Dos días después…
Los Slytherin y los propios Gryffindor se encontraban nerviosos y preocupados. Desde hace dos días ninguno había visto a Sirius ni a Severus. Las serpientes habían buscado por todo Hogwarts a Severus en cuanto se dieron cuenta que el azabache nunca había llegado a su habitación después de dejarlos en el gran comedor. Y los leones se preocuparon al darse cuenta que Sirius no había llegado a dormir en toda la noche. Era común en Sirius estar hasta altas horas de la noche “cazando”, pero lo que les preocupaba es que a pesar de ello, el mayor de los Black siempre llegaba a dormir por muy tarde que fuera y esta vez no lo había hecho.
Ninguno de los amigos del par había informado de la desaparición; habían tenido que emplear la poción multijugo para que sus jefes de casa no se dieran cuenta.
Todos estaban sumamente preocupados, simplemente ya no sabían dónde buscarlos…
Sala común de Slytherin…
Los amigos de Severus se encontraban sentados delante de la chimenea, con excepción de Lucius quien estaba caminando de un lado a otro.
-Hemos buscado por todo Hogwarts y ningún rastro de él. Es como si se lo hubiera tragado la tierra.- Cissa estaba mordiéndose las uñas de la preocupación.
-Quizás sea hora de que le digamos al profesor, Riddle.- Barty estaba preocupado por su amigo aunque no lo demostraba tanto.
-¿Estás loco? Riddle terminara matándonos a todos.- contesto Arabella
-Chicos.- hablo por primera vez Rodolphus desde que se habían sentado.- tengo algo que decirles.
Todas las miradas se posaron en él, haciendo que este respirara profundo por la intensidad de esas miradas.
-Suéltalo Rodolphus.- incito Regulus.
-Severus no es el único desaparecido en estos momentos.
-¿Qué quieres decir con que no es el único, hermano?.- Rabastan cuestiono.
-El hermano de Reg también está desaparecido.
Al terminar de decir eso fue como si todos entraran en un letargo. No se movían, no respiraban, ni emitían ningún sonido.
Después de unos minutos sin decir nada, Reg fue el primero en salir de ese silencio absoluto.- Eso es imposible, lo he visto justo hoy en las clases conjuntas de pociones. Es imposible que sea cierto eso que estás diciendo.
-Te suena ¿pociones multijugos?.- Reg abrió mucho los ojos.- No somos los únicos que sabemos hacerla, Regulus.
-¿Cómo sabes tú eso?.- Barty entrecerró los ojos.
-Tengo mis contactos.- Rodolphus esquivo la mirada.
Regulus no podía creer lo que estaba pasando, ¿su hermano de verdad tendría algo que ver con la desaparición de Severus?.-Eso no es pos…
-FUE TU MALDITO HERMANO.- por fin Lucius había explotado. Los que se encontraban sentados cerca de él tuvieron que prácticamente brincar al sentir como el poder veela salía del cuerpo del rubio platinado.
-¡Cálmate, Lucius! Vas a despertar a todos.- trato de calmarlo Narcissa más no sirvió de nada. Lucius estaba más allá de poder razonar.
-¿Qué me calme?.- el rubio escupió las palabras.- Ese estúpido Gryffindor se va enterar quien es Lucius Malfoy y que es lo que les pasa a los que se meten con sus amigos.- al decir eso, Lucius dio la media vuelta y salió.
-¡Lo va a matar!.- Regulus estaba histérico.
-Deja que lo mate.- dijo con enojo Thomas.- es lo mínimo que se merece si realmente tiene algo que ver con la desaparición de Severus.
-¡CALLATE THOMAS!.- A pesar de todo, Reg no quería que matarán a su hermano y eso es justo lo que haría Lucius si lo encontraba.
-¡Cállense ustedes dos! ¿Qué no se dan cuenta lo que va hacer Lucius?.- Arabella también estaba ahora enojada.- va a ir a buscar a Black a la sala común de los Gryffindor. Por si no se enteraron, el estúpido de Black también está desaparecido, ahí no va a encontrar a nadie más que a un puñado de leones.
El entendimiento se instaló en sus cerebros.
-¡Por Salazar!.- fue lo único que se escuchó antes de que las serpientes salieran corriendo para detener la masacre que ocasionaría su amigo. Lucius no iba a encontrar a Sirius pero si a sus amigos, y para Lucius en ese estado… ellos eran enemigos a los que destruir.
Sala común de Gryffindor…
-¿Dónde diablos estará, Sirius?.- James se encontraba en el mismo estado que había estado Lucius hace unos minutos.
-Quizás haya salido de Hogwarts.- Peter miraba el vaivén de su amigo.
-Es imposible.- Remus está igualmente preocupado por canuto.- Nos hubiera dicho algo.
-¿Por qué no le decimos a McGonagall?.- Lily estaba sentada aun lado de Frank y Arthur.
-¿Acaso estás loca, Lily?.- James decía mientras miraba a su amiga como si le hubiera salido otra cabeza.- Sabes muy bien que eso no solo le traerá problemas a canuto, sino también a nosotros.
-Eso es cierto.- dijo en confirmación Arthur.- Si realmente Sirius no está perdido y le decimos a la profesora lo meteríamos en serios problemas.
-¿Entonces qué hacemos?.- pregunto Peter.
-Creo que…- James se quede callado unos momentos. Estaba seguro que escuchaba unos ruidos a fuera de su sala común.-¿escuchan eso?
-¿Qué cosa?.- Lily miro a James, ¿quizás no molestar a Severus lo estaba volviendo paranoico?.
-Shhhh.- James puso unos dedos en sus labios, haciendo que sus amigos guardaran silencio y fue cuando lo escucharon. Unas voces a fuera de su sala común.
-¿Quién será?.- cuestiono Frank.
