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La cuenta regresiva, la vida sin ellos por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Aquí traigo la primera secuela de “No es un adiós, sino un hasta pronto”
Yugi, Ryou y Malik empezarán una nueva vida, ahora todos juntos en Domino, empezarán las clases, llevaran una vida normal como estudiantes, el único problema con eso es que ellos no son chicos normales, son hikaris y sin sus yamis no está completa su vida. Tendrán que superar muchos sentimientos antes de tomar su decisión. Tendrán que aprender a vivir sin ellos. Será una prueba para sus almas. ¿Serán capaces de superarla?

Ni las canciones que utilice ni Yugi-oh! No me pertenece si fuera así esto lo estrían viendo como capítulos en televisión

Pasarse por mi pagina de face =3  https://www.facebook.com/pages/DanyNeko/786629491430778?ref=hl  

 

Los niños ya tenían sus respectivos trajes puestos y se veían como un par de angelitos. Por su parte Ukyo vestía una camisa verde, más oscura que su cabello y un esmoquin negro con zapatos y corbata gris-plateado, pero esta última estaba suelta.

─ ¡Yugi! ─saltó Ukyo a abrazarlo ─te ves muy bien ototo ─le dijo con una sonrisa.

─ ¿E-e-eso crees? ─preguntó apenado.

─Por supuesto que sí, luces como un precioso angelito mi dulce estrella ─lo abrazó con fuerza.

─Está bien, está bien Uky-nii ─dijo intentando zafarse.

─ ¿Me arias un favor Yuu? ─dijo soltándolo apenas.

─Claro ¿qué es? ─Ukyo señaló su corbata ─no hay problema ─con gran facilidad y una sonrisa Yugi le amarró y acomodó la corbata al peliverde, provocando que se le acercara mucho.

Los gemelos los vieron cruzándose de brazos, imitando la molesta postura de Yami ─ ¡Tío Yugi! ─lo llamarón ambos.

─Pero miren nada más, que lindos están los dos ─le dijo acercándose a ambos, dándoles un beso en la frente.

─Es verdad casi lo olvido ─murmuró Ryou de pronto y se acercó a Bakura para ponerle la corbata luego de acomodarse la propia, Malik hizo lo mismo con Marik. Los yamis se dejaron hacer sonrojándose levemente.

Shouta resaltó que Yami también tenía la corbata deshecha y algo sonrojado Yugi se encargó de hacérsela.

─Si todos están listos pues vayamos saliendo ─dijo el peliverde.

─Sí ─aceptaron los hikaris.

Keita le tendió los brazos a Yugi, lo mismo que Shouta con Yami.

─ ¿Qué les pasa a ustedes? ─pregunto Yugi viendo el gesto algo molesto de los gemelos.

─Mamá y tía Kurumi nos dejaron al cuidado de Ukyo-san cuando nos dormimos ─se quejó Keita. Yami notó que a Ukyo no lo llamaron tío.

─Sí, es cierto ─apoyó Shouta.

─ ¿Y a dónde se fueron? ─preguntó Yugi.

─Creo que fueron a arreglarse el pelo y esas cosas ─respondió Ukyo mientras todos salían de su habitación ─nos deben estar esperando abajo con mi padrino.

─ ¿Me vas a decir a dónde vamos? ─pidió cerrando la puerta de su habitación.

─Nop ─respondió con sencillez.

Yugi torció el gesto ─Por favoooooor ─pidió haciendo un puchero.

─Por más adorable que pongas esa carita no te lo diré ─le dio un suave toque en la nariz con el índice, Yami, molesto, se puso al lado de Yugi enseguida.

─Mmmm ─pensó un poco más en cómo convencerlo ─por favor Uky nii-chan, dime ─arqueó las cejas viéndolo con grandes ojos de cachorro, parpadeando varias veces.

Ante esa expresión Ukyo se echó un poco para atrás, Yugi era demasiado adorable, se mordió el labio inferior y cuando estuvo a punto de decir algo fue interrumpido.

─Chicos, que bueno que bajan, vengan por acá ─irrumpió Tsubasa, quien los esperaba en el hall del hotel con Akari y Kurumi. El próximo a contraer nupcias estaba vestido con una camisa blanco opaco, tirando a grisáceo, su traje era azul oscuro con corbata gris oscuro igual que sus zapatos.

Por parte de las chicas, Akari llevaba su siempre lizo cabello magenta peinado finamente en preciosos caireles que redujeron su largo de las caderas hasta la cintura de la mujer, estaba adornado con una delicada diadema de delgado acero que enmarcaba imitaciones de esmeraldas. Por el contrario el cabello azul de Kurumi estaba brillante y sumamente lizo, recogido apenas en una media coleta hacia la izquierda, adornado con un broche en forma de estrella de escarcha plateada a juego con sus zapatos de mediano tacón del mismo color plata.

─Salvado por los pelos ─murmuró el peliverde, Yugi lo miró mal y este se apresuró a subir a la camioneta.

Por suerte para Yami a Ukyo le tocó subir de copiloto con Akari mientras que atrás todos iban igual.

