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El instituto Celes. por zumiko yuram

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Notas del capitulo:

Un rubio descansa  en los  fuertes  brazos de su amado  dragón,  la nostalgia  del pasado ronda la  mente  de dos  bellos  rubio que al  estar  al lado de  sus  respectivas parejas no pueden olvidar que todo  esto lo  viven gracias a  un noble corazón de  cual  una  deuda  grande  sienten con él,  mas  sus  prioridades  ahora  son  otras.

Los  protagonistas  de  esta  historia  se  remontaron  a  sus recuerdos  más  queridos y dolosos, aquellos que  atesoran en su  corazón y  a la  vez quisieran olvidar,  es una  noche  fría  y un  oji rubí contempla  con  serenidad  a  su  muy  amado  jinete  el  cual  yace  tranquilo reposando  en  una mullida  cama mientras  disfruta de un sueño profundo,  le  reconforta  sentirse protegido por  su  querido Kuro-riu,  que  a  su  vez  ama  verle  tan  sereno  y apacible  después  de  aquel  trago  amargo de  hace un par  de  días  donde  estuvo  a  punto de perder  a  su  muy  amado  hijo,  gracias  a  los  eficaces  médicos y su  oportuna  intervención  él  bebe  logro  mantenerse en el  vientre  de Fye,  ahora  mismo están  en el  hospital pero  solo  por  mera precaución,  se les  ha  solicitado este  el  rubio  un poco más  de  tiempo para  así  afianzar  más  el  producto a su  saco  gestacional  y  evitar  un  susto  o  salida de  emergencia  a media  noche  a  causa  de  algún  otro inconveniente,  Kurogane  se  ha  mantenido al  lado de  Fye  en  todo momento, Yuui  y Owen han  edificado  campos de  restricción y varios hechizos de protección  para   Fye,  en lo que  este  permanezca  en  el  hospital imposibilitando a  sus  agresores  la  entrada  a  dichas  instancias.


----Kuro-rin… tengo  frio----


Dice  un  bello  rubio que al  abrir  ese par  de  zafiros  iluminan el corazón de  su guardián  quien le regala  una  amplia  sonrisa después de  tantas  horas  durmiendo  apenas  ha  abierto  sus  bellos  ojos.


---Ven   Kuro-tan,  te necesitamos  a nuestro lado,  queremos  que nos  des  tu calor-----


Le  pide enternecedoramente  el  oji zafiro  a su  adorado  dragón,   Kurogane  atiende  de inmediato  a sus  peticiones y entra  en la  cama  para  refugiar en sus  cálidos y  fuertes  brazos  a  su  amada  familia,  Fye  se  acorruca en el  pecho de  Kurogane  y se  abraza  a  su cuello le  da un tierno  beso en la mejilla mientras  disfruta  del  calor  que le  brinda  su moreno,  Kuro lo  rodea  con sus  brazos y deposita un gentil  beso  en la  frente de  su  amado Fye.


---- ¿ya  te  sientes mejor?----


Le  pregunta  con un tono  dulce  al oído  a  su jinete el  cual  solo  asiente  con la  cabeza,  Kurogane  da  un desahogado suspiro  y cierra  sus  ojos,  desde que  Fye  entro  en el  hospital no  había  pegado el ojo  en todo ese tiempo hasta entonces.


-----Eso me  da  gusto  Fye, por ningún motivo  quiero perderlos,  los  amo.-----


Dice  y  poco  a  poco  va  cayendo  víctima del sueño, sin soltar  ni un solo  segundo  a  su  querido  rubio,  Fye  recarga su  cabeza  en su pecho  y se  va  arrullando con los latidos  tranquilos  y constantes  de  su  Hogo-sha,  pareciese que  en cada palpitar le  recitara un te amo y un te quiero constantes,  Fye  se  siente  amado y feliz,  tan  feliz  como  hacía  muchos  años  no lo era.


