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Ophiuchus (El portador de la serpiente) por Seufzer

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Notas del capitulo:

me deprimo nadie deja reviews (TT_TT) ¿porque?

– Gracias chico mono – dijo Ban bajamente agradeciéndole su compañía antes de quedarse dormido a un lado de un sorprendido Shido.

Afuera del baño entro María – ¿Ban? ¿Shido?– llamo al no verlos – ¿en dónde están? – Pregunto al aire, cuando escucho que se abría la puerta de baño de donde salía Shido con Ban que estaba dormido en sus brazos - ¿Qué paso? – cuestiono acercándose.

-          Solo se quedó dormido después de que cure su mejilla – dijo calmando a la mujer que peino el fleco del castaño menor.

-          estuvo llorando – afirmo María al ver rastros húmedos en las mejillas y algunas pequeñas gotas de agua salada en las pestañas de Midou.

-          Es muy raro que no haya podido acabar con esos sujeto cuando se le vinieron encima y que tuviera que recurrir a su Jagan con kazuki y Ginji en vez de golpearlos y que ahora duerma profundamente – analizo Fuyuki al ver como dormía profundamente.

-          Esa droga ha hecho que no pueda pelear al 100% de sus capacidades, que se canse con más facilidad y lo peor es que seguirá disminuyendo sus fuerza con cada días que pase esto durara hasta que tenga un heredero nacido de él o encontremos una cura – termino de explicarle – es hora de irnos o no alcanzaremos el vuelo, es mejor despertarlo ya en el aeropuerto, vamos nos están esperando – María con ayuda de Himiko le pusieron su abrigo y bufanda al castaño – todo tuyo – le dijeron a Shido quien lo cargo.

-          Estas segura que solo vayamos nosotros – dijo la chica veneno al ver que ninguno de los chicos a parte de Shido irían al aeropuerto.

-          Si, en estos momento incluso ellos son una amenaza para Ban que solo tiene un 15% de su poder y aparte me di cuenta que con Shido a su lado sus Feromonas apenas si se perciben – esto se lo dijo en voz muy baja – yo creo que mi niño a escogido a Shido como su persona especial – esto descoloco un poco a la menor.

-          Pero Shido apenas está superando su rotura con Madoka – le dijo a la Bruja mayor

-          Sí, pero mira como lo protege – el maestro de las bestias acomodaba al menor con cuidado sin dejar que fuera tocado por algún hombre que se les acercaba como poseídos por la fragancia de su protegido – además quien no se enamoraría mi pequeño retoño – le susurraba a la chica seguía viendo a los chicos.

-          Si ha escogido a Shido, solo puedo orar para que él le corresponda – solo pudo decir eso mientras observaba al que consideraba como su hermano, que aun dormía e incluso se acomodaba mejor en los brazos de Fuyuki.

 Durante el transcurso al aeropuerto tuvieron que lidiar con varios intentos de secuestro a Ban hasta abordar el automóvil de Himiko – bueno ya llegamos – les dijo la chica veneno que se estaciono – será mejor que despertemos Ban – opino la dueña del auto.

-          Ban despierta – empezando a moverlo María mientras le hablaba – ya llegamos al aeropuerto, es hora de irnos – le dijo al ver como el castaño empezaba a despertar.

-          Ya voy – el recién despertado se bajó del vehículo sin mucho ánimo.

-          Shido ten – María le dio una maleta – es ropa para los dos y aquí están los boletos como los pasaportes -  explicaba pasándoselos.

-          ¿Usted no va acompañarnos? – pregunto extrañado

-          Que más deseara pero yo los alcanzare en casa de mi maestra, en este momento voy a patear traseros chamanes junto a Himiko, te encargo a Ban cuídalo aunque aparente ser fuerte en realidad es muy frágil – termino de decirle para ir a lado del castaño que se estaba acomodando su bufanda – Ban cuídate mucho, sabes que tú eres mi todo en este mundo, no sea imprudente – le advirtió poniéndole un gorro para el frio – ahora váyanse los veré en Alemania.