Luego de unos 10 minutos de trayecto todos llegaron a amplio parque que estaba lleno de árboles bellamente ordenados, había mucha variedad de árboles y todos ellos recién empezaban a cubrir sus ramas con hojas brillantes a la luz del sol y pequeños brotes.

─Sí que es un lindo lugar ─comentó Kurumi mientas todos iban a sentarse en una bancas blancas del lugar.

─Increíble, recién inicia la primavera pero estos árboles parecieran ya listos para florecer ─comentó Ryou.

─Es porque, de hecho, florecen hoy ─reveló Yugi de la nada, mirando atentamente aun árbol en particular, sus hojas eran rosa y el tronco era muy ancho y algo más largo que los demás, era el más llamativo del lugar.

─ ¿Cómo? ─preguntó Malik.

─Yugi tiene razón. Esta es una variedad especial de árboles que florecen en los primeros días de primavera ─respondió Ukyo.

─ ¿Habías venido antes Yugi? ─le preguntó el albino menor.

Yugi asintió ─a decir verdad, solíamos venir cada primavera a ver el florecimiento en este mismo parque ─relató Ukyo –A Yugi y a Kurumi les encantaba ver floreces a los arboles de cerezo ─exactamente el mismo árbol que Yugi miraba con una nostálgica sonrisa.

Yugi se acercó más a aquel árbol, Yami lo miraba atento, atrás Tsubasa, que apenas venia de la camioneta le pasó disimuladamente algo a Ukyo mientras dejaba lo que parecía ser el estuche de algún instrumento musical recostado contra una de las bancas, Akari pareció reconocerlo.

Yugi puso su palma en el tronco de aquel árbol, sus ojos se humedecieron.

─ ¿Aibou? ─le preguntó preocupado Yami, Ryou y Malik también lo miraban de la misma forma aun sin separarse del abrazo de su respectiva pareja.

─A mamá… ─murmuró ─a mi mamá le encantaban estos árboles ─apretó el puño sobre la madera.

─Oh Yugi ─antes de que Yami pudiera al menos abrazarlo por los hombros Ukyo se acercó con una cajita negra en manos.

─ ¿Sabes? Pensé que dirías algo de eso ─el peliverde le dio una pequeña sonrisa ─se supone que debíamos darte esto cuando tuvieras los 18 pero me parece que es un buen momento ─alzó la cajita a la altura de su pecho y la abrió revelando su contenido. A Yugi casi se le escapan una par de lágrimas.

(N/A: ¡Comerciales! … okno .-. xDDDDD)

─Imposible ─murmuró llevándose ambas manos a la boca ─ ¿acaso eso es…?

Ukyo asintió sacando lo que había dentro para que todos lo vieran, era un precioso dije con forma de nota musical hecha con un joya morada, bordeada en reluciente plata con una corta cadena del mismo material. Los ojos de Yami se abrieron como platos con incredulidad (N/A: Hay que tenerle consideración a Yami, en su época lo más común para cortejar a alguien de buena posición eran las joyas preciosas o extrañas… seguramente pensó que Ukyo le iba a pedir matrimonio a Yugi xD)

Ryou y Malik se acercaron a Yugi de inmediato, mientras Bakura y Marik veían con burla a Yami.

─Increíble, es una amatista genuina ─observó Ryou ─es la nota ‘sol’ que hermoso.

─Wow ─murmuró Malik ─Vaya obsequio.

─No es un regalo ─corrigió Ukyo ─eso le pertenece a Yugi.

─ ¿Cómo? ─preguntó Kurumi aun impresionada con tal joya.

─Este era el collar favorito de mi madre ─dijo Yugi ─era su tesoro más preciado pues mi padre se la obsequio cuando se le declaró ─relató, Yami suspiro de alivio ─ ¿Por qué la tenías tú?

─Poco antes de aquel accidente ─empezó Tsubasa ─tu madre me había dicho que deseaba entregártelo cuando cumplieras los 18 años y que en caso de que no pudiera ser ella quien te lo entregara pensó en que fuera Akari pero le pareció que Ukyo y tu tenían una relación mucho más estrecha por la poca diferencia de edad, por eso yo lo guardé ─explicó ─hay que decir que tu señora madre no tenía mucha confianza en su cuñada Naomi ─dijo con una sonrisa.

Yugi le dio la espalda a Ukyo para permitir que este se lo pusiera alrededor del cuello, aprovechando que no traía la correa oscura que usualmente llevaba.

─Significa mucho para mí, gracias.

─Te queda perfecto Yugi ─Ukyo se inclinó a limpiarle las lagrimillas que se le acumulaban en las esquinas de sus ojos ─esos preciosos ojos no deben soltar lágrimas ─le dijo al oído sonrojándolo… No hace falta decir que Yami estaba rebasando su límite de paciencia al ver la cercanía del peliverde con su novio.

Cuando Ukyo fue a por el estuche que su padrino había dejado Yugi, aún bastante sentimental, fue a refugiarse en el pecho de su pareja para tranquilizar su emotividad, suspiró hondo llenándose los pulmones del exquisito aroma a vino de su pareja.

─Yami ─murmuró acurrucándose en su abrazo.

─Estoy seguro de que tu madre está feliz, allá donde esté, pequeño ─le murmuró.

