Inflo los cachetes, frunció el ceño y cruzo los brazos sobre el pecho en un acto de verdadero enfado ¿y porque no lo estaría?
Todos sus amigos estaban en una relación y él era el único soltero.
Primero Mako-chan y Haru-chan quienes llevaban casi un año de noviazgo, luego hace unas semanas Rin-chan y Sou-chan, sospechaba que Gou-kun tenía una relación a escondidas con el mayor de los Mikoshiba y acababa de ver en lo que parecía un cita entre Momo-chan y Ai-chan.
Resoplo y dirigió la mirada al dueños principal de su enojo. Rei Ryugazaki.
Nagisa estaba seguro que le gustaba su compañero, no, lo que sentía por él era más que solo atracción, estaba enamorado del chico mariposa y le había dicho sus sentimientos con indirectas pero el chico parecía no entenderlas y se estaba cansado de esperar. ¡Tan difícil era de entender! O solo que Rei si lo entendiera pero como no sentía lo mismo por él, prefería ignorarlo. ¿Y si era eso?
Suspiro y cerró los ojos.
-Solo un intento más-murmuro
-¿Un intento más de que Nagisa-kun?
-¡¿Nani?!
Nagisa salto de un brinco asustado por la voz de Rei y levanto la mirada para encontrarse con el peliazul que lo observaba apenado.
-Lo siento Nagisa-kun, no quería asustarlo
Nagisa le sonrió y rasco su nuca.
-No pasa nada Rei-chan, está bien. Y no es nada, solo cosas mías-inflo las mejillas-Mo, te tardaste mucho Rei-chan, creí que me habías abandonado
El chico sonrojo y se rasco una mejilla, dicha acción le pareció adorable al rubio.
-Perdón, es que no me decidía
Nagisa sonrió picaron y de un segundo a otro ya estaba colgado del cuello del más alto logrando un sonrojo aún más grande en el chico.
-Ne, Rei-chan me va a comprar un helado como recompensa, ¿verdad?-y clavo sus ojos como cachorrito en Rei quien trago saliva y aparto la mirada
-De acuerdo y no me saltes así, vas a lograr un día tirarnos al suelo-replico
Nagisa se apartó con un puchero infantil en el rostro pero luego rompió a reír y jalo de un brazo a Rei para ir a una nevería donde el chico mariposa compro los helados y fueron al parque donde se sentaron para platicar y comer tranquilamente del helado.
Ser de la estatura que es (1.65 m) tenía sus ventajas como que sus pies no tocaran el piso como en ese momento y poder moverlos como si fuera un niño pequeño mientras comía de su helado con emoción. Después de todo no era cualquier helado, era el helado que Rei-chan le compro por lo que era aún más especial. Al terminar el helado, lamio sus labios y sonrió. Definitivamente todo sabe mejor cuando te lo daba la persona que te gusta.
Jalo (como ya era costumbre) a Rei a los juegos para que lo columpiara y después de un rato, se encaminaron a la estación cuando en el camino miraron a un cachorro en la calle y el rubio se acero para acariciarlo. Rei acomodo sus lentes y se inclinó para también acariciarlo.
-¿Le gustan los perros Nagisa-kun?
Su oportunidad. Solo un intento más. Sonrió con su mejor sonrisa y con los ojos brillando, levanto la mirada hacia su compañero.
-A mí solo me gusta una mariposa, Rei-chan
Rei lo miro con interés.
-¿Cuál? ¿La monarca o la Morpho Azul? A mí en particular una de mis favoritas es la…
Nagisa abrió la boca y los ojos lo más que pudo entre irónico y estupefacto. ¿De verdad? ¡¿No capto la indirecta…otra vez?! Su rostro se volvió rojo acusa de la ira que burbujeo dentro de él y se incorporó de golpe con las manos en puños.
Ahora si estaba furioso y aunque sentía unas enormes ganas de golpearlo no pudo pero…
-¡¡Eres un idiota Ryugazaki!! ¿Por qué no te das cuenta? ¡¿Por qué?!