-No sé. Deberíamos ir a ver.- James se acercó a la salida.
-Espera James.- Lily le pidió más este no la escucho, a sus amigos no les quedo de otra más que seguirlo. Lo que se encontraron los dejo impactados.
Malfoy estaba totalmente enojado y ¿emitiendo una luz blanca?... Quizás los rumores sobre Malfoy no eran simples rumores, pensaban los Gryffindor.
Sorprendidos vieron como Regulus lo estaba sosteniendo de la cintura mientras Crouch lo sujetando de la espalda. También se encontraban presentes, la prima de Sirius; Narcissa, Parkinson, los hermanos Lestrange, Zabini y Nott; los cuales tenían caras de terror y preocupación mezcladas.
-¿Qué diablos está pasando aquí?.- James se dio cuenta que había sido muy mala idea haber dicho eso. Había llamado la atención de Malfoy y este lo veía con unos ojos totalmente blancos.
Para horror de las serpientes y los leones, Malfoy se soltó del agarre de sus amigos y se le fue encima a Potter sin darle tiempo a este de que sacara su varita. James estaba sintiendo temor por primera vez en su vida.
-Tú y tus malditos amigos.- la voz normal del rubio no estaba, esto era más bien un gruñido animal.- ¿Dónde está?
-¡LUCIUS PARA!.- grito Arabella.
-¿DÓNDE ESTÁ?.- repitió Lucius fuera de sí. James sintió como las manos de Malfoy se cerraban en su garganta, provocando que no pudiera respirar bien.
-¡HAGAN ALGO!.- esa era la voz de Remus.
-¡MALDITA SEA LUCIUS, SUÉLTALO! ¡LO VAS A MATAR!.- ese era Thomas.
Todas esas palabras eran nada para Lucius, estaba en un estado que no escuchaba razones y James estaba perdiendo la conciencia por la falta de oxígeno en sus pulmones.
-¡DESMAIUS!.- se escuchó antes de que este hechizo impactara en la espalda de Lucius y se derrumbara.
Los amigos de ambos corrieron a sus lados.
James se derrumbó junto al cuerpo del rubio. Daba grandes bocanadas de aire, tratando de meter oxígeno a sus pulmones.
-Ethan le diste demasiado fuerte.- decía Cissa mientras veía el cuerpo lánguido de Lucius.-no lo habrás matado, ¿verdad?.
-¿Qué mierda les pasa?.- estallo Lily.- ¿Qué tienen en la cabeza para venir a territorio Gryffindor y atacarnos?
La siempre tranquila Cissa miro con un fuego en los ojos a la pelirroja que acababa de hablar.- No se hagan los desentendidos, estúpidos.
¿Eh? ¿Narcissa hablando así? Ahora eran los Gryffindor los que veían raro a la Slytherin. En cambio sus amigos ya estaban acostumbrados a ver y escuchar su vocabulario “estilo camionero en conjunto con un pirata”.
-Quiten sus estúpidas caras.- esta estaba en su momento de ira.- ustedes han empezado con esto.
-¿Nosotros?.- por lo que veían, Lily no se dejaba intimidar por Cissa.- Ustedes fueron los que vinieron y atacaron a James.
-De hecho fue Lucius, no nosotros.- Rabastan miraba con alegría disimulada a la pelirroja.
-Me importa una mierda quien haya sido.- Remus era otro que había estallado. Estaba preocupado por su amigo y también por el rubio.- ¿Qué diablos quieren?
-No te hagas el desentendido, Lupin.- Bartemius dijo.- Sabemos que Black está perdido.
-¿Y eso que tiene que ver con esto?.- Remus lo decía en un gruñido.
-Que Severus también está perdido.- Hablo Rodolphus que era el más tranquilo de todos ahí.- Lleva exactamente dos días perdido.-Eso les cayó como balde de agua fría a los leones.
-Eso no quiere decir que Sirius haya tenido algo que ver.- dijo poco convencido Arthur.
-Tú y yo sabemos de lo que el estúpido de Black es capaz.- corto Ethan, ganándose una mirada irritada del Weasley.
-Sirius no…
Arabella cortó lo que iba a decir Lily.- Por favor Evans, no me salgas con que Black no lo haría porque hasta tú con ese cerebro de león sabes que tu amigo tiene algo que ver. Y si fueran lo bastantes inteligentes se unirían a nosotros en buscarlos.
Lily se tragó su orgullo por un momento porque sabía que la pelinegra tenía razón. Lo importante ahora era encontrar a esos dos, si realmente es que estaban juntos.
-No tenemos mucho tiempo. El profesor Riddle no tardara en darse cuenta que Severus falta.
-Pues lo que yo digo que tenemos que hacer ahora es levantar a Lucius antes de que un profesor nos vea.- Rodolphus que era la voz de la razón dijo lo obvio. Todos ellos vieron al desmayado Lucius.
Ni los leones ni las serpientes estaban contentas de tener que trabajar en conjunto, pero era eso o ser descubiertos. Por lo que entre Rabastan y Arthur, metieron al inconsciente Malfoy a la sala común y para que ningún otro alumno viera que él estaba ahí, lo llevaron hasta la habitación que compartían Remus, Sirius y James.
-Por Salazar, ¿qué es lo que come Lucius? Pesa un montón.- dijo Rabastan mientras lo depositaban en la cama de Remus, ya que James no quiso tenerlo en su cama y dudaban que a Sirius le hiciera feliz tenerlo en la suya.
-¿Ahora qué haremos?.- pregunto Frank.- debemos movernos rápido, yo también creo que McGonagall no tardara en darse cuenta de que falta Sirius.
-Nosotros ya los hemos buscado por todo Hogwarts y supongo que ustedes también.- Regulus estaba más tranquilo después de todo el escándalo que había pasado.