El  oji zafiro abre  despacio sus ojos y mira  por la ventada de  su  habitación, da  un hondo suspiro y  recuerda  momentos  de su  infancia  cuando él  era  Yuui  y su  hermano  era  Fye,  cuando  estaban  sus padres  a su  lado y cuando conocieron a  Ashura.


FLASH BACK


Era  un  blanco  campo  resplandeciente gracias  a  los  rayos  puros del  sol,  la  nieve  cubría  todo el  lugar,  los  árboles lucían una  encantadora  escarcha  cual  nubes esponjosas descansando en las  ramas  de  los  árboles,  lagrimando pequeñas perlas  cristalinas, tornasol.


A lo lejos  se podía  escuchar la  risa de  unos  hermosos  gemelos  que  corrían  divertidos  entre  la nieve y los árboles,  jugaban  bajo  la  protectora mirada de una  bella  dama  de cabellos  platinos  y  ojos  tan  azules  como el cielo,  su mirada era  toda  dulzura  su  piel  cual  reflejo de la nieve  blanca y  radiante,  contemplaba a sus  muy  amados  hijos corretear  por  el basto  bosque,  mientras  ella  descansaba en  el  asiento delantero  de un mullido y  confortable  trineo,  unos  canes  peludos  de  orejas puntiagudas  tiraban del  mismo  sujetos  a unos  arneses  que  verificaba  un  hombre  de  apariencia  fornida, un  hombre  de  avanzada  edad,  con  el  cabello  hasta los  hombros rubio dorado sus ojos azul  como los  de la  bella  mujer,  de manos  grandes  y  fuertes,  sujetaba  con  firmeza  a él can  alfa de la manada  de lobos  que  estaban  sujetos  al  trineo donde  su presea  más amada  estaba, la  bella  mujer  le extiende  las manos para que  se  acerque a  ella,  el hombre  con semblante  amable se  aproxima y  besa  con  gran  dulzura  a su  bien amada,  los  criajos  que  corrían  por la  arboleda, regresan a donde  sus padres  y  al  ver  aquella  hermosa  escena  sonríen  Yuui toma de la mano a  Fye  y  sumirán uno al  otro.


----Cuando  yo sea  grande,  seré  tan  fuerte  como papá,  y  tendré una  bella  pareja  como mamá-


Decía  Fye/Yuui,  sonriendo  y  contemplando con amor a  sus padres, el otro  rubio simplemente  sonríe  y dice,  más para  sí  que  para  que le  escuchase  su  hermano.


---Cuando  yo crezca,  deseo  tener  alguien así de  fuerte como papa y me  ame  solo a mí, estoy seguro que en algún lugar  esta  esperando por  mí,  seguro será alguien de  ojos  tan brillantes  como dos  brazas  ardientes al fuego,  y con un  color  de piel  tan  hermoso  como el  bronce.----


Fye/Yuui,  le  mira  algo  impresionado,  su hermanito  tenia  bien  claro que  tipo de  persona  quería para él,  un ser de ojos  centellantes y piel tan  hermosa como el  bronce,  sonríe  al imaginar  qué  clase de persona seria esa,  y lo único que se le  viene a la  cabeza es un enorme  caballo  purasangre de ojos  tan intensos  como centellas y el color  de  este  tan negro como la  noche.


Yuui/Fye,  voltea a  ver  a su  hermano el  cual  se perdió en  su  imaginación tratando de  figurarse en esta  a la  persona que su  hermano quería para sí,  el  intrépido y travieso Yuui/Fye le  lanza  una  enorme  bola  de nieve  a la  cara  a su  hermanito para que regrese a la  realidad,  este   cae  en un montículo  de nieve  y  acto  seguido  recoge un puño de  la  blanca nieve y se la  lanza  a su  gemelo,  ambos  chiquillos  corren y juegan  alrededor  de sus padres,  cuando  estos  les  llaman,  escuchan la  vos  de  su madre  agitada y  en un  marcado tono de  angustia.


