudirlos más enérgicamente─ Enserio Ryou, Yugi arriba, ahora!
No quería gritar para no alarmar al abuelo Motou pero no le gustaba para nada los quejidos de los chicos que se iban haciendo más notorios y constantes a medida que pasaba el tiempo, de igual manera murmuraban palabras con mayor frecuencia y más entendibles entre las cuales resaltaron el nombre de su respectivo yami, Malik decidió entonces tomar las cadenas de la sortija y el rompecabezas y colgarlas en sus dueños lo que pareció calmar momentáneamente a los chicos puesto que hubo un pequeño silencio que el moreno aprovecho para despertar de una vez a sus amigos, se paró en dirección al baño que conectaba a la habitación y se humedeció las manos para luego regresar a sentarse en su lecho y pasarlas por los rostros de los otros dos llamándolos dos veces de manera firme logrando esta vez que ellos empezarán a espabilarse.
Ryou y Yugi se sentaron de golpe al oír a Malik llamarlos por tercera vez. Ambos con la respiración agitada y las pupilas realmente dilatadas se voltearon hacia su amigo, Malik pensó por unos segundos haber visto el ojo de Horus brillar en sus frentes.
─Gracias a Ra que al fin despiertan, juro que ya me estaba asustando.
─Ma-ma-Malik ─ en perfecta sincronía ambos chicos se lanzaron hacia su amigo ocultando sus rostros en el cuello y torso del moreno. Yugi rodeo su cintura acurrucándose en su pecho mientras Ryou le pasaba ambos brazos tras la nuca escondiéndose en el hueco entre su hombro y cuello. Malik, sorprendido, solo atino a poner una mano en cada espalda brindando un inexperto consuelo.
─Ya, ya, ya. Tranquilos ─ murmuro dulcemente mientras se mecía adelante y atrás tratando de calmar a sus amigos tal como recordaba que su hermana le hacía cuando era pequeño y tenía pesadillas o no podía dormir.
Pasaron así alrededor de unos cinco minutos, hasta que Yugi se separó de Malik frotando sus ojos con su brazo, el pequeño tricolor no había llorado pero las lágrimas se acumulaban en sus joyas amatistas.
─Gomen* Malik, perdona si te hemos asustado ─ se disculpó en un hilo de voz para luego aclararse la garganta.
─Bah, no es problema ─ aclaro con una sonrisa moviendo una mano entre los mechones de Yugi ─ pero parece que Ryou no se ha despertado por completo ─ comento llevando ambas manos para abrazar a su amigo que aun temblaba levemente contra sí.
─ ¿Ryou? ─ llamo el menor sin obtener respuesta ─ ¿Estás bien amigo? ¿Qué ocurre? ─ de nuevo solo silencio ─ Tranquilo, estamos contigo, no estas solo ─ la única respuesta que Yugi obtuvo fue un sollozo ahogado en el cuello de Malik.
Yugi pensó un poco en algo para calmar a su amigo, hasta que a su mente llego una canción que creyó podría servir.
Tanto imaginé, tanto lo soñé
Ahora lo viví yendo junto a ti
Yugi empezó a cantar con un suave y armonioso tono que intentaba tranquilizar a Ryou.
Hoy es de verdad, se hace realidad
Que veranos están hermosos
Viviremos muy dichosos
Brillaremos mucho más que ayer
Pues me enseñaste como creer
El cantante llevo una mano a la espalda de Ryou brindándole suaves mimos, así mismo se movió entre los colchones acercándose más a ellos. El albino soltó su agarre sobre Malik y deslizo su rostro y sus manos hasta dejar una descansando sobre el pecho del mismo, atento a la canción, mientras con la otra se limpiaba las lágrimas que se acumulaban en sus bellos ojos cafés. Malik los mecía a ambos al ritmo de la canción de Yugi
Esto no es fingir, lo quiero ya vivir
que nuestra amistad, dure de verdad
Todo lo que sé, jamás lo olvidaré
Ryou más calmado se separó del tibio cuerpo de Malik dejando expuesto su rostro, sus ojos aun húmedos y cristalinos temblaban, sus mejillas y nariz estaban levemente rojizas, producto quizá de la fuerza con que se limpió el rostro o tal vez la vergüenza tras caer en cuenta de sus acciones.
Que veranos están hermosos
Viviremos muy dichosos
Brillaremos mucho más que ayer
Pues me enseñaste como creer
El dulce cantar del tricolor había surtido el efecto deseado, Ryou ya se hallaba calmado y en sus cinco sentidos.
