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Es a ti a quien amo por Tsunekosawada

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Notas del capitulo:

Bueno aqui esta ell capitulo 16, esperamos les guste.

y muchisimas gracias a 1827FEorever1827, por ayudarme a hacer este capitulo, te lo agradesco.

Tsuna había llegado a la escuela en compañía de Yamamoto y Gokudera quienes se unieron a él en el camino, suspiró cansado al sentir las mirada de ellos sobre él, sabía que estaban preocupados, de camino a la escuela solo hubo silencio, él no habló, y Yamamoto y Gokudera al notarlo dejaron su pelea a medias para mirarlo, extrañamente no le hicieron preguntas, solo lo observaron.

 

-Sawada pase a resolver el problema- dijo el maestro de Matemáticas con voz monótona.

 

El ambiente se tornó hilarante y silencioso, así era ahora el bullying, solo saber que todo mundo esperaba en silencio el error seguro era una porquería, era horrible... Pero a él no le iba a pasar eso, ya no más.

 

Miró el problema, una ecuación.

 

3x + 4 = 16

 

No era un reto para él.

 

3x + 4 = 16

      3x = 16 - 4

      3x = 12

        x = 12 / 3

        x = 4

 

-Listo profesor.

 

Todo mundo quedó tieso, confundido, el profesor se acercó rápido para comprobar el problema dando con que el resultado es correcto, miró al chico que lo miraba fijamente, luego miró a la clase que aún con expresión de desconcierto esperaba su respuesta, suspiró, sabía que su respuesta iba a causar un gran revuelo, ¡Pero qué culpa tenía él! ¡Solo era un maestro! No tenía por qué soportar a mocosos molestos y engreídos.

 

-Está correcto, vuelva a su asiento Sawada- un gran "¡¡EHHHH!! Se escuchó de parte de casi todo el salón.

 

Tsuna volvió a su asiento, sabía que sus amigos le sonreían y levantaban pulgares felicitándolo, también que Kyoko lo miraba sonriente, pero no le importaba, sus pensamientos eran más atractivos por así decirlo. Los amigos de Tsuna se desanimaron un poco al verlo así, ni siquiera los miraba, ¿Qué sucedía? Desde la mañana que su amigo y jefe desprendía un aura pesada de molestia y ¿Dolor? No lo sabían, pero eso sentían, y estaban preocupados por él.

 

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-

 

 

Mientras que Lambo estaba tomando un té con su amiga I-pin es casa de esta, más bien era un departamento.

 

-Gracias I-pin por dejar que me quedara.

-No agradezcas, sabes que si tienes problemas puedes venir, somos hermanos- sonreía.

-Hai- asintió para que su mirada se fuera al suelo con gran expresión de tristeza.

-¿Es Reborn verdad?- eso sorprendió a Lambo.

-¿Qué?

-¿Es por Reborn que estas así verdad?

-¿De qué hablas?- ladeó la mirada.

-Somos hermanos, te conozco Lambo.

 

Lambo suspiró, I-pin tenía razón, eran hermanos y los hermanos se conocen entre ellos.

 

-Sí, es por Reborn.

-¿Al fin le confesaste tus sentimientos?

-No, y ciertamente jamás lo haré- con decisión en su mirada, aunque se notaba el dolor y la melancolía.

-¿Por qué?

-Porque él nunca podría querer a una vaca estúpida como yo- se cubrió la boca para evitar que se escape un sollozo.

-¿Eso te dijo?- enojada.

-Sí.

-Pero dime como pasó todo.

 

Le contó sobre que había salido de su cuarto por agua y escuchó a Reborn y a Tsuna conversar, que aparentemente Reborn lo quería, lo fue a abrazar y este tan cruel como siempre rompió su corazón, pero esta vez fue la peor de todas.

 

-Que cruel.

-Si- se seca una lágrima.

-Lambo ¿Y si te vienes a vivir conmigo?

-¿Eh?

-Sí, si vienes aquí ya no tendrás que ver a Reborn, al menos no tanto. Yo estoy sola y me caería bien tu compañía, este departamento es algo grande y los dos cabríamos bien- finalizó con una sonrisa.

-¿Estás segura? No quiero ser una molestia.