Ambos  críos regresan a  donde  su madre, esta  los  cubre con un manto mágico y les pide  no  se muevan ni  emitan un solo  sonido,  el  par de  rubios asienten  con la  cabeza  y  esperan bajo aquel manto místico.


---Fye…  ¿Qué  pasa,  porque mamá  esta  tan asustada?------


---shhhhhhhh…. Yuui,  no hagas  ruido-----


Le  contesta su hermano y señala con el  dedo al  frente donde  se puede  ver claramente  a  su padre  que  ha desenvainado  una  espada y sujeta  con  las  dos  manos para  defender  a su  familia mientras  que  la  madre de los  niños  termina de  amarrar  a  todos los  lobos  a los arnés,  mientras  que  su esposo enfrenta  a aquel  hombre de negro que  los  ataca,  con  grandes hechizos y potentes embistes de su espada,  vence  al padre  de los  niños  estos  se  han quedado  con  sus  bellos  ojos  zafiro  contemplando  aquel  brutal  ataque.


L a bella  mujer,  termina  de sujetar  a  todos los  animales y  da un par de  fuetazos  a  estos para que salgan  corriendo más,  el hombre  de  negro lanza un hechizo  a  las bestias peludas  haciendo que estas  se  regresen y  ataquen a  la  mujer,  los  niños  no pudieron contener  más  sus  impulsos y  salen de  debajo de aquel manto para  defender  a su  madre,  el  hombre siniestro de un  solo revés lanza por los cielos  a  los niños y estos  caen impactados a los  troncos de los  árboles,  le  bella  dama,  invoca  su poder mágico y  lanza  grandes  y poderosos  ataques  al  tipo aquel,  Yuui/Fye  abre de  a poco  sus ojos  y observa  como una  enorme espada negra  atraviesa  el  cuerpo de  su muy amada madre,  sus  ojos  se abren  ampliamente y una  furia  dentro de  su corazón estalla.


-----M-Ma…  Mamá….  MAAAADDDRRREEEEEE!-------


Grita  con  toda sus fuerzas y se levanta de inmediato el pequeño de  apenas  7  años no puede  contra  aquel  tipo,  el cual lo  sujeta  de la  cabeza y lo  alza  por encima de su  rostro,  con una  mano empieza a  apretar y presionar el  cráneo del  bello niño,  Fye/Yuui  poco a  poco abre sus ojos y ve  aquella  terrible escena,  se levanta como puede y  corre en contra  del  tipo aquel,  mas  este con  un silbido de  su  boca  convoca  a la  bestias  que atacaban  sin piedad  el cuerpo ya  sin  vida del que alguna  vez  fuese  su padre, Fye/Yuui  se  queda paralizado  al  ver  cómo han dejado  en  guiñapos  a  aquel  poderoso hombre,  que les  protegía,  gira un poco  buscando  a  su madre y la  encuentra  a  esta  en  un enorme  charco de  sangre, los  bellos cabellos rubios satinados  están enrojecidos al  contacto  con  su propia  sangre, el  pequeño  empieza  a  temblar, su  cuerpo  esta catatónico,  sus  extremidades no  las puede controlar  y empiezan  a vibrar más y más  fuerte  sin poder contralarles,  los  salvajes lobos se  abalanzan a  donde el  pequeño, Yuui/Fye observa la reacción de su hermanito, el  cual  se  ha quedado petrificado,  no se  mueve ni un milímetro y no deja  de temblar,  dentro de Fye/Yuui una  gran ira  se  despertaba,  mira  de reojo  al  tipo que solo le sonríe  macabramente  y  alza  su  espada para  atravesar  su  cuerpo,  Fye/Yuui voltea a  ver  cómo es que  su  querido  hermano está  a  merced  del  tipo aquel y siente  que  si no hace  algo ambos morirán, sus ojitos  se llenan de lágrimas y los  aprieta  con  fuerza  voltea  a  donde  vienen aquellas  fieras  bestias  y de ambos  cuerpos  tanto de Fye/Yuui como de Yuui/Fye un resplandor  azul celeste  se hace presente,  ambos niños  gritan con  todas sus  fuerzas el  nombre del  contrario,  Yuui  el de  Fye y  este  a  viceversa, después de  aquello  una  enorme  explosión se hace sentir  en todo el  bosque  arrasando  con  toda la  nieve, los  árboles  y  cualquier cosa que  estuviese  cercas  de  aquellos  niños,  destruyen  a  su agresor, a  los animales y lamentablemente  también  a   los  cuerpos  de  sus  muy amados padres que  sucumbieron ante aquel  terrible personaje.