─Gracias Yami ─le dio una preciosa sonrisa separándose de él apenas un par de centímetros, sólo para verle a la cara.

El tricolor mayor paseó un par de dedos de su mano derecha por la joya ─queda muy bien con tus ojos koi, aunque no es tan bonita como ellos ─ Yugi se sonrojó ante semejante cumplido.

En este punto Kurumi estaba más al pendiente de los gemelos que estaban correteando por el lugar, como años atrás lo hicieran ella, Yugi y Ukyo.

─Hablando de cortejo ─murmuró con burla Bakura.

─Ya te digo, parece que están dejando al faraoncete en burla jajaja ─concordó Marik.

─Tengo algo más para ti, Yugi ─regresó con un estuche en la espalda y otro en manos ─no sé si recuerdes esto ─le ofreció el estuche que tenía en manos.

─ ¿Una guitarra? ─preguntó Ryou, Yugi abrió el estuche sacando una guitarra acústica de color azul oscuro con rebordes negros (N/A: Así es la mía *w*)

─Así que tú te quedaste con ella ─murmuró.

─Así es, aunque no la eh sacado de su funda desde que la tengo conmigo.

─ ¿También es tuya? ─preguntó Malik.

─Sí ─respondió el tricolor. Ukyo abrió también la funda que traía a espaldas, de esta sacó una guitarra eléctrica ‘Gibson Les Paul’ de color verde oscuro con bordes y detalles platinados ─me enseñaron a tocarla cuando era niño.

─No sabía que tocabas guitarra, es genial ─dijo el hikari albino.

─Gracias ─respondió avergonzado.

─ ¿Si recuerdas cómo tocarla? ─le desafió con la mirada el peliverde.

─Por supuesto, después de todo me enseñaste tu ─le sonrió con complicidad.

─Yugi toca algo poooooooor fa ─pidió con suplica la peliazul.

─Emmm ─dudó el menor apenado.

─ ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ─apoyaron Ryou y Malik con emoción ─anda Yugi, por favor.

─Vale ─se resignó mirando a Ukyo con unos ojos que decían claramente ‘en la que me has metido’ ─ va también para ti Uky-nii.

─ ¿Yo qué de qué? ─se hizo el desentendido.

─Cobarde como siempre Ukyo ─se burló una nueva voz.

Todos se giraron a ver en dirección de donde provenía la voz viendo a una par de chicos que caminaban hacia ellos, Ukyo al verlos soltó un bufido de cansancio.

Uno de ellos era unos 4 centímetros más alto que Ukyo, su cabello era de color granate, levemente ondulado hasta los hombros cuyo flequillo era surcado por varios mechones tintados de rojo carmín, mientras que sus ojos eran de color borgoña, tenía el mismo tono trigueño de la piel de Ukyo. Vestía una camisa color arena bajo un traje gris.

El otro era un poco más alto y de piel más bronceada, su cabello era de color miel, corto y alborotado, y sus ojos tenían un tono entre verde y amarillo muy claro, portaba una camisa verde pálido con un traje color hueso.

─ ¿Qué diantres hacen ustedes aquí, Jun? ─se quejó Ukyo.

─ ¿Algún problema Ukyo? A Shon y a mí nos invitó el señor Tsubasa ─dijo el colorado con una sonrisa de superioridad cruzándose de brazos.

─ ¡Padrino! ─se quejó el oji-naranja como niño chiquito.

El aludido solo se encogió de hombros.

Los dos recién llegados rieron por lo bajo y fueron a pasarle un brazo por los hombros de Ukyo.

─ ¿Uky-nii? ─preguntó Yugi.

─Eh, tú debes ser Yugi ─habló el colorado, Jun.

─Ah, sí.

─Es un placer conocerte, este tonto aquí nos ha hablado mucho de ti ─señaló el peli-miel, Shon.

─ ¿En serio?

─Aja, que si Yugi esto, que si Yugi lo otro, que es un encanto ─se burló Jun.

─ ¡Cállate! ─riñó Ukyo dándole un coscorrón.

─Ay que sensible ─siguió molestándolo.

─No seas así Uky-nii, son tus amigos ─lo regañó.

─Sabes chico, me agradas ─dijo Jun dándole un guiño.

─ ¿Me harán el favor que les pedí? ─preguntó Tsubasa.

─Por supuesto, si al nene aquí le parece bien ─respondió Shon señalando al peliverde.

─ ¿Qué cosa? ─preguntó arqueando una ceja.

─Quiero que toquen alguna que otra canción en la fiesta.

─ ¿Los tres? ─preguntó Yugi.

Ellos asintieron ─se podría decir que tenemos una banda ─Yugi se mostró sorprendido ─Jun toca la batería y Shon el piano.

─Que genial ─dijeron los hikaris a coro.

─Gracias ─respondieron los otros dos.

Todos se presentaron con los recién llagados, aunque hubo un extraño momento en que los ojo de Jun y Bakura chocaron, justo después de que los ojos borgoña del primero recorrieran la figura de Ryou por, lo que Bakura consideró, demasiado tiempo. Algo similar pasó con Shon y Marik.

En el cielo, el sol estaba a poco de ocultarse, pintando el cielo de tonos anaranjados, rosas y rojos.

