Aquel que dice amar, miente. Y de una manera muy vil y grotesca. Nadie amaría como yo. Nadie.
Mi nombre es Deidara Uzumaki, hijo del modelo Minato Namikaze y del empresario Nagato Uzumaki y mi hermano es el chico más guapo y cool y lindo y… rayos, me volví a emocionar.
Bueno, mi hermano menor es el chico más lindo y hermoso que te puedas imaginar, su rostro tan fino, sus ojos más hermosos que los míos, más brillantes y azules y su cuerpo es definitivamente más lindo que el mío.
¿Pero sabes? No me preocupo.
¿Por qué?
Muy fácil, yo estoy enamorado de mi lindo hermanito menor. Me da igual que ambos seamos donceles, me da igual que seamos hermanos. Mi amor por Naruto me ha llevado a hacer cosas inimaginables, de la cuales por cierto, no me arrepiento. Yo haré cualquier cosa por su amor, no importa si es de a poco, sólo me conformo con un beso en los labios o una que otra caricia, al parecer para Naru es un trato justo.
Ya que él tiene un trastorno de personalidades múltiples, cuando está “Kurama” como se hace llamar, me pide que le lleve un chico lindo y guapo cada vez que me cambio de escuela, digo esto porque al ser doncel “hermoso” sufro de muchos acosos, pero Naru al tener al chico se descontrola y bueno, lo tortura y mata. No sé sus razones, y mientras Naru o Kurama esté feliz, yo también lo estaré, porque pese a todo, Kurama es parte de Naruto y yo amo todo de él.
Voy camino a mi nueva escuela, cuando logro verlo, un típico niño rico y caprichoso que parece le han rechazado, porque pese a su cabeza en alto, veo que su mirada está gacha. La presa perfecta. Corro hacia él y choco intencionalmente.
- ¡Carajo! ¿Es que no te fijas por dónde vas? ¡Cabrón de mierda!- me dijo ¿Quién se cree este para hablarme así?
- ¡Lo siento mucho en serio!- dije inclinándome
- ¡Lo siento mucho! ¡No me fijé yo! ¡Perdón! –Je, je ya cayó
- ¿Eh?- pregunté- ¡Deidara! – dije con mi más forzada sonrisa.
- ¿Eh?- dijo imitándome al parecer lo dejé desconcertado.
- ¡Mi nombre es Deidara! ¡Mucho gusto!
- Eh… ah… Me llamo Sasuke…
- ¡Un gusto! Creo que vamos a la misma escuela…-dije para cambiar el tema
- ¿En serio? Me alegro- dijo sonriendo como idiota
- ¿Te sientes bien?- pregunté, el idiota estaba todo rojo - estás sonrojado…
Fuimos juntos a la escuela y al ver la planilla donde decía en qué salón estaríamos por el resto del año, vino hacia mí y me dijo:
- Parece que estamos en la misma clase – me dijo y aunque parecía que quería que yo lo viera como el chico desinteresado, el cabrón estaba sonriendo. Idiota.
- ¿En serio? –dije, claro, debía verme lindo y dulce para el imbécil este.
- Ajá. –dijo, estaba sonrojado.
Al llegar a la clase, nuestro amable tutor, se demoró siglos en llegar y cuando ya estaba mosqueado por la amable “plática” que mantenía con una babosa pelo de menstruación, llegó mi guapísimo tutor. Quizá después de darle a Sasuke a Kurama, podría divertirme con él.
- Buenos días alumnos, como sabrán, seré su tutor mi nombre es Kakashi Hatake –dijo escribiendo su nombre en la pizarra –como saben también soy el coordinador de normas educativas, por lo tanto espero que todos sean muy bien portados y no tener ningún problema con ustedes. Ahora quiero que se presenten por orden de lista. Díganme qué les gusta, qué no y de dónde vienen.
- Akimichi Chouji –dijo uno –me gusta la comida –se rieron varios –no me gusta que me digan gordo –las risas pararon con brutalidad –vengo de Konoha. Espero llevarme bien con todos.
