Al pasar los días conformándose y adaptándose a su nueva vida en el extranjero, Minato no dudo ni un segundo en enseñarle ingles a Naruto el cual aprendía bastante rápido el hablar pero evitaba el hacerlo le daba vergüenza quedar en ridículo frente a las personas, pero en escribir se equivocaba un poco ya tenían tres meses de haber llegado a su nuevo hogar, era realmente espaciosa la casa, gracias a la compañía de trabajo de su oto-san le pasaron una enorme casa, y eso le resulto algo raro… tal vez le pasaban hogares temporales a todos sus trabajadores.
_. Naruto la cena esta lista, ve a lavarte las manos y ven a sentarte –el menor obedeció y fue a hacer lo que le dijeron, ya había terminado sus deberes y tenía hambre, el inglés era taaaan difícil se confundía de vez en cuando con los significados y escribía cosas sin sentido y se deprimía un poco. Pero con ayuda de su oto-san lo arreglaba rápidamente, agradecía que el supiera ingles tan fluidamente.
_. Nee, oto-san, como te fue en tu trabajo? –pregunto curioso mientras tomaba con los palillos un poco de arroz y se lo llevaba a la boca.
_. Pues bien, mañana no tienes clases verdad? –Recibió un sentimiento- me acompañaras al trabajo, no quiero dejarte solo en casa así veras como trabajo –dijo con una suave sonrisa.
_. A tu trabajo? –el mayor asintió- mm, pero por qué no puedo quedarme solo en casa? –dijo curioso.
_. Por la sencilla razón que aún no conocemos a nuestros vecinos y pueden ser peligrosos, aun cuando ya sepas algo defensa personal eso no quiere decir que te puedas defender de un violador que quiera abuzar de un lindo angelito, quedo claro?
_. Uhm, está bien –dijo con los palillos apoyados en los labios que le daban un aire inocente y con una gotita de sudor en la frente estilo anime, realmente su oto-san era sobreprotector.
Al terminar de comer el mayor se ofreció para lavar los trastes y mando directamente la menor a dormirse diciendo que mañana sería un día agotador pero más bien el menor pensaba que sería un día aburrido. Se dio una buena ducha mientras pensaba, los moretones en su cuerpo ya habían desaparecido totalmente y estaba agradecido por ello, eso era el único de su cuerpo que le traía malos recuerdos, al terminar se secó el cuerpo y se puso su pijama naranjo con zorritos y tazones de ramen humeante, se terminó de secar el cabello para caer rendido en el mudo de los sueños abrazado a su almohada.
Al amanecer sentía un ruido insistente contra su pobre oído aunque lo escuchaba lejos pero era realmente molesto ese “bip bip bip bip” una y otra vez, busco con su mano el causante de ese sonido molesto y cuando lo encontró lo apago hábilmente con una mano, lo que hiso fue tan simple solo lo tiro al suelo y lo que causo que se le saliera la batería, al ya no sentir ese sonido se volvió a acomodar en la cama pero no contaba que la puerta se azotara y una voz alegre inundara la habitación.
_. Naruto ya levántate, la alarma a estado sonando desde hace un buen rato, tienes 30 minutos para estar listo –dijo mientras lo destapaba y comenzaba a buscar ropa para este.
_. Ya voy… -dijo medio adormilado mientras se sentaba y bostezaba buscando sus gafas en la cómoda, camino a paso perezoso al baño y se desnudó antes de meterse a la ducha para luego vestirse ignorando la ropa que su oto-san le dejo en la cama, ni muerto se pondría un pantalón corto que le llegaba a la mitad de los muslos de color negro, unas cálcelas ( o medias) altas que llegaba un poco más arriba de las rodillas blancas, una camisa blanca con un bolero negro, a no señor, no usaría esa ropa por nada del mundo, solo agarro un pantalón negro un poco desgastado en las rodillas una polera naranja un chaleco azul, se cepillo el pelo un poco y salió de la habitación para encontrarse a su padre ya tomando desayuno.