─Tío Yugi ¿no ibas a tocar la guitarra? ─pidió Keita pues él y su hermano se habían quedado con las ganas de oírlo.

─ ¿Sabes tocar eso? ─curioseó Jun.

─Sí, y además canta muy hermoso ─respondió primero Ukyo.

─ ¿Ah sí? nos gustaría oírlo ─dijo Shon posando un codo sobre el hombro de Jun.

Yugi torció el gesto, desvió la vista a Yami quien le miró, diciéndole con la mirada que también quería escucharlo cantar, suspiró resignado, jaló a Ukyo de la manga y le susurró algo al oído y fue a sentarse para acomodar la guitarra en su regazo sacando de un bolsillo de la funda una plumilla de color morado, mientras Ukyo se pasaba la correa de la guitarra eléctrica por el hombro tomando también una plumilla negra con un rombo blanco.

(N/A: “bla bla bla”:Yugi canta / “bla bla bla” Ukyo canta / “bla bla bla” Ryou y Yugi canta / “bla bla blaLos tres cantan)

Todo empieza en una primavera 
cuando se besa por vez primera 

Empezó Yugi mirando de reojo a Yami.

cuando nacen flores en los campos 
y se alegra la naturaleza 
después llega el sol del verano 
y mariposas a tocar su mano

Con una sencilla mirada Yugi le pidió a Ryou que le acompañara en la canción pues Malik no conocía la letra.

y la promesa de un amor eterno 
y lo importante que es decir te quiero
 

Ryou le guiñó el ojo a Bakura quien lo veía con una sonrisa, Malik ladeó la cabeza reposándola en el hombro de Marik quien le dio un beso en la sien.

Luego llega el viento del otoño 
que nos marchita poco a poco 
y las hojas van cayendo lento 
como el brillo de tus ojos
 
finalmente llega el invierno 
y un frio inmenso sin querer quererlo 
y se congela esa linda mañana 
que alguna vez calentó nuestras almas
 

y estas son las estaciones del amor 
que se viven en una relación
 
en donde ganan las ganas 
de temerle al desamor 
y se enfrentan la razón y el corazón 

Yugi manejaba a la perfección el instrumento, cambiaba de acordes sin necesidad de verla, igual que Ukyo quien era un poco más exagerado con sus movimientos.

Aún existe ese sentimiento 
que así neguemos llevamos por dentro 
y nunca deja de recordarnos 
todos los buenos momentos 
que hemos construido con el tiempo 
por los que lucharemos con esfuerzo 
por eso hoy te hago esta propuesta 
adiós invierno hola primavera 

y estas son las estaciones del amor 
que se viven en una relación 
en donde ganan las ganas 
de temerle al desamor 
y se enfrentan la razón y el corazón

y estas son las estaciones del amor 
que se viven en una relación 
en donde ganan las ganas 
de temerle al desamor 
y se enfrentan la razón y el corazón

Todos aplaudieron al mini-espectáculo que habían montado los dos.

─Tengo que darle la razón a Ukyo, cantas muy bonito ─aduló Jun ─y tú tampoco te quedas atrás, que voz tan encantadora ─le dijo a Ryou.

El albino menor se sonrojó ante el cumplido.

─Muchas gracias ─dijeron al unísono los dos hikaris.

─Miren allá ─señaló Ukyo arriba ─los arboles están floreciendo.

Al fondo empezaron a sonar violines, mientras los brotes de los arboles empezaban a florecer, algunas hojas caían y bailaban con el viento adorando la estampa. Una pequeña hoja de color rosa cayó en la nariz de Keita, al igual que en la de Yugi, provocando las risas de Shouta y Yami mientras se las retiraban con cariño.

─Valla paisaje más bonito ─murmuró Ryou tomando las manos de su yami para ponerse contra su pecho para que lo rodeara con sus brazos.

─El cambio a la primavera es muy lindo ─dijo Malik abrazado a Marik con un solo brazo mientras que en la otra mano tenía unas cuantas hojas, sus ojos brillaban.

─Tu eres lindo mi ángel ─le murmuró al oído dándole un pequeño mordisco.

Yugi se llevó la mano a la amatista en su cuello ─Mamá ─murmuró con nostalgia.

Yami lo escuchó y le rodeó por la cintura para atraerlo contra su pecho.

─Te amo mi dulce aibou.

─Yo también te amo mi Yami ─respondió.

Unas campanadas resonaron en la ciudad mientras el sol se ocultaba en el horizonte.

─Vale ─palmeó Ukyo ─si no estoy mal creo que va siendo hora de irse, hay que llegar a una boda y tenemos aquí al novio ─dijo, Tsubasa se tensó ─vamos padrino, tiene que llevarse la camioneta, lo veremos allá.

─ ¿Queda muy lejos? ─preguntó Kurumi.

─Que va, la iglesia está a tres cuadras ─respondió Ukyo mientras guardaba su guitarra en la funda igual que Yugi para ponérselas a la espalda. Tsubasa se subió a la camioneta, Akari y Kurumi se fueron con él, los niños prefirieron ir en brazos de Yugi y Yami, Jun se ofreció a cargar la guitarra de Yugi mientras llevaba al niño.

