Se encontraba a punto de llegar más alla con Itachi cuando fue interrumpido por alguien.
-Dei, Dei estas allí, puedo pasar.- decía una persona detrás de la puerta….
No podía creerlo, trataba de controlar su respiración para poder contestarle a su madre, no tenía que sonar sospechoso o sino lo encontraría en una situación muy incómoda con su “enemigo” en el sofá.
El azabache solo lo miraba con el ceño fruncido, no quería que terminara de esa manera pero tenía que dejar a Dei, sino ocurriría un problema muy serio.
Le decía quedito que no contestara hasta que se escuchó decir a su madre….
-Creo que esta con Naru, pasare a verlos para saber cómo están,- decía la pelirroja en el pasillo.
De inmediato que escucho decir eso salió disparado del sillón haciendo que Itachi saliera volando hacia el respaldo del mismo, se acercó a la puerta y tomo la decisión de contestarle ya que si no lo hacía se desataría un terrible problema.
-Madre aquí estoy, estaba a punto de tomar un baño, e ir al cuarto de mi ototo, si quieres deja me baño y te voy a ver a tu habitación,- decía el rubio mayor, en verdad quería que su madre dijera que si ya que si no lo hacía y entraba de manera sorpresiva al cuarto de su hermanito vería algo que no le agradaría para nada como a él.
- Ok hijo mío, toma tu baño y pasas por mí para ir a ver a tu hermanito a su habitación y hablar con él para descubrir que es lo que le ocurre,- decía la pelirroja un poco más relajada de que su hijo mayor estuviera preocupado por la situación de su hijo menor.
Mientras en la habitación se suscitaba un gran problema………
-No quiero que te vayas, que importa si tu madre va a ver Naruto podríamos estar nosotros aquí sin la necesidad de salir,- decía un Itachi un poco irritado por la interrupción.
-No, tenemos que ir ya que sasuke está allí, así que deja de quejarte y deja tomo la ducha fría que necesito para quitarme este problemita que me has dejado y te recomiendo que hagas lo mismo cuando yo termine ok,- decía Dei señalando a la parte baja de Itachi en donde se podía apreciar una gran erección apretujada en su ropa interior.
Había entrado a la ducha la tomaba fría ya que no podía presentarse frente a su madre en ese estado, y tenía que apurarse en esconder a ambos azabaches en la habitación del rubio a toda costa.
Se vistió y espero a que Itachi también estuviera listo para iniciar a planear que harían a continuación.
^^^^^Kushina^^^
Después de que se fue su amor, se encontraba preocupada de las actitudes que tenía su hijo menor, lo miraba ojeroso, cansado, con miedo, sabía que su instinto de madre le estaba dando señales y que no quería afrontar la realidad, sabía que todo era cuestión de tiempo, ya se lo habían dicho a ella y a su Minato cuando encontraron a Naru después de desaparecer 3 días.
FLASH BACK……
Se encontraba en la habitación con una gran angustia ya que no la habían dejado ir a donde las investigaciones decían que estaba su hijo menor, se encontraba angustiada pero su padre y su esposo le habían exigido que no debía de abandonar la mansión, no tenían seguro de encontrar a su bebito allí, por lo que muchas emociones encontradas rondaban su mente en ese momento, era obvio que tenía miedo de no encontrar a la tercera luz de su vida, pero también estaba furiosa no sabía porque su niño pagaría algo que no había hecho, solo deseaba saber quién se lo arrebato para dar rienda suelta a su venganza como madre si le encontraba algún rasguño a su niño, no por nada la apodaban “la habanero sangriento”.
Los minutos pasaban lentos cuando escucho desde su habitación como entraban 3 personas, su padre, su esposo y en sus brazos su lindo bebe rubio, por la manera en la que entraban no había ocurrido nada grave pero aun así tenía que verlo, constatar que estaba bien, cuando lo vio entendió que le había hecho algo a su bebe, en cada mejilla tenía tres marquitas, los rasgos inconfundibles de que le habían hecho algo no sabía qué, pero de eso estaba segura.
A los 3 días lo entendió, cuando su hijo estaba llorando sin control, esos lindos zafiros azulitos se convirtieron en rubíes tan hermosos pero peligrosos ya que mientras cambiaban de color su pequeño se convertía en un zorro bebe, no lo entendía hasta que por allí casualmente pasaba un medico llamado hiruzen, cuando lo vio supo enseguida lo que le había ocurrido a ese bebe rubio.