_. Otra vez lo mismo… -susurro mientras miraba al menor, por más que lo intentara no se ponía la ropa que le compraba siempre volvía a lo mismo, ropas anchas y que no combinaban para nada y para colmo cada vez que las ocultaba no sabía cómo se las arreglaba para recuperarla.
_. Itadakimasu –dijo antes de comenzar a comer su desayuno que consistía en pan tostado, jugo de naranja recién exprimido, cereal con leche. A su oto-san últimamente le ha dado por comer sano cuando tenía una sesión de fotos importante, pero ya que de igual forma estaba delicioso, aunque no se comparaba con su delicioso ramen.
Al terminar de comer dejaron los trastes en el lavaplatos y salieron de la casa, su oto-san lo hizo casi atragantarse con su desayuno al darse cuenta de que estaban un poco atrasados. Se subieron al auto de la compañía y partieron rápidamente, llegaron en menos de 15 minutos, el pobre de Naruto parecía un pobre gatito asustado de lo agarrado que estaba al asiento, su otro-san manejaba como un maldito demente sobre todo cuando la autopista estaba despejada.
_. Llegamos –dijo al fin mientras sonreía y miraba al menor el cual estaba un poco pálido- Naruto? Ya estas bien… -sonrió un poco mientras se rascaba la mejilla y una gotita de sudor caía estilo anime por su cien.
_. Qui… quiero vomitar… -se cubrió la boca mientras veía como su oto-san movía los brazos de forma graciosa ante lo dicho, soltó un suave suspiro y se desabrocho el cinturón de seguridad antes de bajar del auto- dulce suelo… -dijo al pisar este casi tenía ganas de abrazarlo-
_. No es para tanto Naruto… bueno tal vez me excedí un poco en la velocidad –dijo cuándo bajo del auto y le puso la alarma de seguridad, aunque la zona tenia guardias de seguridad era más vale prevenir que lamentar- bien vamos, aún tengo que cambiarme vestuario- sonrió mientras tomaba la mano del menor y lo arrastraba hacia el interior del edificio.
El rubio le iba a replicar, que como que un poco, si casi los policías le salen persiguiendo y en vez de una carrera para llegar al trabajo se iba a convertir en una persecución, soltó un pesado suspiro y de dejo llevar por su padre.
Al entrar al gran edificio camino por los largos pasillos del edificio mientras su oto-san le devolvía los saludos a las personas que pasaban, al llegar al set de fotos miro todo el lugar un poco mareado, la gente iba y venía corriendo con los vestuarios para los modelos detrás se set, acomodando las cosas para que salieran perfectas y estuviesen en su lugar, realmente la industria del modelaje deba miedo.
_. Ah que alivio que ya está aquí Minato, el vestuario ya está listo y los estilistas ya lo están esperando para arreglarle –dijo una peliazul mientras veía una libreta con anotaciones, al ver notar la mirada curiosa del menor le sonrió suavemente.
_. Gracias Konan –dijo sonriendo- Konan, te puedo pedir un pequeño favor –la chica asintió de ya sabía lo que le iba a pedir el rubio este se había ganado el afecto de casi todos en el edificio por su entusiasmo y buen humor- puedes ver a mi hijo unos minutos mientras me cambio?
La chica asintió mientras sonreía –de acuerdo, ven vamos a dar una vuelta para que conozcas el lugar y me acompañes en este aburrido trabajo, pero no le cuentes a nadie eso –dijo mientras sonreía y tomaba la mano del menor el cual soltó una pequeña risita.
_. Gracias Konan, Naruto cuídate mucho, no hables con extraños y no aceptes invitaciones de nadie de acuerdo? –Recibió un pequeño asentimiento del menor- no tardare mucho–le dio un beso en la frente y se fue al camarín a cambiarse.
_. Está bien ttebayo–dijo el rubio menor mientras sonreía alegremente.