-Debemos buscarlos de nuevo. Por todos lados, hasta en el bosque prohibido si es necesario.- Todos estuvieron de acuerdo a lo dicho por Narcissa, que ya estaba más tranquila después de haber explotado hace unos minutos.- Nos separaremos por grupos así será más fácil dar con ellos.
En eso ya no estuvieron de acuerdo.- ¿Por qué tenemos que separarnos y hacer grupos con ustedes? Entre nosotros podemos.- dijo James.
-Entonces no sirve de nada tratar de cooperar, Potter.- escupió las palabras Barty.-¿Están de acuerdo o no?.- los leones no querían aceptar ese trato pero era trabajar con las serpientes rastreras o arriesgarse a que su jefa de la casa se diera cuenta que Sirius faltaba… Todos asintieron en confirmación.
Pasillo del cuarto piso
James iba refunfuñando por el pasillo. Estaba que no lo calentaba ni el sol; primero por lo que había pasado con ese oxigenado y ahora por tener que cooperar con las serpientes.
Había decidido ir solo, no estaba tan loco para ir con esas traicioneras serpientes y que en cualquier momento lo atacaran por la espalda.- Malditas serpientes y sus estúpidos planes.
James iba tan concentrado en sus pensamientos que no se daba cuenta por donde iba hasta que choco con una cosa dura. El golpe lo mando al piso.- ¿De dónde salió esta pared?.- cornamenta se sobo la frente.
-Siento decirle señor Potter que no ha chocado con una pared.- James alzo la cabeza en el momento que esa voz se registró en su cerebro. Y ahí estaba, el protagonista de todos sus sueños, la única serpiente en el mundo que soportaba tener cerca, el hombre que le había robado el corazón desde el primer momento en que ingreso como profesor en Hogwarts… Tom Marvolo Riddle.
-¿Le ha comido la lengua el ratón, Potter?.
-¿Potter? ¿Quién es Potter? ¡AH! Sí, yo soy Potter.- ¡Maldición! solo por estar frente a él, hasta olvidaba como se llamaba…
Tom alzo una ceja. De entre todos los Gryffindor, este era el que más lo intrigaba.- ¿Se puede saber qué hace aquí?
-¿Quién?
-Usted.
-Ahhhh…bueno… ¿Caminando dormido?
-¿Me está preguntando o me está afirmando?
-¿Afirmando?
-… Inténtelo de nuevo.- el profesor cruzo sus brazos esperando la respuesta del menor.
-Tenía hambre y salí a buscar algo de comer…
-…
-Empezó a temblar y preferí estar en los pasillos que en mi habitación…
-…
-¿Me empecé a sentir mal, y justo ahora iba a la enfermería?
-…
-…
-…
-Señor Potter, por andar en los pasillos a mitad de la noche se le bajara 10 puntos a su casa.
-¿Qué? ¿Pero por qué?.- James abrió mucho los ojos.
-20 puntos por cuestionarme.
-¿QUÉ?
-30 por gritarme, y por el bien de los puntos de su casa será mejor que se calle.
-No profesor, por favor no me quite 30 puntos…Mejor que sean 10.- rogo James mientras le ponía ojos de cordero que hacían que más de la mitad de los alumnos cayeran rendidos por ellos, más eso no sirvió en el profesor.
-No.
-¿15?
-…
-¿20?
-No estamos en una negociación, Potter.- Tom se pasó la mano por la frente. Este mocoso lo exasperaba a un nivel que nunca pensó.- Ya basta y camine. Lo escoltare a su casa para que no vaya según usted a perderse por estar caminando dormido.
Oh mierda, si Riddle iba con él por ese camino era casi seguro que se toparían con alguno de los que andábamos buscando a Sirius y a Snivellus… James no podía permitir eso, por lo que hizo lo primero que se le vino a la mente.
-Pro…fe…sor.- fue lo último que escucho Tom antes de ver como el delgado cuerpo de James caía lánguido al piso. Por unos segundos se quedó viendo el cuerpo en el piso pero rápidamente salió de la sorpresa y se agacho para ayudar a su alumno.- ¿Señor Potter? Potter reaccione.- Tom movió a James sin obtener ninguna señal de que estuviera consiente.
- ¿Potter?.- volvió a intentar el ojiverde.- ¡Maldición!.- Tom tomo con suavidad entre sus brazos a James y lo levanto… Tenía que apurarse e ir a la enfermería… El profesor Riddle salió corriendo en dirección a la enfermería en donde la señora Pomfrey atendería al león.
El profesor iba lo más rápido que podía mientras James sonreía interiormente…Quizás después de todo el plan de las serpientes no haya sido tan malo.
Sala común de Slytherin…
Regulus estaba entrando a su sala común con un semblante de molestia, un gesto que era poco usual en el pelinegro.
-Maldito Ethan…pero me las va a pagar.- refunfuñaba el pelinegro mientras subía a la habitación de su compañero.
Flash Back
Después de que los leones a regañadientes habían aceptado trabajar con ellos, se disponían a formar los equipos de búsqueda. Regulus se encontraba pensando en que lugares no había ido a buscar a su amigo, sin darse cuenta, Ethan se había colocado a un lado de él.
-¿Reg?.- el susodicho se sobresaltó al escuchar que lo llamaban, giro su cara y se topó con Nott a escasos centímetros de él.
-¿Qué sucede? ¿Quieres ir en mi equipo?
-No, no es eso.
-¿Entonces qué sucede?.- Regulus arqueo una ceja y miro a su amigo con mayor detenimiento.
Ethan miro a ambos lados nervioso, por instinto Regulus hizo lo mismo. Lo único que veía Regulus era a sus amigos en una acalorada discusión con los leones sobre quienes iban con quien y a un Lucius desmayado en la cama de Lupin.-¿Qué sucede?.- dijo en un susurro el pelinegro.