-No lo eres, y ya te lo dije...- se fue a sentar con Lambo tomando su mano, mientras que el ojiverde recargó la sien en el hombro de su mejor amiga casi hermana.

-¡Somos hermanos!- dijeron al unísono para reír y quedarse un momento en ese cómodo silencio.

 

-Gracias I-pin, acepto.

-Bien.

 

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3:00 de la tarde y Tsuna salía de la escuela con sus sombras de Lluvia y Tormenta, estas discutían y él quería algo de tranquilidad para perderse en sus pensamientos, cuando vio a Yamamoto tomar a Gokudera de la cadera y a este cerrar los ojos para no verlo seguramente a los ojos aprovechó para escapar, esos dos eran muy melosos. No le molestaba las muestras de cariño de sus amigos pero le daba celos no poder tener a la persona que quiere y estar de esa manera con él, lo peor de todo es que su "hermano" era quien ahora era el dueño de Hibari, porque sí, Hibari ya no estaba disponible, ahora le pertenecía a Dino, bien por ellos pero que se mantengan alejados de él, no necesita las muestras de cariño de su estúpido "hermano mayor" ¡Ja!

 

Camina a paso tranquilo, no quería ir a casa, no si el idiota de su "hermano" iba a estar ahí, llegó a un parque y se sentó en la banca más alejada y bajo la sombra de un gran roble de por ahí, necesitaba calma, paz, silencio... ¡Pero cómo iba a poder estar tranquilo con tantos gritos de niños! Molesto y con el seño más que fruncido se levantó viendo a muchos niños de primaria en círculo, rodeando algo, eso no le gustó, le hacía recordar a cuando era pequeño y los niños lo empujaban dentro del circulo, le tiraban piedras o cantaban burlándose de él.

 

Se acercó para callarlos hasta que escuchó un pequeño chillido "Nyyuu", algo espantado llegó y vio con dolor como le estaban aventando piedras algo grandes a un pequeño erizo color marrón con púas muy largas y de aspecto filoso en todas direcciones. Empujó a dos de los niños y se acercó hasta ponerse frente al erizo para darse la vuelta mirando a los niños.

 

-Ya fue suficiente, déjenlo en paz- exclamó serio.

-Tú que te metes, estábamos jugando- replicó maleducado uno de los niños de cabello algo largo negro.

-Sí, ¿Qué te importa?- dijo otro parecido pero con el pelo castaño.

-Es un animal indefenso, no está bien que le lancen rocas.

 

-Es un animal feo, y lastima- dijo uno de los niños con baja estatura.

-Ustedes también lo lastiman- se dio la vuelta para recoger al erizo, se arrodilló y de pronto sintió un golpe en la cabeza.

-¡¡Corran!!- todos los niños salieron huyendo y riendo después de que el niño castaño le tirara la piedra a Tsuna en la cabeza. Tsuna por su parte se volteó a ver a los mocosos y con la poca paciencia que tenía hoy agotada tomó la piedra y se la lanzó con fuerza al niño, el cual se calló y se puso a llorar, pero Tsuna solo lo ignoró, por lo que podía escuchar la madre del mocoso feo ese había ido a consolarlo preguntándole que le había pasado.

 

-¿Estás bien?- le preguntó al erizo de ojos negros y espinas color marrón claro con puntas blancas que lo veía entre enfadado y temeroso mientras mantenía su pose de defensa- No tengas miedo, no te voy a lastimar- se acercaba más ofreciéndole su mano para que la oliera- Solo quiero ayudarte.

 

Pero en ese momento Tsuna hiso una mueca de dolor al sentir la mordida y el pinchazo de las púas del erizo, miró al pequeño, tan frágil y temblando, con varias heridas producto de las rocas, sintió los ojos aguarse, era como él... Pero también era como Hibari con esa mirada retadora.

 

-Eres la mezcla de ambos- dijo retirando su mano despacio una vez fue soltada y quitándose el chaleco del uniforme, lo dejó en el suelo y con delicadeza tomó al pequeño que sangraba de una pata y una parte de sus púas, al igual que él solo que de la mano- No temas- como respuesta recibió un par de espinas en la mejilla derecha, sentía su piel perforada, era doloroso y ardía mucho, pero nada que lo matara- Vamos- colocó al erizo sobre su chaleco y lo cobijó, levantándose con él y empezando a caminar en dirección a su casa, ahora no importaba su "hermano", importaba más el erizo.