Lo miro a los ojos y noto confusión en el más alto. No sabía a qué se refería. Ya no podía más. Cerró los ojos al sentir lágrimas y mordió los labios para no soltar los sollozos que se amontonaron en la garganta. Lo empujo para apartarlo y salió corriendo ignorando los gritos de Rei que lo llamaban.
Se sentía tan frustrado, enojado y dolido que no le importó correr hasta llegar a su casa aunque tuviera que atravesar la ciudad. Al llegar a su casa, corrió a su cuarto encerrándose y se aventó a la cama donde dejo salir todo lo que sentía rompiendo en llorar con desesperación.
¿Por qué tenía que doler tanto el desamor?
Desde que había descubierto que estaba enamorado de Rei había llorado una vez y fue cuando les conto a sus padres que era gay por enamorarse de un hombre. Lloro sin control pidiéndoles perdón y se pudo calmar cuando sus padres lo aceptaron y aseguraron que nada iba a cambiar con el hecho de que era su hijo y que lo querrían siempre sin importar su preferencia sexual. Luego se los conto a sus hermanas, quienes fueron las emocionadas con el hecho de que fuera gay. Ahora eran dos veces.
Escucho que una de sus hermanas, su favorita, toco la puerta para que la dejara pasar y le contara lo que tenia y Nagisa obedeció ya que necesitaba hablar con alguien y desahogarse. Tan solo su hermana entro y cerró la puerta tras de ella, Nagisa la abrazo con fuerza y le conto todo.
Esa noche durmió con ella como cuando era un niño y tenía miedo en las noches de que apareciera un monstruo debajo de su cama o del armario. A la mañana siguiente despertó con mal humor y sin ganas de hacer algo y menos de ir a la escuela donde lo iba a ver pero tarde o temprano se volverían a ver las caras y no podía darse el lujo de faltar, estaba comprometido a sacar buenas calificaciones.
No le quedaba de otra que continuar adelante e ir desechando esos sentimientos hacia Rei.
A varios metros de llegar a la escuela, miro en la entrada al chico mariposa quien tenía la vista en su reloj. Nagisa se detuvo y miro a su alrededor, miro un grupo de chicos de salón y no dudo en acercarse a ellos para que esconderse entre ellos y poder entrar sin que Rei lo percatara. No se despegó de ellos hasta que el timbre sonó y el profesor entro pero todavía no Rei, lo cual lo extraño. Pasaron unos minutos cuando lo escucho llegar y pedir al profesor si lo dejaba entrar pero Nagisa no levanto la mirada del libro.
A la hora del almuerzo, usualmente iba por Rei para arrastrarlo con los demás a la azotea pero por primera vez desde que son amigos, Nagisa tomo sus cosas y salió corriendo detrás de unos compañeros del salón para juntarse con ellos sin dirigirle una solo mirada a Rei.
En ningún instante dejo que el chico mariposa se le acercara y lo ignoraba. En el club de natación, cambio carriles para estar lo más alejado del chico y no salió de la piscina hasta que él se fue.
Los días continuaron así y su comportamiento con Rei no cambio, seguía ignorándolo y solo cuando era necesario, le dirigía la palabra y le llamaba Rei a secas, sin sufijo. Con los demás era el mismo Nagisa de siempre, solo con Rei era la excepción lo cual extrañaba a todos.
La hora de los entrenamientos termino pero no salió de la piscina, continúo nadando practicando el estilo espalda y cuando miro que Rei salió de los vestidores ya cambiado para despedirse e irse con Gou, salió de la piscina. Se quitó el gorro de goma y los googles y sacudió su cabello.
-Nagisa-llamo Makoto y volteo-¿Podemos hablar cuando te cambies?
Nagisa lo miro entornando los ojos y supo que tarde o temprano lo interrogarían por lo que se encogió de hombros y asintió. Unos minutos después salió y se sentó a un lado del mayor. Se quedaron en silencio solo mirando a Haru nadar y luego el castaño suspiro.
-¿Qué es lo que pasa Nagisa?
El rubio bajo la mirada a sus pies y mordió sus labios. Sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas pero respiro hondo varia veces y le conto lo que sentía por Rei y lo que paso aquel día. Otra vez silencio.
