Los protagonistas de esta historia se remontaron a sus recuerdos más queridos y dolosos, aquellos que atesoran en su corazón y a la vez quisieran olvidar, es una noche fría y un oji rubí contempla con serenidad a su muy amado jinete el cual yace tranquilo reposando en una mullida cama mientras disfruta de un sueño profundo, le reconforta sentirse protegido por su querido Kuro-riu, que a su vez ama verle tan sereno y apacible después de aquel trago amargo de hace un par de días donde estuvo a punto de perder a su muy amado hijo, gracias a los eficaces médicos y su oportuna intervención él bebe logro mantenerse en el vientre de Fye, ahora mismo están en el hospital pero solo por mera precaución, se les ha solicitado este el rubio un poco más de tiempo para así afianzar más el producto a su saco gestacional y evitar un susto o salida de emergencia a media noche a causa de algún otro inconveniente, Kurogane se ha mantenido al lado de Fye en todo momento, Yuui y Owen han edificado campos de restricción y varios hechizos de protección para Fye, en lo que este permanezca en el hospital imposibilitando a sus agresores la entrada a dichas instancias.
----Kuro-rin… tengo frio----
Dice un bello rubio que al abrir ese par de zafiros iluminan el corazón de su guardián quien le regala una amplia sonrisa después de tantas horas durmiendo apenas ha abierto sus bellos ojos.
---Ven Kuro-tan, te necesitamos a nuestro lado, queremos que nos des tu calor-----
Le pide enternecedoramente el oji zafiro a su adorado dragón, Kurogane atiende de inmediato a sus peticiones y entra en la cama para refugiar en sus cálidos y fuertes brazos a su amada familia, Fye se acorruca en el pecho de Kurogane y se abraza a su cuello le da un tierno beso en la mejilla mientras disfruta del calor que le brinda su moreno, Kuro lo rodea con sus brazos y deposita un gentil beso en la frente de su amado Fye.
---- ¿ya te sientes mejor?----
Le pregunta con un tono dulce al oído a su jinete el cual solo asiente con la cabeza, Kurogane da un desahogado suspiro y cierra sus ojos, desde que Fye entro en el hospital no había pegado el ojo en todo ese tiempo hasta entonces.
-----Eso me da gusto Fye, por ningún motivo quiero perderlos, los amo.-----
Dice y poco a poco va cayendo víctima del sueño, sin soltar ni un solo segundo a su querido rubio, Fye recarga su cabeza en su pecho y se va arrullando con los latidos tranquilos y constantes de su Hogo-sha, pareciese que en cada palpitar le recitara un te amo y un te quiero constantes, Fye se siente amado y feliz, tan feliz como hacía muchos años no lo era.
El oji zafiro abre despacio sus ojos y mira por la ventada de su habitación, da un hondo suspiro y recuerda momentos de su infancia cuando él era Yuui y su hermano era Fye, cuando estaban sus padres a su lado y cuando conocieron a Ashura.
FLASH BACK
Era un blanco campo resplandeciente gracias a los rayos puros del sol, la nieve cubría todo el lugar, los árboles lucían una encantadora escarcha cual nubes esponjosas descansando en las ramas de los árboles, lagrimando pequeñas perlas cristalinas, tornasol.
A lo lejos se podía escuchar la risa de unos hermosos gemelos que corrían divertidos entre la nieve y los árboles, jugaban bajo la protectora mirada de una bella dama de cabellos platinos y ojos tan azules como el cielo, su mirada era toda dulzura su piel cual reflejo de la nieve blanca y radiante, contemplaba a sus muy amados hijos corretear por el basto bosque, mientras ella descansaba en el asiento delantero de un mullido y confortable trineo, unos canes peludos de orejas puntiagudas tiraban del mismo sujetos a unos arneses que verificaba un hombre de apariencia fornida, un hombre de avanzada edad, con el cabello hasta los hombros rubio dorado sus ojos azul como los de la bella mujer, de manos grandes y fuertes, sujetaba con firmeza a él can alfa de la manada de lobos que estaban sujetos al trineo donde su presea más amada estaba, la bella mujer le extiende las manos para que se acerque a ella, el hombre con semblante amable se aproxima y besa con gran dulzura a su bien amada, los criajos que corrían por la arboleda, regresan a donde sus padres y al ver aquella hermosa escena sonríen Yuui toma de la mano a Fye y sumirán uno al otro.