─Dis-disculpenme por eso chicos ─ suspiro ─ creo que… no tengo mucho control sobre mis emociones.
─Descuida, lo importante es que ya estás bien Ryou ─ hablo el tricolor ─ porque estas bien ¿no?
─Si… eso creo.
─Vaya, menudas pesadillas que estaban teniendo ─ bromeo Malik para distraer el ambiente.
Yugi solo sonrió un poco nostálgico y/o melancólico llevando su mano al rompecabezas ─ si, que sueño.
Ryou en cambio puso un semblante preocupado.
─Ryou… ¿quieres decirnos algo? ─ pregunto comprensivo Yugi sabiendo por lo que su amigo había pasado.
─Es que… es solo… ─ el albino se llevó las manos a la cara en gesto de desesperación para luego pasarlas por sus cabellos intentando darse a entender─ no puedo, verlo así… simplemente me supera, quiero ayudarlo chicos enserio, él… él me necesita y yo… no puedo hacer mucho… creo que nada en realidad ─ Yugi y Malik le escucharon sin decir palabra alguna, dejándolo desahogarse ─ es que le veo y… sus ojos tan opacos y sin vida, algo se quiebra en mi al verlo así… me eh dado cuenta que sus ojos vuelven a la normalidad cuando me ve y… y como la otra vez me dice ‘Espero volver a verte pronto, ore no Yadonushi… mi Ryou’ ─informo algo sonrojado ─sé que está solo, que está vacío y débil, aunque no me lo diga puedo leerlo en sus ojos, en su rostro… lo siento desde lo más profundo mi alma ─ Ryou se detuvo para permitirse sollozar un poco ─ lo siento y… deseo tanto hacer algo, ayudarlo.
Finalmente se calmó un poco dejándose caer suavemente en el regazo de Yugi con un brazo cubriendo sus ojos. En respuesta el menor paseo una mano por los mechones blanco, pensando en la caricia que Yami usaba para calmarlo o adormilarlo.
─Ya verás que lograras ayudarlo Ryou, solo debes ser paciente y tener fe. Bakura sabe que quieres ayudarlo y te está esperando, cuenta contigo.
─ ¿Qué hay de ti Yugi, algo que quieras compartir con la clase ya que estamos? ─ volvió a hablar Malik
─Nada que no pueda esperar hasta mañana, pasan de las tres y todos necesitamos dormir un poco ─ contesto con una pequeña sonrisa.
─Supongo que tienes razón ─ concedió el egipcio
─ ¿Por qué no bajamos a la cocina por un poco de leche tibia? ─ propuso el tricolor.
─Sí, por favor ─ casi suplico el albino en sus piernas.
Luego del pequeño refrigerio los tres hikaris regresaron a dormir, Ryou se acomodó mucho más cerca de Yugi buscando la tibieza del cuerpo de su amigo para dormir. Yugi no le negó tal cosa y le recibió brindándole leves caricias en el blanco y sedoso cabello de su amigo.
Afortunadamente el resto de la noche-madrugada transcurrió sin mayores complicaciones para nuestros tres adorables chicos. A la mañana siguiente se levantaron pasadas las siete de la mañana, entre Yugi y Ryou quienes parecían sentirse mejor, prepararon en desayuno para los cuatro -contando al abuelo- se asearon y cambiaron esperando la hora de salir a encontrarse con sus amigos.
Estando los tres en la habitación ya arreglada, acomodados en la cama. Malik y Yugi sentados contra la pared de piernas cruzadas, Ryou recostado de lado en frente de ellos conversaban tranquilamente oyendo música.
─Entonces intente concentrarme en la energía de mi sortija y fue como si una puerta se hubiera abierto ante mí, pude sentir una enorme cantidad de energía, era sorprende que tan pequeño objeto pudiera ocultar tan potente fuerza ─ contaba el albino vestido con una camiseta blanca bajo su típica chaqueta azul cielo y un jean blanco grisáceo.
─Así que quieres aprender a manejar tu sortija ─ comento el egipcio vestido con una playera negra con chaqueta y pantalón de mezclilla. (N/A: esta va por ti Miraku, su atuendo de rockero-motociclista-lo que sea que tanto te gusta, y te tengo una pequeña sorpresa más abajo xD)
─Me parece bien que se interese tanto en dominar su artículo, creo que tiene razón y podría ayudarle a comunicarse con Bakura─ anoto Yugi vestido con una camiseta estrecha de manga tres cuartos de color morado claro y una pantalón negro, su eterna correa oscura al cuello y manillas negras con baches plateados
─Bueno, eso lo confirme anoche ─ dijo en voz baja.