_. Bien, vamos –comenzó a caminar mientras le explicaba al menor cas cosas que se hacían en cada sesión de fotos- los modelos prácticamente tienen que retocarse el maquillaje de vez en cuando, el calor de las luces puede arruinarlo muy fácilmente y se nota en el brillo del rostro –señalo a unos modelos de traje que estaban siendo retocados por unas mujeres rápidamente y que de igual forma salían del set- por eso mismo tienen que tener cuidado con la ropa que usan, los modelos se cambian muchas veces las prendas en una sesión y no se pueden perder las prendas tienen que ser guardadas correctamente, al igual que el peinado que llevan.
_. Eeh… eso debe ser cansador, no me imagino como ellos lo pueden soportar algo así –dijo el menor algo sorprendido, veía como las modelos se retocaban el maquillaje a cada omento al igual que los varones, pero no veía ningún doncel por la zona así que decidió por preguntar-donde están los donceles?
_. Los donceles? –Miro al menor- pues aquí no hay muchos donceles que digamos, pero la mayoría llega un poco tarde de vez en cuando, más aun si el día anterior tuvieron un desfile.
_. Konan al fin te encuentro, ya ha llegado Haruno? –se le acercó un pelirrojo bastante atractivo de ojos rojos, usaba un atuendo formal pero sin exagerar, una camisa blanca, unos pantalones de vestir negros y unos zapatos negros.
_. No Kurama-sama, lo llame pero no me respondía –dijo la peliazul mientras le miraba seriamente.
_. Mierda, ese chico será mi ruina, le dije que tenía que llegar temprano el día de hoy, se cree mucho el idiota solo porque su padre beneficia en parte la compañía eso no le da derecho para que haga lo que quiera–soltó un pesado suspiro y masajeo el puente de su nariz, para luego fijarse en la persona que acompañaba a la peliazul- y tú quién eres? –le pregunto al menor rudamente.
_. Él es Naruto, es hijo de Minato, me pidió si le podía dar un recorrido mientras él se arreglaba para la sesión–la peliazul estaba un poco incomoda el como el pelirrojo observaba al menor.
_. El hijo de Minato –murmuro curioso mientras le observaba- no entiendo que tanto alardeaba de su hijo, yo no le encuentro nada en especial –dijo mientras se echaba el cabello hacia atrás, miro por última vez al menor y noto que detrás de esas gruesas gafas había un destello azul, estiro su mano para retirar las gafas del rubio el cual inconscientemente cerro los ojos para luego abrirlos tratando de enfocar, solo escucho un jadeo y luego una mano que movía su rostro de un lado a otro observando.
_. Se… señor? –no le gustaba mucho el tacto físico y menos un extraño le mirara fijamente, no sentía nada bueno de lo que estaba haciendo el mayor, aparte de sentirse como un objeto en exhibición el cual revisaban minuciosamente.
_. Me gusta tu rostro… -murmuro mientras soltaba el rostro del menor, esos llamativos ojos le habían llamado la atención, un lindo color azul vivo, que hasta el mismo cielo tendría envidia de ellos que demostraban que estaban llenos de pureza y cariño, su rostro se veía simplemente encantador sin esas horribles gafas, un rostro tan infantil y dulce a la vez, pero con un poco de aire de madures, una combinación perfecta- Konan tómale las medidas –demando.
La chica simplemente obedeció y se paró frente a este para ponerse a la altura del menor y le alzo los brazos el cual no entendía nada, solo sintió como las manos de la peliazul se metían bajo su ropa con una cinta métrica comenzó a medirle su cuerpo y a anotar en una hoja. El rubio se sentía cohibido por la chica y más aún por sentir la mirada fija del pelirrojo.
_. Tiene unas excelentes medidas a decir verdad… -murmuro la peliazul mientras terminaba de medir al poblé chico que parecía una jalea viviente, anoto esta y se la entregó al pelirrojo el cual estaba impaciente esperando. Las reviso minuciosamente y una sonrisa maliciosa se formó en sus labios.
_. Ve y ponle ese –dudo un poco en sus palabras- quiero ver cómo le queda, aunque creo que le quedara bien tiene medidas muy buenas a pesar de no ser modelo –dijo mientras miraba la hoja donde había anotado todo relacionado con el cuerpo del ojiazul.