─Tío que bonito colgante ─decía Keita jugueteando con la joya entre sus manitas ─ ¿dijiste que era de tu mami?

─Así es.

─ ¿Cómo se llama tu mami? ─preguntó Shouta en brazos de Yami.

─Se llamaba Keiko ─respondió con una pequeña sonrisa.

─Que bonito nombre ─Yugi le sonrió a los niños.

Ukyo encabezaba la marcha junto a sus amigos, discutiendo al parecer las canciones que podrían tocar, y atrás de los tricolores venían los albinos y los egipcios… inusualmente acaramelados.

Precisamente a las tres cuadras llegaron a la iglesia, esta recordaba a un antiguo castillo, estaba pintado en color crema con detalles en color durazno, a los lados dos pequeñas torres con un crucifijo blanco en la cima de  cada una, estaba bordeada con rejas blancas*

─Wow, que grande ─dijeron los gemelos al unísono.

─Pues sí que es grande ─anotó Malik acercándose a los tricolores.

─Y bonita también ─mencionó Ryou imitándolo.

Había bastante gente afuera y otras más entrando, todos elegantemente vestidos, Kurumi los esperaba en la entrada, Yugi y Ukyo alcanzaron a reconocer la camioneta de Tsubasa.

─Vamos entrando, está a punto de empezar ─informó la peli-azul.

Entraron en el edificio, se veía mucho más grande de dentro, el pasillo central estaba cubierto con una afelpada alfombra de terciopelo rojo, la entrada estaba decorada con floreros altos transparentes con ramos de flores blancas, los bancos eran de madera clara unidos con cintas del mismo tono de la alfombra y decoradas con más flores blancas. El piso era de mármol pulido y la paredes eran blancas y grises, el arco sobre la capilla tenia luces de diferentes colores*.

Avanzaron hasta las primeras bancas y tomaron asiento en el lado de la izquierda, las de la derecha estaban ya ocupadas por, quienes presumió Yugi, sería la familia de la novia.

En la punta cerca del altar se sentó Kurumi, a su lado Yugi seguido de Yami, luego Ryou y Bakura, Malik y Marik. Atrás de Yugi estaba sentado Ukyo con Jun y Shon. Keita estaba en las piernas de Yugi y Shouta estaba con Yami, Kurumi los estaba regañando para que se quedaran quietos cuando empezó a sonar la marcha nupcial. En la entrada apareció Tsubasa que traía a Akari del brazo, los dos avanzaron hasta el altar donde ya estaba el padre, solo entonces la música se hizo más fuerte y la futura novia apareció en la entrada del brazo de un señor de edad, con pelo cano y algo bajo, de seria mirada azul.

Nanami Sanjou tenía un precioso vestido blanco ceñido con cuello y manga de seda con bordados platinados, sus cabellos rubios estaban sueltos y enrulados en las puntas, llevaba una pequeña tiara plateada en el cabello sujetando un largo velo blanco que le llegaba a las caderas, la cola de la falda llegaba al suelo y en las manos llevaba un ramo de rosas blancas.

A medida que la marcha nupcial aumentaba la mujer avanzaba por la alfombra con una deslumbrante sonrisa, a ambos se les notaba en la cara los enamorados que estaban, la música paso a ser ambientación de fondo cuando la pareja quedo frente a frente en el altar, Akari soltó a su padre y fue a sentarse al lado de Ukyo tras Kurumi, por parte del señor le dedicó unas palabras a Tsubasa y fue a sentarse en la primera banca de la derecha al lado de una mujer de cabello rubio algo canoso finamente recogido con un vestido gris.

La misa comenzó, el amor flotaba alrededor de la pareja quienes parecían ni siquiera escuchar el aburridísimo sermón del principio.

─Nos reunimos hoy en el templo de Dios, hermanos y hermanas para unir en sagrado matrimonio a Nanami Sanjou y a Tsubasa Hiragizawa… ─palabrería, palabrería y más palabrería ─Si hay alguien que se oponga a esta unión, que hable ahora o calle para siempre ─muchos de los presentes se giraron a ver la entrada de la iglesia… nada sucedió ─Digan sus votos.

─Esta es la parte mal linda de las bodas ─dijo Ryou en voz baja.

─ ¿Ah sí? ─preguntó Malik.

─Ryou tiene razón, los votos y el ‘acepto’ ─dijo Yugi con las mejillas algo arreboladas igual que el albino menor, ambos pares de ojos brillaban y sus yamis los miraban fijamente.

Akari llamó disimuladamente a los gemelos para darles la almohadilla con los anillos. 

─Tsubasa Hiragizawa ¿Aceptas a Nanami Sanjou como tu esposa? ¿Prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarla y respetarla?

Los niños avanzaron con los anillo hasta al lado de su padrino, Akari estaba tomando fotos.

─Yo Tsubasa Hiragizawa te tomo a ti, Nanami Sanjou como mi esposa, prometo serte fiel en la fortuna y en la desventura, en la salud y en la enfermedad. Amarte y respetarte todos los días de mi vida, juntos hasta fin de nuestras vidas ─respondió tomándole las manos para ponerle un anillo de oro blanco.

Yugi, Ryou y Malik exclamaron un ‘awwww’.