 

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-Te dije que salir a caminar te iba a hacer bien- le decía I-pin a Lambo que tenía un perro caliente con una refresco mientras que ella un helado.

-Sí.

-¿Are? ¿Ese no es Tsuna-san?- señalándole a Lambo que a la distancia se podía ver al Castaño acercándose.

-Si es ¡¡Tsuna-nii!!- lo llamó.

-¿Eh?- mira a los chicos y camina hacia ellos- Hola chicos.

-Hola, ¿Qué trae ahí Tsuna-san?- preguntó I-pin.

-Un pequeño amigo- dejó ver al pequeño erizo que al ver a otras personas se puso de nuevo en pose de defensa pero cerca del Castaño- Lo encontré en el parque.

-Está herido- comentó Lambo mirado al pequeño con pena.

-Sí, unos niños le estaban lanzando piedras- dijo con enojo al recordar eso- Ahora quiero curarlo.

-Mi casa no está lejos, ¿Vamos?- ofreció la pelinegra empezando a caminar.

-¿No será mucha molestia?

-Hay claro que no, pase usted.

-Después de usted- hizo el ademán de quitarse el sombrero- ¿En serio I-pin?- miró con una gotita a su hermana menor.

-Me gusta "El chavo del 8"- riendo- Bueno vamos, si quiere se puede quedar a dormir Tsuna-san, hasta se puede mudar con Lambo y conmigo si quiere.

-¿Eh?- miró confundido a su hermanita.

-Perdón Tsuna-nii, pero le conté a I-pin lo que nos pasa- bajaba la cabeza.

-Está bien Lambo, a ella si podemos contarle. Pero... ¿Mudarme? ¿Y qué es eso de mudarte tú con I-pin?- esta vez mirando a Lambo.

-Es que ya no quiero seguir viendo a Reborn- cada palabra salía con una frustración impresionante- Siempre le aguanté todos sus abusos, pero me cansé, que me golpeara podía soportarlo, también sus burlas... Pero no así su desprecio. No puedo dejar que siga jugando conmigo y después me diga en la cara que jamás querrá a alguien como yo. No lo acepto Tsuna-nii, necesito alejarme de Reborn, lo más que pueda.

-... Entiendo, yo haría lo mismo- pensando en Hibari y en su "hermano idiota"

-Hazlo, ven conmigo. I-pin nos recibe, no tendríamos que ver a Reborn o a Dino o Hibari, ninguno sabe dónde vive I-pin ¿Verdad?

-Claro- exclamó con una sonrisa- Mi maestro me dijo que la ubicación de esta casa es muy secreta por lo que es muy segura. Tsuna-san, puede venir a mi casa si gusta- dijo I-pin.

 

-Pero...- aunque Tsuna de verdad quisiera estar lejos de Dino y Reborn no quería ser una molestia para I-pin.

-Vamos Tsuna-nii, estar lejos de casa será estar lejos de los problemas y el dolor- dijo lambo.

-Si... supongo que es la mejor opción que tenemos, está bien I-pin, acepto ir a tu casa por una temporada- miro al pequeño erizo que tenía envuelto en su chaleco del uniforme- ¿No será un problema que lo lleve conmigo?

-Claro que no Tsuna-san, pero tendremos que ponerle un nombre si ahora será su mascota- dijo I-pin tratando de tocar al pequeño erizo.

-¡No!- grito Tsuna deteniendo la acción de su amiga- Está herido, y al parecer no le gusta que lo toquen.

-Bueno vamos- dijo Lambo ya frente al departamento de la chica, Tsuna y Lambo observaron hasta el piso 22 de aquel enorme hotel de 4 estrellas, con sigilo siguieron a I-pin que entraba como si nada, estaban nerviosos, el lugar era muy lujoso y se sentían fuera de lugar.

 

Al entrar por la puerta del departamento de I-pin los chicos respiraron algo más aliviados, habían estado muy nerviosos, la recepcionista los había mirado algo despectiva quizá por sus ropas, pero a I-pin no, de camino al ascensor sintieron las miradas de varios sobre su persona ¡Hasta tuvieron que aguantar la del botones del ascensor! ¡¿Pero qué demonios les pasa!?