─Bien, creo que es hora de que nos vayamos yendo ─ informo el menor viendo su celular.
─Sí! ─ respondieron los otros dos con entusiasmo.
Tomaron lo necesario y bajaron a la primera planta para salir.
─Ya nos vamos abuelito, regresare más tarde ─ informo en tricolor desde la puerta de la casa donde estaban los tres amarrándose los tenis
─Que tengan un lindo día chicos ─ deseo el anciano que salía con escoba en mano.
Los tres hikaris se despidieron y pusieron rumbo a la plaza central donde se verían con sus amigos.
o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
Una vez en el lugar de encuentro los tres hikaris se encontraron con Tea ya en el lugar, iba vestida con una minifalda roja con una blusa blanca manga larga y tenis. Al verla acercarse Yugi no tuvo ni la mínima intensión de separarse de Malik y Ryou, a los pocos segundos se acercó Tristán con una bebida en mano vestido con una camiseta gris claro con un chaleco verde y un jean gris con tenis, parece ser que él y Tea habían sido los primeros en llegar. Yugi, Ryou y Malik se sentaron juntos en el borde de la fuente que estaba detrás del reloj a esperar a los demás. Tea miraba a Yugi de forma constante e insistente pero el pequeño se refugiaba con sus amigos mientras aportaba ideas para el disfraz de Malik.
Al poco tiempo llego Duke, vestido con un pantalón negro y una camiseta roja manga larga arremangada hasta los codos. Saludo a los chicos, y una vez más Joey era el último en llegar.
A las 10:10 de la mañana la pareja de hermanos llego al lugar. Serenity traía un vestido corto de color amarillo a manga tres cuartos junto a un leggins blanco y sandalias amarillas. Su hermano traía una playera de manga larga gris con detalles blancos y pantalón blanco.
─Buenos días a todos ─ saludaron el rubio y la castaña menor.
─Buenos días hermosa Serenity ─ saludaron a coro Duke y Tristán tomando cada uno, una mano de la chica quien le saludo tiernamente pero son separados por el celoso y sobreprotector Joey causando la risa de los demás y que Serenity fuera a saludar a Tea dejando a sus dos ‘pretendientes’ con cascadas en los ojos tras ser ignorados y provocando las risas de los demás.
Ya todos juntos caminaron una cuadra hacia la estación del tren bala que los llevaría hasta la tienda ‘Dark Moon’ Yugi, Ryou, Malik y Joey se sentaron juntos en los asientos del fondo, Tea y Serenity juntas al igual que Duke y Tristán.
Quince minutos más tarde llegaron a la estación en que debían bajar y dos cuadras más adelante llegaron a la mencionada tienda, el lugar en cuestión era curioso cuando menos, el nombre en grandes letras negras se hallaba sobre la puerta automática de vidrio junto a una plateada luna creciente, por fuera las paredes estaban en diferentes tonos grises con detalles en colores vivos como rojo, fucsia, verde brillante, amarillo y demás.
Entraron al lugar que por dentro estaba pintado de plateado, pisos de mármol pulido al igual que el mostrador al fondo, del lado derecho habían muchos disfraces colgados y exhibidos al igual que los maniquíes que se mostraban en los ventanales, la mayoría eran personajes de duelo de monstruos pero igualmente había otros disfraces tradicionales como el de Drácula, Frankenstein, Momia, Batman, Spiderman y demás, del lado izquierdo había dulces, canastas de calabazas, tarjetas con motivo de Halloween, seguramente para fiestas temáticas, también había material para bromas y accesorios para disfraces como calaveras, diademas con flechas que pareciera atravesar la cabeza, lámparas con forma de fantasmas y figurillas con diseño de monstruos y una sección de películas de terror y de Halloween.
Pronto una chica de entre 16-17 años se acercó sonriente a atender a los recién llegados, la joven en cuestión tenía el largo cabello suelto y lizo de un extravagante color aqua-marino al igual que sus grandes y brillantes ojos, en su pelo resaltaban algunos mechones color caramelo que resaltaban el suave tono bronceado de su piel.
─Buenos días, mi nombre es Miraku. ¿En que puedo ayudarles? ─saludo con el típico libreto de recepción hasta que noto la presencia de un conocido ─ Oh Duke! Que de tiempo, ¿cómo has estado?