----Cuando yo sea grande, seré tan fuerte como papá, y tendré una bella pareja como mamá-
Decía Fye/Yuui, sonriendo y contemplando con amor a sus padres, el otro rubio simplemente sonríe y dice, más para sí que para que le escuchase su hermano.
---Cuando yo crezca, deseo tener alguien así de fuerte como papa y me ame solo a mí, estoy seguro que en algún lugar esta esperando por mí, seguro será alguien de ojos tan brillantes como dos brazas ardientes al fuego, y con un color de piel tan hermoso como el bronce.----
Fye/Yuui, le mira algo impresionado, su hermanito tenia bien claro que tipo de persona quería para él, un ser de ojos centellantes y piel tan hermosa como el bronce, sonríe al imaginar qué clase de persona seria esa, y lo único que se le viene a la cabeza es un enorme caballo purasangre de ojos tan intensos como centellas y el color de este tan negro como la noche.
Yuui/Fye, voltea a ver a su hermano el cual se perdió en su imaginación tratando de figurarse en esta a la persona que su hermano quería para sí, el intrépido y travieso Yuui/Fye le lanza una enorme bola de nieve a la cara a su hermanito para que regrese a la realidad, este cae en un montículo de nieve y acto seguido recoge un puño de la blanca nieve y se la lanza a su gemelo, ambos chiquillos corren y juegan alrededor de sus padres, cuando estos les llaman, escuchan la vos de su madre agitada y en un marcado tono de angustia.
Ambos críos regresan a donde su madre, esta los cubre con un manto mágico y les pide no se muevan ni emitan un solo sonido, el par de rubios asienten con la cabeza y esperan bajo aquel manto místico.
---Fye… ¿Qué pasa, porque mamá esta tan asustada?------
---shhhhhhhh…. Yuui, no hagas ruido-----
Le contesta su hermano y señala con el dedo al frente donde se puede ver claramente a su padre que ha desenvainado una espada y sujeta con las dos manos para defender a su familia mientras que la madre de los niños termina de amarrar a todos los lobos a los arnés, mientras que su esposo enfrenta a aquel hombre de negro que los ataca, con grandes hechizos y potentes embistes de su espada, vence al padre de los niños estos se han quedado con sus bellos ojos zafiro contemplando aquel brutal ataque.
L a bella mujer, termina de sujetar a todos los animales y da un par de fuetazos a estos para que salgan corriendo más, el hombre de negro lanza un hechizo a las bestias peludas haciendo que estas se regresen y ataquen a la mujer, los niños no pudieron contener más sus impulsos y salen de debajo de aquel manto para defender a su madre, el hombre siniestro de un solo revés lanza por los cielos a los niños y estos caen impactados a los troncos de los árboles, le bella dama, invoca su poder mágico y lanza grandes y poderosos ataques al tipo aquel, Yuui/Fye abre de a poco sus ojos y observa como una enorme espada negra atraviesa el cuerpo de su muy amada madre, sus ojos se abren ampliamente y una furia dentro de su corazón estalla.
-----M-Ma… Mamá…. MAAAADDDRRREEEEEE!-------
Grita con toda sus fuerzas y se levanta de inmediato el pequeño de apenas 7 años no puede contra aquel tipo, el cual lo sujeta de la cabeza y lo alza por encima de su rostro, con una mano empieza a apretar y presionar el cráneo del bello niño, Fye/Yuui poco a poco abre sus ojos y ve aquella terrible escena, se levanta como puede y corre en contra del tipo aquel, mas este con un silbido de su boca convoca a la bestias que atacaban sin piedad el cuerpo ya sin vida del que alguna vez fuese su padre, Fye/Yuui se queda paralizado al ver cómo han dejado en guiñapos a aquel poderoso hombre, que les protegía, gira un poco buscando a su madre y la encuentra a esta en un enorme charco de sangre, los bellos cabellos rubios satinados están enrojecidos al contacto con su propia sangre, el pequeño empieza a temblar, su cuerpo esta catatónico, sus extremidades no las puede controlar y empiezan a vibrar más y más fuerte sin poder contralarles, los salvajes lobos se abalanzan a donde el pequeño, Yuui/Fye observa la reacción de su hermanito, el cual se ha quedado petrificado, no se mueve ni un milímetro y no deja de temblar, dentro de Fye/Yuui una gran ira se despertaba, mira de reojo al tipo que solo le sonríe macabramente y alza su espada para atravesar su cuerpo, Fye/Yuui voltea a ver cómo es que su querido hermano está a merced del tipo aquel y siente que si no hace algo ambos morirán, sus ojitos se llenan de lágrimas y los aprieta con fuerza voltea a donde vienen aquellas fieras bestias y de ambos cuerpos tanto de Fye/Yuui como de Yuui/Fye un resplandor azul celeste se hace presente, ambos niños gritan con todas sus fuerzas el nombre del contrario, Yuui el de Fye y este a viceversa, después de aquello una enorme explosión se hace sentir en todo el bosque arrasando con toda la nieve, los árboles y cualquier cosa que estuviese cercas de aquellos niños, destruyen a su agresor, a los animales y lamentablemente también a los cuerpos de sus muy amados padres que sucumbieron ante aquel terrible personaje.