 ─ Nanami Sanjou ¿Aceptas a Tsubasa Hiragizawa como tu esposo? ¿Prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarlo y respetarlo?

 ─Yo Nanami Sanjou te tomo a ti, Tsubasa Hiragizawa como mi esposo, prometo serte fiel en la fortuna y en la desventura, en la salud y en la enfermedad. Amarte y respetarte todos los días de mi vida juntos hasta fin de nuestras vidas ─imitó la mujer con las mejillas levemente coloradas poniéndole el otro anillo.

─Así pues, por el poder conferido a mí por esta iglesia en nombre de Dios, yo los declaro ahora marido y mujer, puedes besar a la novia ─le dijo al peli-azul.

─Te amo ─se dijeron ambos, Tsubasa tomo delicadamente el rostro de su, ahora mujer, para darle un suave beso de amor, sellando así su unión.

Los asistentes de la boda aplaudieron.

─Que hermoso ─mencionó Malik.

─Tienes razón, fue muy lindo ─concordó Ryou llevándose ambas manos a las mejillas.

─Yugi ─le llamó Yami.

─Dime ─le dijo con una sonrisa.

─Te amo ─le dijo al oído dándoles un beso en la mejilla tocando con la punta de sus dedos el rompecabezas del milenio.

─Te amo Yami ─le respondió apenado poniendo sus dedos sobre los de su pareja.

─Que belleza ─dijo de repente Kurumi limpiándose unas lagrimillas que se le escapaban de los ojos.

─Tíos, tíos ─llegaron saltando los gemelos a donde los tricolores ─ ¿Nos han visto? ¿Lo hemos hecho bien? ─dijeron con emoción.

─Sí, lo han hecho muy bien ─les dijo Yugi con una sonrisa acariciándoles el cabello.

─ ¡Y ahora nos vamos a la fiesta! ─dijeron con risitas.

─Es verdad, Ukyo ¿dónde está el salón? ─preguntó Jun.

El peliverde se encogió de hombros ─no me sé el camino pero nos iremos en una limo de todas formas.

─Pues a que esperamos ─dijo Shon con emoción.

Salieron de la iglesia más atrás de los recién casados, en la puerta de la gran estructura las chicas, los gemelos, Yugi y Ukyo se tomaron un par de fotos con la pareja. Tsubasa y Nanami subieron a la camioneta plateada del hombre que ahora tenía un precioso arreglo de flores y cintas blancas en el techo y con pintura blanca en el vidrio de atrás decía “recién casados”.

Todos abordaron una limosina que Tsubasa ya le había señalado a Akari, durante el camino Yami tuvo la suerte de que Ukyo tuvo que sentarse con sus amigos para concordar en las canciones que cantaría, además de que los niños estaban algo encaprichados con el tema de que fueran él y Yugi quienes lo cargaran por lo que su hikari estaba recostado a su lado.

Los tres hikaris dieron también su opinión sobre los temas que los tres chicos podrían interpretar, a petición del peliverde, hasta que finalmente llegaron a un censo, casi justo a tiempo de llegar al salón.

Con tan solo verle desde fuera se notaba que el lugar era grande, el frente estaba pintado de un suave tono gris con molduras y cimientos en azul claro y blanco, una elegante escalinata de unos 10 escalones conducía a la amplia entrada con puertas de madera oscura con ventanillas de vidrios acrílicos. Todos entraron.

Por dentro el lugar parecía aún más grande y estaba bellamente decorado. Los pisos eran de madera pulida y las paredes de color arena, le techo estaba adornado por candelabros elegantes de metal negro y lamparillas blancas a igual que toldos de color blanco perlado. Las numerosas mesas acomodadas en círculo por toda la habitación estaban vestidas por telas rojas y blancas al igual que las mesas redondas, al fondo del gran salón una tarima se alzaba a unos dos metros del piso, tenía un par de micrófonos ya preparados, una batería y un piano eléctrico.

Del lado derecho del salón había un largo mesón con mantel rojo que tenía una gran variedad de dulces, masmelos/esponjas y fresas junto a una gran fuente de chocolate derretido, gomitas de dulces, caramelos de diferentes tonos de rojo y blanco, cupcakes de red velvet y merengue, galletas con forma de corazón, flor o campanas, bombones de chocolate con relleno de cerezas y un pequeño pastel, todo adornado con un par de jarrones en blanco y negro con rosas rojas. En la pared de atrás habían varios espejos.

Del lado izquierdo estaba la mesa donde estaría la comida.  

─Wow ─murmuraron los hikaris observando el lugar, Ryou y Malik iban tomados del brazo de su yami.

─Sí que está lindo el lugar ¿no crees Yugi? ─dijo Ukyo.

─Sí que esta bonito, nee-san ¿Cuál es nuestra mesa?

La peli-magenta los guío a la mesa de la derecha de los novios, se acomodaron todos, los gemelos se acurrucaron juntos en una sola silla y aún quedaban dos sillas vacías.

─ ¿No se supones que los novios deberían haber llegado primero? ─se quejó Kurumi.

─Que va, los recién casado siempre se dan una vueltecita en las calles aledañas antes de llegar al salón ─informó el peliverde.

─ ¿A sí?