 

Una vez tranquilos ahora si se pusieron a ver la casa de su hermana, más sorprendidos no podían estar, era sin duda un lujoso Penthouse con vista panorámica a las estrellas y las luces de la ciudad, todo era moderno, los colores combinaban muy bien: paredes verde agua, piso de madera, adornos negros y blancos, muebles color crema y algún que otro toque femenino como floreros delgados de cristal con flores, fotografías y un delantal muy femenino con sus voladitos en la cocina. Suspiraron, su amiga tenía una muy buena casa.

 

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Mientras que en la casa Sawada:

 

-Maldita sea, ¿Dónde se metió Dame-Tsuna?- se preguntaba un molesto Reborn caminando como León enjaulado por la sala mirando el reloj donde ya marcaban las 5:00 y su alumno no daba señales de llegar.

 

Tenía claro lo que debía hacer, ¡Interrogar a Dame-Tsuna! Tenía que sacarle el por qué su actitud, intuía que algo tenía que ver con la misión pero antes de investigar por sus medios lo interrogaría.

 

Si eso debía hacer... si... Pero...

 

¿¡¡Cómo diablos lo iba a hacer si no dejaba de pensar en Lambo!!?

 

El Hitman estaba frustrado porque a pesar de querer interrogar a su Dame-alumno su mente le jugaba en contra recordándole a su vaquita y las palabras hirientes que le dijo. Chistó molesto quitándose la fedora y pasándose la mano por el cabello en señal de frustración.

 

Todavía recordaba su carita llorosa, sus lindos ojos verdes cristalinos, sus labios torcidos en esa mueca de sonrisa, a su orgullo no le gustaba admitirlo, pero a ÉL no le gustaba verlo así, y saber que era por su culpa le hacía apretar la mandíbula de furia.

 

Pero no debía pensar en él en ese momento, sacudió la cabeza con su fedora ya puesta, debía enfocarse en Tsuna y en su cambio de actitud, ya habría tiempo para la vaca estúpida.

 

O eso creía él, porque a menos que hiciera algo al respecto perdería a Lambo para siempre a manos de otro o por propia iniciativa de este. Podría perder la única oportunidad de ser feliz, de tener a alguien que lo ame sinceramente sin pedirle algo a cambio, el tiempo corre y no perdona, él como Hitman lo sabe pero ni sabiéndolo podrá quedar impune, ni el más fuerte- siendo él el Arcobaleno más poderoso- se salva.

 

Solo esperemos para ver qué pasa.

 

O que opinen los lectores, lo que ocurra primero.

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Por otro lado en un departamento no tan lujoso como el de I-pin un Azabache tomaba un refresco sentado en el sofá de su sala, tenía un pantalón algo holgado de algodón color negro y una camiseta manga larga azul marino de cuello en V, en el cuello una toalla y el cabello algo húmedo, hacía poco había salido de bañarse.

 

Hibari se quedó mirando a la nada, perdido en sus pensamientos, pensaba en Tsuna, en su extraño cambio de actitud. El día anterior lo sintió muy frio cuando rechazó el que lo llevara a su casa, y el día de hoy lo vio igual, ya no lo sentía cálido. No se acercó en ningún momento, lo observaba a lo lejos como todo buen Carnívoro estudia a su presa, notó la falta de expresión en su rostro, claro que a veces lo veía fruncir el seño o ¿Triste? Si al parecer era esa la emoción que lo invadía por momentos, podía identificarla porque sus ojos se ponían cristalinos y brillantes.

 

La pregunta era, ¿Por qué su Herbívoro estaba triste o molesto por momentos? ¿Por qué en ningún momento se acercó a hablarle? ¿Qué era lo que le molestaba a su Sawada Tsunayoshi?

 

No sabía pero debía averiguarlo, y pronto.

 

Para tener de vuelta a su Herbívoro sonriente y miedoso.

 

A su Cielo.

Notas finales:

bueno y que tal les parecio el capitulo, a mi me gusto en realidad muchisimo leerlo, esperamos les guste.

 


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