Igualmente en un susurro Ethan contesto.- Necesito que me hagas un favor.
-¿Qué clase de favor?.- aunque eran amigos y confiaban los unos a otros, aún existía el Slytherin en ellos que los hacia cuestionar y sospechar por todo.
-Necesito que regreses a la sala común, en específico a mi habitación.
-¿Por qué? ¿Se te olvido algo o qué?
-Se podría decir.
-Ethan, si no eres más claro no te ayudare.
-Shhhh, baja la voz.- Ethan le puso la mano en la boca y volvió a ver para todos lados. Quito la mano de la boca de Reg y lo volvió a ver directo a los ojos mientras bajaba más la voz- Bill está allí.
-¿Qué?.- Regulus hasta vio estrellitas de lo fuerte que Ethan le había tapado la boca, de seguro mañana amanecería con la boca hinchada del golpe.- ¡Auch!
-Te dije que bajaras la voz.
-No tenías que pegarme por ello.- Reg se tocaba los labios, le estaban empezando a arder.-¿Qué hace Bill aquí? No se supone que los padres del Weasley lo cuidan junto a los otros dos.
-Bill se había estado sintiendo mal por lo que me lo tuve que traer de la casa de mis suegros. No podía dejarlo solo.
-¿Qué tiene, dos años?
-Cuatro.-corrigió Nott.-¿Entonces me vas ayudar?
-Ni siquiera me has dicho que quieres. Solo me dijiste que...- Reg regreso a ver a los lados. Nadie prestaba atención a su plática pero aun así no bajo la guardia.- Bill esta en tu habitación.
-Necesito que te quedes con él.
-¿Con quién?
-Con Bill.
-¿Quién?
-Tú
-¿Yo?.- ¿Ethan quería que yo hiciera de niñera?
-¿puedes o no?.- le dijo Ethan.
-No es que no pueda pero…-Nott no dejo que terminara, se paró con una sonrisa.- Gracias Regulus. Te voy a compensar por esto
-¿eh? No, esper…-pero era caso perdido, Ethan ya estaba al lado de su pelirrojo con una sonrisa en la boca.
Final del Flash Back.
A pesar de estar enojado, Regulus abrió la puerta de la habitación de Ethan con cuidado, ya que no sabía si Bill estaba dormido.
Todo estaba silencioso, entro con cuidado y cerró la puerta. Estaba oscuro y tranquilo, la única luz que había era la de la luna que se reflejaba por el ventanal. Se acercó a la cama de Ethan y ahí estaba, un pequeño pelirrojo con las mejillas rojas.
Regulus lo estudio por unos momentos.- Serás muy guapo cuando seas mayor.
-¿Entonces te casaras conmigo?.- Regulus se sobresaltó al escuchar esa voz. Bill estaba despierto y lo veía con esos ojos tan azules como el cielo.
El pelinegro rápido se compuso del sobresalto.-Duérmete Bill, tu papá ahorita viene.-Regulus pasó de la pregunta del menor sin ni siquiera darle importancia.
-No has contestado mi pregunta.- Reg suspiro resignado… Por eso es que no le gustaban los niños, siempre sacaban sus malditas preguntas incomodas.
-No, Bill. No me casare contigo.
-¿Por qué?
-¿Por qué? Pues porque eres un niño.
-Cuando tenga 20 años ya no seré un niño.
-Cuando tú tengas 20 años yo tendré 33 años. Para mi seguirás siendo un niño.
-No seré un niño.- Bill dijo tajantemente.- seré un hombre.
El mocoso tenía un punto, pero ¿salir con el hijo de uno de sus buenos amigos? Eso sin duda estaba fuera de discusión.- Mira Bill, eres muy joven para entender esto pero la gente grande como yo, no salimos con gente pequeña como tú.
-Eso quiere decir que si crezco más alto que tú, nos podemos casar ¿verdad?
A Regulus le estaba dando un dolor de cabeza.- Cuando dije gente grande y gente pequeña, no me refería a la estatura.
-¿Entonces a qué?
-A la edad.
-Pero eso no importa, si hay amor entre nosotros.
¿Qué mierda le enseñaban a los niños hoy en día?...- Escúchame bien Bill. Cuando crezcas conocerás a mucha gente, experimentaras, te divertirás mucho y te enamoraras de alguien de tu edad.
-Yo no quiero enamorarme de nadie de mi edad, yo estoy enamorado de tío Regulus.- Bill estaba haciendo un puchero con los labios y a Reg cada vez se le intensificaba el dolor de cabeza.
Maldito Ethan, se las iba a pagar por meterlo en este embrollo.- Hagamos esto Bill. Si cuando tengas 20 años me vuelves a decir que me quieres saldré contigo.
-¿Me lo prometes?.- los ojos del pequeño brillaban con ilusión.
-Si si si, te lo prometo.- lo único que quería Reg es que Bill se durmiera y dejara de hacerle tantas preguntas. Con tener que preocuparse por su amigo y por el estúpido de su hermano ya lo tenía sobrecargado, no quería tener que aguantar más problemas en su mente.
-¿También te casaras conmigo?
-Si si si, lo que quieras. Ahora duérmete.- Bill sonrió, agarro su cobija de leones y cerró los ojos.
Regulus suspiro aliviado, sin ni siquiera ponerse a pensar en la inmensidad que había prometido.
Habitación de los Merodeadores…
Remus se encontraba sentado en una silla frente a su cama viendo a Malfoy, quien se encontraba dormido a causa del desmaius que Nott había utilizado en su contra. Él y cornamenta habían sido los únicos en ofrecerse a cuidarlo. Los amigos de Lucius no habían estado tan convencidos de dejarlo al cuidado de un león. Pero era mejor él a que lo cuidara James, quien había dicho que le teñiría el cabello de rosa por lo que le hizo. Por lo que los Slytherin no tuvieron de otra que dejarlo con Remus.