---Fye!!! Fye!!! Mamá y Papá…. Fye!!! ….-----


El  pequeño Yuui/Fye corre  a  donde su  hermano  quien  sostiene en su  mano un broche que  fuera de su madre y mira  a la  distancia la  espada  de su padre,  mientras  sus ojos están inundados en lágrimas.


---Yuui… estamos solitos…. Solos,  solos y a  medias  de  este  inmenso lugar….---


Decía mientras  caía de rodillas y  llevaba  a  su pecho aquel  broche.


---Mamá y Papá,  ellos  dieron sus  vidas por nosotros, ¿Qué vamos  hacer Fye?  No sé  a  dónde  ir,  me  duele  todo,  tengo miedo,  mucho miedo!!----


Decía Yuui/Fye abrazándose  a  su hermano de  la  nada escuchan unos pasos  acercándose,  ambos niños  corren en dirección  a  la  espada  de su padre la  recogen entre los  dos  ya que esta pesa  mucho  y siguen corriendo alejándose  de  aquel  lugar, se internan  en  aquel  inmenso  bosque,  una  tremenda  tormenta  cae  a los  pocos  minutos  de  internarse  en el  bosque,  ambos niños  se  refugian   bajo la corteza de un  enorme pino,  están  congelándose  solo el calor  de ambos  es los que los  mantiene con vida,  así pasan  la noche, abrazados uno al otro,  la  tormenta  es  tempestuosa  y  la  caída de la nieve  es implacable,  pronto  la  blanca nieve  cubre  el suelo y los  árboles ,  los  cuerpos de los niños  quedan sepultados bajo  la  nieve, su único refugio aquel pino hueco,  las  horas pasan y  los  pequeños  caen en un  sueño profundo gracias  al tremendo frio,  sus  lágrimas se han congelado  y  su  respiración es  cada  vez  más y más  lenta.


Un par de  niños  no pueden  seguir  así  bajo  aquella montaña de nieve sobre sus  cuerpos, un  trineo  pasa  cercas de  allí y baja de este  un joven,  camina  un par de pasos  está  cansado de  ir  todo el camino  sentado,  después  de  aquella  terrible  tormenta  tan  inesperada  tuvo que permanecer por largo  tiempo  en  un refugio  y  al  salir  del  refugio perdió el  rumbo y dado que la  nieve  cubrió todo el camino  no tenía manera de  saber  a  dónde se  dirigía, en  eso  da  un paso en  falso y  su  bota  se  hunde  hasta el  fondo, el  joven lucha por   sacar  su  pie  de la nieve más  al  forzar  la  extracción de  este queda  su botín  sumergido  en  la  espesa y  helada  nieve.


---¡¡¡Me lleva  el  demonio!!! Puta, puta,  suerte de mierda!!!!  Brrrr….  Esto  es  helado,  Maldición!!  Ultima  vez  que  vengo por  este  perro sendero de mierda!!!