Y así pasaron varios de los idiotas con los que compartiría un maravilloso y divertido año, con nuevos amigos y risas por doquier. Nótese el sarcasmo.
- Uchiha Sasuke –paré la oreja –me gustan los tomates –bueno, tenía idea en qué poner los sedantes en caso de que no quiera cooperar –no me gustan las chicas tontas ni los donceles superficiales –vaya, y yo que pensaba que él era superficial –y vengo de aquí, de Konoha.
Era mi turno.
- Mi nombre es Uzumaki Deidara –varios de los salidos de mis compañeros varones me miraban de pies a cabeza.- Me gusta el arte –sonreí, provocándoles sonrojos a esos arrechos de mierda –no me gustan los chicos que ven a los donceles y a las mujeres con lujuria –varios agacharon la mirada y Sasuke sonrió –vengo de Sunagakure –un chico pelirrojo me comenzó a mirar insistentemente –espero llevarme bien con todos –rematé con una sonrisa y los varones suspiraron.
Como yo era el último de la lista el profesor comenzó con la clase, aparte de eso, era el profesor de biología materia con la que me llevaba bastante bien.
Al rato, Sasuke me invitó a pasar el receso con él, claro que acepté, digo tenía que conocer más sobre aquel a quien probablemente mi hermanito mataría.
- Dei... –me dijo -¿Puedo llamarte así? –estaba todo rojo.
- Eh… claro –rayos, ¿Por qué sentía este calor en las mejillas? No me estaba enamorando ¿no?
- Cuéntame más de ti –me dijo sonriendo
- ¿Cómo qué es lo que quieres saber de mí?
- No sé, lo que te gusta, lo que no, por qué te mudaste aquí, sobre tu familia etcétera
- Ah pues… me gustan los dangos y los dulces, no me gustan los chicos que ven a los donceles y mujeres con malas intenciones y tampoco las chicas que sólo ven a los chicos por su belleza. Odio a la gente superficial. Me mudé aquí por el trabajo de mi papá varón, mi papá doncel es modelo y tengo un hermanito menor de 15 años.
- Ah… ya veo ¿Tu color favorito?
- El verde.
- ¿Tu banda favorita?
- ¡LovelesS definitivamente!
- Eres muy lindo.
- ¿Eh? –me sorprendí.
- Me gustas mucho Dei. Sé que es muy pronto, pero me gustaría ser tu novio.
- Ah... –no sabía cómo reaccionar.
- Pero, deberíamos conocernos mejor, aparte de que no quiero presionarte para nada.
- Pues… déjame pensarlo… apenas te conozco.
- ¡Claro! –el muy idiota sí que era aventado
Terminó el receso y luego continuaron más y más clases. Al regresar a casa, divisé a Naruto llegando del supermercado, al correr para ayudarle lo saludé muy efusivamente, como lo esperaba, me besó apasionadamente, me decepcioné, era Kurama, no Naruto.
- Deidi… -susurró sobre mis labios –espero que tengas a mi chico guapo pronto –me mordisqueó el cuello un poco
- Claro, no tienes por qué preocuparte, Kurama.
- Eres un buen chico… ¿Lo sabes?
Habíamos llegado ya a casa, papá y papi no estaban, tendríamos la casa para sus perversiones. Comenzó a besarme, pasó su mano bajo la camisa del uniforme y jugaba con mis pezones.
- No… Kurama… no… -no quería tener sexo con él, por lo menos no ahora, quería que fura con Naruto mi primera vez.
- ¿Vas a seguir esperando al mocoso?
- No le digas así, tú sabes muy bien que yo amo a Naru.
- ¡Sabes muy bien que él no te hará lo que te hago yo!
- …
- ¡Él te ve sólo como su modelo a seguir! ¡Sólo te ve como su hermano mayor!
- ¡¡Cállate!! ¡¡Calláte!! –subí corriendo a mi habitación no quería escucharle… sabía que era verdad. Pero ¡Maldición!
No por el hecho de que Naruto me viera como su hermano mayor solamente… no significaba que no podía conquistarle… ¿No?