Aunque en su más profundo pensamiento quería ver como se veía aquel mocoso vestido de esa forma, vio como le iban alejando y sonrió para sí mismo, si ese enano se sacaba unas cuantas fotos para su revista seria exitosa en poco tiempo, sabia como el mundo estaba plagado por pervertidos que pagaban mucho por sus revistas, aunque fueran de la industria de modelos cierto tipo de gente la veía de otra forma nada agradable.
_. Ko… Konan-san? –dijo incomodo mientras era arrastrado literalmente a un camerino y sentado frente a un gran espejo iluminado por luces, la peliazul dio unas pocas instrucciones a una chica la cual se llevó sus gafas, no podía ver casi nada y eso le ponía aún más incómodo, de repente sintió como comenzaban a peinar su cabello dando un poco de forma y a maquillas su rostro aunque no sintió mucho solo como le delineaban sus ojos y echaban algo en sus labios.
_. Tienes una piel realmente linda y suave, te hechas algo en ella? – pregunto la maquilladora mientras sonreía por cómo se veía el menor, el cual negó algo sonrojado, no estaba muy acostumbrado a los halagos de otras personas que no fueran de su oto-san.
_. Bien aquí esta –dijo mostrándole un lindo traje de maid rosa pastel con blando, aunque no podia ver muy bien no le gustó mucho que le obligaran a colocarse un vestido aunque de igual forma se lo coloco ayudado por la peliazul la cual se veía satisfecha, se le veía realmente lindo el traje, apegado a la estrecha cintura del rubio unas medias altas blancas que le llegaban a la mitad de los muslos y unos pequeños adornos en las muñecas al igual que en la cabeza y unos elegantes zapatos negros con un pequeño tacón, ya se imaginaba al pelirosa alegándole al pelirrojo porque ese vestido no se lo habían pasado a él, el cual le respondería fríamente como siempre “estas muy gordo para caer en un vestido ajustado como ese” soltó una pequeña risita cuando imaginándose esa situación, el sonido de la puerta abriéndose y dando paso a la chica que momentos antes se había llevado las gafas del menor y ahora le traía unos lentes de contacto- retírate –dijo y la chica se fue, se acercó al menor y arreglo todo para ponerle las lentillas las lavo con el líquido que venía en una botellita aparte- bien Naruto, necesito que abras tus ojos te pondré unas lentillas, de acuerdo –el menor asintió eh hizo lo que le dijo y abrió los ojos dejando que le colocara las lentillas.
_. Es molesto… -murmuro mientras pestañeaba unas cuantas veces para acostumbrarse a estas.
_. Estas perfecto, vamos para que Kurama-sama te vea -el menor solo asintió mientras la peliazul retiraba un poco del maquillaje que se había corrido de sus ojos, esta le tomo de la mano al sentirse satisfecha y se dejó guiar por aquellos largos pasillos se sentía totalmente cohibido por las miradas que sentía sobre su persona y solo apretó suavemente la mano de la peliazul.
_. Me… me siento incomodo –murmuro mientras apretaba ligeramente la tela de la falda del vestido tratando de bajarla un poco.
_. No te preocupes, te vez hermoso Naruto-kun –dijo mientras seguía arrastrando al rubio hacia donde estaba el pelirrojo, lo busco con la mirada y lo encontró al sentado mientras revisaba unas fotos recién sacadas, se acercó a este y puso frente suyo al rubio- Kurama-sama ya está listo.
_.ya era…hora..-se quedó sin aliento al final de la frase, ese chico se veía tan adorable que daban ganas de comérselo con ese sonrojo en las mejillas y la forma en como apretaba con sus delicadas manos la tela de la falda del vestido. Tocio un poco para disimular su sonrojo y dio media vuelta- bien vayan al set –comenzó a caminar mientras era seguido por el rubio y la peliazul, casi la mayoría que trabajaban en ese momento volteaban a ver al pequeño el cual se sentía demasiado nervioso con las miradas curiosas y nada santas que digamos.
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