El castaño se encontraba triste. Había presenciado el estallido de ira que había sufrido el rubio y la causa no fue otra que la perdida de su novio… Snape.
Era desolador ver que la persona que te había robado el corazón estuviera tan cerca de ti y que no puedas tocarlo.
-¿Lupin?.- Remus regreso a ver a la cama, encontrándose con un par de ojos grises claros. Al blanco de hace un rato había desaparecido totalmente.- ¿dónde estoy?
Malfoy trato de enderezarse más sus fuerzas no fueron suficientes, acabo derrumbándose de nuevo en la cama.
Remus se levantó enseguida tratando de ayudarlo cuando vio que Lucius intentaba incorporarse de nuevo.- No te levantes, aun estas débil.- este tomo los hombros del rubio, cosa que a Malfoy no le gusto.- No me toques.
Esas palabras hirieron a Remus, quito sus manos y volvió a tomar asiento. Solo observaba el intento del rubio de enderezarse.
-¿En dónde estoy?.- Lucius recorría la habitación con la mirada, la cual acabo puesta en Remus.- Esta no es mi habitación.
-Estas en mi habitación.
Lucius se quedó en silencio unos momentos, sopesando la respuesta del castaño.- ¿Qué hago aquí?
-¿No recuerdas nada?
-Solo recuerdo enterarme de que el estúpido de tu amigo tuvo algo que ver con la desaparición de Severus, después de eso todo está en blanco.
Remus paso por alto lo de “estúpido amigo”.- Sirius no tiene nada que ver con la desaparición de tu novio… o eso esperaba.
-¿Novio?.
-Snape, tu novio.
Lucius soltó un bufido, le estaba dando vueltas todo, por lo que prefirió volver a acostarse. Dio una gran aspiración, tratando de que el mareo pasara y fue cuando capto un maravilloso olor… ¿De dónde provenía este olor?... Volvió a respirar, reteniendo un momento el dulce aroma en sus pulmones. El olor venia de la cama, olía a canela con vainilla… ¿de quién era esta cama?
-¿Te encuentras bien, Malfoy? ¿Necesitas algo?.- el tono del castaño era de total preocupación.
-¿De quién es esta cama?.
-¿Eh?
- Te pregunte que de quien es esta cama.- Lucius volvió a enfocar su mirada en el castaño.
Remus no sabía de donde había salido esa pregunta.- Es mía, es mi cama.
Después de decir eso, un silencio sepulcral se instaló entre ellos, hasta que fue roto por Remus.- Eres mitad veela, ¿verdad?
Ira se instaló en los ojos de Malfoy, Remus trago duro. Sabía que había sido un error preguntar eso.
-Si te atreves a decirle a alguien esto, acabare contigo.- Lucius no sabía cómo diablos ese merodeador había descubierto su secreto.
Lupin sabía bien lo que era esconder una condición. Quizás a Malfoy no le gustaba que supieran que tenía mitad de sangre veela por ser un mago de sangre pura o quizás era porque los veela eran unas criaturas muy raras en el mundo mágico. Algunos coleccionistas capturaban veelas por su belleza. Aunque era muy difícil capturar a una, los veelas tenían un gran índice de agresividad y poder mágico. Quien lograba capturar una podría ganar millones de galeones; hasta una mitad veela sería un gran blanco para los coleccionistas.
Lucius estaba viendo con intensidad a Remus, como esperando el momento en el que el castaño se riera y dijera que le contaría a todo Hogwarts, mas nunca espero que el castaño dijera esto.- padezco licantropía, soy un hombre lobo.
Malfoy estaba literalmente con la boca desencajada, sacando una risa de Remus la cual le pareció linda al rubio.
-Cuando era pequeño un hombre lobo me mordió y desde entonces padezco de licantropía.
-¿Por qué me dices esto?.- Malfoy no entendía porque este Gryffindor le estaba diciendo eso.
-Bueno, pensé que era lo correcto.
-¿Lo correcto?
-Si.- Remus sonrió y le dijo con la mano a Lucius que se acercara a él, como si el castaño le fuera a contar otro secreto. Lucius hizo lo que le pidió y se acercó.- yo se tu secreto y ahora tu sabes el mío. Ahora estamos en igualdad de condición.- Y era cierto. Aparte de él, estaba seguro que Lily había sido la única que se dio cuenta de que Malfoy era parte veela; sus demás amigos eran tan despistados que ni poniendo un cartel en la frente de Malfoy con la leyenda “soy mitad veela”, se enterarían.
Lucius se separó del castaño totalmente desconcertado… Lupin era raro.
Remus se quedó estático, no sabía si estaba soñando o era una alucinación a causa de tener contacto directo con un mitad veela, porque podría jurar que en estos momentos está viendo a Lucius Malfoy sonriendo… Corrección, le estaba sonriendo a ¿él?.
-Si tú mantienes mi secreto, Lupin. Yo mantendré el tuyo.
-Trato.-Remus estiro la mano sonriendo, como para cerrar el trato. Pero de inmediato se acordó que cuando Malfoy había despertado y Remus había intentado ayudarlo a incorporarse, el rubio habia alejado su mano.
Lucius noto el semblante del castaño y volvió a sonreír, antes de que Remus bajara totalmente su mano, el rubio la tomo y la estrecho.- Trato.
Para Lupin este momento era el mejor de su joven vida.- Y para que lo sepas. Severus y yo no somos novios de verdad.- dijo Lucius.
Retiro lo dicho…Ahora si era el mejor momento de mi vida.
Pasillos del primer piso…
-¿Puedes ir más despacio?
-No.
-Bien.- Lily estaba totalmente enojada… ¿Pero a quien se le había ocurrido la fantástica idea de emparejarla con Rabastan Lestrange?.