Akari le confirmó las palabras de Ukyo.

─Yugi ven ─Ukyo se levantó de su silla dejando la guitarra contra la pared.

─ ¿A dónde? ─le miró arqueando una ceja igual que Yami.

─Quiero tomarme una foto contigo ─Akari sacó una cámara que había traído ─anda ven.

─Está bien ─se levantó de su sitio, entre Yami y los gemelos para seguir al peliverde.

─Jun me haces el favor ─le pasó la cámara al colorado quien fue con ellos.

Yami miró a Ukyo de mala manera mientras ellos se iban hacia la mesa de dulces para las fotos, los gemelos se cruzaron de brazos viendo a su tío yéndose con el oji-naranja ─Mamá ─la llamó Shouta ─queremos tomarnos una foto con tío Yugi y tío Atem ─Yami los moró extrañado.

─Pues vayan ─permitió con una sonrisa para luego mirar a los ojos a Yami pidiendo que los acompañara, el tricolor asintió levantándose con los gemelos.

─Kura ¿te tomas una foto conmigo también? ─pidió en voz baja Ryou haciendo una tierna carita de súplica.

─Ryou ─se quejó de la carita que le hacía, el aludido parpadeó un par de veces para acentuar su petición ─vale, está bien ─se resignó rodando los ojos.

─Gracias ─le dijo feliz dándole un fugaz beso en la mejilla ─Malik ven también, quiero una foto contigo.

─Claro ─se levantó a la par de los albinos, Marik lo siguió sin decir nada.

Yugi se paró al lado de Ukyo frente a la mesa de dulces después de que se fueran unas personas que ya estaban tomando fotos en el lugar, Jun se apartó un poco para tomarles la foto, Ukyo le pasó un brazo a Yugi por la cintura para acercarlo más a sí lo cual hizo hervir la sangre de Yami, encima porque las mejillas de Yugi se colorearon levemente “que no se le ocurra acercársele más ese cabeza de pasto” pensó con gran molestia. (N/A: saludos Miyu =3)

Apenas se tomó la foto los gemelos se acercaron a apartar al peliverde de su tío para pedirle la foto, así que Yugi alzó en brazos a Keita mientras Yami se acercaba a tomar el lugar de Ukyo con Shouta en brazos, los niños se tomaron de la mano por lo que Yami pasó uno de sus brazos por la espalda de Yugi hasta sujetarlo por la cadera, pegándolo a sí mucho más de lo que Ukyo lo hizo mirándolo desafiando, Yugi lo miró reprobativamente antes de sonreír a la cámara, sin embargo esto no importó para nada a Yami, muy por el contrario se enorgullecía de demostrar que ese precioso angelito era su pareja.

Jun tomó la foto viendo divertido la molestia de Ukyo ─quedo muy bien chicos ─opinó el colorado mostrándole la pantalla de la cámara a los tricolores.

─Es que los cuatro se ven muy bien ─opinó Ryou llegando con su yami y los egipcios ─ ¿nos tomas una foto por favor? ─pidió a Yugi.

─Claro ─bajo a Keita de sus brazos para tomar la cámara de manos de Jun.

Primero Ryou jaló a su yami -quien estaba con una expresión resignada y un leve rubor en las mejillas por el entusiasmo de su luz- justó al lado de la fuente de chocolate, enrolló ambos brazos en el izquierdo de su pareja, ladeando la cabeza en el hombro del más alto con una dulce sonrisa enamorada. Marik y Yami miraron burlones a Bakura quien desvió la mirada poniendo su mano libre en su cadera antes de mirar a la cámara para la foto.

Luego de eso soltó a Bakura para pedirle a Malik que se acercara, Yugi tomó un bombón de chocolate mientras, Malik también y Ryou tomó un masmelo con un palillo para ponerlo en la fuente de chocolate.

Yugi les tomó la foto enseñando los dulces y luego otra a Malik y Marik, el yami sujeto a su pareja de la espalda baja mientras este se ladeaba un poco sobre su pecho.

Mientras los novios entraban, Shon se unió a sus amigos para tomarse también una foto enfrente a la pared con espejo y una última foto de los tres hikaris juntos.

Los recién casados se sentaron en la mesa mientras un animador mantenía la música y demás cosas entretenidas. La pareja empezó a pasar de mesa en mesa para las fotos con cada grupo.

─Muy bien, que se acerquen las señoritas solteras ¡es momento de lanzar el ramo! ─decía el animador, un muchacho moreno de unos 25 años.

─ ¿Lanzar el ramo? ─preguntó Malik.

─Es una tradición, la novia se pone de espaldas para lanzar el ramo y la chica que lo atrape, se dice que será la próxima en casarse ─explicó Yugi.

─ ¿enserio? ─inquirió el moreno.

─Claramente no, pero se volvió tradición ─aclaró Ryou con una sonrisa.

─Anda Kurumi ¿no vas a ir? ─preguntó Yugi con una sonrisa divertido.

─Pues…

─Eso anda ─la empujó Akari a pararse con el grupo de chicas ─a ver si tenemos otra boda pronto ─se burló la peli-magenta, Yugi y Ukyo rieron ante la vergüenza de la chica.