---Fye!!! Fye!!! Mamá y Papá…. Fye!!! ….-----
El pequeño Yuui/Fye corre a donde su hermano quien sostiene en su mano un broche que fuera de su madre y mira a la distancia la espada de su padre, mientras sus ojos están inundados en lágrimas.
---Yuui… estamos solitos…. Solos, solos y a medias de este inmenso lugar….---
Decía mientras caía de rodillas y llevaba a su pecho aquel broche.
---Mamá y Papá, ellos dieron sus vidas por nosotros, ¿Qué vamos hacer Fye? No sé a dónde ir, me duele todo, tengo miedo, mucho miedo!!----
Decía Yuui/Fye abrazándose a su hermano de la nada escuchan unos pasos acercándose, ambos niños corren en dirección a la espada de su padre la recogen entre los dos ya que esta pesa mucho y siguen corriendo alejándose de aquel lugar, se internan en aquel inmenso bosque, una tremenda tormenta cae a los pocos minutos de internarse en el bosque, ambos niños se refugian bajo la corteza de un enorme pino, están congelándose solo el calor de ambos es los que los mantiene con vida, así pasan la noche, abrazados uno al otro, la tormenta es tempestuosa y la caída de la nieve es implacable, pronto la blanca nieve cubre el suelo y los árboles , los cuerpos de los niños quedan sepultados bajo la nieve, su único refugio aquel pino hueco, las horas pasan y los pequeños caen en un sueño profundo gracias al tremendo frio, sus lágrimas se han congelado y su respiración es cada vez más y más lenta.
Un par de niños no pueden seguir así bajo aquella montaña de nieve sobre sus cuerpos, un trineo pasa cercas de allí y baja de este un joven, camina un par de pasos está cansado de ir todo el camino sentado, después de aquella terrible tormenta tan inesperada tuvo que permanecer por largo tiempo en un refugio y al salir del refugio perdió el rumbo y dado que la nieve cubrió todo el camino no tenía manera de saber a dónde se dirigía, en eso da un paso en falso y su bota se hunde hasta el fondo, el joven lucha por sacar su pie de la nieve más al forzar la extracción de este queda su botín sumergido en la espesa y helada nieve.
---¡¡¡Me lleva el demonio!!! Puta, puta, suerte de mierda!!!! Brrrr…. Esto es helado, Maldición!! Ultima vez que vengo por este perro sendero de mierda!!!
Decía el chico mientras escavaba para sacar su bota de la nieve, va hundiendo sus dedos en la superficie blanca que poco a poco va cediendo cuando está a punto de sacar su bota mete con fuerza la mano y toca algo que no es para nada su botín-
----¿¿¿pero qué coños???----
Dice y empieza a cavar más y más, abre un gran agujero en la nieve y logra divisar un par de mechones dorados que se asoman de entre la blanca y blanda superficie, el chico escaba más y se aterra de lo que encuentra, por un segundo se olvida de su bota y trata con desespero de sacar a aquellos niños que yacen abrazados dentro de aquel tronco hueco, el joven al ver que se le han congelado los dedos opta por usar su magia voltea a ambos lados y viendo que nadie le mira ejecuta un hechizo de fuego disolviendo la nieve combatiéndole en agua, el par de niños siguen inconscientes el joven de apariencia gentil y de facciones afiladas, saca con cuidado uno a uno a los niños, con su mano comprueba si están con vida su pulso es débil pero aún conservan calor en su interior, el joven vuelve a usar su magia y envuelve a los dos niños en una esfera dorada donde los empieza a hacer que despierten gracias al calor que esta emite a sus cuerpos, los bellos niños abren de a poco sus ojitos y observan a aquel joven quien les regala una dulce sonrisa.