-¿A dónde vas?.- Lily había dado media vuelta y ahora iba por el camino por donde habían venido.- Evans ¿A dónde diablos vas?
Lily siguió caminando sin contestarle a Rabastan. La tenia harta. Desde que se habían puesto a buscar a Severus y a Sirius, Rabastan se había empeñado en llevarle la contraria en todo.
-Te pregunte a donde ibas.- Rabastan la tomo del brazo con fuerza, haciendo que girara y se enfrentara a el de frente.- ¿acaso estas sorda?
De repente todo quedo en silencio entre ellos. Lily estaba con la mano hacia arriba y Rabastan con su propia mano sobre su mejilla.
-Me pegaste.- la cachetada que le había puesto Evans en la mejilla estaba tan roja como el cabello propio de Rabastan.- ¡ME PEGASTE! ¡A MI!
-Y si no te callas te voy a regalar otra que combine con la que tienes ahorita.- Si alguien pasaba por ese pasillo vería a dos bolas rojas discutiendo. El cabello de ambos era del mismo color que el tono de sus caras en este momentos.
Lily estaba roja del coraje al igual que Rabastan.
-Cómo te atreves, sangre sucia a ponerme una man…- más lo que iba a decir no fue terminado, ya que Evans le había propiciado otra cachetada.
-¡MIRA! ¡VANIDOSO ARROGANTE HIJO DE PUTA!.- ahora era Lily la que gritaba.- ¿QUÉ TIENE DE MALO QUE SEA HIJA DE MUGGLES? A LO MENOS NO SOY UNA ARROGANTE Y ESTÚPIDA SANGRE PURA CON EGO DE SOBERANO. A VER SI TE VAS BAJANDO DE TU NUBE QUE SI TE LLEGAS A CAER TE VA A DOLER.- después de decir esto, la pelirroja se dio la media vuelta dejando a un Lestrange sorprendido por el repentino estallido de la leona.
Rabastan iba a replicar lo dicho cuando escucho unos pasos que se acercaban a ellos. Rápidamente llego al lado de la pelirroja que por estar hecha una furia no se había percatado de que alguien venia. La tomo del brazo y la jalo hacia él. Lily iba a protestar de nuevo pero el pelirrojo le tapó la boca mientras la cargaba y la tiraba por la ventana cayendo sobre unos arbustos.
Lo bueno que estaban en el primer piso sino ya estaría muerta, era lo que Lily pensaba.
-¿Qu…-pero no acabo de preguntar porque de inmediato Rabastan se unió a ella, volviendo a taparle la boca.-Shhhh…-Fue cuando Lily se dio cuenta que alguien se aproximaba. Lestrange agarro a Lily de la cintura, y la pego lo más que pudo a él; de espalda contra su pecho no se dio cuenta que las mejillas de la pelirroja se habían puesto del mismo color que su cabello.
Ambos vieron como Filch aparecía en la esquina del pasillo. Gracias a Merlín que su gata no venía con él.
-¿Quién está ahí?.- Filch alzo su lámpara, haciendo que Rabastan jalo más cerca a Lily…
Cálmate corazón. Recuerda que es el tipo que te acaba de llamar sangre sucia apenas unos minutos… el corazón de Lily no la escucho por lo visto, en vez de eso aumento sus palpitaciones. La pelirroja cerro los ojos y empezó a contar mentalmente…Uno…dos…tres…cuatro. No te vayas por ahí Lily. Piensa en otra cosa mejor. Como la tarea que dejo el profesor Riddle…
Rabastan asomo su cabeza y vio como Filch daba vuelta en la esquina. Suspiro aliviado de no haber sido encontrados; fue ese el momento en el que se dio cuenta en la posición que estaba y como estaba sosteniendo a Evans.
Ella olía bien y era tan pequeña en comparación con él… Rabastan no pudo evitar sonreír al recordar como había estallado hace solo unos minutos la pelirroja. Sin duda toda una leona. Nunca en su vida alguien le había puesto las manos encima y ella se las había puesto y dos veces.
-¿Ya se fue?.- pregunto Lily en susurros. Al estar ella de espalda no podía ver por donde se había ido Filch.
Rabastan sonrió y apretó más a Lily contra él, sintiendo lo bien que encajaba en su cuerpo. Quizás debería discúlpame con ella… Más tarde…
-¿Lestrange?.- volvió a preguntar Lily.
-No, aun no se va.
-¿Cuánto crees que tarde en irse?
-Quizás en unos minutos, Evans.… O quizás horas…
Pasillo del segundo piso…
Arabella estaba recargada en una de las ventanas que tenían vista hacia el patio de Hogwarts y justo en ese momento estaba viendo a Rabastan y a Lily escondidos y abrazados. O más bien, Rabastan tenía aprisionada contra su cuerpo a la pelirroja.
-Quien lo hubiera imaginado… Rabastan Lestrange abrazado a una sangre sucia como Evans.- la morena vio como Filch daba vuelta en la esquina y desaparecía; y aun así Rabastan no soltaba a la pelirroja quien tenía los ojos cerrados.
-Creo que sería mejor decir… Quién hubiera imaginado que la sangre sucia de Evans sería capaz de hacer sonreír de esa manera a Rabastan.- Arabella veía la sonrisa que el pelirrojo estaba poniendo en esos momentos.
Sabía que sería mejor quitarse de ahí y seguir buscando a Severus pero simplemente sus pies no le respondían
Arabella supo que tenía que darse por vencida con el pelirrojo. Una mujer sabía cuándo un hombre estaba fuera de sus posibilidades.
Ella había salido de esas posibilidades y Evans había entrado.
-Disculpe ¿Qué hace aquí?
La morena se giró en el momento que escucho esa voz, asustada y con el corazón latiendo a mil por minuto.