─Guapo como siempre. Ya lo sabes ─ le brindo un guiño haciendo sonreír a la dependienta ─ ¿Cómo estás? ¿No esta Saku?
─Nop, hoy le toca descanso, suertuda ella ─ susurro lo último ─ Y eh estado bien, ¿no me presentas a tus amigos?
─Claro ─ se hizo a un lado señalando a cada uno mientras los presentaba ─ chicos, ella es Miraku, nos conocemos desde niños puesto que nuestras familias se conocían desde hace mucho, su familia es dueña de esta tienda temática y nuestros negocios se relacionan bastante dado que ‘Dark Moon’ es muy popular
─ ¿Tienda temática? ─ pregunto el egipcio ladeando la cabeza, ocasionando que la peli-azul ahogara un ‘awwww *-* ’.
─ ‘Dark Moon’ es una tienda temática que cambia de mercancía y algo en la apariencia exterior según la temporada y las celebraciones que se vayan dando, por ejemplo en San Valentin vendemos chocolates, dulces, tarjetas para parejas y amigos, decoraciones y demás, en Navidad vendemos árboles, disfraces, galletas y adornos navideños, buñuelos y natillas y cosas así ─ explica la oji-azul.
─Básicamente se amoldan a la temporada ─ resumió el albino con una amable sonrisa provocando en la chica la misma reacción de antes.
─Exactamente. Bien, ahora cuéntenme ¿para que soy buena?
─Bueno, ¿recuerdas mi llamada de inicio de semana? ─ tanteo el pelinegro.
─Ah claro, se me olvidaba ─ se dio un pequeño coscorrón sacando la lengua por su descuido ─ síganme por favor, les guio hasta la parte derecha de la tienda hasta una lugar donde había material ya apartado para mostrarles gran variedad de disfraces, primero saco uno de ‘Strike Ninja’ que era la elección de Duke y también uno del ‘ciber comandante’ que era para Tristán, mientras le echaban un ojo a sus respectivos trajes se dirigio a Serenity mostrándole un par de opciones como ‘La Valiente Johan’ y la ‘Bruja del Bosque Negro’ pero la chica escogió a ‘La Diosa del Tercer Ojo’ luego con algo de reserva le mostro a Tea un disfraz del ‘Mago de la fe’, por alguna razón la castaña mayor no le daba mucha confianza, aun así guio a los cuatro chicos a los vestidores para que se fueran cambiando. Mientras el resto buscaba un disfraz para Malik
─Que tal este del ‘guardia celta’ ─ propuso Miraku quien había regresado tras dejar a un compañero a la espera de los que estaban en los probadores mostrándole el disfraz.
─Mmmm… no lo sé ─ dudo el egipcio.
─¿Qué tal el de Lava Golem? ─ bromeo Joey cuando ojeando entre los disfraces en venta lo encontró.
Malik rio ─ no gracias ─ rechazo entre risas mirando otros disfraces cuando encontró un de ‘Makyura’ lo ojeo con curiosidad, quizás sopesando la idea de elegirlo.
─Nee Malik ─ llamó Ryou ─ ¿Qué te parece este? ─ continúo Yugi, mientras ambos le mostraban un disfraz del ‘Demonio Legendario’ a Malik le brillaron los ojos.
─Perfecto ─ susurro el egipcio acercándose a sus mejores amigos para detallar más el traje, incluso traía las alas negras. Malik tomo el disfraz examinándolo cuando Miraku los llamo para mostrarles a sus amigos sus respectivos disfraces.
Joey enseñaba emocionado su traje del ‘espadachín de llamas’. Yugi y Ryou miraban emocionados y sonrientes sus respectivos disfraces, los ojos le brillaban a los tres hikaris.
Pronto salió el resto de la pandilla de los vestidores exhibiendo sus disfraces.
Duke iba vestido enteramente de negro, la máscara negra con detalles en dorado dejaba a la vista sus bellos ojos verdes y su cabello aun recogido en su eterna coleta, llevaba una larga bufanda roja que dejaba caer ambos extremos hasta la cadera del chico a juego con el cinturón rojo donde resaltaban unas réplicas de dagas y el resto de los detalles eran bastante precisos, para terminar zapatos elegantes de color negro.
Serenity por su parte salió con largo vestido verde esmeralda bajo una capa corta a tono verde olivo con cuello marrón y que se abrochaba en el pecho con una piedra azul, también traía una diadema a tono de su cabello que solo dejaba notar unas especie de alas blancas a los lados de su cabeza, en su frente una calcomanía con forma de ojo completaba el disfraz junto a unas sandalias cafés.