----Hola, Hola, pequeñines, ¿están bien?----
Los niños vuelven a cerrar los ojos y quedan sumidos en el sueño, el chico se apresura a tomar su trineo, coge unas cuantas mantas y su abrigo se los coloca y sale a toda prisa hasta llegar a su hogar, entrando por un enorme arco de cristal pasa por unos hermosos jardines con bellas figuras de hielo en todas partes, más al fondo se pueden ver unas caballerizas con majestuoso caballos de la tundra, pegazos y caballos de fuego, al pasar por el inmenso jardín llega al recibidor donde llama a todo pulmón a sus siervos los cuales salen de inmediato, pide que atiendan a los pequeños niños que al verles los sirvientes se quedan pasmados. al ver que son gemelos, en aquellas tierras eso es signo de mal augurio y desastre, temen tocarles más el chico de cabellos negros y largos les ordena que se apresuren los criados no tiene más remedio que atender a dichos chicos, los llevan a una de las habitaciones de aquel fastuoso palacio el chico de ojos azul profundo baja del trineo y va a sus aposentos a cambiarse de ropas, los niños están instalados en la recamara del ala sur, cuando el amo del palacio se enteró ordeno se cambiasen a las alcobas enfrente suyo, quiere estar al pendiente personalmente de aquellos críos, nuevamente vuelven a cambiar a los chicos de habitaciones dejándolos donde se lo solicito el monarca.
Al paso de los días los niños fueron recobrando la conciencia y aunque algo desconfiados aceptaron la ayuda de aquel joven, un día de esos Fye/Yuui y Yuui/Fye estaban en sus aposentos mirando por la ventana a aquel joven que subía a un hermoso caballo negro, los niños miran con curiosidad a aquel chico que desde el patio central les voltea a ver y les regala una gentil sonrisa, los pequeños se esconden al momento que el oji azul les mostro aquel gesto amable, el dueño del palacio sonríe algo conmovido y enternecido de que aquellos chiquillos sean tan tímidos, aún no sabe cómo se llaman pero poco a poco piensa ganarse su confianza.
Así pasan los días, y después las semanas y los meses, aquellos niños empezaron a confiar más en aquel joven, los chiquillos le hacen bromas confundiéndole sus nombres, a Yuui x Fye y viceversa, en eso un día el amo del castillo decide darles un anillo el cual les definirá y así no se confundirá de persona el anillo de Yuui es dorado con una gema roja, y el de Fye es de color plata con un enorme brillante, los chicos se quedan viendo uno a otro así no podrán cambiar de identidades a menos que simplemente intercambien las gemas más aquellos anillos están hechizados por lo que no pueden sacarlos de sus dedos, algo malhumorados pero no rendidos los pequeños cada que quieren confundir al monarca ocultan sus manos o usan guantes, vistiéndose iguales y siempre respondiendo al mismo tiempo, el pelinegro esta vuelto un ocho por lo que decide darse por vencido, los rubios se divierten con aquel chico de buen corazón.
----Ashura, cuando sea grande ¿te casaras conmigo?------
---¡¡No, conmigo!!---
-----¡¡¡Ni hablar se casara conmigo!!!-----
----Claro que no, yo tengo los ojos más bonitos----
---- Eso no, yo tengo la piel más blanca-----
--- Pero yo soy más alto-------
--- Y yo soy más guapo-----
----Claro que no, solo mírate estás horrendo----
----ah… si??? Pues te pareces a mí----
---TONTO----
---FEO----
El monarca adoraba ver a ese par discutiendo por ganar su afecto, el pelinegro un día de esos en lo que los chicos estaban discutiendo vio algo sorprendente en ambos, Yuui y Fye usaron su magia para hacerse bromas entre ellos, Ashura empezó a llamarle la atención ese par, cada vez eran más diestros y sus talentos mágicos se notaban más y más, con el paso del tiempo Yuui y Fye se convirtieron en unos jóvenes muy guapos y encantadores y aún seguían discutiendo con eso de quien se quedaría con el monarca, haciendo morir de risa a el oji azul pues si por el fuera quería quedarse con ambos, Ashura ya no era un joven si no todo un hombre, que les brindaba protección y afecto, gracias a él, lograron olvidar el terrible deceso de sus padres jamás supieron cómo o porque, y con el tiempo dejaron de preguntárselo empezaron a hacer su vida con aquel monarca de un reino fantástico aunque algo frio, Ashura no sabía por qué siempre los gemelos competían entre ellos por ser su favorito, uno le preparaba un postre el otro le regalaba flores, uno le hacía un poema, el otro una canción, los bellos jovencitos eran algo especiales y buscaban estar siempre a su lado lo adoraban era su persona más importante, le querían con todo el corazón, un día Yuui/Fye está hablando con su hermano y recordando aquel día antes de que murieran sus padres.