Decía el  chico  mientras  escavaba  para  sacar  su   bota  de la  nieve,  va hundiendo  sus  dedos en la  superficie  blanca que poco  a poco va cediendo cuando  está  a  punto de sacar su bota  mete con fuerza la  mano y  toca algo que no  es para nada  su  botín-


----¿¿¿pero  qué  coños???----


Dice  y  empieza  a cavar  más  y más,  abre un gran agujero en la  nieve y logra  divisar  un par  de mechones  dorados  que se  asoman de  entre la blanca y  blanda superficie,  el  chico  escaba más  y se  aterra  de lo que encuentra,  por un segundo  se  olvida  de  su  bota y  trata con desespero  de  sacar  a  aquellos  niños que  yacen  abrazados  dentro de  aquel  tronco  hueco,  el joven  al  ver que  se le han congelado  los  dedos  opta por usar  su magia  voltea  a ambos  lados y  viendo que nadie  le mira  ejecuta un hechizo de  fuego disolviendo  la  nieve combatiéndole en agua,  el par  de   niños  siguen inconscientes  el   joven de  apariencia gentil  y de  facciones  afiladas,  saca con cuidado  uno a uno a  los niños,  con su mano  comprueba  si  están con  vida  su pulso es  débil pero aún  conservan calor  en su interior,  el  joven vuelve  a  usar  su magia  y  envuelve  a los dos  niños  en una  esfera  dorada  donde los  empieza  a  hacer que  despierten   gracias  al  calor  que esta  emite  a  sus  cuerpos,  los  bellos  niños  abren de a poco sus ojitos   y observan a  aquel  joven  quien  les  regala una dulce  sonrisa.


----Hola, Hola,  pequeñines,  ¿están bien?----


Los  niños  vuelven a  cerrar los ojos y  quedan sumidos en  el  sueño,  el  chico  se  apresura  a  tomar  su  trineo,  coge  unas  cuantas mantas y  su  abrigo  se  los  coloca y  sale  a  toda  prisa  hasta llegar a su  hogar,  entrando por un enorme  arco  de  cristal pasa por  unos  hermosos  jardines  con   bellas  figuras  de  hielo en  todas partes,  más  al  fondo  se pueden ver  unas  caballerizas  con majestuoso  caballos  de la  tundra,  pegazos  y caballos  de  fuego,  al pasar por el inmenso jardín llega  al  recibidor donde  llama a todo pulmón  a  sus  siervos los  cuales  salen  de inmediato,  pide que  atiendan  a  los pequeños  niños que  al  verles los sirvientes se quedan pasmados.  al  ver que son  gemelos,  en aquellas  tierras  eso es signo de mal  augurio y desastre,  temen  tocarles más  el  chico de  cabellos negros y largos les  ordena que  se apresuren los  criados no tiene más  remedio que  atender  a  dichos  chicos, los  llevan a  una  de las  habitaciones  de  aquel  fastuoso  palacio  el chico de  ojos  azul profundo baja del  trineo  y  va  a  sus  aposentos a  cambiarse  de  ropas, los niños  están  instalados  en  la recamara  del ala  sur, cuando  el  amo del  palacio se enteró  ordeno se  cambiasen a las  alcobas  enfrente suyo, quiere estar  al pendiente personalmente de  aquellos  críos,  nuevamente  vuelven a cambiar  a los  chicos de habitaciones dejándolos  donde  se lo solicito el  monarca.


Al paso de los  días  los  niños  fueron recobrando la conciencia  y  aunque algo  desconfiados  aceptaron la  ayuda  de aquel  joven, un día de  esos Fye/Yuui y Yuui/Fye  estaban en sus  aposentos  mirando  por la ventana  a aquel  joven que  subía  a un hermoso caballo  negro,  los  niños miran con curiosidad  a  aquel  chico que  desde el patio central  les  voltea  a  ver y les regala una  gentil sonrisa,  los  pequeños  se esconden al momento que el  oji azul les  mostro aquel  gesto  amable, el dueño del palacio sonríe algo  conmovido y enternecido de que aquellos  chiquillos  sean tan tímidos,  aún no sabe  cómo se llaman pero poco a poco piensa  ganarse su confianza.