Tea salió con un traje de manga larga roja bajo una larga capa azul ajustada a su cintura con un cordón enrollado de color dorado. En su mano el cetro de luna y en su frente una pequeña calcomanía terminaba su atuendo junto a unas sandalias parecidas a las Serenity.
Tristán salió con el pecho apenas cubierto con una playera café cruzado con una banda amarilla que simulaba ser contenedores de balas y que afianzaba en su espalda una imitación de metralleta, en sus manos también traían una imitación de pistola, un tapabocas metálico a juego con una manilla plateada en su brazo izquierdo y un pantalón azul con diseño de camuflaje y botas cafés.
Los cuatro chicos restantes aplaudieron a sus amigos en señal de aprobación.
─Realmente todos se ven muy bien con esos trajes ─ adulo la dependienta peli-azul, aun con sus reservas respecto a Tea ─ Porque no van a probarse los suyos ─ hablo a los tres hikaris y al rubio con una sonrisa.
Los mencionados siguieron a Miraku hasta los vestidores, Ryou entro en el número uno, Yugi en el dos, seguido de Malik en el tres y Joey en el último, el número cuatro.
Mientras Tea y Serenity conversaban sobre sus vestidos los chicos fanfarroneaban sobre quien se veía mejor en su traje.
A los pocos minutos los otros cuatro chicos fueron saliendo por orden de sus cubículos.
Primero Ryou vestido con un pantalón blanco cubierto con un largo camisón igualmente blanco con un ligero tono azulado de mangas largas y anchas en el pecho traía delineado en gris un corazón, el ala izquierda de plumas blancas contrastaba a la perfección con la derecha negra con apariencia de murciélago, los zapatos elegantes y blancos.
Luego Yugi salió con un pantalón y zapatos elegantes morados y un largo camisón a tono morado-azulado cubierto con una armadura morada de maga larga y el ya conocido sombrero picudo del cual solo se notaban sus mechones rubios, en su mano traía el bastón azul verdoso con la joya verde esmeralda.
Malik salió con un holgado pantalón café que se ajustaba a los tobillos y a la cintura, una camiseta azul de manga larga que se ajustaba a su cuerpo tenía en su muñeca unas especie de púas amarillas que llegaban hasta los codos, sujetos a sus manos unas garras amarillas, llevaba una diadema del color de su cabello dejando notar dos pequeñas alas negras parecidas a las que salían de su espalda, los zapatos amarillos opacos también tenían extensiones que parecidas a las garras en sus manos, pero algo cortas.
Finalmente Joey apareció con un traje azul eléctrico, un largo faldín rojo caía desde su cintura ajustado por un cinturón dorado a juego con unas manillas del mismo color en la parte alta de sus antebrazos, unas largas botas grises y armadura anaranjada al igual que la gran espada que lleva en una mano, el atuendo se completaba con un gran sombrero entre rojo y azul en su cabeza.
Ahora fue el turno de los demás de aplaudir a los chicos puesto que se veían realmente bien en sus respectivos atuendos.
─Vaya! Ese traje del mago oscuro te queda realmente bien Yugi ─ adulo Tea acercándose al menor más de la cuenta.
─Ehhh… Gracias Tea, tú también te ves bien ─ respondió sin muchas ganas apegándose a Ryou y Malik para evadirla.
─Vaya, ese disfraz te queda bastante bien Malik ─ comentaron Yugi y Ryou a su amigo.
─Gracias ─ respondió apenado llevándose una mano a la nuca ─ ustedes también se ven geniales.
─Gracias ─ respondieron a coro.
─Que lindo hermano ─ aplaudía Serenity a Joey quien movía la espada a diestra y siniestra, ósea, haciendo el payaso hasta que fue detenido por Tristán quien le paso un brazo por los hombros para calmarlo antes de que hiciera algún daño en la tienda.
─Bien, ¿a todos les gustan sus disfraces? ─ pregunto Miraku quien aguantaba las risas tras la ‘actuación’ de Joey
─ ¡Sí! ─ respondió toda la pandilla a coro.
Los chicos siguieron a Miraku hasta el mostrador para pagar los disfraces y que se los empacaran.
─Gracias por todo Miraku, nos vemos después ─ se despedía el pelinegro.
─Adiós Miraku ─ se despidieron igualmente los demás.
─Gracias a ustedes por venir aquí, son siempre bienvenidos ─ despidió la chica son una amable sonrisa.
Así todos salieron de la tienda para regresar a sus respectivos hogares.
Continuara