-          Cuídense chico – se despidió Himiko antes de que entraran al aeropuerto y ella se fuera con María para entretener a los chamanes lo suficiente para que Ban y Shido partieran a Alemania.

En cuanto Ban puso un pie dentro de la terminar fue el foco de atención de algunas miradas de la población masculina que había en el sitio, como también lo invadió un desagradable aroma a su parecer que hiso que se marease – aquí apesta – expreso tapándose la nariz en su bufanda – vamos – le dijo Shido tomándolo del antebrazo e ir abordar su avión – ¡Ah! – Dio un pequeño grito de sorpresa el menor.

-          ¿Qué sucede? – pregunto Shido sorprendido al ver como el castaño se abrazó a él, pero escucho un ligero susurro incompresible para sus oídos – si no hablas más fuerte no te puede entender – le dijo.

-          Me… Me tocaron el trasero – termino de decirle apenado.

-          ¿y porque no lo golpeaste? – pregunto extrañado por la pasividad que mostraba el castaño.

-          Porque en estos momentos apenas si puedo seguirte el paso – respondió molesto – odio todo esto – termino con un suspiro mientras se alejaba un poco del más alto.

-          Nadie te culpa por odiarlo – contesto – después de todo, tú no has escogido nada esto – acerco a Ban a él para poder protegerlo de cualquiera que quisiera acercársele con segundas intenciones – ahora apresurémonos – al ver que ya estaban llamando a abordar.

Al subir al avión vieron que eran de primera clase, Ban se sentó en la ventana y Shido a su lado – toma María me dijo que te las diera ya dentro del avión – le dijo el señor de las bestias mientras le entregaba el estuche de las cartas del designio – son las de tu abuela, me comento que las necesitarías que con ellas podrías hacer frente a lo que se aproxima – termino de explicarle.

-          Al menos me dejo algo útil – comento al mientras revisaba cada carta del tarot – se puede sentir el poder que contienen sin duda alguna eran de la anciana – decía guardándolas en su chaqueta.

Durante la mayor parte del viaje, Ban se dedica a ver por la ventana hasta que fue vencido por el sueño, quien inconscientemente se acomodó en el hombro de Shido que estaba leyendo un libro, al sentirlo solo lo dejo dormir – señor pronto llegaremos, será mejor que despierte a su compañero – le informo la señorita azafata – gracias – le agradeció, guardando su libro – Ban despierta ya vamos a llegar – lo movió con suavidad para despertarlo – abróchate el cinturón – le dijo al ver que aún seguía algo soñoliento, el oji-azul hizo lo ordenado, después de aterrizar se dirigieron a la salida del aeropuerto – ¿por donde serpiente tarada? – pregunto al no saber a dónde dirigirse.

-          Taxi – llamo el poseedor del Jagan, al subirse pidió que los llevaran a terminal ferraría donde compraron los boletos que lo llevaría al pueblo donde se encontraba la casa de su abuela, el viaje a tren seria de tres días cierra bien la puerta – le indico Shido al salir al comedor por su comida – ya lo sé, no tienes que recordármelo – contesto, en cuanto se fue el castaño cerró la puerta,  solo habían pasado unos minuto cuando empezó a escuchar como forzaban la entrada – regresa rápido chico mono – pensaba mientras se preparaba a atacar al ver como abrían la puerta – acaso no les enseñaron a respetar la privacidad ajena – les dijo a los sujetos que empezaron a entrar como animales salvajes.