Así pasan los  días, y después las  semanas y los meses,  aquellos  niños empezaron a  confiar más en aquel joven,  los  chiquillos le hacen  bromas  confundiéndole  sus nombres,  a  Yuui x Fye y  viceversa,  en eso  un día  el amo del castillo decide  darles un anillo  el cual  les  definirá  y así no se confundirá de persona  el anillo de Yuui  es dorado con una  gema roja,  y el de Fye  es de color plata  con un enorme  brillante,  los  chicos  se quedan viendo uno a  otro así  no podrán cambiar de identidades a  menos que simplemente intercambien las  gemas  más aquellos  anillos  están  hechizados por lo que no pueden sacarlos de  sus  dedos,  algo malhumorados pero no rendidos  los   pequeños  cada que  quieren confundir  al  monarca  ocultan  sus manos  o usan  guantes,  vistiéndose  iguales  y siempre  respondiendo al mismo tiempo,  el pelinegro esta  vuelto un ocho por lo que  decide darse por vencido,  los  rubios  se  divierten con aquel  chico de buen corazón.


----Ashura,  cuando sea  grande  ¿te casaras conmigo?------


---¡¡No,  conmigo!!---


-----¡¡¡Ni  hablar se casara conmigo!!!-----


----Claro que no,  yo tengo los  ojos  más bonitos----


---- Eso  no,  yo  tengo la piel más  blanca-----


--- Pero  yo  soy más  alto-------


--- Y  yo  soy más  guapo-----


----Claro que no, solo mírate estás  horrendo----


----ah… si???   Pues  te pareces a mí----


---TONTO----


---FEO----


El monarca adoraba  ver  a ese par  discutiendo por  ganar su  afecto,  el  pelinegro un día  de  esos en lo que los  chicos estaban  discutiendo vio algo sorprendente en ambos, Yuui  y Fye  usaron su magia para hacerse bromas entre ellos, Ashura  empezó  a llamarle la  atención ese par,  cada  vez  eran  más  diestros y sus talentos mágicos  se notaban más y más,  con el paso del  tiempo Yuui y Fye se  convirtieron en  unos jóvenes  muy guapos y encantadores y  aún seguían discutiendo  con  eso de  quien se  quedaría  con el  monarca, haciendo morir de  risa  a el oji azul pues si por el  fuera  quería  quedarse con ambos,  Ashura  ya no  era  un  joven si no  todo un hombre, que les  brindaba protección y  afecto,  gracias  a él,  lograron  olvidar  el  terrible  deceso de sus padres jamás  supieron cómo o porque,  y  con el  tiempo  dejaron de  preguntárselo  empezaron a  hacer  su  vida con aquel  monarca  de un reino fantástico aunque  algo  frio,  Ashura  no sabía por qué siempre los  gemelos competían entre ellos por  ser  su  favorito, uno le  preparaba un postre el  otro le regalaba  flores, uno le  hacía un poema,  el otro una  canción,  los bellos  jovencitos eran algo especiales y buscaban estar siempre  a su lado lo adoraban era su persona  más importante, le querían con todo el  corazón, un día Yuui/Fye está  hablando con su  hermano y recordando  aquel  día  antes de que  murieran sus padres.


---Bueno,  él  no es precisamente  el dueño de  aquellos  ojos  centellantes que esperaba,  ni  tampoco  de  hermosa piel  bronce, pero… siento que  haría lo que  fuera por el------


----Si,  tampoco es  precisamente  el  ser más  hermoso sobre  la  faz  de la  tierra,  algo  así  como un ángel,  igual  que mamá,  pero igual  haría lo que fuera por el ----