-Dile lo que sientes directamente Nagisa, Rei es Rei y sabes como es. No tengas miedo
Escucho los consejos de Makoto y se fue prometiendo que se declararía cuando se sintiera preparado aunque sentía que jamás lo iba a estar.
Los días pasaron y aunque la verdad lo intento, no pudo acercarse a Rei. Cada vez que se decía “ahora es el momento”, terminaba hecho un manojo de miedo y no podía, huía.
Tenía miedo de su rechazo y el raro comportamiento del otro chico tampoco le ayudaba. En los últimos días se miraba nervioso y distraído ni de hablar de que cada vez que lo miraba, Rei se sonrojaba y se alejaba.
Suspiro, miro la hora de su reloj y frunció el ceño. Ok, esto era raro.
Makoto hoy antes de irse con Haru, le había dicho que en un par de horas lo fuera a esperar al templo para poder hablar y ya era tarde y aun no llegaba. Makoto jamás se retrasaba. Hiso un puchero y luego escucho como alguien se acercaba. Sonrió cuando una idea malévola llego a su mente como venganza por hacerlo esperar.
Se escondió rápidamente y se preparó para saltar y asustar al mayor pero…
-¡Me gusta Nagisa-kun!
El rubio se congelo y abrió la boca y los ojos lo más que pudo al escuchar eso. No era Makoto… ¡Era Rei-chan! Escucho la respiración agitada del otro y se abrazó en posición fetal para escuchar lo que iba a decir.
-Ya no tengo dudas de lo que siento, estoy enamorado de Nagisa-kun y no tengo miedo de admitirlo ni decirlo. E sido un cobarde por huir de lo que siento, de esto pero ya no más. Puede que Nagisa-kun a veces se comportó como un niño pero el…-rio suavemente-Jamás he conocido a alguien como el tan maravillosa, especial… Nagisa-kun es hermoso tal y como es y por eso lo amo
Nagisa sintió muchas emociones dentro de él que comenzó a sollozar con fuerza sin poderlo contener. ¿Y cómo no hacerlo después de tales palabras?
-Etto… ¿Makoto-sempai?
Escucho que el chico mariposa se acercaba y se levantó mostrándose. El rostro sonrojado y con las manos en los ojos para limpiarse las lágrimas que no paraban de salir.
-¡AH! ¡¿Nagisa-kun?!
Nagisa aparto las manos de la cara para ver la expresión atónita del otro y siguiendo sus impulsos, salto sobre el para abrazarlo por el cuello.
-Eres un idiota Rei-chan pero el idiota que me gusta. ¡Yo también te amo Rei-chan!
Y junto sus labios con los del mayor en una muestra de su amor. Se separó sonriendo de oreja a oreja y miro la expresión de shock de Rei pero este se recuperó y también sonrió abrazándolo de la cintura.
-A mí solo me gusta un pingüino en especial Nagisa-kun-murmuro Rei
-¡AH!
Nagisa sonrojo violentamente provocando la risa del peliazul quien se inclinó para volverlo a besar. El rubio sonrió. Tal vez la espera había valido la pena, se sentía mucho mejor que Rei fuera el primero en decir sus sentimientos sin tapujos.
Nagisa estaba feliz, ¿y porque no lo estaría?
Todos sus amigos estaban en una relación. Haru-chan y Mako-chan pronto cumplirían su primer año, Rin-chan y Sou-chan tenían poco más de un mes, Momo-chan y Ai-chan llevaban un par de semanas, Gou-chan y Sei-chan que continuaban con su relación clandestina a los ojos de Rin, y ahora el con Rei-chan porque estaba seguro, esto era el inicio de una hermosa relación…
Makoto sintió que su celular vibro y lo saco para leer el mensaje que le llego. Sonrió ampliamente y sus ojos brillaron.
“¡Gracias Mako-chan!”
-¿De que sonríes Makoto?-pregunto Haru
Makoto levanto la mirada y observo al pelinegro acercarse hasta sentarse entre sus piernas.
-Mañana lo sabrás Haru
Después de todo, su plan había dado fruto.
Fin ReiGisa