La peli-azul miró de reojo a Yugi antes de integrarse al grupo de chicas toda colorada ─ ¿Otra boda? Yo no me imagino la que le vas a montar cuando te diga que tiene novio ─le planteó Yugi con una ceja arqueada.

─ ¿Y qué hay de ti?

Yugi casi se ahogó con la gaseosa que tomaba (N/A: no sé cómo sea en sus países pero aquí, a los que no toman vino/champagne  en las reuniones les dan gaseosa -igual que con la comida- xD y como ya saben: a los hikaris nos les gusta el licor)

─ ¡¿Qué dices?! ─reclamaron Yugi y Ukyo a la vez. Yami los miró molestos, ellos se miraron entre sí, Ukyo apenado y Yugi interrogante, Akari los miraba con gracia. Yugi desvió la mirada.

─Mira hermana ─apareció Kurumi cortando la tensión del momento enseñando el ramo de rosas blancas ─atrapé el ramo ─lo enseñó con las mejillas levemente coloradas de emoción.

─Que lindo, ven te tomo una foto con Nanami ─se levantó con los niños.

─Quiero dulce ─se paró Ryou.

─Me has leído la mente Ryou─le imitó Yugi con una sonrisa.

─No deberías comer tantos dulces Yugi, no te va a caber la cena ─dijo Ukyo.

Yugi hizo un puchero y le sacó la lengua antes de irse con Malik y Ryou.

─Deja ser al chico ─le dijo Jun ─no eres su hermano en verdad ¿sabes? ─lo provocó.

─Calla, fastidioso ─se quejó, eso sí le había tocado un nervio profundo. Se cruzó de brazos, Yami lo miró fijamente, Ukyo le devolvió la mirada, chipas saltaron del choque de ambos pares de ojos desafiantes.

Los tres hikaris regresaron, cada uno con una brocheta con algunos dulces cubiertos de chocolate derretido para compartirlos con sus yamis, en caso de Yugi trajo otro para sus sobrinos.

─Que delicia ─murmuró Ryou comiendo una galleta.

─Eres como un niño pequeño, siempre encantado con los dulces ─dijo Bakura con burla, negando con la cabeza.

Ryou hizo un puchero ─calla y prueba ─le metió a la boca un masmelo cubierto de chocolate.

Bakura le miró de mala manera, lamiendo provocativamente los dos dedos con que Ryou le había dado el dulce antes de que los sacara de su boca, en respuesta Ryou se ruborizó sintiendo como su corazón se aceleraba mucho de un momento a otro.

En ese instante las chicas regresaron a la mesa con los gemelos y Yugi les entregó la brocheta de dulces.

─Ahora les toca a los chicos ─informó Akari divertida.

─ ¿Qué cosa? ─preguntó Malik.

Yugi se sonrojó un poco ─es como la contraparte del “lanzar el ramo” El novio lanza una liga de encaje que la novia lleva en la pierna entre los chicos presentes, igualmente de espaldas ─explicó. Akari rió divertida ─es lo mismo, quien lo atrape "será el proximo en casarse" ─enfatizó las comillas con sus manos.

─ ¿Cuál es la gracia de eso? ─preguntó ahora Marik.

─La cosa esta ─empezó Ryou ─en que primero él debe quitársela del muslo… solo usando la boca ─respondió el hikari albino notablemente apenado.

Marik y Bakura arquearon una ceja con una sonrisa ladina mostrándose interesados en dicha práctica.

La novia se sentó en una silla ─esto no es algo que una hija debería ver ─dijo Kurumi llevándose las manos a los ojos.

─Tampoco los niños ¿sabes? ─dijo Yugi tapándole los ojos a Keita.

─Tienes razón ─apoyo Ukyo haciendo lo mismo con Shouta.

Los dos niños emitieron un adorable e infantil sonido de queja haciendo reír a los presentes.                                

Continuara… xD     

Notas finales:

Canción: Las estaciones del amor, de Bonka.

Jun y Shon : https://www.facebook.com/786629491430778/photos/a.795702997190094.1073741830.786629491430778/805146062912454/?type=3&theater  

Iglesia: http://www.ferrenafe.com/fotos/iglesia-santa-lucia.jpg

Interior de la iglesia: http://static.quien.com/media/2010/10/10/iglesiapasillo_1.jpg

Vestido de Nanami Sanjou: http://asset3.zankyou.com/images/magazine-post-main/bb3/73ac/425//-/mx/wp-content/uploads/2013/10/Vestido-de-novia-2014-Pronovias-con-cuello-cerrado-mangas-largas-con-bordados-de-encaje-silueta-recta-y-cauda-mediana.jpeg

Salón de la boda:
http://grupotorres.com.uy/wp-content/oqey_gallery/galleries/fiesta-de-bodas/galimg/salones-para-bodas-12.jpg

Mesa de dulces:
http://exponovia.mx/wp-content/uploads/postres4.jpg :algo como esto pero más largo y el mantel es rojo y con lo demás que ya describí =3

Cuídense mucho y feliz semana santa! Ja ne!

Aquí estoy porque eh venido
Porque eh venido, aquí estoy
Y si no le gusta mi canto
Como eh venido. Me voy!

Nos leemos


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