Shido entro de inmediato al comedor y ordeno la comida que tardaba en ser preparada –  disculpe ¿ya está mi pedido?  – Pregunto a la señorita que estaba en el mostrador – si joven aquí está su orden – le respondió mientras mostraba un carrito con ruedas - ¿desea que lo lleve hasta su Bagon? – pregunto en tono coqueto – si por favor – contesto sin hacer caso a la señorita al escuchar algo de los otros pasajeros – he escuchado que en uno de los vagones de clase media se aloja una belleza que a pesar de ser hombre no hay mujer que le compita – decían unos hombres próximo de donde se encontraba el castaño de pañoleta – en este preciso momento varios jóvenes  fueron a verlo – esto basto para que Shido saliera corriendo – Midou… quiten sus manos – grito el amo de las bestias, al ver como tres de nueve hombre ya que 6 estaba noqueados en el piso, estaba sometiendo al castaño que luchaba por que no terminaran de desnudarlo – largo – decía sujetándolos para golpearlos y aventarlos fuera del camarote junto con los que estaban inconsciente de una patada destrozando de paso la puerta – ¿estás bien? – Pregunto alarmado al ver que el castaño estaba muy agitado – tardaste – le contesto abrazándolo sorprendiendo al mayor – lo siento – se disculpó acariciando con suavidad la cabeza del oji-azul que no se soltaba – disculpe traje su comida – escucharon de la puerta la señorita, Ban trato de esconderse más en los brazos de Shido para que no lo vieran ya que estaba prácticamente desnudo si no fuera por los trozos de su camiseta que llegaban hasta sus muslos – quiero hablar con sus superiores, así que llámelos – le ordena la joven que se asustó por la mirada del más alto – en seguida los traigo – contesto esquivando a los inconscientes y los restos de la puerta, para irse corriendo por sus superiores – vístete rápido, antes de que lleguen más – le pidió al menor que aún no se recuperaba de la vergüenza.

-          Shido – llamo a su espalda – gracias – decía mientras terminaba de abotonarse su abrigo - ¿qué vamos hacer ahora? – pegunto ya sentado, en eso escucharon la voz de la joven y de dos hombres

-          Ponte detrás de mí – le ordeno al menor que enseguida hizo lo ordenado.

-          ¿Qué significa esto? – cuestiono uno de los encargados al ver los destrozos

-          Eso debería decirlo yo – contrataco Shido – cuando regrese del comedor me encontré con estos sujeto atacando a mi protegido, exijo un compensación por este incidente y más por el hecho que uno de ellos es de su personal -  les exijo al señalar a uno que tenía el uniforme de los trabajadores de su tren.

-          Esto debe ser un malentendido – dijo bajito el otro encargado que era un hombre mayor - ¿Cómo podríamos saber que no lo causaron ustedes? – se atrevió a preguntar molestando al oji-azul que salió de atrás de Shido.

-          Ellos fueron los que entraron y trataron de abusar de mí – les decía indignado sin percatarse que al enfadarse inconscientemente soltó un poco de sus feromonas atrapando al más viejo de los encargados.

-          Ahora que te veo, no los culpo – empezó a decir mientras se acercaba al menor – eres una preciosura de joven – enseguida el oji-azul fue abrazado por Shido protegiéndolo – hasta yo te quisiera tenerte en mi cama – termino de decir con voz lujuriosa.

-          ¡Jefe! – simplemente pudieron decir al ver como el anciano se abalanzaba al menor que lo vio con enojo antes de ser golpeado por su protector que se veía furioso – lo sentimos mucho – se empezaron a disculpar los del tren – Clarisa lleva a los señores al área vip – le ordeno a su empleada que enseguida hiso los ordenado.

Una vez instalados en su nuevo camarote y pedir que la seguridad fuera hecho por personal femenino pudieron descansar – ¿no tienes hambre Midou? – Pregunto al ver que el menor casi no había probado su comida - ¿te sientes bien? – poniendo una mano en la frente del menor al ver que este estaba un poco sonrojado – regreso la fiebre – acostó al castaño y fue al baño del camarote de donde tomo unas toallas para humedecerlas – si te sientes mal dímelo – le dijo mientras le ponía las toallas en la frente, la fiebre bajo conforme Ban dormía y pasaba la noche, a la mañana siguiente el castaño despertó recuperado, los días restante pasaron tranquilo haciendo que por fin pudieran descansar de todo eso por el momento hasta llegar a su destino.

Notas finales:

dejen un review acepto jitomatasos 


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