----MMMMM…¡¡¿¿QUE HARESMOS, UNO DE NOSTROS DEBE CASARSE CON EL??!!----


Dijeron al unísono,  se inclinan y apoyan su  rostro en sus nudillos mientras miraban por la  ventana como Ashura bajaba  de un Pegaso,  el  rey  era  amado en su  reino y siempre recibía  cientos de presentes  todo era poco para un gran  rey como el, los gemelos  se  sienten en deuda con él, les salvo la  vida y les dio un nuevo  hogar,  ahora son los príncipes de  Celes y Ashura  los ama por igual,  ¿Cómo  poder  compensar  todo lo que les ha  dado? Ambos  piensan que  solo uniendo su  vida por completo a  él, pero algo dentro de su ser  también les  hace sentir  que  les  falta  algo, un día llego el monarca y  les  informo a los gemelos que entrarían al  instituto Celes  donde  el  estudio magia,    mientras  estuvieron a su cargo les  inicio en el mundo de la alquimia y la quiromancia,  mas  este par  poseían grandes poderes, por lo que  debían  aprender  en el mejor  colegio  para  magos,  Yuui y Fye aceptaron y Fye  se  dio a la  tarea de  conseguir un Hogo-sha,  Mientras que Yuui decía no necesitarlo,  se  enteraron que  Ashura  gano el torneo de Magia  cuando tenía  su edad y decidieron que le  darían el  trofeo que lo ganarían para él.


 


Ashura  dijo que  quien le  entregara el trofeo de magia seria con quien se desposaría, los  gemelos iniciaron así una  rivalidad entre ellos, Yuui  se mostraba  más preparado para  los  hechizos de  ataque y defensa,  pero Fye  se  especializo en la  sanación ya  que  su  querido monarca  sufría  de una  extraña enfermedad y quería  cuidar  de  él,  mientras que  Fye buscaba  ganar  a  toda costa el trofeo  y así quizás,  regresar un poco de lo mucho que Ashura  ha  hecho por  ellos.


FIN DE FLASH BACK


Mas  cuando ingresaron a  Celes,  sus  perspectivas  cambiaron,  un día Yuui  se encontró con un enorme dragón negro, y  ahora  espera un  hijo,  y  Fye esta  prometido con un ángel,  un heraldo de alas platas de mismo  color  a  sus ojos,  un ser  hermoso casi irreal, que lo ama y  protegería  hasta la muerte.


Fye y Yuui  cambiaron sus nombres al entrar  al  instituto, y  gracias  a  su magia lograron cambiar de apariencia  aquellos  anillos para que  pensara  Ashura  que  Fye  era Yuui y  que  Yuui  era  Fye,  mas para  un heraldo de más de mil años y  un poderoso dragón negro,  jamás  pudieron  engañarles.


Ahora  Fye cumplió  aquel  sueño de  niño,  tiene a  su  lado a una  persona  de ojos  tan ardientes  cual brazas al fuego, tan rojos, tan rojos  e  intensos  cual rubíes,  de una  hermosa  piel canela  cual bronce, le ama y protege  con todo su amor,  Fye no puede sentirse más feliz,  su Kuro-riu siempre estará a su lado y  nunca más volverá a estar solo,  nuevamente siente  aquella  calidez y seguridad que le  brindaba al  estar con sus padres, esta vez sentía que no existía  ningún mal que pudiera destruir su  felicidad, espera a  su  hijo y  tiene a su lado a Kurogane, se siente completo y nada le  falta,  es más,  ni siquiera le  importa conseguir el trofeo del torneo de magia.


Por  parte de  Yuui,  ha  encontrado  a  ese ser único y maravilloso ese ser de  bellas y elegantes  facciones, Yuui  soñaba con un ser hermoso al cual cuidar, amar  y proteger, ahora ese  sueño lo  cumple, tiene un bello heraldo de  apariencia dulce y  tierna,  más  en otra tiene  aquella belleza  que  deja prendado de su  mirada, del resplandor  dulce  que  habita  en esas lunas  plateadas que tanto  ama y de  esa sensación de  protección y refugio de unos  brazos  fuertes.

Notas finales:

Muchas  gracias por  leer  la  historia  espero este  capítulo  haya  resultado  de  su  agrado,  nos  leemos en el  siguiente y hasta  el  próximo capítulo.


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