El joven que había hablado sin duda era un prefecto y por la capa que cargaba era notorio que era el de Hufflepuff.
Ambos se quedaron en silencio, Arabella sabía que estaba en problemas, más el chico no le dijo nada. Solo metió una mano a su bolsillo y saco un pañuelo.
-Tome.- ofreció su pañuelo a la morena quien lo miro con desconfianza.
-No lo necesito.- dijo tajantemente a morena.
El chico le sonrió y Arabella bufo... Por eso no le caían bien los Hufflepuff. Todos eran tan sosos.
-Las lágrimas son el reflejo de nuestros sentimientos y es bueno llorar cuando se tiene ganas.
-¿Quién te dio permiso de meterte en donde no te llaman? Y yo no estoy llorando.
-Bueno, si encuentro a una bella chica con ese semblante de tristeza a mitad de la noche, cualquier hombre se preocuparía.
-Para que lo sepas, nunca saldría contigo así que no te sirven tus halagos.-escupió las palabras.- Y no me conoces, así que no trates de comprender lo que siento.
-Es fuerte quien sabe aguantar el llanto pero es más fuerte quien sabe llorar en el momento indicado, Arabella Zabini.
Arabella se quedó estática.
-Te sugiero que no estés mucho tiempo por los pasillos tan tarde, puede que te encuentre otro prefecto o un profesor.- el Hufflepuff se le acerco, tomo su mano y le puso el pañuelo en la palma.- el corazón es fácil de lastimar, por eso vivir es doloroso; pero eso es lo divertido de vivir. ¿No te parece?
-¿Quién eres?
-Amos Diggory.- Con una sonrisa en los labios y después de decir su nombre el chico se fue, desapareciendo por la esquina del pasillo.
Arabella lo miro hasta que se perdió detrás de esa pared, bajo su mirada a lo que tenía en la mano.
Quizás no todos los Hufflepuff fueran tan sosos…
Cuarto piso. Biblioteca…
-Oye Ethan.- el susodicho volvió y miro a su novio para ver que quería.-¿Crees que haya sido buena idea dejar a Regulus con Bill?.- Arthur Weasley llevaba siendo el novio secreto del Slytherin, desde que iban en cuarto.
-Regulus es bueno con los niños, él sabe que hacer.- Nott desestimó la preocupación del pelirrojo.- ahorita lo importante es encontrar a Severus.
-Y a Sirius.- añadió Arthur.
-Sí, también a ese.- Ethan se le acerco a su alto novio y le tomo la cara.- No te preocupes por Bill, está en buenas manos.
-No me preocupo por Bill.
-¿Entonces?
-Me preocupo por Regulus.- Ethan no pudo evitar soltar una sonora risa, ganándose una mirada de reproche por parte del pelirrojo.
-Lo siento, lo siento…pero es que… ¿por Regulus?
-Sabes muy bien que nuestro hijo tiene un complejo por Regulus.
-¿Y eso qué? Es un niño, no va a ir y a violarse a Regulus.
-Hace rato me dijo que quiere casarse con él.- la serpiente arqueo una ceja y una sonrisa burlona se instaló en sus labios.- No te rías Ethan.
-No me estoy riendo, solo estoy sonriendo. En serio que no entiendo cuál es tu preocupación. Es más ¿no crees que sería bueno que Regulus se casara con Bill? La familia Black es prestigiosa, adinerada y sangre pura. Si nuestro pequeño se casa con Reg, seria fantástico.- Ahora era el turno de Arthur de entrar en shock.
-¡Estás loco! Bill solo tiene cuatro años ¿y tú ya estás pensando en casarlo?.
-Tú empezaste.-reprocho el pelinegro.- y eso no importa. Narcissa y Lucius se comprometieron a los dos años así que la edad es lo que menos importa.
Así que Ethan fue el que le metió en la cabeza a Bill que la edad no importa cuando se ama…- Ethan, olvida lo que dije. Mejor sigamos buscando a Snape y a Sirius.- era mejor dejar el tema por la paz antes de que Ethan sacara otras cosas.
Arthur empezó a caminar seguido por su loca pareja.- Amigo y yerno, no es tan malo..- El pelirrojo prefirió no decir nada, no quería darle más cuerda a su pareja, quien por lo visto ya estaba desvariando.
-¿Crees que Barty querrá casarse con Charlie? ¿O sería mejor casar a Arabella con Percy?
Arthur a veces se preguntaba cómo es que había terminado en pareja con una loca serpiente…
Biblioteca: Sección prohibida…
-No creo que se encuentren aquí, Narcissa.- Thomas y Cissa habían sido los únicos que fueron emparejados de la misma casa. A la falta de más leones, no tuvieron otra que emparejarlos.
-Según Lupin, él cuatro ojos de Potter vino ayer y no encontró nada. Con excepción de unas Ravenclaw con las hormonas disparadas.
-¿Entonces qué hacemos aquí?
-Si quieres puedes irte, Thomas.- Cissa decía mientras estudiaba los títulos de los libros en la estantería.- aunque si te encuentras a Ethan con Arthur en una comprometedora escena no vengas a decirme que no te lo advertí.
El pelinegro bufo con fastidio y Cissa sonrió.- Aun no entiendo como Ethan término con ese pobretón. Teniendo a tantos candidatos.
-Yo me alegro por él. Se ve que lo ama y para mí eso es suficiente. Si Ethan es feliz, yo también lo soy.- Cissa se encogió de hombros y siguió con su inspección sobre los libros.
-Si tú lo dices.- El silencio se instaló entre los dos. Era incómodo para ambos estar a solas.
Thomas no aguanto el silencio por mucho tiempo, así que se decidió a romperlo.- ¿Cómo te va con el compromiso?