Para pararlo le había costado muchísimo tenía una fuerza indomable, hasta que un sello fue puesto en su frente se desmayó.
Todavía recordaba lo que le había dicho esa persona “su bebe tiene al Kiubi es un demonio zorro el cual está lleno de odio deben de controlar las emociones de su pequeño sino quieren que se apodere de su cuerpo y nunca más vuelva a hacer su niño”.
También le había dicho “ocurrirá muy pronto ustedes sabrán cuando pasara” y después de eso anotó su número para que lo llamara.
FIN DEL FLASH BACK………………
No lo quería creer pero así sucedía cada vez que se enojaba, perdía el control y siempre tenían que sedarlo, su amado esposo lo tranquilizaba antes de que le diera un ataque pero cuando no tenían que utilizar la fuerza.
Por eso tenía que saber si era el momento, previniendo desde antes y lo había llamado.
Se encontraba perdida en sus pensamientos que no escucho cuando tocaron a la puerta.
-…..Madre ya estoy aquí.- decía tímidamente dei desde la puerta……
------Sasuke-----
Su rubio amor se encontraba totalmente dormido en su cama, a lado estaba él también dormía pero aun así tenia los sentidos agudizados para estar siempre atento su alrededor.
Todo estaba tan quieto cuando entraron por la puerta Deidara e Itachi, ambos tenían la apariencia de haber tomado una ducha, por dentro rio por fin su hermano era feliz con ototo de su dobe, andaban apurados por lo que le sorprendió que le dijeran ambos en un susurro.
-LEVANTATE AHORA…- decían ambos apresurados.
No sabía que se traían entre manos pero ni en sueños se levantaría de la cama donde estaba totalmente cómodo con su amor.
Al ver que no se movía ni un milímetro tuvieron que jalarlo de la cama, cuidando el no despertar al rubio que dormía.
-QUE DIANTRES SE TRAEN, déjenme en paz no me quiero ni levantarme ni menos salir de aquí,- decía enojado sasuke.
Deidara al ver que no entendía le dijo al oído para no despertar a su hermanito.
-Tienes que hacerlo, mi madre viene en camino y a no ser que quieras salir para siempre tanto de la vida de mi hermanito como de mi casa en pedacitos te recomiendo que te levantes y te escondas con Itachi aquí ya AHORA,- decía Deidara de manera alarmante.
No sabía si su madre entraría a la habitación o si tendría que iré por ella pero tenía que estar alerta, prevenir una desgracia.
O su cerebro no funcionaba bien, o no estaba entendiendo nada de lo que decían, como es que sabían lo de la madre de Naru, el llegar allí para que???, hasta que lo comprendió iría a verlo por el estado demacrado de su rubio.
Por lo que no sabía dónde esconderse, no se irían al baño eso era seguro, ni saldría de allí, él también quería entender lo que le estaba sucediendo a su kitsune, así que solamente le quedaban dos opciones, el closet o debajo de la cama??.
Tenía que pensar en donde podría escuchar mejor, ambas cosas estaban cerca del posible encuentro de la plática “la cama” donde se encontraba el rubio así que se decidió en menos de un segundo el closet.
Así que sin más le dio a entender a su “cuñadito” donde se ocultarían para que fuera por su “suegrita” y por fin se enterara de todo lo que le ocurría a su amorcito para ayudarlo.
Por lo que antes de introducirse por completo con su hermano al closet vio salir a Dei por la puerta.
***** En un hotel *****
Se encontraban las personas que querían capturar a los Namikaze, por fin después de días y días de vigilancia, investigación y de rastrear llamadas de la mansión sabían que al día siguiente saldrían los dos por caminos diferentes ya que el menor iría al médico, era extraño que lo llevaran si se encontraba mal, pero no les importaba tanto porque les daba la oportunidad perfecta de tomarlos por la fuerza, sabían que era riesgoso pero al separar a la seguridad les sería más fácil.
También tenían en cuenta de que el más difícil seria el menor de los rubios ya que al encontrarse en malas condiciones sería el más resguardado, pero cumplirían su objetivo o si lo conseguirían.
¨¨¨¨¨Orochimaru¨¨¨¨
Había llegado el momento de tomar lo que era suyo, no importaba el muchacho, lo que le importaba era lo que se encontraba dentro de su cuerpo su Kiuby.
Por fin seria suyo, la espera había terminado, 18 años sirvieron para investigar más sobre su experimento, controlarlo y utilizarlo para destruir a los que lo habían tachado de loco, humillado, despreciado, y los primeros serían los Namikaze, después los Uchihas, los Akatsuki, y por ultimo su querido maestro Hiruzen Sarutobi.