---Bueno, él no es precisamente el dueño de aquellos ojos centellantes que esperaba, ni tampoco de hermosa piel bronce, pero… siento que haría lo que fuera por el------
----Si, tampoco es precisamente el ser más hermoso sobre la faz de la tierra, algo así como un ángel, igual que mamá, pero igual haría lo que fuera por el ----
----MMMMM…¡¡¿¿QUE HARESMOS, UNO DE NOSTROS DEBE CASARSE CON EL??!!----
Dijeron al unísono, se inclinan y apoyan su rostro en sus nudillos mientras miraban por la ventana como Ashura bajaba de un Pegaso, el rey era amado en su reino y siempre recibía cientos de presentes todo era poco para un gran rey como el, los gemelos se sienten en deuda con él, les salvo la vida y les dio un nuevo hogar, ahora son los príncipes de Celes y Ashura los ama por igual, ¿Cómo poder compensar todo lo que les ha dado? Ambos piensan que solo uniendo su vida por completo a él, pero algo dentro de su ser también les hace sentir que les falta algo, un día llego el monarca y les informo a los gemelos que entrarían al instituto Celes donde el estudio magia, mientras estuvieron a su cargo les inicio en el mundo de la alquimia y la quiromancia, mas este par poseían grandes poderes, por lo que debían aprender en el mejor colegio para magos, Yuui y Fye aceptaron y Fye se dio a la tarea de conseguir un Hogo-sha, Mientras que Yuui decía no necesitarlo, se enteraron que Ashura gano el torneo de Magia cuando tenía su edad y decidieron que le darían el trofeo que lo ganarían para él.
Ashura dijo que quien le entregara el trofeo de magia seria con quien se desposaría, los gemelos iniciaron así una rivalidad entre ellos, Yuui se mostraba más preparado para los hechizos de ataque y defensa, pero Fye se especializo en la sanación ya que su querido monarca sufría de una extraña enfermedad y quería cuidar de él, mientras que Fye buscaba ganar a toda costa el trofeo y así quizás, regresar un poco de lo mucho que Ashura ha hecho por ellos.
FIN DE FLASH BACK
Mas cuando ingresaron a Celes, sus perspectivas cambiaron, un día Yuui se encontró con un enorme dragón negro, y ahora espera un hijo, y Fye esta prometido con un ángel, un heraldo de alas platas de mismo color a sus ojos, un ser hermoso casi irreal, que lo ama y protegería hasta la muerte.
Fye y Yuui cambiaron sus nombres al entrar al instituto, y gracias a su magia lograron cambiar de apariencia aquellos anillos para que pensara Ashura que Fye era Yuui y que Yuui era Fye, mas para un heraldo de más de mil años y un poderoso dragón negro, jamás pudieron engañarles.
Ahora Fye cumplió aquel sueño de niño, tiene a su lado a una persona de ojos tan ardientes cual brazas al fuego, tan rojos, tan rojos e intensos cual rubíes, de una hermosa piel canela cual bronce, le ama y protege con todo su amor, Fye no puede sentirse más feliz, su Kuro-riu siempre estará a su lado y nunca más volverá a estar solo, nuevamente siente aquella calidez y seguridad que le brindaba al estar con sus padres, esta vez sentía que no existía ningún mal que pudiera destruir su felicidad, espera a su hijo y tiene a su lado a Kurogane, se siente completo y nada le falta, es más, ni siquiera le importa conseguir el trofeo del torneo de magia.
Por parte de Yuui, ha encontrado a ese ser único y maravilloso ese ser de bellas y elegantes facciones, Yuui soñaba con un ser hermoso al cual cuidar, amar y proteger, ahora ese sueño lo cumple, tiene un bello heraldo de apariencia dulce y tierna, más en otra tiene aquella belleza que deja prendado de su mirada, del resplandor dulce que habita en esas lunas plateadas que tanto ama y de esa sensación de protección y refugio de unos brazos fuertes.