Cissa se paró y se giró a ver a Thomas.- ¿por qué lo preguntas?
-Simple curiosidad. Debe ser divertido estar comprometido.- Ahora fue el turno de Narcissa de bufar con fastidio.
-Entonces deberías ir y buscarte una prometida, Parkinson.
-No creo que sea necesario.
La Black puso los ojos en blanco y le dio la espalda al pelinegro.- Si me sales con la estupidez de que es a causa de todas y todos tus fans, desde un principio te digo que te puedes callar.
-No es necesario porque mis padres ya me consiguieron una.- esas palabras cayeron en Narcissa como un balde de agua fría.
-¿Qué?.- Narcissa pregunto aun dándole la espalda a Thomas.
Thomas se pasó la mano por su cabello, exasperado y a la vez abatido.- Mis padres piensan que sería bueno juntar nuestro linaje con otro del mismo poder.
Narcissa no quería saber con quién había sido comprometido el pelinegro. El silencio se volvió a instalar entre ellos, hasta que Thomas dijo las palabras que encajaron más profundo el puñal en su pecho.- Me comprometieron con Andrómeda Black… Tú hermana.
Casa de los gritos…
-¡TODO ES TU MALDITA CULPA!.- Bartemius estaba a un paso de que muriera de un infarto. Y todo a causa de Peter.- SI NO HUBIERA SIDO POR TU MARAVILLOSA IDEA DE VENIR A ESTA POCILGA NADA DE ESTO ESTARÍA PASANDO.
Bartemius y Peter se encontraban en estos momentos encerrados en la casa de los gritos. Habían ido a buscar a los desaparecidos, pero nada salió bien.
Una inofensiva rata se había posado en los pies de Bartemius; la serpiente al darse cuenta, había empezado a gritar y a correr de una manera poco masculina por todo el lugar, ocasionando que las varitas de ambos se cayeran y la puerta se cerrara. Ahora estaban los dos, sin varita, con hambre, encerrados y en total penumbra.
-Si hubieras tenido una mejor idea la hubieras dicho en vez de solo ignorarme.- Peter estaba hasta el tope de los gritos del Slytherin.- y si no hubieras empezado a correr y a chillar, nada de esto hubiera pasado.
-¿DICES QUE ES MI CULPA?.
Peter se estaba empezando preguntar que si era requisito indispensable para pertenecer a Slytherin tener que gritar todo el tiempo.
Ignorando al histérico, el león empezó a buscar la llave de repuesto que sus amigos y él guardaban en caso de que Remus perdiera la original en las noches de luna llena.
El Gryffindor metió la mano en un cajón y sintió la llave, pero… ¿algo se movía? Era peludo y…- ¡AHHHHHHHHHHHHHHH!.- Peter grito de manera poco varonil, ganándole al grito de Crouch.
-¿Qué pasa?.- Barty no veía nada, todo estaba oscuro. Solo escuchaba los pasos del león y sus gritos.
A causa de la oscuridad, el castaño no vio por donde iba y termino en el suelo. Un golpe sordo se escuchó en el recinto, en conjunto con un ¡ay!... Y fue todo.
-¿Pettigrew?.- Bartemius no escuchaba nada y eso lo puso más nervioso.- No te hagas el estúpido y contéstame.- Silencio total.- ¡Por Salazar! No me digas que estás muerto. ¿Qué hare yo si estás muerto? Maldita sea, primero dame la llave con la que saldré de aquí y después muere.
-Gracias por preocuparte, Crouch. Todo un samaritano.- Peter se levantaba poco a poco. Se había dado un buen golpe en el trasero. Ahora le dolía y no dudaba que estuviera rojo. Lo bueno es que ya no tendría que meter la mano en ese sucio cajón de nuevo, había conseguido no soltar la llave en su pequeño “espectáculo”. Ahora solo faltaba encontrar en donde estaba la puerta y el insufrible de Bartemius.
-¿Crouch?
-¿Qué?
-¿Dónde estás?
-Aquí.
-¿Dónde aquí?
-¿Cómo mierda voy a saber, si no veo nada?
-Pues vas a tener que seguir mi voz.
-Mejor tú sigue la mía.
-Yo tengo la llave.
Maldito Gryffindor… Barty empezó a caminar hacia la voz con paso lento.
-Por aquí.- la voz del león se escuchaba cerca.- sigue mi voz.
-¡cállate!.- dejo el paso lento para hacerlo más rápido.
-¿Y cómo se supone que me encontraras?
-He dicho que te cal…- Barty se dio de frente con algo duro. El golpe fue tal que cayó al suelo junto con lo que se había golpeado.-¡Auch!
-¿Qué diablos te pasa?.- Peter se sobaba la frente en donde el rubio lo había golpeado.
-¡Cállate! Todo es tu culpa.- Barty se sobaba el pecho, le dolía… ¿que tenía en la cabeza ese león? ¿Piedras?
Ambos se sentaron, uno frente al otro. No veían nada pero si sentían el calor del cuerpo del otro.
-En cuanto salga de aquí no quiero volver a saber nada de ti.
Peter rodo los ojos y fue cuando se dio cuenta que algo falta en su mano.- … ¿?
-Es más, le diré a mi jefe de casa que te prohíba acercarte a más de cien metros de donde esté.
-…Crouch.
-Iré hasta el ministerio y pondré una queja.
-Crouch.
-Nunca quiero estar cerca de ti de nuevo.
-¡CROUCH!
-¿QUÉ?
-Perdí la llave.
-…
-La tenía en la mano antes de que te tropezaras conmigo.
-…
-Se me ha de haber caído al suelo.
-…
-Vamos a tener que buscarla juntos por todo el piso. Quien sabe en donde habrá caído. ¿Crouch? ¿Crouch me escuchas?
Iba a matar a este Gryffindor… ¡LO HARIA!