^^^^ Gaara y Sai^^^^
Se encontraban en la mansión uchiha de Inglaterra, todos se habían ido a descansar, el viaje había sido muy cansado, el cambio de horario les pegaba y el clima igual, el único contento de estar allí era sai, que por alguna razón se sentía en casa.
FLASH BACK…….
Él siempre había sido solitario, nadie lo quería, sus padres siempre estaban en alguna reunión, nunca tenían tiempo para él, pero todo había cambiado desde que llego a Inglaterra, la sirvienta que les abrió, era su mejor amiga, se llamaba tomoe, desde los 6 años se hicieron amigos, a pesar de ser el hijo de los patrones ella siempre lo trataba con cariño, le mostraba las emociones ya que al ser hijo de una gran empresario tenía que ocultarlas pero con ella podía mostrarse tal y como era en realidad.
Todo termino cuando lo enviaron con sus primos a Japón, a estudiar con ellos y allí encontró a su amor pelirrojo.
FIN DE FLASH BACK….
Gaara se encontraba molesto, no decía nada pero no le agradaba nada que fuera tierno con otra persona y esa persona no era él, estaba celosísimo pero también no quería hacerle una escena de celos en frente de sus amigos.
Sai por su parte estaba muy feliz de volver pero también sabía que a su “cerecita” le estaba ocultando algo y eso no le gustaba para nada que no le tuviera confianza de decirles las cosas así que tomando sus previsiones porque aunque era “tranquilo” la mayor parte del tiempo era toda una “fiera” cuando se enojaba no por nada le decían “el temible Shukaku del desierto” cuando se lo proponía no había poder humano que lo calmara.
¿Amor, que te pasa?,- ¿no te sientes bien?,- decía sai de manera cautelosa, ya que al no saber porque estaba molesto.
Mmm…… ,- decía gaara.
En verdad no quería hablar con él pero quería decirle en verdad pero no quería que le dijera lo que pensaba que esa chica le gustaba y si tenía miedo, pero se armó de valor y le dijo:
¿Quiero saber que sientes por la señorita que nos abrió la puerta?, ¿Que fue ella para ti?, ¿Me amas?,- decía gaara con la cabeza gacha, no quería verlo a los ojos, porque no lo soportaría y lloraría.
No sabía porque pero una sonrisa se asomaba en el rostro de Sai, en esos momentos quería golpearlo, no podía creerlo que se estuviera burlando de lo que le había preguntado, y sin proponérselo empezó a caer lagrimas por su rostro.
Maldición no quería llorar, y que viera lo que estaba causándole una tremenda molestia, así que se dirigía a la puerta para salir de la habitación y de esa casa cuando sin esperarlo fue sujetado por los brazos de su amor.
-Suéltame sai, no quiero verte, quiero salir de aquí, no puedo regresarme a Japón porque tengo que ayudar a Sasu y a Naru estaré en un hotel, cuando me instale te lo diré por mensaje para que nos pongamos de acuerdo pero por el momento solo quiero salir de aquí y no verte,- decía gaara totalmente lastimado.
-No, no te dejare ir, ni hoy ni nunca, y en cuanto a lo que me preguntaste con todo gusto te contestare,- decía sai angustiado no quería que su amor, su cerecita se fuera, no sabía que había hecho para que se pusiera así pero le contestaría.
-No quiero escucharte, déjame ir,- insistía gaara,
Ya caminaba hacia la puerta, estaba a punto de tocar el picaporte cuando sintió que lo jalaban del brazo de manera brusca, fue tan fuerte el jalón que lo dejo recostado sobre la cama de sai, la cual era muy grande y encima de él se encontraba el uchiha, como odiaba que se pusiera así de terco, obstinado pero él sabía que tenía la culpa por involucrarse con uno.
Su amor tenía las mismas “cualidades” de los Uchihas y cuando algo se le metía a la cabeza no había poder humano que lo calmara.
NO, me escucharas hasta el final así que deja de hacer rabietas y escucha: número 1, siento un gran cariño hacia ella, número 2, es mi mejor amiga porque estuvo allí cuando nadie más tenía tiempo para mí, y número 3 claro que te amo eres lo más importante en mi vida así que deja de estar de celoso o si no me harás que te castigue,- decía sai con una mirada picara, robándole un casto beso en sus labios.